domingo, 30 de diciembre de 2018

Diario JAÉN. El Tito Adri.

El tito Adri.

Vica
En las décadas de los 60, 70 y 80 era fácil encontrarse con Adriano Serrano Ramírez por nuestras calles. Era un joven dinámico, activo, incansable, de buen talante, abierto y afectuoso. Su primer oficio fue en los Almacenes Avenida, pero en 1958, su padre se quedó con la taberna La Manchega y allí que se fue Adri para ayudar a su hermano mayor, Pepe, que aún continúa al frente de aquella típica y popular taberna junto al Arco del Consuelo. Adri —así era llamado familiarmente por todos sus amigos— pasó después a regentar el Restaurante Monterrey, justo enfrente de La Manchega.

Fue allí donde desarrolló toda su energía profesional dándole un ambiente muy popular. Era un lugar acogedor en el Jaén antiguo, y Adri se desvivía en atender a su numerosa clientela, creo que todos amigos, porque él sabía ganarse la amistad de las gentes. Aquel local fue lugar de encuentro de artistas, flamencos, jugadores de fútbol y toreros, actividades de las que Adriano era un gran aficionado. Fue allí donde se fundó la Peña Flamenca de Jaén, de la que Adriano tenía el carné de socio fundador número 1.

Las reuniones con comidas o cenas incluidas eran incesantes. En más de una participé yo invitado por mi condición de periodista. Esta vocación fue la que llevó a Adriano —ya conocido popularmente como tito Adri— a ampliar su campo laboral, dedicándose a servir comidas y cenas en las ferias. Tuvo a su cargo la caseta de la Peña Flamenca de Jaén y la del Condestable, en la que ofreció actuaciones de grandes artistas como Isabel Pantoja, Camilo Sesto, Mari Trini y otros muchos famosos más. Este trabajo le hizo dejar el mesón Monterrey. Esta actividad lo obligó a ausentarse a menudo de nuestra ciudad. Lo fui perdiendo de vista.

Ya no le veía por nuestras calles ni en el viejo Estadio de la Victoria, porque el tito Adri fue siempre un incondicional seguidor del Real Jaén. Hace algún tiempo alguien me dijo que la enfermedad le había hecho presa y que estaba en una residencia. Yo ya vivía en Puente Tablas y es aquí donde una amiga común me dijo que Adri había fallecido la noche del pasado martes. Una noticia muy triste para todos los que tuvimos la suerte de conocerle y compartir con él su alegría, su buen humor, sus ganas de vivir. No conozco a sus hijos, pero que sepan que comparto su dolor y mando un afectuoso abrazo a ellos y a su hermano Pepe.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Diario JAÉN. Presentación del número 160 de la revista "Candil".



“Candil” vuelve a la luz y a la imprenta con su número 160

La Peña Flamenca de Jaén relanza una de las revistas más prestigiosas
De izquierda a derecha. Juan Manuel Molina, Pilar Parras y Alfonso Ibáñez









La revista de flamenco “Candil”, que edita la Peña Flamenca de Jaén, nació de pie, con buenos fundamentos que los diferentes consejos de administración han mantenido a rajatabla. Eso, y la calidad de sus contenidos, la hizo ser una de las revistas especializadas en flamenco, más prestigiosas del mundo. Algo que es cierto, aunque pueda parecer una exageración, ya que el flamenco se circunscribe a un diminuto espacio en el mapamundi del globo terráqueo. Pero es un arte, que tiene la virtud de ser Patrimonio Mundial de la Humanidad, que engloba a todo el globo. Esta revista, que es financiada íntegramente por la Diputación Provincial de Jaén, presentó su número 160, en esta nueva andadura que ahora comienza, tras llevar años, desde 2014, si no extinguida, sí en estado latente de catalepsia inducida.

En su presentación participaron la vicepresidenta primera de la Diputación de Jaén, Pilar Parra; el presidente de la Peña Flamenca, Alfonso Ibáñez, y el redactor jefe de la revista, Juan Manuel Molina Damiani. El acto se celebró en la Peña flamenca de Jaén. Como no podía ser de otra manera, todo el acto, de alguna forma, fue un sentido homenaje a Rafael Valera Espinosa, presidente de la Peña y reconocido flamencólogo, fallecido en Jaén el pasado mes de noviembre. En la presentación de la publicación, Pilar Parra puso de relieve que era un día especial “porque vamos a presentar ‘Candil’ en el centro del flamenco en Jaén. Una publicación magnífica, dedicada al flamenco y editada por la Diputación Provincial”. Y añadió: “También es un día especial para recordar a esa persona que tanto ha hecho por el flamenco y el triste destino ha hecho que presentemos la revista sin él”. Pilar Parra recordó la importancia de que en 2010 se declarase al arte flamenco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Esto significa tener un patrimonio que cuidar, estudiar y proteger”, matizó la diputada. Recordó que la revista ha estado doce años silenciada. “Ahora vuelve con todas las energías, conmemorando su 40 aniversario”. Y señaló que, este año, también se cumple el 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández, cuya poesía la han cantado muchos artistas flamencos, como la paisana Carmen Linares.

ANDADURA.

Por su parte, Alfonso Ibáñez hizo un recorrido por la historia de “Candil”, y leyó fragmentos y frases de distintas personas vinculadas a la revista, como Ramón Porras, José Cruz García, el propio Rafael Valera y otros más.

Por ejemplo, Ramón Porras, que fue quien tuvo la idea de poner en marcha esta revista, decía algo así: “Candil’ cubre áreas de reflexión inexploradas de este arte, con un tratamiento exigente”.

Cerró el acto Juan Manuel Molina Damiani que recordó que la revista nació el 1978, “el mimo año que nuestra Constitución”. Una publicación, dijo, que cumple ahora 40 años “ y que a los 25 seguían intactas las razones que justificaron su nacimiento”. Desde el número 1 a 2006, había aparecido 158 veces. Desde entonces hasta hoy, dos veces más, 160.

Diario IDEAL. Presentación de la revista "Candil".

La revista 'Candil' pone el foco en Miguel Hernández y en el recuerdo de Rafael Valera.

Alfonso Ibáñez, Pilar Parra y Juan Manuel Molina, ayer en la presentación de la revista./IDEAL
Alfonso Ibáñez, Pilar Parra y Juan Manuel Molina, ayer en la presentación de la revista. / IDEAL

Fue presentada en la Peña Flamenca, y ha hecho coincidir el 40 aniversario de su primera publicación con el 75 aniversario de la muerte del poeta, celebrado en 2017.

LAURA VELASCOJAÉN

Cuando la Peña Flamenca de Jaén planteó presentar el número 160 de la revista 'Candil', ya sabían que sería un homenaje a Miguel Hernández -gran parte de ella está dedicada al poeta-. Ayer, 20 de diciembre, fue el día escogido para hablarle de ella al público. Lo que en la Peña Flamenca no sabían, ni en Jaén, ni en el mundo, es que esta presentación contaría con un segundo homenajeado. Por desgracia, el otro protagonista de la jornada de ayer fue Rafael Valera, recientemente fallecido. El gran flamencólogo y expresidente de la Peña jienense que ayer fue recordado donde a él más le gustaba, entre flamencos.
En el acto estuvieron presentes el presidente de la Peña, Alfonso Ibáñez, el redactor jefe de la revista, Juan Manuel Molina, y la vicepresidenta primera de la Diputación, Pilar Parra. La revista ha hecho coincidir el 40 aniversario de su primera publicación con el 75 aniversario de la muerte del poeta Miguel Hernández, que se celebró en 2017, y tiene el objetivo de continuar, con tres ejemplares planeados para el próximo año.
Se trata del último número firmado por Rafael Valera, con dos artículos: 'Los cantes de Jaén y otros estilos en Rafael Romero' (cantaor de Andújar) y 'verso a verso canta a Miguel Hernández'. Tal y como explicó Alfonso Ibáñez, Rafael Valera contará «con el homenaje que se merece» más adelante, pero el de ayer ya fue un emotivo acto. Así, la revista 'Candil' es una «enciclopedia del flamenco, la única de toda España que tiene estas características de ser impresa y contar con esa calidad y rigor», explicó Ibáñez, que admitió que sin la ayuda de la Diputación de Jaén y el empeño de Rafael Valera y el resto de directivos de la Peña Flamenca «hubiera sido imposible» hacerla. «Es un tesoro de la Peña y del flamenco», manifestó.
Tres directores ha tenido la revista: Ramón Porras, Rafael Valera y ahora Alfonso Ibáñez.
40 años.
En su discurso, Alfonso Ibáñez recordó el nacimiento de la revista en la primavera de 1978, hace ya 40 años. Rafael Valera Espinosa ya figuraba en 1979 como colaborador. «Conviene señalar que en 1980 la revista es galardonada con el premio de Divulgación de la Cátedra de Flamencología de Jerez. Pedro Sánchez, secretario, fue testigo de aquellos aconteceres. Destacar la carta que se recibió de la Universidad de Torino en la que pedían nuestra colaboración para un Seminario flamenco, o una carta recibida desde Estocolmo en la que se pedía permiso para traducir nuestra revista y darle difusión», indicó el presidente de la Peña, que incidió en que el objetivo de la publicación siempre ha sido el de «tratar el flamenco y su mundo bajo un punto de vista serio, puro, objetivo y siempre basado en la investigación fidedigna».
Así, hizo un recorrido por la historia de 'Candil', señalando que del conjunto de publicaciones dedicadas al flamenco «esta, nacida y difundida desde Jaén, es la más veterana y más reconocida en el mundo de la cultura». «Asimismo, es la más solicitada por profesionales de la comunicación y la docencia. Su valor en los campos de la investigación, difusión, crítica y enseñanza hacen de la revista material ciertamente imprescindible para cualquier disciplina de las ya reseñadas», agregó.
Por otra parte, recordó a los directores de la revista: Ramón Porras y Rafael Valera, así como a los múltiples colaboradores que han dejado su conocimiento en ella.
Por último, el periodista Juan Antonio Ibáñez dedicó unas emotivas palabras a Rafael Valera. Sin duda, este gran amante del flamenco estaría bien orgulloso de su 'Candil'.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Invitación a la presentación de la revista "Candil".

Llegó el gran día. El jueves, 20 de diciembre, presentamos el número 160 de la revista "Candil".

Fue una primavera de 1978 cuando en la Peña Flamenca de Jaén se fundó la flamenca revista "Candil". Debido a determinadas circunstancias y, principalmente, por la falta de recursos económicos ante el advenimiento de la crisis, esta inigualable e histórica publicación sobre nuestro universal arte flamenco dejó de editarse en febrero de 2006 con la publicación del número 158. Posteriormente, hubo nuevo amago con la edición de una nueva publicación en Enero-Marzo de 2014 del ejemplar 159, sopesada la incipiente y progresiva mejoría de nuestra economía, mas, por puros trámites y nuevos requisitos burocráticos, tampoco pudo llevarse a cabo el ansiado proyecto de retomar la publicación de la prestigiosa revista de una manera continuada y permanente.

Sin embargo, el Equipo Ejecutivo de la Diputación Provincial de Jaén no ha cejado en su empeño de volver a editar esta prestigiosa revista Candil, que ha contado con colaboraciones de eminentes escritores, poetas, pintores y estudiosos de nuestro arte, entre los que destacamos a Manuel Andújar, Manuel Barrios, Caballero Bonald, Félix Grande, Arcadio Larrea, Manuel Urbano, Juan Barnier, Antonio Murciano, Manuel Ríos Ruiz, Francisco Moreno Galván, el añorado Rafael Varela, etc, y habiéndola sustentado económicamente el organismo provincial desde el 2001.

Cuando se cumplen cuarenta años del nacimiento Candil y se ha celebrado el 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández, cuyo legado está custodiado en la Diputación Provincial de Jaén, en una nueva e ilusionante etapa, hemos editado el ejemplar número 160 de Candil, encuadrado en una nueva época y de publicación cuatrimestral, con un homenaje al poeta de Orihuela, así como aportaciones de prestigiosos autores sobre el tratamiento de su poesía en el arte flamenco.

Lugar: Sede de la Peña Flamenca de Jaén, en calle Maestra, 11.
Día: 20 de diciembre de 2018.
Hora: 19 horas.

lunes, 10 de diciembre de 2018

“Queda su huella y su sabiduría”.

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El balcón de la Peña Flamenca de Jaén, en Semana Santa, es como una extensión de los cantones de Jesús, en la que cualquiera con un mínimo de sensibilidad pasionista desea asomarse a ver pasar procesiones. Una baranda “a priori!” privilegiada desde donde contemplar en primera línea los hondísimos gestos de Rosario López cuando cantaba a Jesús de los Descalzos la Madrugada de las madrugadas de aquí.

Y allí es donde la personalidad —seria y, al tiempo, simpatiquísima y generosa en humor— de Rafael Valera Espinosa hacía sentir a gusto a quienes, ansiosos de balcón, acudían a la primera planta de la histórica Peña los días de la Pasión según Jaén.

Seguramente, muchos lo recordarán —lo añorarán ya— en las veladas jondas que organizó y condujo con maestría durante tanto tiempo; otros, los que compartieron con él copa y camaradería, se habrán quedado con esa mezcla de gracia y senequismo que derrochaba este flamencólogo ejemplar; yo, sin embargo, me acuerdo de él y se me viene a la memoria del corazón aquella noche hermosa en la que Chari López remató, generosamente y por martinetes, una saeta a El Abuelo en un balcón de la Peña atestado de cabales, mientras la voz rotunda de Valera me saludaba y me abría las puertas literales de aquel mínimo espacio para compartir un momento irrepetible, con el remate de la cruz de la marquesa camino ya del Arco de San Lorenzo y un olor a claveles de Jesús que todavía dura allí.

Se ha ido Rafael, como se fueron tantos antes y como, después, seguiremos yéndonos. Pero la huella humana y la sabiduría flamenca del que fuera emblemático presidente de la institución de la calle Maestra son como los ecos largos de una siguirilla de esas que pellizcan el hígado y duelen como una caricia a flor de sangre. “¡A quién le contaré yo / las penas que estoy pasando! / Se las contaré a la tierra / cuando me estén enterrando”, sentencia una soleá.

Que la tierra te sea leve, Rafael, y no entre el silencio en tus oídos, inacabables de profundidad por mucho que la muerte siga rompiendo las guitarras.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

No ni ná, Rafael Valera.

Del ideal.es Jaén

Domingo, 2 diciembre 2018. 

Noviembre acaba dejándonos la triste noticia del fallecimiento de Rafael Valera Espinosa. No me lo podía creer. Porque Rafael Valera era un personaje entrañablemente eterno, el mejor referente que siempre he conocido en Jaén del flamenco. Era el incuestionable cronista, indefectiblemente, del arte jondo en las tierras jienenses. Y durante décadas ha sido el reputado informador, el crítico, el historiador, del flamenco en la radio y especialmente en la prensa escrita, donde en IDEAL sentó cátedra hace años, con sus reportajes, sus artículos de opinión y su serie de memorias de entrevistas históricas a tantos personajes del universo del flamenco: «la canción protesta más irrompible y duradera (...). Un género musical que nació para mirar de frente las emociones más trágicas de la conciencia humana» que decía Félix Grande.

Por eso yo, aprendiz eterno en los lares del duende y el quejío, y del mirar interpelador, siempre le llamaba dómine Rafael, a lo que él me respondía socarronamente acerca de su humildad o con algún cumplido a mis ya años juntando palabras en IDEAL, medio en el que hemos simultaneado tantas y tantas columnas de opinión, y por el que hemos compartido momentos únicos.

Como bien titulaban ayer Lorena Cádiz, Antonio Ordóñez y Laura Velasco en esa magnífica e impagable crónica del adiós de Rafael Valera, se va el flamencólogo y el amigo. No puedo decir mucho más que no se haya dicho en ese reportaje, ni en los diferentes obituarios en otros medios y en las redes sociales. No quiero repetir un perfil que ahora se ha desvelado en su imponente dimensión.

Rafa Valera con Rosa Ibáñez y Alfonso Ibáñez
(en Onda Jaén Radio)
Conocí a Rafael hace ya muchos años. En la Casa de Cultura de Andújar, cuando se celebraban las Jornadas de Estudios Flamencos. Ahí estaba él con aquel magnetofón de bobinas grabando para la radio y haciendo las pertinentes entrevistas. Luego hicimos amistad y como digo hemos compartido más que momentos. En la Peña Flamenca de Jaén, de la que fue con tantos aciertos su presidente hasta hace poco más de un año, en festivales y concursos en los que ejerció de presentador o jurado, y siempre de cronista; en la revista Candil, de la que ha sido importante alma mater y director; en cursos y conferencias, en la Peña de Andújar, o en el ámbito de este periódico, han sido espacios donde he aprendido del maestro, he compartido su bonhomía, he valorado su inconmensurable sabiduría del flamenco, y, sobre todo, su sentido crítico al respecto.

E, igualmente, he apreciado su impar estilo de articulista, y conocido de primera mano su humor irónico, destilado entre ese eterno puro que siempre le prologaba. Su cátedra siempre tenía líneas mayúsculas y conspicuas para los diferentes cantaores de Jaén que han pisado y pisan con luz propia el devenir del flamenco jienense, y ahí como ejemplo está sobresaliendo Carmen Linares, o Rosario López, de la que valoraba ese eco encastrado en el inefable cante del andujareño Rafael Romero, del que Rafael Valera fue un férreo portavoz.

Y ahora que por todos nuestros pueblos y ciudades se han encendido las luces navideñas dando el pistoletazo de salida a todo ese maremágnum que envuelve la Navidad, donde tanto cabe quiero recordar esos 'villancicos de Andújar' que cantaba Rafael Romero y que, con Rafael Valera, recordé en alguna que otra ocasión: «Están haciendo un convento/ detrás de Sierra Morena/ todo de piedra labrada/ para el Santo Sacramento.(...) Esta noche le ponen al Niño/ mantilla y pañales, faja y faldellín/ porque vienen los fríos de enero/ y el rey de los cielos se quea sin vestir. (...) Tendiendo en el romero/ la Virgen está lavando/ los pajarillos cantando/ y el agua se va riendo. (...) Oh mare María/ oh mare de Dios/ noche de maitines/ pariste a Dios».

Hoy, en honor a ese gran erudito del cante flamenco que fue Rafael Valera, escucho estos villancicos de Rafael Romero, acompañado a la guitarra por su querido Perico el del Lunar. Cuando llega diciembre, ya el flamenco siente hasta los tuétanos la Navidad. Porque el cante flamenco es un grito místico que nos pone delante de Dios, al menos pretende hacerlo, y nos interroga en ese ámbito y le interroga a Él, encendiendo una llama singular de celebración profunda, desde la idiosincrasia del pueblo, desde sentimientos profundos.

Rafael Valera conocía perfectamente esto, y sabiendo que se tenía que ir al lugar del compás más hondo, no quiso estropear esa puerta de la Navidad. Así era su sabiduría y su socrática (el conocimiento lleva a la virtud) socarronería. Mientras, va 'pa´arriba', porque se ha ido 'pa´arriba', cantando por bulerías el villancico del Gloria: «La Virgen quiso sentarse / al abrigo de un olivo / y las hojas se volvieron / pa ver al recién nacido.(...) a la gloria, / y a su bendita mare Victoria/ gloria, al rey de los cielos gloria».

martes, 4 de diciembre de 2018

Adiós a un flamencólogo y a un amigo (Diario IDEAL-Jaén).

Rafael Valera Espinosa falleció a los 68 años y dejó conmocionado al mundo del flamenco, que tanto amaba y que tanto defendió durante toda su trayectoria.

Recordar a Rafael Valera y que en la imagen que venga a la memoria no esté acompañado de su puro, es prácticamente imposible. Eran amigos inseparables. El puro y su socarronería iban siempre con este carchelejero, nacido en 1950, y que ayer (30 de noviembre), a sus 68 años, dejó este mundo para irse a otro en el que seguro está ya sentado en torno a una mesa junto a sus queridos Pepe Polluelas, El Gallina o Rosario López, disfrutando de sus cantes o hablando de este Jaén que tanto quería Rafa Valera.

Rafael Valera (foto de Jorge Pastor - IDEAL)
Un cáncer vino a por él hace pocos meses y se lo llevó demasiado pronto, aunque el legado que deja es amplio. Rafael Valera era un apasionado del flamenco, uno de los mayores expertos en la materia, que fue la voz del flamenco en Jaén durante muchos años y que durante décadas y hasta que la enfermedad lo sorprendió, puso negro sobre blanco sus conocimientos, en esta casa, en IDEAL.

A Rafael Valera le entró la pasión por el flamenco cuando tenía 14 años e ingresó en la emisora La Voz de Jaén, después Radiocadena y Radio Nacional. Allí desarrolló toda su trayectoria laboral, en la gestión administrativa, siendo director de la emisora el también fallecido Fernando Arévalo.

«Tenía un sentido del humor extraordinario y era de una calidad humana increíble» Carmen Linares | Cantaora. 

Fue de la mano del periodista Juan José Fernández Trevijano que llevó su pasión por el flamenco a los medios de comunicación. En 1974, comenzó en Radio Nacional de España un programa de flamenco, que se mantuvo hasta 1993, aunque después siguió también asomándose a los receptores con los sones flamencos. En IDEAL ha ejercido durante décadas como crítico flamenco, y cada domingo publicaba su opinión 'Por soleá'. En los últimos años sumó a esto la sección 'Memoria flamenca', en la que repasaba sus crónicas de años de entrevistas en la Peña Flamenca de Jaén.

Fue uno de los fundadores de la revista "Candil", de la que seguía siendo su director, y firmó como tal el número 160 de esta publicación, que se presentará el próximo 20 de diciembre, aunque él ya no podrá estar presente.

«El flamenco de Jaén pierde a uno de sus grandes defensores, pero quedan sus publicaciones». Francisco Viedma | Federación de Peñas

Fue presidente de la Peña Flamenca de Jaén desde 2003 y hasta abril de este mismo año, en el que le relevó en el cargo Alfonso Ibáñez, y el pasó a un segundo plano, como vicepresidente.

Ayer, el mundo del flamenco, el mundo de los medios de comunicación y buena parte de la sociedad jienense quedaba en estado de 'shock' tras conocer la noticia, que la propia directiva de la Peña Flamenca de Jaén daba a conocer a través de las redes sociales.

Reacciones.


Son muchas las reacciones que ha provocado su marcha. La cantaora Carmen Linares ayer se mostraba muy afectada y hablaba de muchas vivencias junto a Rafa Valera y su familia, desde que se conocieron en un festival de Pegalajar, allá por 1970. «Decía que Rosario López y yo éramos sus dos cantaoras», recordaba Carmen Linares. «Tenía un sentido del humor extraordinario, era de una calidad humana increíble, que estaba muy orgulloso de su hija y que ha sido un pilar para el mundo del flamenco, por la gran difusión que le ha dado».

El actual presidente de la Peña Flamenca de Jaén, Alfonso Ibáñez, aseguraba que «ha sido una gran pérdida para la Peña Flamenca de Jaén y para el flamenco en general». «Ha sido una persona muy entendida, poco comprendida quizás -porque decía verdades como puños en relación al flamenco-. Ha sido un trabajador incansable para poner el flamenco en el lugar que él entendía que debía estar, y últimamente, una vez que dejó la presidencia de la Peña, ha escrito algunos artículos muy reivindicativos a favor del flamenco».

El abogado y escritor, Alfonso Fernández Malo, destacó su labor como presidente de la Peña Flamenca, así como su esfuerzo por difundir el flamenco.

Rafael Valera (retrato de Alfonso Ibáñez)
El secretario general de Podemos Jaén, Lucas Martínez, aseguró que para «el flamenco de Jaén es una pérdida irreparable, pues sin duda es el flamencólogo más importante que ha tenido Jaén. Sabía de todo y conocía de todos, y además no era de los que se quedaba en su casa escribiendo, quería sacar el flamenco adelante como fuera. En la Peña Flamenca de Jaén ha hecho un trabajo increíble, y como persona también ha sido increíble. Lo voy a echar mucho de menos y ojalá el flamenco de Jaén pueda superar esta pérdida».

Francisco Viedma, presidente de la Federación de Peñas Flamencas de Jaén y presidente de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas, dijo que «con el fallecimiento de Rafa, el flamenco de Jaén pierde uno de sus grandes defensores. Con sus publicaciones es la persona que más ha sabido defender el flamenco de la tierra, reivindicando el flamenco de Jaén, y el origen en Linares de la taranta como madre de los cantes de la minas. En su trabajo como investigador, es destacable también la semblanza que ha realizado de los cantes de nuestra tierra, al igual que la difusión y el apoyo a cantaores como Rafael Romero 'El Gallina' o Gabriel Moreno». Viedma continuó asegurando que «el flamenco de Jaén y su base de investigación va a sentir su pérdida. Pero ahí están sus publicaciones, pues desde sus semblanzas en IDEAL y en la revista Candil, ha escrito sobre los grandes clásicos del flamenco. Ha sido una digna labor, y desde aquí lanzo la idea de recopilar sus artículos de 'Por Soleá', sus opiniones... y juntarlos en un libro sobre el flamenco de Jaén».

El cantaor 'Niño Jorge' reconoció estar «conmocionado». «Para todos los que conocimos a Rafa en el ambiente del flamenco, sabemos qué clase de persona ha sido. Ha sido de las personas más importantes, pues siempre ha estado a favor de nuestro arte. Llevaba vinculado a la Peña prácticamente desde sus inicios, ha sido un crítico y estudioso buenísimo; y siempre ha apostado por los cantaores de la tierra. En mi caso, ha sido una persona que siempre ha creído en mí y me ha ayudado en todo lo que ha podido. Y ya si hablo de él como persona, pues ha sido un gran amigo, con el que he disfrutado noches inolvidables en muchos lugares, en Barcelona, Santander, en mil sitios. Ha sido una persona que ha aportado mucho al flamenco de Jaén».

En la misma línea se pronunció el guitarrista, José Rojo. «Creo que se ha perdido un gran aficionado al flamenco, pero además hemos perdido a un gran amigo. Rafa era la cabeza visible del flamenco en la capital jienense. Era una enciclopedia del arte flamenco que sabía aconsejar sobre lo que había que hacer. Era una persona que amaba el flamenco. Y que amaba mucho a su peña flamenca. Ha sido durante muchos años el presidente de una peña flamenca como la de Jaén, con el trabajo que ello conlleva, por lo que la capital ha perdido a su cabeza visible. Y en el plano personal, se me ha ido un amigo. Un amigo que me ha prestado siempre su apoyo incondicional. Sabía tanto de flamenco que sus consejos los escuchabas, y los aplicabas cuando tenías que hacerlo. Siempre que le pedía su consejo estaba ahí para echar una mano».

Diario IDEAL-Jaén https://www.ideal.es/culturas/jaen/adios-flamencologo-amigo-20181201232546-ntvo.html

lunes, 3 de diciembre de 2018

El mundo flamenco llora a Rafael Valera (Diario JAÉN).

Rafael Varela, vicepresidente de la Peña, fallece a los 68 años y deja una huella imposible de olvidar en la provincia.

Rafael Valera fue elegido presidente de la Peña el 27 de enero de 2003
Las guitarras guardan silencio. Los tablaos están vacíos y las voces gimen con lamentos una de las pérdidas más tristes de los últimos tiempos. Rafael Valera, quien fuera presidente de la Peña Flamenca desde 1975 —y vicepresidente de la misma desde abril de este año—, falleció con 68 años. El flamenco llora su ausencia. Por esta razón, Diario JAÉN, donde fue cronista entre la década de los 80 y los 90, suma su voz a la de sus amigos y familiares en un pésame común que posiciona la memoria del flamencólogo jiennense.

El escritor Molina Damiani, redactor jefe de la revista Candil —que verá la luz próximamente— y de la que Rafael Valera era director, sintió la pérdida de su compañero y amigo e indicó: “Era una autoridad en su gran materia, es decir, en el flamenco y en la humanidad de su persona. Tenía unos grandes conocimientos sobre la historia de este arte. A los que apenas nos hemos iniciado en esos saberes, su dominio nos parecía descomunal. También fue un hombre con un gran control social y antropológico de Andalucía, especialmente. En mi biblioteca, no quiero olvidar su libro Linares, cuna del cante minero, que lo hizo en colaboración con Antonio Escribano. Es un volumen con dos discos y de 365 páginas”.

Alfonso Ibáñez es el sucesor en el cargo de Rafael Valera como presidente de la Peña Flamenca de Jaén. En abril, Valera pasó a ser vicepresidente de la misma, cargo que le hacía especial ilusión y en el que, entre risas, en ocasiones le añadía “de honor”. Visiblemente conmovido por su ausencia, Ibáñez destacó: “Rafael estuvo ahí desde el inicio de la Peña, desde que era muy joven. Él fue quien llevó toda la trayectoria desde sus orígenes. Hizo una labor muy importante de difusión y fomento del flamenco. Fue un defensor a ultranza de este arte durante muchísimo tiempo. Presidió la Peña durante 15 años. También dirigió el regreso de la revista Candil, que presentaremos a finales de este mes. Él fue el alma de esta publicación de la Peña”.

Cuando alguien fallece siguen vivos los recuerdos y las palabras de cariño de los seres más queridos. Es el caso de Lucas Martínez, secretario general de Podemos y gran amigo de Rafael Valera que, a las horas de conocer la noticia de su muerte, confesó: “Jaén pierde al mejor flamencólogo que ha habido en la provincia. Sin lugar a dudas. No solamente era un estudioso del flamenco, sino un amante de este arte, que luchó toda su vida por ponerlo en el sitio en el que tiene que estar. He tenido más de 40 años de amistad con Rafa. Como amigo, me han quitado una parte importante. Me quedo sin palabras”. Martínez, emocionado, también destacó la gran memoria de Valera: “Oía una guitarra y sabía si era una soleá, por ejemplo, de 'La Trini'. Era increíble. La taranta no nació en tierras murcianas, como se decía. Son de Linares, y él lo demostró con su libro. Esta es una pérdida de la que no se si el flamenco se podrá recuperar”.

Hay huellas imposible de borrar, y cuando se pierde un amigo y se sabe que solo la memoria podrá traerlo de regreso, es difícil hacerse a la idea de no volver a verlo nunca más. En esa línea, el abogado y escritor Alfonso Fernández Malo recordó a Valera y apuntó: “El cumplió su labor como presidente de la Peña. Él, tenía a su favor, como valor añadido, sus años de dedicación a la radio, donde hacía sus programas de flamenco. Ejerció, dignamente, su papel como dirigente de este colectivo. Ironizando un poco, podría decir que se hacía el sordo cuando era conveniente y escuchaba atentamente cuando no quería hacerse el sordo. Tenía su habilidad y mano izquierda. Era un hombre muy conocedor del flamenco, a lo que se dedicó toda la vida. Sus amigos le recordaremos con afecto y mucho cariño. Es una pérdida grande. Esto deja marca en todos nosotros. Le llegó su momento de una forma tan rápida que resulto inesperada para todos”.

El exalcalde de Alcalá la Real, Juan Rafael Canovaca, quiso aprovechar las páginas de Diario JAÉN para despedirse de Rafael Valera, quien fuera uno de sus grandes amigos, y decirle “adiós” por última vez. En esta línea, Canovaca manifestó: “Es una noticia muy triste la del fallecimiento repentino de mi gran amigo, excelente compañero y mejor persona, Rafael Valera, con el que tuve la fortuna de compartir muchos momentos importantes como responsable sindical de la ejecutiva provincial de la UGT en los años 80. Conviví a su lado y junto a su gran amor por el flamenco en la Peña Flamenca de Jaén y en su programa en RNE. Me consterna su fallecimiento. Perdemos un incansable propulsor por su sabiduría en esta materia pero, sobre todo, perdemos un gran amigo, una gran persona y un enamorado de su querida tierra Jaén. Donde quieras que estés, un fuerte abrazo, amigo Rafa. Se nos fue una parte de la gente noble de Jaén. Quiero enviarle también mucho ánimo a su familia, especialmente, a su mujer Inés y a su hija. Siempre te recordaré como lo que fuiste: un gran amigo, una magnífica persona y un gran caballero. Descansa en paz”. Canovaca rindió, a través de sus palabras, homenaje a la memoria de una persona a la que quería mucho.