jueves, 31 de mayo de 2018

Crónica flamenca. MOLINA DAMIANI DESCUBRE LOS MESES DE MIGUEL HERNÁNDEZ EN JAÉN.

ARACELI MUÑOZ ESTABLECE SU SEÑORIO EN EL BAILE FLAMENCO.

Con la aseveración de que su libro ‘Viento del Frente. Pueblo del Sur’ ha estado motivado por la petición efectuada por Candil para que escribiera sobre Miguel Hernández en la primavera de 2017, Juan Manuel Molina Damiani constató en su conferencia ‘Miguel Hernández en Jaén. Humanismo y estética’, impartida en la noche del pasado jueves en la sociedad flamenca capitalina, dentro de la XXXIII Semana de Estudios Flamencos, que sus trabajos siempre son detallados, didácticos, profundos y plenos de investigación literaria. ¿Sabía alguien que Miguel estuvo en 1937 cinco meses en Jaén y no tres como se había venido estableciendo? La seriedad y profundidad de las investigaciones de Molina Damiani así lo han demostrado.

Inició la sustentación del trabajo que efectuó para la realización del reciente libro incidiendo en la obra de Miguel desde los años 1930, cuando el poeta comienza a resultar incómodo, y que hasta el 1952 no apareció la primera referencia del artista por el negativo e intencionado interés del régimen sobre el poeta. Refirió cómo llega a Jaén en 1937 y desarrolla una labor de comunicación en el diario republicano ‘Frente Sur’, que comenzó a imprimirse en la imprenta republicana de Madrid que trasladaron a Baeza. Además, relató que una de las premisas de Hernández en Jaén fue conseguir hacerse con las cosechas de aceite y evitar el fortalecimiento que las mismas hubieran supuesto para la economía de los rebeldes.

Narró que en Jaén, Miguel escribe diez de los veinticinco poemas que conforman ‘Viento del Pueblo’, diario poético de guerra, así como el epicentro que del mismo suponen los poemas doce y trece de dicha obra, los cuales llevan el título de ‘Al soldado internacional’ y ‘Aceituneros’, principalmente realizados en el frente de Lopera-Porcuna. Prosiguió especificando las defensas estéticas que acentúan el humanismo del autor, y cómo la palabra en ‘Viento del Pueblo’ es netamente clara. Nos aclaró que los poemas del libro están creados para ser dichos y no leídos, porque, como alabó Vicente Aleixandre –añadió- Miguel Hernández fue ‘Gran compositor y gran intérprete.’ Complementó su exposición aludiendo a que la obra en un principio es un ‘cancionero’, en general, ya que solo contiene cinco romances. Finalizó leyendo ‘La canción del esposo soldado’.

La precocidad flamenca de la noche la plasmó la bailaora de Lucena (Córdoba) Araceli Muñoz, última ganadora del Concurso Provincial de ‘Jóvenes Flamencos’ que organiza y patrocina la Diputación Provincial de Córdoba. Con un adecuado elenco en el que la voz corrió a cargo de Gema Cumplido, el toque lo desarrolló David Navarro, las palmas las estableció Mara Martínez, y la percusión la efectuó Daniel Morales, la lucentina de 18 años se presentó estéticamente perfecta –como gustaba a Pilar López y Vicente Escudero- en el escenario de la Peña Flamenca de Jaén, vestida de traje corto con pantalón al estilo de Carmen Amaya, para bailar una farruca estructurada con femineidad, a pesar del carácter masculino del baile, estructurando buen compás, ritmo adecuado, poderío en el taconeo y desenvoltura en el escenario, marcando con precisión la composición estética de la figura.

En las alegrías mostró el sonriente semblante que requiere la coreografía del baile, con movimientos adobados de gracia, compás y el necesario taconeo, mostrando las enseñanzas de la cordobesa Inmaculada Aguilar, así como formas plásticas del estilo, para derivar hacia la coreografía lenta del baile con arabescos y adecuadas formas de cintura para arriba, que se tradujeron posteriormente en ritmo, al enlazar con las bulerías de Cádiz, en las que su arte quedó plasmado de salero y coreografía taurina ayudada por el mantón para estructurar un remate de buen baile.

Los acompañantes le complementaron la noche flamenca con un sensible toque por granaínas de David Navarro en el cual también estableció dominio del traste y maestría en el trémolo; tientos tangos de Gema Cumplido con aires de ‘Mojama’ y derivación a los tangos por ‘La Niña de los Peines’ y recuerdos de ‘La Revuelo’; y un final de fiesta de todo el cuadro flamenco en el que destacaron principalmente Araceli Muñoz y Mara Martínez.
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y Vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)


viernes, 25 de mayo de 2018

Crónica flamenca. ‘MARIA TERREMOTO’, PURO ARTE JEREZANO.

MANUEL MARTÍN CONSTATA EL AFLAMENCAMIENTO DE MIGUEL HERNÁNDEZ.

Con la frase ‘La poesía es la otra arte importante que mejor enlaza con el flamenco’, el astigitano Manuel Martín Martín, estudioso, escritor, periodista y crítico flamenco, comenzó su disertación ‘Miguel, Epítome de la voz popular’, en la tercera jornada de la XXXIII Semana de Estudios Flamencos de Jaén, que organiza la Peña jiennense. Una conferencia plena de estudios, detalles y referencias sobre los artistas que han aflamencado la poesía del autor de Orihuela.

Sus alusiones a la entrega que Miguel Hernández realizó sobre el flamenco, más intensa que los poetas de la Generación del 27; la amplia variedad de versiones que se han realizado de su ‘Nana de la cebolla’; la complicidad que con el poeta han desarrollado Enrique Morente y Manuel Gerena; y la amplia puesta en escena que ‘Carmen Linares’ ha establecido en los últimos tiempos de obras basadas en la literatura del ‘poeta del pueblo’, fueron los tres principales aspectos en los que se basó Manuel Martín para ilustrar a los presentes que la enorme y popular obra de Miguel Hernández ha sido la más tratada –como poesía culta- por los artistas de nuestra arte para expresar, a través de los estilos flamencos, los sentimientos y emociones más sustanciales del pueblo, y muy concretamente del andaluz.

Entró en detalles al referir sonoros nombres cantaores como los citados Morente, Gerena, o ‘Carmen Linares’; así cómo ‘Camarón de la Isla’, ‘Lole y Manuel’, Calixto Sánchez, José Mercé, Miguel Poveda, ‘Matilde Coral’, ‘El Cabrero’ o Manolo Sanlúcar, creadores todos de artísticas versiones flamencas de sus composiciones. Y sentenció diciendo en una parte de su charla:

Pero Miguel era pueblo, y si la copla flamenca es poesía popular porque es la memoria del pueblo, el poeta caminó por los senderos de esa tierra abandonada y castigada, precisamente, por quienes recibieron de ella más que ternura, de ahí que en su producción poética destaque la naturaleza como símbolo y la luz espesa de la tierra con la que construyó su edificio poético, aspecto que cobrará una gran significación en el poema El niño Yuntero, de la obra ‘Viento del Pueblo’ (1937).’

De izquierda a derecha: Nono Jero, Rafael Valera,
María Terremoto, Manuel Martín y Alfonso Ibáñez

La complementación artística de la jornada la protagonizó la joven cantaora jerezana ‘María Terremoto’ con la guitarra de su paisano ‘Nono Jero’. Sus inicios por granaína-malagueña, adobada de melisma flamenco y resonancias de su padre, la enlazó con la malagueña de ‘El Mellizo’, finalizando con el fandango-verdial de Frasquito ‘Yerbagüena’. Continuó con soleares por bulerías en tesitura jerezana y reiteradas resonancias familiares y algunos recuerdos de ‘Tío Borrico’.


Las siguiriyas las inició con ‘jondo’ pellizco por su paisano ‘Tío José de Paula’, continuando con profundidad y sentimiento por Enrique ‘El Mellizo’, para recordar con precisión y entrega a su abuelo ‘Fernando Terremoto’ por el cambio que creara Manuel Torre.

Sus cantes por tientos tuvieron salida de su casta cantaora para acercase en el verso a Juanito ‘Mojama’, más ecos de su antecesor, y una derivación a los tangos plena de ritmo que en momentos recordó a ‘Juana la del Revuelo’, también a ‘La Niña de los Peines’, nuevamente por ‘La del Revuelo’ y aires de Aurora Vargas, para cerrar por su cuna cantaora. En los fandangos aportó la acrisolación que ‘Terremoto de Jerez’ efectuó de los ecos de ‘Caracol’ con estructura armónica de Pepe Pinto, reiteración de las formas en el segundo, y remate neto por sus heredadas formas personales. Finalizó con bulerías en la tesitura y ritmo de su clan flamenco.
Sala a rebosar atendiendo al recital flamenco

Bien la guitarra de ‘Nono Jero’ mostrando adecuada sincronía con el cante de María, estableciendo personales falsetas, adecuado compás y buen ritmo, así como desarrollando un toque evocativo de los maestros de su tierra jerezana, en especial los de su familia.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y Vicepresidente
de la Peña Flamenca de Jaén)










jueves, 24 de mayo de 2018

Crónica flamenca. PEPE ‘EL BOLECO’, AÑEJA PRECOCIDAD CANTAORA.

En la segunda jornada de la XXXIII Semana de Estudios Flamencos de la Peña de Jaén, la voz sensible, amable, ‘jonda’ y poética de Juan Antonio Ibáñez, jiennense-granaíno, granaíno-jiennense, cofundador de la revista Candil, productor de programas flamencos en su día, estudioso de nuestro arte, y poeta flamenco a la vez, se tradujo en un alarde de conjunción versátil entre Miguel Hernández y Enrique Morente, a la vez que constató su dosis compositivas para el verso flamenco.

En su exposición nos recordó, primeramente, momentos peñísticos jaeneros vividos con Juan José Fernández Trevijano “Trevi” para, seguidamente, relatar la sensibilidad musical de Enrique Morente en su disco homenaje a Miguel Hernández. Citó que los ‘escritores cultos llegan al flamenco y este les recibe’; también que Miguel Hernández se convirtió en ‘hacedor de versos’ o, como ‘el flamenco encaja perfectamente en la voz poética de Miguel’.


Subrayó que Morente encumbró en época difícil (1971) y con valentía la poesía del autor de ‘Viento del Pueblo’, y la prestancia de sus poemas para ser cantados por los diversos estilos de nuestra música, iniciativa ésta que además de Enrique han tenido –citó- artistas de la calidad de Carmen Linares, Miguel Poveda, José Mercé, o ‘Camarón de la Isla’.

En una especie de segunda parte de su conferencia, Juan Antonio Ibáñez también nos leyó composiciones de su reciente obra poético-flamenca ‘En la esquina del duende’, en las que ‘Paco de Lucía’, ‘Mario Maya’, ‘Diego Clavel’ o Rafael Romero… han sido figuras inspiradoras de su amor por el flamenco.

La parte cantaora de la jornada la completó un joven de 16 años nacido en La Puebla de Cazalla (Sevilla) de recia voz, con influencias de ‘Chocolate’ y ‘Agujetas de Jerez’, que viene marcando una remembranza de los ecos más añejos del flamenco. Algo así como hizo en los primeros años de la década de los sesenta el jovencísimo (15 años) José Sánchez Gómez ‘Pepe de Lucía’, junto a su hermano ‘Paco de Lucía’ cuando grabaron el disco ‘Los Chiquitos de Algeciras’.

El recital lo comenzó con una caña netamente basada en la estructura musical que Rafael Romero le infundió en su tiempo, bien marcadas la salida, los cuerpos del estilo y la creatividad del iliturgitano con su ‘Arsa y viva Ronda…’, así como la prestante soleá del trianero ‘Machango’. Mas, la fuerza de su pellizco, de su entrega, de su ‘sonio negro’, fueron patentizadas por siguiriyas y un prestante recuerdo de Manuel Torre, y muy concretamente por el cambio que el jerezano creó, realizados con singularidad e influencias de Antonio Núñez Montoya ‘Chocolate’.

Cambió de terció y se centró en el rimo del dos por ocho de los tangos con más resonancias ‘chocolateras’ y unos aires de Extremadura en los que también aportó evocaciones de ‘Camarón de la Isla’. Las soleares fueron abordadas con sentida salida en la línea del ‘Torre’, para en la letra establecer forma y recuerdo de Juan Talega, del jerezano ‘Juaniquín de Lebrija’, ciertos aires de ‘El Mellizo’ y un potencial remate por ‘Juaniquín’. Sus bulerías las estructuró en el ritmo y compás que practicaba ‘Agujetas de Jerez’, el cual las denominaba ‘bulerías pa cantar’, algo así como bulerías por soleá, también con recuerdo de ‘Tío Borrico’ y sonoridades del citado ‘Juaniquín’. Finalizó por fandangos con un claro homenaje a ‘Chocolate’.

Nuevamente, Antonio Carrión estableció un toque de acompañamiento pleno de sabiduría flamenca, de entremezcla personal de los acordes de viejos maestros destacando el recuerdo de ‘Diego el del Gastor’, de falsetas singulares matizadas de virtuosismo creativo, dominio del diapasón, poderío en la prima, y calidad en la variedad de tonos flamencos para encaminar el arte de su acompañado.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente
de la Peña Flamenca de Jaén)



miércoles, 23 de mayo de 2018

Crónica flamenca. SEBASTIAN VILCHES LUCE EN LA XXXIII SEMANA DE ESTUDIOS FLAMENCOS.

Con la presentación de la XXXIII Semana de Estudios Flamencos de la Peña Flamenca de Jaén por su presidente, Alfonso Ibáñez Sánchez, y otros directivos de la entidad jiennense, el lunes 21 de mayo de 2018, se iniciaron los actos de un acontecimiento que, hasta el viernes 25, resaltará la personalidad poética y humana de Miguel Hernández, a la vez que prestigiará a jóvenes valores del flamenco, los cuales, a pesar de su juventud son ya firmes figuras de nuestro arte.

Así, el joven iliturgitano Sebastián Vilches se aposentó en el escenario de la Peña capitalina para constatar sus numerosos avances y su amplitud de conocimientos sobre los estilos y sus personalismos. Comenzó por soleares de Alcalá con el adecuado reposamiento de Juan Talega, derivar seguidamente a Mercedes ‘La Serneta’, ubicarse posteriormente en Triana por Ramón ‘El Ollero’, y rematar con entrega y facultades por el jerezano ‘Juaniquín de Lebrija’. En la malagueña, se afianzó con buen melisma y conocimiento por Enrique ‘El Mellizo’, con resonancias de Manolo Vargas, para continuar con rondeñas de Rafael Romero, y rematar por el fandango averdialado del granadino Frasquito ‘Yerbabuena’.

Con inicial copla por bulerías y recuerdo de ‘La Paquera’, acometió los tientos de Juanito ‘Mojama’ que popularizara su paisano Rafael ‘El Gallina’, para proseguir por los ecos gaditanos del estilo y así enlazar con los tangos de Málaga que ‘La Pirula’ recreó de los de Granada, centrándose con prestancia en los de ‘La Niña de los Peines’, volver a los del ‘Monte’ granaíno con influencias de Tía Marina ‘Habichuela’, y finalizar el envite por Pastora Pavón.

Similar tratamiento –en la historia cantaora de cada estilo- realizó con las cantiñas-alegrías con evocaciones de los viejos maestros gaditanos y ciertas sonoridades camaroneras, para proseguir en la misma línea y un potencial recuerdo de ‘Beni de Cádiz’.

El iliturgitano Sebastián Vílches, acompañado por Paco Cortés

En las siguiriyas, estableció el pellizco necesario para recordar al jerezano Diego ‘El Marruro’, circunstancia que propició el calentamiento de su instrumento canoro y acercarse a la prestante recreación que Antonio Mairena realizó de una de las del porteño Tomás ’El Nitri’, y finalizar con la cabal de cambio de ‘El Tuerto de la Peña’ en tesituras de quejumbroso pellizco y potencia tonal. La caña de su paisano Rafael Romero la inició con el tratamiento de soleariya de Diego Clavel, lo cual le estableció quedarse corto en la salida habitual del estilo, para seguir desarrollando el cante en el compás de soleá por bulería y rematar por soleá del gaditano Enrique Ortega.

En los fandangos, se metió de lleno por ‘El Niño Gloria’, para continuar con el de Manuel Vega ‘El Carbonerillo’, y rematar con resonancias de Caracol y estructura musical de ‘Pepe Pinto’. Finalizó por bulerías, en la línea más moderna del estilo, con evocaciones de ‘Chiquetete’ y ‘Turronero’, nuevamente Manolo Caracol y ecos gaditanos, así como un final por ‘El Chozas de Jerez’, con tratamiento de ‘La Macanita’ o ‘El Torta’.

El jiennense Antonio Mena acompañado por Paco Cortés
Igualmente, se subió al escenario el joven jiennense Antonio Mena, ganador del premio por Cantes Mineros de la Fundación “Cristina Heeren”, con interpretaciones taranteras de Manuel Torre (la conocida como taranto), continuó por la que aprendiera en Linares Joaquín Vargas ‘El Cojo de Málaga’, más conocida como murciana y ecos de Gabriel Moreno, para rematar por cartagenera chaconiana.

En cuanto a la guitarra de Paco Cortés, resaltar una vez más su prestigiosa profesionalidad, su creatividad en las variaciones personales, recuerdos de los viejos maestros, así como su maestría para establecer el acompañamiento adecuado.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

Crónica flamenca. Tributo jondo a la figura del “Trevi”.

Amigos y familiares del periodista Juan José Trevijano recuerdan su figura.

Que nadie vaya a llorar / el día que yo me muera. / Es más hermoso cantar, / aunque se cante con pena. El “memento” de Manuel Molina bien podría ser el epitafio del pacense de nacimiento y jiennense de vocación Juan José Fernández Trevijano, un “grande del periodismo”, fallecido el pasado mes de marzo, cuya figura es toda una referencia en el oficio y que, con su muerte, dejó un gran vacío entre quienes lo quisieron, que eran muchos. 

Precisamente la asociación del gremio en Jaén, dentro del marco de los actos organizados para celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa, convocó a amigos y compañeros de Fernández Trevijano en un escenario que nunca le fue ajeno, la Peña Flamenca jiennense, donde tantas veces aplaudió actuaciones jondas y que, en su honor, se pobló de “cabales” que recordaron, entrañablemente, al hombre y al periodista desaparecido.

La implicación con el periodismo y la cultura jiennense de un hombre comprometido fue el hilo conductor de una convocatoria protagonizada por el tributo constante a su persona y a su legado, que se encargaron de desgranar e

l poeta y profesor Juan Manuel Molina Damiani, el abogado y escritor Alfonso Fernández Malo, el crítico flamenco Rafael Valera Espinosa y el periodista Antonio Cepedello, de la mano moderadora de la comunicadora Beatriz Mateas. Molina Damiani rememoró la entrevista que, en 1984, le hizo Fernández Trevijano para este periódico, a través de la que el literato descubrió a una “persona generosa, que atendía a cosas que, por entonces, no llamaban la atención”. Otro escritor, el abogado Alfonso Fernández Malo, que lo conoció bien, recordó a su “amigo de batallas”, al que le unía, entre otros vínculos, su afición al cante, y lo definió como “un periodista con instinto depredador”. El crítico flamenco Rafael Valera expresó: “Me impulsó a escribir en periódicos cuando los medios de comunicación se democratizaron”, y comparó su rotunda personalidad con la del cantaor José Menese. Por su parte, Antonio Cepedello se confesó su “discípulo”.


Familiares, periodistas, amigos de Trevi y socios de la Peña Flamenca de Jaén

Las ganas de compartir con los presentes vivencias e impresiones sobre el protagonista de la cita bajaron de la mesa y se extendieron por la Peña. Se abrió, así, un diálogo en el que “la generosidad y la humanidad” del “Trevi” —como era cariñosamente conocido— fueron las virtudes más ponderadas. La noche, que se apetecía inacabable, como las buenas reuniones jondas, la remató de la mejor manera Marta, la hija del recordado periodista, que leyó unas emotivas palabras: “Se sentía de Jaén y me ha transmitido su amor”, dijo, y añadió: “Amaba el arte y la cultura, era muy profesional, coherente y tenía mucho talento, como hija me siento muy orgullosa; en nombre de mi madre y de toda mi familia, muchísimas gracias”.

Más información: Diario JAÉN http://www.diariojaen.es/cultura/tributo-jondo-a-la-figura-del-trevi-EE4161600

Crónica flamenca. El flamenco une a Miguel Hernández y Enrique Morente.

Juan Antonio Ibáñez pronuncia una elegía sobre los dos genios, en la Peña Flamenca de Jaén.

La 33ª Semana de Estudios Flamencos que organiza la Peña Flamenca de Jaén ha celebrado  la conferencia ‘Elegía Flamenca. De Miguel Hernández a Enrique Morente’, a cargo del periodista y flamencólogo Juan Antonio Ibáñez. Durante su intervención, unió en el tiempo a los dos genios, señalando la relación de Hernández con el flamenco y cómo éste favoreció su poesía e hizo suya la palabra del alicantino; y cómo Enrique Morente fue el primero que cantó los versos del de Orihuela.


Ambos maestros se encontraron cuando el granadino, en la década de los setenta, puso su voz al servicio de la palabra de Miguel Hernández y versionó al flamenco los poemas  ‘Nana de las cebollas’, ‘Andaluces’ o ‘El niño yuntero’, entre otros. “Fue Enrique Morente quien se asomó por primera vez a los ojos dolidos de Miguel Hernández”, dijo el flamencólogo.

El periodista fue testigo de excepción, presentando el Festival de Flamenco de Pegalajar, en el año 1971, de cómo Morente, por primera vez, cantó los versos de Hernández que homenajeaban a los aceituneros altivos.

Al concluir, Juan Antonio Ibáñez presentó su poemario flamenco ‘En la esquina del duende’, en una noche que continuó con el recital flamenco de Pepe El Boleco, con la guitarra de Antonio Carrión.

De derecha a izquierda: Antonio Carrión, Pepe El Boleco,
Juan Antonio Ibáñez, el padre de El Boleco y Alfonso Ibáñez



lunes, 21 de mayo de 2018

Por soleá. AÑEJO CAUDAL FLAMENCO (I).

En enero de 2005, la Juta de Andalucía editó unas grabaciones remasterizadas de cilindros de cera en las que se especificaba la antigüedad de las primeras grabaciones de nuestro arte. Para la revista Candil efectué una referencia-crítica sobre las mismas por la importancia de dichas aportaciones sonoras que –creo- datan de finales del siglo XIX. Y, aunque he escrito en determinadas ocasiones sobre las mismas, he considerado que es menester recordar a los aficionados su importancia para incidir en conocer la historia de nuestro arte. ‘Cilindros de cera. Primeras grabaciones de Flamenco’ es su título para los interesados en el tema. De su audición se pueden sacar muchas e interesantes conclusiones para un mayor disfrute y entendimiento de esta universal música.

Y así comencé la crítica discográfica de dichas remasterizaciones, la cual reitero por la importancia que supone valorar estos documentos sonoros: ‘Quiero recordar que fue el desparecido y gran aficionado Manuel Yerga Lancharro –pacense (de Tierra de Barros) amante como pocos de los viejos discos de pizarra- el que preconizaba que la historia del flamenco debía de sustentarse en su inicio al de la edición de las grabaciones sonoras, documentos que sí aportaban suficientes datos para contrastar y estudiar esta universal música, y rehuir en cierta medida de la tradición oral que tantos e interesados errores nos han creado. Creo que hay que tener muy presente su reflexión ante la publicación de trabajos como el que nos ocupa.

Y en este sentido, qué acertada es la frase del Director del Centro Andaluz de Flamenco, Segundo Falcón, en la que expone que: “Estamos poniendo en manos de los investigadores del flamenco nuevos elementos de juicio y nuevos instrumentos para sus estudios”, extraída de su texto contenido en el libreto, en el que echo de menos la fecha de cada una de las grabaciones de estos cilindros de cera, aunque intuyo que, por lo rudimentario de su etiqueta, no figure en la misma. Y es que esos datos aportarían una más amplia información para el mejor desarrollo de la investigación sobre los cantes, los cantaores y los personalismos artísticos por parte de los estudiosos.

Quizás, uno de los aspectos más importantes de esta edición es incidir aún más, y de manera netamente sonora, en como la mayoría de los estilos de nuestro arte procede del folclore. Así lo evidencia Manolo el Sevillano en los primeros tangos con ritmo de tientos gaditanos, en los que procura que quede muy claro el mensaje de la letra. En este mismo sentido, realiza los dos siguientes, reposando más el ritmo, apuntando el enlace final con los tangos, y ofreciendo ciertas vocalizaciones atenoradas propias de la época en los cafés-cantantes, corrales de comedias y pequeños teatros locales, para finalizar su participación en este estilo con una interpretación más folklórica que flamenca, cierto desenfado en el ritmo y muy cercano éste al de los tanguillos, primando la importancia de la letra más que otro aspecto.

Continuará.
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco)

sábado, 19 de mayo de 2018

La XXXIII Semana de Estudios Flamencos estará dedicada a Miguel Hernández.

La XXXIII edición de la Semana de Estudios Flamencos que se desarrollará en la Peña Flamenca de Jaén del 21 al 26 de mayo estará centrada en la figura del poeta Miguel Hernández.




La concejala de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Jaén, Isabel Azañón, ha valorado el hecho de que esta semana esté dedicada a Miguel Hernández, como el poeta "más cantado por los flamencos", y ha dado la enhorabuena a la organización "por haber apostado en esta edición por uno de los más grandes poetas y dramaturgos de nuestra historia".


Por su parte, el presidente de la Peña, Alfonso Ibáñez, ha subrayado que esta edición se ha dedicado al poeta Miguel Hernández porque su vida ha estado ligada al mundo del flamenco y del toreo. "Se trata de cinco días especiales que aglutinarán a distintos artistas y donde se potenciará a las jóvenes promesas", ha indicado Ibáñez.


Por su parte, la presidenta de la Fundación Unicaja, Carmen Espín, ha felicitado a los organizadores "por este homenaje a Miguel Hernández que ha calificado como "una idea excelente". Además, ha aprovechado para felicitar a la Junta saliente y a la nueva junta directiva de la Peña Flamenca pues se ha mostrado convencida de que "trabajará para seguir extendiendo el flamenco a la sociedad".


La presentación el lunes 21 de mayo de la Semana de Estudios Flamencos será a cargo de un recital flamenco del cantaor Sebastián Vilches con la guitarra de Paco Cortés. El martes 22 de mayo se impartirá una conferencia a cargo de Juan Antonio Ibáñez con el título 'Elegía flamenca, de Miguel Hernández a Morente'. Posteriormente, se ofrecerá un recital flamenco de Pepe 'El Boleco' con la guitarra de Antonio Carrión.


El cartel continua el miércoles 23 de mayo con una conferencia impartida por Manuel Martín Martín bajo el título 'Miguel, epitome de la voz popular'. A continuación se ha programado un recital de la cantaora 'María Terremoto', con la guitarra de Nono Jero.


El jueves 24 de mayo se ofrecerá una conferencia de Juan Manuel Molina Damiani bajo el título 'Miguel Hernández en Jaén. Humanismo y estética'. A continuación tendrá lugar un recital flamenco de la bailaora Araceli Muñoz y su cuadro flamenco. La clausura será el viernes 25 de mayo con un recital flamenco de la cantaora Lela Soto y la guitarra de Antonio Malena hijo.


Alfonso Ibáñez (presidente de la Peña Flamenca de Jaén)
 y Carmen Espín (de la Fundación UNICAJA-Jaén)
firman un convenio de colaboración



MOTIVACIONES DE LA XXXIII SEMANA DE ESTUDIOS FLAMENCOS 2018 (DEDICADA A MIGUEL HERNÁNDEZ).

En los tiempos actuales todo parece fácil. Los esfuerzos de los demócratas progresistas han conformado un mundo en el que todo tiene cabida: la libertad en general y hasta el abuso de la misma. Y aludo a esta –mí- verdad recordando los tiempos en los que se encaminaba hacia el fin de la dictadura que se padecía en nuestro país, y Joan Manuel Serrat se había atrevido a ensalzar la poesía de Antonio Machado, en 1969, para el público en general. Dos años más tarde, en 1971, ‘Enrique Morente’ también lo hizo con el poeta Miguel Hernández para disfrute de los aficionados flamencos. En aquella época todo sonaba a ecos de hermandad entre los españoles. Mas, los flamencos intuíamos que no solo poetas como Manuel Machado, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Salvador Rueda, Fernando Villalón o Juan Rejano, eran los protagonistas más señeros de la poesía flamenca, también lo era, y gracias a Morente, Miguel Hernández. 

Rafael Valera, rodeado de amigos de la Peña Flamenca de Jaén
El pasado año se conmemoró el 75 Aniversario de la muerte del poeta de Orihuela, y los jiennenses estábamos y estamos principalmente motivados por la presencia del poeta en nuestra tierra en 1937 y la realización de su libro Viento del Pueblo. Pero hay más, por si los aficionados y lectores no lo saben, he de referirles que Miguel Hernández ha sido el poeta más cantado por los flamencos. Si no me falla la memoria, incluso más que Manuel Machado. Desde que el citado Enrique Morente publicara su Homenaje a Miguel Hernández, muchos han sido los cantaores que han recordado su poesía y su figura, como Manuel Gerena, Camarón de la Isla, el jiennense –de Villargodo- Miguel López, Pitingo, Miguel Poveda… La que más, nuestra Carmen Linares, que lo plasmó en su disco La Luna en el rio (1991), en su compacto Remembranzas de 2011, en su amplia gira por toda España con la obra «Oasis abierto», así como en el Libro-CD Verso a verso que se presentó en nuestra capital. 

Los socios y socias de la entidad «Peña Flamenca de Jaén», en una apuesta literaria-flamenca arriesgada –como cada año- nuevamente han convocado a plumas prestigiosas sobre nuestro arte y amplio conocimiento de la obra del poeta de Orihuela, para seguir manteniendo la culta memoria de la poesía  que los artistas cantaores de nuestra universal música han sabido y continúan popularizando a través de los estilos flamencos, en esta XXXIII Semana de Estudios Flamencos, en la cual también se rinde homenaje a la prestante juventud cantaora que viene manteniendo los adecuados cauces del auténtico cante flamenco. 

Rafael Valera Espinosa
(Crítico flamenco)