viernes, 19 de agosto de 2016

HA MUERTO LA MAS INSIGNE CANTAORA FLAMENCA DE JAEN: ROSARIO LOPEZ.

Ha muerto nuestra entrañable, querida y prestante cantaora de Jaén, Rosario López Carrascosa “Rosario López”. Cierto es que el tiempo pasa su factura, mas creo que los aficionados no queremos, ni estamos preparados, ni nos merecemos que sus vidas las vaya reclamando con tanta premura. Aún estamos en la tarea de asimilar las ausencias de Juana la del Revuelo, Juan Carmona “Habichuela”, Juan Peña “El Lebrijano”, José Menese, y ahora Rosario López. 

José Menese y Rosario López
Rosario ha sido una cantaora jiennense que ha bebido de las fuentes flamencas más prestigiosas de este arte. Sus vivencias en el desaparecido Teatro Cervantes –su natal cuna-, viendo y escuchando a las figuras que formaban los elencos de las compañías flamencas que hasta mediados de los sesenta por el mismo desfilaban, le influyeron en su talante artístico. 

Primero fue la copla, porque se adaptaba muy bien a sus condiciones vocales, y también por imaginar un mundo esplendoroso de guirnaldas, luces, tramoyas y escenarios, es decir, el continuar viviendo como protagonista lo que estaba experimentando y admirando en su añorada casa. Mas, fueron sus amigos y antiguo esposo, Ramón Porras González, los que incidieron en su amor por el flamenco. Un poquito más adelante y tras sus reuniones cantaoras en el antiguo "El Monterrey", ubicado en la actual calle Arco del Consuelo, fue el iliturgitano Rafael Romero “El Gallina” y la admiración de ambos por La Niña de los Peines, la que le marcaron en el camino a seguir en su trayectoria profesional, una carrera en la que sus vicisitudes le han hecho dolerse con prestancia y quejío en los estilos serios; en la que sus alegrías le han aportado el ritmo y la fiesta necesaria para acometer con buen compás los cantes festeros; y en la que su sensibilidad y versatilidad cultural le ha inclinado a dominar la melodía y el melísma de los estilos libres.. 

Hasta aquí las principales cualidades de sus raíces flamencas, las cuales le propiciaron la grabación de dos Lp’s con las guitarras de José Cala “El Poeta” y Juan Carmona Carmona “Habichuela”, otro sobre la vida y muerte de García Lorca, así como el que compartiera con su maestro Rafael, su amiga Carmen Linares, su apreciable Pepe Polluelas y Carlos Cruz,  este último compañero artístico en tantos momentos de enjundia flamenca. Figura su arte, igualmente, en antologías flamencas como la de Zafiro, en el disco del sello RTVE “Ellas dan el cante”, siendo la que más cantes aportó, siete, y en su último CD “Raíces y Esencias”, sin olvidar el monográfico de villancicos flamencos editado por el Ayuntamiento de Jaén, y los que le grabaron en directo en sus tres viajes a Japón.  

Aún perduran en mi memoria –y pienso que para siempre- las entonaciones de Rosario López por tientos de Juan Mojama a través de Rafael Romero, establecidos con netas dosis de recreación. ¿Evolución flamenca? ¡Quién puede dudarlo! Y es que nuestra cantaora jienense y universal ha sido dominadora como poca/os –y he de reiterar lo de poca/os- de este estilo tan difícil y quejumbroso de nuestro arte. Y todo porque el mismo reúne características tan encomiables de nuestra música como el sentimiento, la entrega, las facultades, y el enlace con la fiesta flamenca al derivar a los tangos. 

Algunos dirán que no llevo razón, pero en sus tientos-tangos se configuraban casi los mismos sentimientos y sensaciones que se pueden experimentar al escuchar las siguiriyas enlazadas con las bulerías. Puede sonar extraño pero así lo quiero establecer.

Rosario López Carrascosa ha sido una cantaora que bebió de las fuentes flamencas más prestigiosas de este arte, constatando unas cualidades personales con las que ha marcado una de las líneas más ortodoxas que en la actualidad flamenca existen. A renglón seguido hay que matizar entre otros aspectos el enciclopedismo cantaor que la jaenera poseía y que, tras el determinado acrisolamiento que su figura efectuaba de los personalismos que ella quería implicar en su arte, dichas circunstancias revertían en una singularidad artística que atemperaba su peculiar sello personal.

Siempre nos ha llenado de emoción y transmisión sus soleares de Tomás Pavón con matices de Fernanda, así como los ecos “apolaos” de “El Tenazas de Morón”, Antonio Silva “El Portugués por los aires de “Cobitos", los de “Olivé de Triana” y “Manolillo el Pintor”; los cantes de la madrugá, las peteneras y la caña del iliturgitano Rafael Romero; la serrana de Cayetano Muriel “Niño de Cabra”; las siguiriyas de “Joaquín La Cherna” con resonancias de La Niña de los Peines, las cantiñas-alegrías-mirabrás de Manolo Vargas y “El Gallina”; los fandangos de Manuel Vallejo, José Cepero, Canalejas de Puerto Real, José Rebollo o Rafael Ramos Antúnez “El Niño Gloria”; las granaínas y media granaína; las bulerías con marcadas inclinaciones evocadoras de Pastora Pavón; y unos singulares villancicos flamencos que supo incardinar en el ambiente más hermoso y fraternal de las fiestas navideñas. En definitiva, Rosario López ha sido una completa cantaora que ha dado prestigio y fama a la cuna que la vio nacer, la capital jiennense. 

Era simpática, nerviosa, dicharachera, extrovertida, locuaz, divertida, rebelde y afable, despistada y cariñosa... Toda una gama de calificativos que definían la personalidad de una mujer que ha hizo del arte flamenco su razón de ser, su eje vital y por lo que luchar. 

Nunca Jaén y sus flamencos te olvidarán.

Rafael Valera Espinosa
(Presidente de la Peña Flamenca de Jaén
y flamencólogo) 


No hay comentarios: