lunes, 30 de octubre de 2017

Por soleá. LA PEÑA ‘EL PUCHERO’ FOMENTA EL FLAMENCO.

Cierto es que bastantes Peñas organizan concursos de cante flamenco con la intención de que sus asociados, paisanos y simpatizantes puedan disfrutar de recitales, a la vez que participan del conocimiento de los nuevos valores que se presentan a este tipo de acontecimientos, generalmente, con la intención de darse a conocer como futuras figuras de nuestra música. Por tanto, la labor es mutua. Los primeros consiguen establecer una programación flamenca, y los segundos mostrar su arte para intentar que el ‘boca a boca’ acreciente el conocimiento de sus méritos para progresar en el difícil escalafón de nuestro arte.

Expuesto lo referido todo parece fácil, mas, la tarea no es simple. Los miembros de las juntas tienen que bregar, luchar y hasta mendigar una mínima ayuda, ya sea como subvención institucional, de publicidad o de carácter altruista hasta conseguir la dotación económica para que los premios sean atractivos y alcanzar un buen número de participantes con calidad que incremente el prestigio del certamen, y así mantener la vigencia del mismo. La Peña Flamenca “El Puchero” de Bailén –como otras de la provincia- así lo viene estructurando desde hace varios años.

Camarón (retrato en grafito de Alfonso Ibáñez)
El pasado viernes junto con Luis de la Rosa Galán, fui alegre testigo de la cuarta jornada clasificatoria del V Concurso Flamenco José Antonio Pérez de Castro ‘Barrabas’, de Bailén. Juan Carmona, antiguo presidente de la entidad, fue el primer participante con la caña y resonancias de Diego Clavel rematada por la soleá de ‘Machango’; malagueña y remate por el fandango verdial de Frasquito ‘Yerbabuena’; y tangos acupletados con salida caracolera, ecos de ‘Chiquitete’, localismo extremeño por Camarón, y adaptación de un fandango de ‘El Gloria’ al aire de Antonio Reyes.

El iliturgitano Sebastián Vilches concursó con prestante malagueña de Enrique ‘El Mellizo’ rematada con verdial de Juan Breva. Los tientos los ofertó con salida de ‘La Paquera’, letra acupletada, posterior recuerdo de Juanito ‘Mojama’, resonancias de Manolo Vargas ‘Pericón de Cádiz’, y remate por Enrique Morente. En las cantiñas volvió a centrarse en los clásicos gaditanos. El mairenero Antonio Ortega comenzó por malagueña de Chacón con inclinaciones maireneras, ligándola con jabera. La farruca la desarrolló con entremezcla entre los ecos de Menese y la influencia de Mairena. Sus soleares evocaron a Joaquín el de la Paula en cadencia reposada, la creatividad de ‘La Serneta’, también matices de José Yllanda y un final por la de remate del citado ‘El de la Paula’.

Francisco Heredia, de Linares, abrió con soleá de ‘Pinea de Triana’, ‘Paquirri’ y remate por ‘El Ollero’. Las malagueñas de ‘El Mellizo’ las desarrolló con entremezcla del eco caracolero y la estructura aureliana. Finalizó con tangos de Pastora, sones extremeños, Triana y más Pastora. La también linarense Alba Martos cantó por tientos con aires de Mojama, Pastora Pavón y Estrella Morente. Prestante en la taranta de ‘El Cojo de Málaga’ y de La  con eco flamenco. Remató por cantiñas-alegrías de Vargas-Aurelio-Pericón.

Virtuosa, prestante y resolutiva la guitarra de ‘El Calao’.

Rafael Valera Espinosa 

viernes, 27 de octubre de 2017

Por soleá. JOSE SOLIS ROSTAING. PRIMER PRESIDENTE DE LA PEÑA DE JAEN

Vuelve el mes de agosto a evidenciarnos que la vida sigue y que sus jiennenses protagonistas flamencos van desapareciendo. Si el pasado día 18 se cumplió un año de la muerte de Rosario López, su querido amigo y prestante aficionado José Solís Rostaing se ha unido en el más allá con ella dos días antes de este primer aniversario de su óbito.

José Solís Rostaing (primer presidente de la
Peña Flamenca de Jaén)
Muchos son los recuerdos e importante la tarea que ambos y sus amigos desarrollaron para institucionalizar la Peña Flamenca de Jaén desde mediados de los años sesenta hasta la oficialización de la Peña como tal en 1971, siendo elegido José Solís Rostaing democráticamente por sus miembros como el primer presidente de la entidad.

Pocos años después, a finales de 1973 -casi clandestinamente- yo frecuentaba con mi amigo Ramón Béjar la prestigiosa y tertuliana taberna del cordobés Andrés Molina y su acogedora esposa y magnifica cocinera –de origen carchelejeño- María González, arropados por su yerno Luis de la Rosa Galán y su hija Anita, sita en el popular callejón ‘Arco del Consuelo’ una puerta más abajo -hacia la calle Cerón- de la popular y antigua taberna ‘La Manchega’. Allí conocí, gracias a mi amistad con Fernando Pérez Mesa ‘Canalejas hijo’, a la élite de los sabios flamencos de aquella época como Ángel García Cruz, José Solís Rostaing y su esposa Angelines, José Cruz García ‘Pepe Cruz’, Antonio Altés Sánchez-Rando, Fausto Olivares, Ramón Porras, Juan Antonio Ibáñez y demás miembros de la tertulia primigenia fundadora de la Peña Flamenca de Jaén.

Ávido de sus conocimientos, preguntaba e inquiría sobre nuestro arte y siempre recibía la información demandaba. A veces, incluso me atrevía a crear polémica sobre el por qué La Niña de los Peines acaparaba tanto su afición que dejaban al margen a otros artistas como Juan Talega o Aurelio Sellé, siendo José Solís –como siempre- el diplomático y sabio catalizador de la respuesta explicativa de que en el flamenco había y hay preferencias sobre unos u otros artistas en función de los gustos y sentimientos personales. Esa forma de actuar fue una de sus constantes principales de José Solís Rostaing, un amigo ecuánime, a veces distante pero muy cercano, intelectual, serio, y siempre entregado a los demás.

Destacó profesionalmente en sus diversos cometidos como Jefe de Negociado en la Delegación Provincial de Trabajo jiennense. Por todas las virtudes citadas fue elegido como primer Presidente de la Peña Flamenca de Jaén.

Vivió con intensidad y junto a sus amigos, como Angel García Cruz, su amor por el arte flamenco y el de toros, desplazándose en numerosas ocasiones  para visionar los espectáculos más importantes de la época como el ‘Potaje de Utrera’ y disfrutar con el arte de Fernanda de Utrera, el ‘Gazpacho de Morón’ y admirad el toque de ‘Diego el del Gastor’, o el buen toreo de ‘Curro Romero’ o ‘Rafael de Paula’ en el Puerto de Santa María.

Descanse en paz.
Rafael Valera Espinosa

  

miércoles, 25 de octubre de 2017

Memoria flamenca. INMACULADA AGUILAR BELMENTE. BAILAORA (III).

“CARMEN AMAYA SUPUSO UNA REVOLUCION EN SU EPOCA   . LAS BAILAORAS SE LO DEBEMOS TODO A ELLA.”

Nos quedamos la semana pasada en como Inmaculada Aguilar nos explicaba sus participaciones en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba en las ediciones de los años ochenta, ochenta y tres, y ochenta y seis. Refería que la primera vez lo hizo para conocerlo y adecuarse a las normas del certamen; que la segunda vez el jurado no consideró que nuestra protagonista se alzará con algún premio; y que en la tercera, la del año 1986, concretamente en la XI Edición, si alcanzó el premio deseado. Por ahí continuó nuestro diálogo del 15 de junio de 1984.

¿A qué premios te presentaste?

- “El primer año me presenté a todos. Estaba muy valiente y creo que tenía ignorancia. En el ochenta y tres competí en solo dos premios, el de ‘La Argentinita’ y el de ‘Pastora Imperio’, donde conseguí una mención especial en el de la soleá. En el ochenta y seis volví a presentarme a los mismos premios y alcancé el de ‘La Argentinita’.

¿Has tenido la tentación de volver a concursar?

- ¡No! En absoluto. El conseguir un premio te colma perfectamente tus ansias de triunfo. Yo quería tener la experiencia de ello y el acumular premios no es una obsesión mía. El triunfo del ochenta y seis me abrió suficientemente las puertas; el tener cinco premios nacionales no creo que pese más, y si pesa, para mí no. Yo tengo otra historia montada y no me lo he vuelto a plantear. Creo que tendría más que perder que ganar.”

¿Significa eso que no estás muy de acuerdo con los concursos?

- “Con el único con el que estoy de acuerdo es con el Concurso Nacional de Córdoba, aunque últimamente se están desvirtuando algo las cosas en cuanto al baile. Los concursos siempre son malos, no me gustan. El jurado, por muy bueno que sea, siempre tiene la posibilidad de equivocarse, y entonces entran muchas cosas en juego. Yo he pertenecido a un jurado de sevillanas, que pienso que no tiene mucha importancia y lo he pasado muy mal. Ni había premio para todos, porque lo han podido merecer más de uno, y además me he podido equivocar porque mi subjetividad también entra en juego, lo mismo que la de los demás miembros del jurado. El arte es muy subjetivo y no creo que nadie tenga la suficiente objetividad para decir quién es el bueno o el malo.”

¿Y si el jurado fuera de profesionales?

- “Creo que es importante. Opino que esta circunstancia vendría en beneficio del baile, porque indudablemente el profesional entiende de esto. Tú sabes que del baile no se tienen los mismos conocimientos, en el mundo del flamenco, que de las otras facetas. El baile flamenco se desconoce mucho, y se desconoce desde lo que es una estructura a como se llama un paso, por qué se hace así… Esto pienso que influye a la hora de calificar. Creo que los profesionales deberían estar ahí.”

¿Qué opinas de Carmen Amaya?

- “Le tengo mucho respeto a esa figura. Bien es sabido de todos que Carmen Amaya supuso una revolución en su época. Hasta que no llega ella, la bailaora estaba como en un segundo plano, era una mujer que bailaba mucho de cintura para arriba y prácticamente los pies no existían, y cuando llegó ella lo cambió todo. Pienso que se dijo que la mujer iba a bailar y, gracias a ella hoy se baila de la forma que se hace, aunque ha pasado también bastante tiempo desde ella hasta hoy. Pero prácticamente creo que las bailaoras se lo debemos todo a ella.”

¿Quizás por la revolución que supuso Carmen Amaya, sus detractores la acusaban de tener un baile masculino?

- “Ten en cuenta que en la época en que ella aparece, la mentalidad de los estudiosos y de los aficionados era de que el baile de la mujer no podía salirse de una loseta, y de que prácticamente todo era de cintura para arriba. Cuando aparece Carmen Amaya con unos pantalones y unas botas y comienza a zapatear, arma el auténtico taco. Fue como lo de Isadora Duncan cuando se quitó las zapatillas y exclamó aquello de ‘yo quiero libertad’. Eso mismo pienso que le pasó a Carmen Amaya, que quería bailar con todo su cuerpo, porque para bailar hay que hacerlo con todo el cuerpo.”

¿Y Vicente Escudero?

- “Solo lo he visto bailar en un video. Supongo que marcaría una época. Lo conozco más por libros y por referencias de otras personas. Creo que le dio carácter y elegancia al baile de hombre; sus brazos eran característicos. Cuando lo he visto bailar francamente a mí no me ha gustao, pero comprendo que su época era distinta a la de hoy. Actualmente el hombre baila con todo, no solo con los pies; se le pide que baile con brazos, con cabeza, que gire, que salte… Indudablemente él marcó una época y supongo que gracias a Vicente Escudero muchos otros han marcado una tendencia.”

¿Pilar López?

- “Es una maestra. Pienso que su estilo es el que se baila ahora. Formó a grandes figuras actuales y su impronta está hoy en día de actualidad.”

¿Se baila ahora mejor que antes?

- “¡Distinto! No se baila ni mejor ni peor, se baila diferente. Actualmente, la mujer hace un baile más complicao y volvemos a retomar la figura de Carmen Amaya. La mujer de hoy no solo baila con los brazos; la mujer debe de saber bailar con todo y eso implica dificultad. Igual en el hombre. Yo creo que se ha mejorao en el sentido de desarrollar un baile más complicao y de exigir cada día más.”

¿Crees que el baile flamenco mantendrá una progresión igual a la de la guitarra?

- “Yo pienso que el baile flamenco hace tiempo que está teniendo esa progresión.”

Continuará. 
Rafael Valera Espinosa

martes, 24 de octubre de 2017

Por soleá. ¿FLAMENCOS? ¡SI! Y UNIVERSALES.

A veces, y sin intencionalidad, sino por lógica, es menester clarificar las incongruencias. ¿Quién puede pensar que nuestra corporación capitalina no está a favor del arte flamenco –su arte por ser andaluza- si lleva 42 años patrocinando su Festival FLAMENCO? Es más, en épocas  boyantes con amplio presupuesto para mantener un espectáculo que se inició con la puesta en escena de grandes figuras como Tía Aníca “La Piriñaca”, Terremoto de Jerez, Diego Clavel, José Menese, Rafael Romero “El Gallina”, Manuela Carrasco, El Lebrijano, Rosario López,  Morao de Jerez, Paco Cepero, Carlos Cruz o ‘Perico el del lunar, hijo’.
  
Sin embargo, e intuyendo de antemano que no ha habido un fin que justifique el medio para alcanzar un resultado satisfactorio de su mensaje, más bien todo lo contrario, he de retomar la frase que en su día utilizó ‘Paco de Lucia’, cuando se organizó un acontecimiento promocional previo a la Exposición Universal de Sevilla de 1992, en el que figuraban Plácido Domingo, Julio Iglesias y ‘Paco de Lucía’, este último en letras más pequeñas, negándose el de Algeciras a participar en el evento con la reivindicativa frase de ‘Han ofendido mi cultura’ ¿Eran más consideradas la música clásica o la melódica que la flamenca, en un acontecimiento que reivindicaba lo andaluz -como el arte flamenco- en la organización y el trabajo de la Exposición Internacional de Sevilla? Parece ser que así fue.

Por tanto, no se puede ‘ofender nuestra cultura’ por lanzar un mensaje que nada tiene que ver con los ‘FLAMENCOS’, solo porque una entrada del diccionario de la RAE que está más incardinada en el vocablo ‘chulo’. Y tampoco, porque hay otra –la tercera- que especifica que ‘chulo’ es ‘lindo, bonito y gracioso’. Considero que es menester sopesar y contrastar siempre las consecuencias que pueden acarrear una campaña que, a veces, consigue lo contrario del fin que se persigue.

¿Alguien se hubiera atrevido a decirle a García Lorca que no se pusiera flamenco al componer ‘El Romancero Gitano’? ¿O a Manuel de Falla en su obra de ‘La Danza del Fuego’? ¿Y al resto de la Generación del 27? Y más ¿se imaginan en un escenario sin ser o ponerse flamencos a ‘Pepe Marchena’, Manolo Caracol, Carmen Amaya, Juanito Valderrama, ‘Antonio el bailarín’ Antonio Mairena, Rafael Romero, Matilde Coral, ‘Chano Lobato’, ‘Camarón de la Isla’, Fernanda de Utrera, Enrique Morente o ‘Paco de Lucía’? ¿Pero qué pensamos?

Pero hay más. ¿Intuyen la expresión de ‘Fosforito’, Manolo Sanlúcar, Manuela Carrasco, Carmen Linares, José Mercé, ‘El Pele’, Merche Esmeralda, Miguel Poveda, Vicente Soto ‘Sordera’, Mayte Martín, India Martínez, Arcángel, ‘Tomatito’, Sara Baras, Argentina o ‘Dorantes’ –los cuales han actuado en los prestigiosos ‘Scala de Milán’, Teatro de las Naciones de París, en el Avenida de Buenos Aires, en la Conmunale de Roma…-  al conocer el lema de la campaña jiennense?

Javier Márquez (alcalde de Jaén) presentando la campaña #stopflamencos
¡Claro! qué tampoco hubiera sido adecuado lo de ‘stop-taurinos’, ‘stop-rockeros’; ‘stop-cinéfilos’, ‘stop-pictóricos’, ‘stop-salseros’… porque todas son artes, como el flamenco. Vivir para ver.

Rafael Valera Espinosa

lunes, 23 de octubre de 2017

Crónica flamenca. JUVENTUD, PRESTANCIA Y PROFESIONALIDAD FLAMENCA EN EL ‘PEPE POLLUELAS’.

Rafael Valera, presentando el Festival
Como en anteriores ediciones, el Teatro Darymelía se llenó de aficionados para disfrutar del arte flamenco que ofrecieron los componentes del cartel de esta XXVII edición del Festival Flamenco ‘Pepe Polluelas’, que patrocina el Excmo. Ayuntamiento de Jaén y organiza la Peña Flamenca capitalina, en el que figuraban el joven y promesa futura jiennense de nuestro arte, Darío Chica; la casi consagrada cantaora de Jerez a sus solo dieciocho años, María Fernández ‘María Terremoto’; la artista e intelectual flamenca jaenera de nacimiento catalán, Vicky Romero; y el avezado profesional de origen jerezano Vicente Soto Barea ‘Sordera’, los cuales estuvieron acompañados por las guitarras de ‘Paquillo Cortés’, ‘Nono Jero’, Juan Moreno y Juan Diego Mateos, respectivamente.

Con un ambiente cargado de expectación, Darío Chica comenzó su debut por cantiñas-alegrías de corte ‘camaronero’ con determinada solvencia y poderío tonal, adecuadas del necesario compás y con el ritmo pertinente. En las granaínas se ajustó a la melodiosidad y el melisma del cantaor de San Fernando, con algunas carencias en la estructura musical del estilo. Sus bulerías las estableció por la misma línea sonora de los estilos anteriores, mejorando conforme avanzaba en el desarrollo del cante. Finalizó con fandangos de ‘El Chato Méndez’ con las resonancias antes apuntadas y mucha entrega y fuerza tonal.

María Fernández Benítez ‘María Terremoto’ se aposentó con prestante seguridad en el escenario del Teatro Darymelia para ofertar el justo recital que esperaban los aficionados presentes para disfrutar de sus esencias flamencas. El mismo lo inició con entremezcla entre la soleá por bulerías y las bulerías por soleá (las primeras con un ritmo algo más lento que las segundas, aunque por el mismo compás), con evocación tonal de ‘La Paquera de Jerez’ en la salida, para seguidamente afianzarse en los ecos y los melismas de su casta cantaora, concretamente de su abuelo Fernando Fernández Monge ‘Terremoto de Jerez’, en tesituras ‘jonda’ y alta entrega vocal. Las virtudes cantaoras antes referidas las incrementó en su cante por siguiriyas con una extensa salida que conformó casi un cante para entremezclar la creatividad de Diego ‘El Marruro’ por los aires de Joaquín ‘Lacherna’, afianzarse en el conocimiento del eco de Tomás ‘El Nitri’, y finalizar con el inusual cambio de Manuel Torre con enduendadas evocaciones de su abuelo Fernando. Los tientos-tangos los ejecutó con acercamientos a su paisano Juanito ‘Mojama’, también a su abuelo y matices de ‘La Paquera’, para derivar a los tangos, meciendo con flamencura el compás festero, con influencias de Pastora Pavón y precisión esquematizada del compás del dos por ocho, acercándose después al localismo sevillano y retomar al final los ecos de ‘La Niña de los Peines’. Finalizó por bulerías en la línea más representativa de Jerez, con ritmo, gracias y compás, y algunas influencias camaroneras.

Con el conocimiento que se establece en una investigadora del cante como es Vicky Romero, la catalana-jiennense comenzó estableciendo su melodía y melisma flamenco, a través de la artífice de las malagueñas junto a Juan Breva, Trinidad Navarro Carrillo ‘La Trini’ con adecuada estructura melismática, enlazando por la ‘jonda’ creatividad por el estilo de Enrique Jiménez ‘El Mellizo’, derivar a la jabera del barrio de ‘La Triniá’ malagueño, y rematar con el prestante fandango averdialado del granaíno ‘Frasquito Yerbabuena’. En sus soleares ofertó el camino que va de Alcalá y Joaquín el de la Paula, con evocaciones de Fernanda de Utrera con marcado conocimiento y eco flamenco, al de Utrera por el jerezano Juaniquín asentado en Lebrija y su prestante soleá de remate. Posteriormente, revalorizó la creatividad de la linarense Carlota Carrillo ‘La Carlotica’, a través de la evocación de su hijo Gabriel Moreno en compás reposado. Finalizó por bulerías con certero ritmo, estructurando un acompasado cuplé por el estilo que enlazó con los aires de Jerez, para volver a la copla por el compás del tres por cuatro con los matices utreranos.

Cerró el festival con sabiduría, profesionalidad y duende el jerezano Vicente Soto ‘Sordera hijo’ con una puesta en escena por los cantes de fragua, con pellizco y enciclopedismo flamencos por toná y martinete. Sus cantiñas-alegrías fueron estructuradas en la más pura línea de su tierra con un matiz rítmico sosegado y amplio recuerdo de los maestros por el estilo. Pero fueron sus siguiriyas las que también establecieron su casta cantaora rememorando la creatividad de su antecesor Francisco Valencia ‘Paco La Luz’, con entrega y poderío tonal, para recordar después la creatividad de ‘Tío José de Paula’, y rematar con alta enjundia a través de la personalidad de Diego ‘El Lebrijano’. Finalizó con extensas bulerías en las que imperaron las entremezclas de Jerez-Utrera, con acercamiento a Juaniquín, estructura flamenca festera por el estilo de su padre Manuel Soto ‘Sordera’, determinadas modernidades como la adaptación de ‘La bien pagá’ por el compás festero, la popular ‘Tarara’, y un final al más estilo jerezano.

Resaltar los acompañamientos de las guitarras de ‘Paquillo Cortés’ a Darío Chica, con estilo y prestancia singular en sus falsetas; la de ‘Nono Jero’ a ‘María Terremoto’, con virtuosismo, personalidad, marcadísimo compás y solvencia flamenca; la compenetración de Juan Moreno con Vicky Romero demostrando sus buenos conocimientos de los estilos con variaciones creativas y dominio del instrumento; así como el toque de Juan Diego Mateos a Vicente Soto ‘Sordera’, pleno de musicalidad, ritmo, trabajo en el traste, y sonoros redondeos en los estilos festeros.

Rafael Valera Espinosa


Crónica sobre el XXVII Festival Flamenco "Pepe Polluelas", por #diarioJaen: Voces vestidas de flamenco. 

Reportaje fotográfico.


Darío Chica acompañado por Paquillo Cortés


María Terremoto (foto: Peragón)

María Terremoto



Vicky Romero
















jueves, 19 de octubre de 2017

Memoria flamenca. INMACULADA AGUILAR BELMENTE. BAILAORA (II).

“FUI MAESTRA DE GUITARRISTAS PARA ENSEÑARLES LO QUE ERA EL BAILE.”

Tras explicarme sus estudios flamencos en la academia de Pepe Ríos, en Sevilla, me resultó algo extraño que Inmaculada Aguilar no hubiera optado por otra ciudad para dicho aprendizaje, incluida su Córdoba natal o Madrid. Por estos derroteros continuó nuestro diálogo del 15 de junio de 1994.

¿No había en Córdoba academias adecuadas?

- “Que a mí me gustaran en ese momento no. Yo quería buscar algo distinto. Desde luego no sabía lo que era, pues con diecisiete años, insisto, yo no conocía el flamenco, y consideraba que Sevilla, con respecto a Córdoba era diferente, ahora quizá no, pero antes Sevilla ha tenido siempre mucha más tradición en el baile que nosotros, y además las grandes figuras han salido de allí. Lo que había en Córdoba entonces no me gustaba. Y no es que fuera ni bueno ni malo, yo no podía discernirlo en aquellos momentos, pero es que lo que había no me gustaba y entonces me fui a Sevilla a buscarlo.”

¿Has formado parte de alguna compañía flamenca?

“¡No! Tuve oportunidad en más de una ocasión, y no solo de pertenecer a compañías flamencas, sino de baile también, pero el tener que aislarme de mi familia me retuvo muchísimo, y el hecho de haber aprendido flamenco me indujo a efectuar mis pinitos sola, lo que me llevó a sostener que podía tener la posibilidad de estar con mi gente y poder bailar flamenco a la vez, además de que cuando era jovencilla mis padres no me dejaban y yo tenía edad para tomar una decisión, con lo cual se me cerraron las puertas en ese sentido, de lo que tampoco me arrepiento.”

¿No crees que la experiencia que se adquiere en una compañía de baile podía haber mermado tu carrera?

- “Quizás me he perdido cosas, aunque verdaderamente no me lo he planteado porque soy una persona que nunca me quedo quieta, lo que me ha llevado a ver mucho baile. Entonces he tratado, no solo de haber estudiado con Pepe Ríos, sino también de estudiar con todos los maestros posibles que considero que me pueden enseñar algo, aparte de que todo lo que se hace en el baile, Inmaculada Aguilar lo está viendo.”

¿Cómo se entiende para un aficionado que generalmente se centra en el cante, lo que significa ser monitora de guitarristas?

- “Eso resultó una experiencia muy positiva que yo tuve en los cursos de Paco Peña. La tarea consistía en que tenía que coordinar el trabajo de unos guitarristas y explicarles como era un baile flamenco, de qué partes se componía dicho baile, donde tenían que entrar, que salir, que cortar… Por ejemplo, en las alegrías, que es un baile muy claro en su estructura, pues empezábamos por la salida o la entrada, dependiendo del escenario, la llamada por bulerías… en fin, las cinco partes que tienen las alegrías. En eso consistía mi trabajo, primero lo explicaba y luego lo bailaba. Y la verdad es que la experiencia fue bastante buena, además de que a mí me sirvió para aprender mucho más, ya que primero me tenía que estudiar el planteamiento del baile, y las preguntas que ellos me realizaban me hacían pensar mucho. Así que tanto ellos como yo aprendimos mutuamente.”

¿Cuesta trabajo hacerse un nombre en el baile flamenco?
- “¡Mucho!

¿En Córdoba más?

- “Tal y como están las cosas, en cualquier parte. En Córdoba, en otros tiempos mucho más, pues, como te decía antes, no existía tradición. Hemos tenido que ir rompiendo muchas barreras, hemos tenido que competir con gente que a priori tenía que ser mejor que nosotros porque no éramos de Sevilla, y bastantes cosas más. Recuerdo que una vez me preguntó Juanita Reina: “¿Niña tú de dónde eres? ¡Yo de Córdoba! ¿En Córdoba hay bailaoras? ¡Las mejores, poquitas pero muy buenas. Es que en mi tierra somos muy poquitos pa too, pa l’arte también, pero cuando salimos arrasamos.” Nunca se me olvidará esta anécdota porque viene a corroborar ese determinado encasillamiento que generalmente existe con el baile y Sevilla.”

Como profesora de danza española que eres ¿crees que a través del baile regional o folclórico se puede alguien meter en el flamenco?

Inmaculada Aguilar entrevistada por Rafael Valera (foto: Pepe Pamos)
“Yo te voy a contar qué hacemos en el Conservatorio. En la escuela de danza española la alumna o el alumno entra mentalizado a realizar una carrera en la que tiene que conoces distintas disciplinas. Primero estudia unos cuatros años que son muy duros, porque solamente es trabajo técnico y prácticamente se carece de lo que es el baile propiamente dicho y no se entra en contacto con lo que es la danza. A partir del quinto empieza a profundizar en los distintos estilos, los cuales los conoce todos a la vez, el regional, la escuela bolera, la danza estilizada y el flamenco. No le lleva un baile a otro, conoce las cuatro disciplinas de golpe. Yo tengo alumnas/os a los que francamente se les da muy bien el baile flamenco, y otros a los que se les da muy bien las zapatillas, así como otros que prácticamente saben llevar las dos disciplinas. En función de su dominio eligen el tipo de baile.”


¿Cuándo empiezas a vislumbrar que podías conseguir algo en el concurso de Córdoba?

- “La primera vez que me presenté es en el ochenta y con la intención de conocerlo, de ver qué pasaba. Si mal no recuerdo, en esa edición creo que sólo estuvimos dos cordobesas y las demás de Sevilla. Lo cierto es que ese año me sirvió de mucho, ya que aprendí lo que era el concurso. En el ochenta y tres fui a por todas y la verdad es que no lo conseguí, no tuve al jurado conmigo. Y en el ochenta y seis ya sí estuvieron conmigo, llegamos a una misma conclusión.”

Después me hablaría de sus premios en Córdoba, su opinión de los concursos y de los jurados, de Carmen Amaya, de Vicente Escudero, de Pilar López… Mas, eso queda para la siguiente entrega.

Rafael Valera Espinosa

lunes, 16 de octubre de 2017

Por soleá. FESTIVAL “PEPE POLLUELAS” 2017.

El próximo día 20 de octubre, viernes, a las nueve y media de la noche se celebrará el XXVII Festival Flamenco “Pepe Polluelas”. Casi tres décadas ininterrumpidas de flamenco anual en esta tierra capitalina, gracias al patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de Jaén ¿Por qué tan pocos años en relación con otros acontecimientos flamencos? podrán preguntarse los aficionados. Mas, todo tiene su explicación.

Presentación del cartel
De izquierda a derecha: Alfonso Ibáñez (secretario), Rosa M. Povedano (autora del cartel),
Isabel Azañón (concejala), Rafael Valera (presidente) y Vicky Romero (cantaora)
En el año 1975 –la de este año según su historia sería la 42 edición del festival-, la Peña Flamenca de Jaén incentivada por el auge de estos espectáculos flamencos, inició en el Auditorio de La Alameda las denominadas “Reuniones Flamencas de Jaén”, por aquello de no catalogarlas como festivales y significarse de otra forma para ser más reconocido. En las mismas actuaron los mejores de su tiempo: Tía Aníca “La Piriñaca”, Terremoto de Jerez, Diego Clavel, José Menese, Rafael Romero “El Gallina”, Manuela Carrasco, El Lebrijano, Morao de Jerez, Paco Cepero, Rosario López, Carlos Cruz, etc. Esta iniciativa solo tuvo dos ediciones por mor del fracaso económico, la afición jiennense no respondió con su asistencial apoyo. La entidad flamenca capitalina contó en aquel momento con el apoyo de la Caja Rural de Jaén, que sufragó las pérdidas.

Con la institucionalización de los ayuntamientos democráticos, y la reivindicación social que en aquel tiempo supusieron las letras flamencas y determinados cantaores, este tipo de acontecimientos se propagaron por toda la comunidad andaluza. Y Jaén no fue menos. El concejal José Montané retomó el envite y se comenzó con las “Noches flamencas de la Alameda”, las cuales se celebraban en las fiestas de la Virgen de la Capilla, en Junio, por aquello de intentar solventar lo de la asistencia.

Nos acercamos  al año 1990, y siendo alcalde Alfonso Sánchez Herrera, este propuso a la Peña que el festival se denominara “Pepe Polluelas”, con el afán de reivindicar al artista jiennense, y por la admiración y amistad que el máximo edil sentía por José Ruiz Pérez. Y así continuamos con la entonces nueva denominación del acontecimiento flamenco capitalino: Festival Flamenco ‘Pepe Polluelas’. No es menester señalar que por el evento han pasado las mejores figuras de cada época, pues los jiennenses siempre han demostrado su conocimiento de nuestra cultura.

Esta XXVII edición del “Polluelas” incide en la tarea de ofrecer el arte de artistas consagrados y de jóvenes con proyección de éxito. Vicente Soto ‘El Sordera’, es uno de los cantaores de más raigambre jerezana en la actualidad, dominador de un amplio repertorio y con matices ortodoxos y heterodoxos de raíz. María Fernández ‘María Terremoto’, representa la continuidad cantaora de su jerezano abuelo Fernando Fernández ‘Terremoto de Jerez’. Vicky Romero constatará su poderío tonal y su enciclopedismo, su formación en las escuelas catalanas con reminiscencias andaluzas y jiennenses. Y Darío Chica adecuará su progresión hacia una profesionalización más prestante en nuestro arte.

Y, sobre todo, rogaremos a los artistas que se ‘PONGAN FLAMENCOS’ cuando se posicionen en el escenario del Teatro Darymelia para disfrute de los aficionados.


Rafael Valera Espinosa

viernes, 13 de octubre de 2017

Por soleá. LUIS SOLER GUEVARA. FLAMENCO DONDE LOS HAYA (y II).

Creo que no andaba muy desacertado la pasada semana cuando ponderaba a Luis Soler Guevara y sus méritos por los innumerables trabajos para reivindicar esta universal cultura. Viene a propósito recuperar mi epílogo de la misma por lo que acontecerá el  lunes, 9 de octubre, en su ciudad natal. Decía que: En su día se recopilaron miles de firmas por todos los ambientes flamencos para que a nuestro eminente aficionado se le concediera la Mellada de Andalucía por su ingente labor de investigación y difusión científica del flamenco. Mas su obra continua acrecentándose, su prestigio engrandeciéndose y sus trabajos prestigiando este arte.”

Pues bien, la cátedra de Flamencología de la Universidad de Córdoba, la también de la Universidad de Málaga, así como la de Sevilla, a iniciativa de sus respectivos directores, Juan Antonio Caballero, Maribel Calera y Rafael Infante, han considerado que nuestro protagonista debe de ser homenajeado por sendos estamentos a través del ‘Programa Flamenco y Universidad’ en un acto titulado ‘Honores a don Luis Soler Guevara’, el cual tendrá lugar en la fecha indicada a partir de las 19,30 horas, en el Salón de Actos del Rectorado de la Universidad de Málaga. Dicho acontecimiento cuenta, igualmente, con la colaboración de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía, así como con el estamento ‘Universidades de Andalucía’.

En el díptico de presentación del reconocimiento reza que:

“El Arte Flamenco constituye el más claro exponente de la identidad cultural andaluza. Es conveniente potenciar, tanto el conocimiento riguroso del mismo como su difusión, contribuyendo de este modo a la consecución de los objetivos descritos en el Estatuto de Autonomía:

Luis Soler Guevara
(retrato al pastel por Alfonso Ibáñez)
“Afianzar la conciencia de identidad andaluza, a través de la investigación, difusión y conocimiento de los valores históricos, culturales y lingüísticos del pueblo andaluz en toda su riqueza y variedad.”

Y también abunda en los méritos del homenajeado: “En esta Jornada se rinde homenaje a Don Luis Soler Guevara investigador y estudioso del Arte Flamenco, autor de varios libros y de trabajos de investigación. Su labor en pro del Flamenco es de especial relevancia, destacando su generosidad, ya que pone sus conocimientos y su rico archivo a disposición de jóvenes investigadores, algunos de los cuales han leído su Tesis Doctoral gracias a la ayuda prestada por Luis Soler.”

Solo me queda añadir el contenido del programa a desarrollar, el cual, tras su presentación, constará de una mesa redonda bajo el título de "Semblanza humana e investigadora de Don Luis Soler Guevara”, en la que participaran José Luís Vargas Quirós, Manuel Martín Martín, Rafael Núñez Ruiz y Ramón Soler Díaz (reconocidos estudiosos y escritores de nuestro arte); honores a cargo de Rafael Infante Macías, y un recital flamenco del malagueño Andrés Lozano con la guitarra de Antonio Soto.

Intuyo que la medalla está cerca y asumo el cierre del díptico: “Gracias Luis por tu legado y aportación a la investigación y difusión del cante flamenco.”


Rafael Valera Espinosa