viernes, 30 de noviembre de 2018

Por soleá. ¿ESCUELAS REGLADAS DE CANTE?

El 22 de octubre de 2006, hace casi doce años, eché las campanas al vuelo. La noticia merecía la pena y así lo indiqué. Publicaba El País-Andalucía, en su página 40:

“El flamenco está de enhorabuena. El cante, la disciplina más esquiva al aprendizaje institucionalizado, entrará a formar parte del programa de estudios de los Conservatorios profesionales de danza y música de toda España, a partir del próximo curso. El cante flamenco, que llegará a la enseñanza reglada gracias a la propuesta de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, podrá impartirse en cualquier Conservatorio español.” 

El tema parece que está bien elaborado, porque según la norma o directiva por la que se va a regir, el cante flamenco, al igual que el baile y el toque –que ya se estudian a nivel de licenciaturas superiores- tendrá reconocida la misma categoría académica de seis años, en los que se impartirán asignaturas como el Lenguaje Musical (solfeo) o Conjunto e Historia de la Música.”

Después, cuatro años más tarde, pudimos leer, escuchar y ver la noticia:

“El flamenco es, desde el 16 de noviembre de 2010, oficialmente, un arte universal. La UNESCO declaró ese día esta manifestación cultural española en la lista representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reconocía así los valores culturales de este género originario del Sur de España y lo puso, según la entonces ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, ‘en el punto de mira internacional’”.

Ante esto ¿podrán seguir las campanas al vuelo? He intentado, a través de Internet, encontrar un Centro o Conservatorio en el cual poder aprender a cantar flamenco. Solo he hallado el ‘Rafael Orozco’, de Córdoba, y el ‘Cristóbal de Morales’, de Sevilla

Después de tanta normativa y brillante nombramiento ¿el cante flamenco está reconocido como enseñanza reglada? ¡Sí! En los centros citados. Mas, es curioso que hasta la fecha, después de lo ¿trabajado? institucional e internacionalmente 12 años, aún no haya salido la primera promoción de licenciados en ninguno de los centros oficiales. Los nuevos artistas flamencos están aflorando por su vida en las Peñas flamencas, la participación en los concursos, golpes de suerte en certámenes televisivos, y, sobre todo, por la herencia en la sangre de los legendarios clanes flamencos.

Insisto, humildemente, y por enésima vez, que se ha de comenzar desde la base (es mi criterio, acertado o no), estableciendo una línea de aprendizaje desde los cursos iniciales en las escuelas. ¿Por qué se aprende música clásica desde primaria? ¿Tan difícil sería instituir una hora o dos al mes de flamenco desde el mismo nivel en Andalucía?

Más adelante, cuando se considere la afición o el interés bien arraigado en el alumno, introducirla en los cursos como optativa hasta encaminar al dotado hacia los Conservatorios profesionales. Para algo debiera servir el nombramiento de la UNESCO, el cual parece más reconocido fuera que en nuestra región y nación. 

Rafael Valera Espinosa 
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

(Publicado en el Diario IDEAL-Jaén, en mayo de 2018.)

jueves, 29 de noviembre de 2018

Por soleá. MASTER FLAMENCO UNIVERSITARIO (II).

El ego personal puede acrecentarse cuando opiniones de ilustres flamencos coinciden con las propias. Quiero reiterar que no estoy en contra de nada. Cualquier tipo de cultura y especialmente la musical me resulta admirable y la disfruto. Mas, lo que me pesa es el abuso que se pueda realizar de cualquiera de ellas –en especial la flamenca- para establecer una interesada proyección que conduzca a la generación de intereses personales y económicos propios, sin que redunden en una mayor proyección de la misma. 

Manolo Sanlúcar, en relación con la implantación de la enseñanza del flamenco, ha dicho: “Manolo Sanlúcar ha calificado de "falso, aberrante y embustero" el sistema con el que se enseña el flamenco en los Conservatorios, ya que no son los conocedores de este arte quienes lo imparten, y ha criticado el intento de desposeer al pueblo andaluz de esta seña de identidad.”

El internacional artista siguió expresando que: “La gente del flamenco es la que sabe de su cultura, porque la han creado, pero los jóvenes quieren un título y por eso no pueden venir a nosotros a que se lo demos". “Ha lamentado que enseñen flamenco ‘unos señores que han estudiado guitarra clásica’ y la consecuencia es que los jóvenes que buscan el título ‘a lo que pueden llegar es a ser profesores en un colegio de párvulos’.

Y más: “Los flamencos no tienen la oportunidad de seguir desarrollándose sobre su propia escuela, puesto que necesitan un lenguaje musical, que no es el de los conservatorios.”

Y no se ha quedado ahí: "El flamenco es muy grande en calidad y en contenido y pertenece a un pueblo con una mirada propia que intentan que perdamos, para que todos seamos como les interesa a los que mandan y para que, en definitiva, dejemos de ser seres humanos y seamos máquinas, y eso también repercute en los gustos artísticos". El flamenco ‘nace en el pueblo y en unos momentos en los que ese pueblo se está formando’, por lo que considera que quienes afirman que esta cultura es ’de unos gitanos que empiezan a cantar en Sevilla en el siglo XIX están anulando la historia de Andalucía’".

Mas, no queda aquí la defensa de la enseñanza del flamenco como es debido. El artista Manuel Lombo, seguidor del utrerano Miguel Vargas ‘Bambino’, también ha dejado explícito su criterio sobre cómo enseñar nuestro arte: “El flamenco está siempre entre nosotros. No creo que haya pasado nunca ninguna crisis. Es cierto que podría estar más presente en la educación de los niños porque es nuestra música y es nuestro folclore y nuestra identidad. Pero bueno, hay muchos complejos hoy en día con las cosas que significan nuestra tierra.”

¿Cuándo vamos a darnos cuenta de cuál es el inmenso patrimonio que poseemos? Nos lo ha dicho la UNESCO y el mudo entero, y aquí seguimos minusvalorándolo y potenciando otras culturas musicales. Master, sí y más conciencia ¡Somos torpes! ¡Enseñanza reglada!

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Por soleá. JAÉN Y SU CONSERVATORIO DE GUITARRA FLAMENCA.

Laura González y José Rojo acompañando a Rosario López

A las pruebas me remito. Los Conservatorios con aulas y titulaciones superiores flamencas funcionan. El Profesional de Música ‘Ramón Garay’ de Jaén clausuró su Curso Académico 2017-2018, el jueves 21 del mes de junio en la sede de la Peña Flamenca de Jaén. La intención de esta clausura la enfocaron los profesores José Rojo, Laura González, Juan Carlos Pérez y el cantaor Francisco Javier Sánchez Bandera ‘Bonela hijo’, con el interés pedagógico de que sus alumnos intente familiarizarse con los escenarios flamencos.

Este es el segundo de los primeros pasos para la profesionalización de los alumnos capacitados para llegar a ser artistas de nuestra universal música. El tercero consiste en el título con licenciatura universitaria, el cual puede conseguirse en los Conservatorios ‘Rafael Orozco’, de Córdoba, y el ‘Cristóbal de Morales’, de Sevilla. Algo es algo. Pero siempre faltan los primeros. Desde los cursos de primaria hay que ir acostumbrando a los alumnos al flamenco, al igual que se efectúa con la música clásica’ ¿Tanto cuesta?

Las actuaciones fueron las siguientes: “Malagueña-Verdial” (popular) y “Sevillanas” por Marta Vela Mata, Alejandro Real Campos, Sofía Romero Luque (1º E.B.M.); “Caminos Malagueños”, Verdial (M. Escudero) pieza desarrollada Julián Orduña Morales (1º E.P.M.); “Panaderos Flamencos”, Panaderos (Esteban de Sanlúcar), interpretada por Emilio José Siles Martínez (1º E.P.M.); “Punta y Tacón”, Farruca (A. Castellón “Sabicas”) desarrollada por Alba Plaza Jorquera (2º E.P.M.); “Llanto a Cádiz”, Tientos (Francisco Sánchez “Paco de Lucía”) por Manuel F. Ruano López (4º E.P.M.); “Taranta” (VVAA), ejecutada por Jorge Daniel Gómez León (5º E.P.M.); “Rompeserones”, Tangos (M. Moreno “Moraíto Chico”), composición tocada por Luis M. Cruz Expósito (5º E.P.M.); nuevamente el arte del pamplonica “Punta y Tacón”, Farruca (A. Castellón “Sabicas”), tocada por Francisco José Burgos Muñoz (2º E.P.M.); “Vals Flamenco”, Vals (M. Vega “Niño Miguel”), desarrollada en la guitarra por Eduardo Mendoza Martínez (6º E.P.M.); “Cante por Fandangos de Huelva” con la voz de Francisco Javier Sánchez Bandera ‘Bonela hijo’, acompañado por Asensio Gómez Ruiz (3º E.P.M.); “Cante por Peteneras” con la voz del artista malagueño acompañado por Francisco J. Ramírez Torres (5º E.P.M.); “Soleá por Bulería” de ‘Bonela hijo’ con la guitarra de Luis M. Cruz Expósito (5º E.P.M.); “Cante por Fandangos Naturales” del aludido Sánchez Banderas con Jorge D. Gómez León (5º E.P.M.) a la guitarra; en la misma tesitura interpretaron un “Cante por Seguiriyas” ‘Bonela hijo’ y el alumno Manuel F. Ruano López (4º E.P.M.). El sistema cambió con el Conjunto Instrumental Flamenco de Enseñanzas Profesionales de Música que ejecutaron una composición del artista jiennense José Rojo por fandangos de Huelva titulada ”Marisma”.

En definitiva, una sesión flamenca en la que los artistas y profesionales demostraron avances para continuar con sus evoluciones pedagógicas flamencas, a la vez que quedó patente el buen trabajo de los didácticos maestros del Conservatorio ‘Ramón Garay’ de Jaén, los cuales están encaminando con profesionalidad a sus alumnos hacia los Conservatorios Profesionales para bien de esta universal música, la cual aún necesita mayores reconocimientos.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

martes, 27 de noviembre de 2018

Por soleá. ANTONIO MAIRENA Y ESTATUS FLAMENCO.

Es plena la satisfacción cuando se lee: “El Instituto Cervantes se inaugura en Nueva York”; “La casa natal de Goya en Fuendetodos se convierte en museo”; “La casa museo de García Lorca en Fuente Vaqueros incrementa las visitas de turistas.”; “El Museo Sorolla está situado en la misma casa en la que habitó el Pintor Joaquín Sorolla con su familia en Madrid.”; “El Ayuntamiento compró en 1962 la Casa Museo Manuel de Falla, donde residió el compositor”; “La Casa-Museo Salvador Dalí era una pequeña casa de pescadores en Portlligal, provincia de Gerona”; “La Casa-Museo de Lope de Vega se encuentra en el número 11 de la calle Cervantes de Madrid.”; o “La Casa-Museo Benlliure acoge la colección de la familia.”

Y, de pronto, nos encontramos con la desagradable noticia: “Se vende la casa del cantaor ‘Antonio Mairena’ en Sevilla. Francisco Jiménez Ortega, vecino de Alcosa y amigo íntimo que fue del genial cantaor de flamenco, ha presentado este mes de julio en el registro del Ayuntamiento de Sevilla una propuesta para que el Consistorio valore la posibilidad de comprar la casa de la Gran Plaza, en la calle Padre Pedro Ayala 12, donde el cantaor flamenco Antonio Mairena (1909-1983) pasó sus tres últimas décadas y donde murió dejando un gran y valioso legado. Reclama que se convierta en la casa museo de ‘Antonio Mairena’ en Sevilla”. Además, con el agravante de que la concejalía correspondiente ha intentado evitar la compra por un fondo bancario, más no ha tenido éxito.

¿Qué pasará? Pues, lo más probable es que nos quedemos sin la gran cantidad de tesoros artísticos que el maestro de Los Alcores tenía depositados en la misma, visionados y admirados por Manuel Urbano Pérez Ortega y yo mismo, cuando en la primavera de 1982 le realizamos la entrevista para el número 23 de Candil, ejemplar monográfico sobre su persona. Qué se pierda parte de la memoria flamenca de uno de los grandes maestros cantaores de la historia de nuestra universal música. Y qué solo unos pocos añoremos su voz llamando a su hermana Rosario, o explicándonos su pasión por la vida artística de Tomás ‘El Nitri’.

Una vez más se demuestra el desinterés por nuestra cultura musical. Cualquier dotado en las diferentes ramas de la cultura tiene su reconocimiento ¡Los flamencos no! Siempre surgen las preguntas ¿Qué han hecho la Consejería de Cultura y su Instituto Andaluz de Flamenco? ¿Cómo se han movido los ayuntamientos de Sevilla o Mairena del Alcor? ¿Y el Área de Cultura de la Diputación Provincial Sevillana? ¿Dónde han andado las Obras Sociales-Culturales de las entidades bancarias sevillanas?

Estoy por asegurar que el precio de la casa de ‘Antonio Mairena’ -312.000 euros- se hubiera abonado con creces en una subasta por una batuta de Manuel de Falla, un libreto inédito de García Lorca, un mínimo boceto de Picasso, o una columna de mármol o alabastro para la Mezquita de Córdoba.

Así, el flamenco nunca alcanzará su estatus.
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

lunes, 26 de noviembre de 2018

Por soleá ¿DUENDE FLAMENCO?

Después de lo mucho leído, vivido y expresado, siempre se suele encontrar manifestaciones que intenta acercar el ‘ascua a su sardina’ en función de no sé qué tipos de intereses. La saciedad reiterada de ‘el flamenco se fusiona con…’ es manifiestamente cansina. Lo he repetido en infinidad de escritos: ‘El flamenco es una cultural musical que sirve de base para establecer arreglos o composiciones de cualquier índole. Sin embargo, el flamenco es solo flamenco’.

Los verdaderos artistas que buscaron en su tiempo el acomodo de este arte con otras músicas siempre manifestaron sus criterios. Ejemplo, Juan Peña ‘El Lebrijano: ‘Cuando canto con la orquesta andalusí, yo canto flamenco y ellos realizan su música. Cierto que pueden coincidir ritmos y entonaciones similares, pero cada uno a lo suyo.’

Federico García Lorca
Ahora leo lo que sigue: Federico García Lorca contaba en unas famosas conferencias que «en toda Andalucía, roca de Jaén y caracola de Cádiz, la gente habla constantemente del duende». 85 años después de aquellas palabras, la vida sigue igual por el sur de España. Continúa siendo tema de conversación entre los más puristas del flamenco, y los que no lo son tanto. Los primeros niegan el duende a algunos artistas que mezclan la música patria por excelencia con otros géneros. Los segundos defiende que el arte evoluciona y se adapta a los nuevos tiempos de forma inevitable. Y Lorca, máximo exponente de la cultura andaluza, ¿de qué lado estaría?

Considero que cualquier tipo de música tiene su duende y que cada amante del género en cuestión lo sentirá sin que tenga que ver con el flamenco. Y Lorca estaría donde se sintiera satisfecho y feliz escuchando la determinada cultura musical. ¿Los que sopesan esas consideraciones se no se han parado a pensar por qué García Lorca,  Manuel de Falla, Joaquín Turina, Oscar Esplá, Conrado del Campo, Enrique Fernández Arbós, Adolfo Salazar, Fernando de los Rios, Giner de los Rios, Juan Ramón Jiménez, Alfonso Reyes, Manuel Angeles Ortiz, Pérez de Ayala, Sánchez Mejías, contando con el asesoramiento jondo de Chacón y Manuel Torre, organizaron el concurso de Granada de 1922? ¿No han leído que: Nació con la intención de conseguir el renacimiento, conservación y purificación del antiguo cante jondo? ¡Vaya partida de puritas que tiene la historia musical e intelectual de nuestra tierra!

Y sigue llamándome la atención el hecho de reivindicar el disco ‘La leyenda del tiempo’ de ‘Camarón’ como baluarte para expresar sus criterios. ¿Es que no saben que en 1979 esta pieza fue considerada por los músicos españoles como la cuarta mejor canción pop? Es más, siguen sumando a sus pareceres las músicas de ‘Triana’, el blues de Rafael y Raimundo Amador ‘Pata Negra’, ‘Peret’, ‘Lole y Manuel’, etc., como verdaderos exponentes del nuevo flamenco.

¡No! Cada uno tiene su música con raíces o no flamencas. Todas admirables. Dice María Terremoto: ‘El que quiere escuchar flamenco no se pone a Rosalía. Se pone a Dolores Agujetas, Juana la del Pipa, Pedro El Granaíno…’.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén) 

martes, 20 de noviembre de 2018

Crónica flamenca. Día Internacional del Flamenco (Diario JAÉN).



Arraigado en el alma del pueblo.
Hoy se cumplen ocho años de la histórica decisión de la UNESCO.


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16/11/2018
















El arte flamenco es una cosa popular muy arraigada en el alma del pueblo que, lógicamente, no puede desaparecer”. Juanito Valderrama defendía así, en una entrevista en las páginas de Diario JAÉN, en pleno 1951, el valor de este arte como patrimonio cultural inmaterial. Todavía quedaba mucho para que se empezara a hablar en estos términos del flamenco y más todavía, para aquel inolvidable 16 de noviembre de 2010. El cantaor torrecampeño, fallecido en 2004, no llegó a vivir su inclusión, por parte de la Unesco, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Pero, sin lugar a dudas, el artista, una de las figuras indiscutibles del arte jondo, hubiera celebrado este reconocimiento de su presente, su pasado y su futuro, su condición de tradición y vanguardia, el ser una de las manifestaciones culturales más ricas y complejas del mundo.

Se cumplen hoy, precisamente, ocho años de esta declaración, momento histórico para toda Andalucía, una alegría que en Jaén fue doble: la dieta mediterránea, la del aceite de oliva, fue también declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Las crónicas del momento lo contaban así: “El flamenco escribió ayer una página histórica, de esas que dejan huella, que marcan un punto de inflexión, que han costado mucho sudor, esfuerzo e ímpetu. No por menos, a eso de las cuatro menos cuarto de la tarde, la euforia se desataba en el orbe jondo nada más saberse que el flamenco, arte universal, viajero y viajado como pocos, recibía al fin el ansiado marchamo oficial de la Unesco que lo distingue como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. No le hacía falta, pero así es mucho mejor, una tarjeta de presentación que vale su peso en oro y con la que taparle la boca a aquéllos que siguen cerrándole los teatros al duende porque “eso es más folclore que otra cosa”.

Fue a 6.170 kilómetros de Andalucía, en Nairobi, capital de Kenia. Allí los miembros encargados de analizar las candidaturas a entrar en la Lista del Patrimonio Inmaterial confirmaron la grandeza del arte flamenco con 24 votos que fueron uno solo, todos favorables, igual que las 30.000 firmas procedentes de 60 países y los miles, millones de apoyos que, alrededor del mundo, recibió la candidatura del flamenco. “Ya era universal. Esto es solo la oficialización”, reconoció otra de las grandes del flamenco, también jiennense, Carmen Linares, minutos después de que se conociera la buena nueva.

Cabe recordar que este estatus o reconocimiento al flamenco ya le había sido concedido en Andalucía al incluirlo en el nuevo Estatuto de Autonomía de 2007, un compromiso de las instituciones públicas para proteger, estudiar y difundir este arte. Y, desde entonces, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía vela por la profesionalización del sector, por el refuerzo de la actividad del tejido asociativo, por la conservación de sus raíces y su historia, por su difusión y su conocimiento riguroso y por el mantenimiento de festivales y reuniones dedicados a esta manifestación cultural en los centros neurálgicos y en los nuevos espacios del Flamenco.

Tras la declaración, el 16 de noviembre, se considera el Día Internacional del Flamenco. Y se conmemora de diversas formas y en distintos puntos de todo el mundo. Por ejemplo, en Jerez, se organiza anualmente una Semana Internacional de Flamenco y la propia UNESCO lo festejó en su sede de París, en 2014, con un concierto especial a cargo de Pepe Habichuela y Jorge Pardo. Jaén, sus flamencos y aficionados se suman, desde el primer año, a la conmemoración de esta efeméride. Además de otras actividades en peñas y otros colectivos, de forma estrictamente institucional, en 2011, los protagonistas fueron los alumnos de guitarra del Conservatorio Profesional de Jaén. Defendieron el patrimonial arte en la sección de Bellas Artes del Museo Provincial de Jaén, junto a la escultura de una bailaora del genial Mariano Benlliure. En 2014, esta celebración se trasladó a uno de los epicentros del flamenco en Jaén: Linares, cuna de la taranta. Se hizo con un gran espectáculo en el Auditorio del Pósito. Un año después, además de los actos institucionales, hasta 13 peñas de la provincia se vistieron de fiesta por la efeméride. Ya en 2016, esta fecha coincidió también con el arranque de los circuitos A la verde oliva y Ocho provincias, dedicados, especialmente, a la memoria de Juanito Valderrama, por conmemorarse en el centenario de su nacimiento.

Y año tras año, las celebraciones han crecido en cada uno de los rincones de Andalucía. Hace un año, por ejemplo, en coincidencia con esta efeméride, Carmen Linares se convirtió en la primera mujer premiada con el galardón Leyenda del Flamenco.

CONMEMORACIÓN.

En Jaén, este año, por parte del Instituto Andaluz del Flamenco, se organizó una mesa redonda con la mujer, su pasado, presente y futuro en este arte, como protagonista. Asimismo, también se celebra durante estos días el II Festival de Flamenco “Ciudad de Jaén”, promovido por la escuela de arte flamenco “El Tabanco”, con una completa programación hasta el próximo domingo.

Hoy será día grande también en la Peña Flamenca de Jaén. Organizan la presentación del libro de Antonio Manuel Rodríguez “Flamenco, arqueología de lo jondo”, que contará con la actuación de la cantaora Amparo Cano, acompañada a la guitarra de José Antonio Hinojosa.

http://www.diariojaen.es/provincia/arraigado-en-el-alma-del-pueblo-EK4840798

Por soleá. LOS PERSONALISMOS FLAMENCOS.


Hace bastantes años que, en esta misma sección, di explicaciones sobre mi forma de narrar los acontecimientos flamencos, pues, casi siempre existe un grupo de aficionados que me censura mi forma de referir las crónicas flamencas. Es decir, que me inquieren cuando escribo o hablo de soleá de tal o cual cantaor, siguiriyas de determinados maestros, malagueñas de los verdaderos creativos y de los recreados de los anteriores, etc. Hoy quiero reiterar lo de mi ¿estilo? porque lo considero, en cierto modo, pedagógico para intentar que se tenga en cuenta la historia de nuestro arte y sus protagonistas.

Pienso que todo esto tiene una explicación, aunque la misma no pueda ser la adecuada. No basta con decir que ha cantado “por soleá con compás, buen ritmo, adecuada entonación y entrega profesional”. ¡No! Por supuesto que esto no es verdadera información. Y el ejemplo quiero exponerlo con ¿rotundidad? Hace tiempo que visionando la película “Escucha mi canción”, cuyo protagonista fue nuestro comprovinciano “Joselito”, en el programa “Cine de barrio” de TVE, en la misma interpretó dos estilos flamencos malagueños; el primero una rondeña –y ahí se puede quedar la referencia conociendo las virtudes que el “pequeño ruiseñor” poseía-, derivando seguidamente a un fandango. Mas habría que aludir a que la primera tenía la creatividad del ilustre iliturgitano Rafael Romero “El Gallina”, y el segundo la de Joaquín Vargas “El Cojo de Málaga”. Y así son las cosas.

¿Si atrevería alguien a censurar que en el programa de un concierto clásico se aluda a la Novena Sinfonía… de Beethoven; a la Rapsodia húngara… de Liszt; a las Cuatro Estaciones… de Vivaldi? ¿Es menester o no referenciar a los creadores? Porque, desde luego, no basta con reflejar dos cuartetos, un concierto y tres tocatas, hay que decir quiénes fueron sus artífices ¿Y por qué no en el flamenco? ¿Quién tiene el derecho de quitarle a Pastora Pavón Cruz “Niña de los Peines” su creatividad en la petenera, tangos, bamberas, bulerías, etc.? ¿Cuál es el osado que puede ningunearle a don Antonio Chacón sus granaínas, cartageneras o malagueñas…?

Rosario López en la Peña Flamenca de Jaén
Pero, es que aún hay más. Cuando efectúo referencias a la creatividad que un determinado artista flamenco recuerda, acrisola o recrea, intento influenciar al interesado lector a que investigue sobre quien fue el artífice de la misma, ya que considero que despertando su curiosidad, el neófito o incipiente aficionado puede ir introduciéndose más en el conocimiento de nuestro universal arte.

Por todo ello, seguiré escribiendo que –por ejemplo- “Chano Lobato” nos recordó por alegrías a Manolo Vargas o Aurelio Sellé; que “El Tomasa se acordó en las siguiriyas de Tío Manuel ‘Cagancho’, por los aires de Juan Talega; que Rosario López acrisoló los ecos de “El Gallina” por cañas; o que José Menese, con matices de Antonio Mairena, reivindicó la personalidad de Bernardo el de los Lobitos por marianas.

A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del Cesar”.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco)

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Actividades flamencas. Presentación del libro "Flamenco, arqueología de lo jondo".

El próximo 16 de noviembre de 2018, viernes, celebramos el Día Internacional del Flamenco. Por ello, la Peña Flamenca de Jaén hemos organizado un evento con la presentación del libro de Antonio Manuel Rodríguez Ramos "Flamenco, arqueología de lo jondo", que tendrá lugar en la sede de esta Peña, a partir de las 21 horas, con la actuación de la cantaora Amparo Cano, acompañada a la guitarra de José Antonio Hinojosa. Os esperamos.


"El origen del Flamenco lo lleva escrito en su nombre. Y en el nombre de sus palos. Y en el nombre de las mujeres y hombres que lo han conservado en su garganta, en sus manos, en sus pies, en el alma. Porque las cosas existen cuando se nombran. Y sólo cuando se nombran existen. Desde la estrella más alejada del firmamento a la partícula más ínfima de la materia. Sólo lo ajeno al ser humano carece de nombre". 

“Arqueología de lo jondo” es una emocionante defensa de las raíces andalusíes, moriscas, gitanas y negras del Flamenco. Escrita con una elegante aleación de rigor y belleza, Antonio Manuel demuestra que en el origen de los nombres se halla el manantial de lo jondo del que han bebido generaciones enteras, cantando al dolor y a lo sagrado, en andaluz y de memoria. Mucho más que un libro sobre Flamenco, en él se desvela la historia clandestina de la península que el pueblo custodió en sus cantes, toques y bailes. Un libro Flamenco que atravesará el corazón y la razón de quien lo lea. 



El autor:

Antonio Manuel Rodríguez Ramos (Almodovar del RioCórdobaAndalucía, 1968) es un profesor, jurista, escritor, músico y activista andaluz.
Es Doctor en Derecho y Profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba, donde coordina el Laboratorio Jurídico sobre Desahucios.
Es Patrono de la Fundación Blas Infante y ha sido Presidente del Ateneo de Almodóvar del Río y de la Federación Ateneos de Andalucía. Miembro fundador del grupo musical "Deneuve", colaborador en distintos medios de comunicación, ha creado y participado en distintas asociaciones y plataformas en defensa, especialmente, del legado patrimonial y cultural de Andalucía.
Es autor de diferentes ensayos, guiones y novelas como “Nenia” (Premio Nacional “Amador de los Ríos"), “El desmayado vuelo de las cigüeñas” (Primera Beca Creación Literaria Diputación de Córdoba), “La huela morisca. El Al Ándalus que llevamos dentro” (Almuzara, 2010), “El soldado asimétrico” (Berenice, 2017) y “Flamenco. Arqueología de lo jondo” (Almuzara, 2018). Es, además, coautor de “Moriscos-andalusíes: Del destierro a la concordia” (Fundación Instituto euroárabe, 2012), ha editado “Andalucía. Teoría y fundamento político” de Blas Infante (Almuzara, 2010) junto a Manuel Pimentel, y rescató del olvido el drama de teatro popular “Entre dos fuegos” de Manuel Alba (Berenice, 2007).

lunes, 12 de noviembre de 2018

Crónica flamenca. Los jiennenses rinden homenaje a “Canalejas de Puerto Real”.

José “Coronel Chico” inaugura el XIX circuito “Flamenco por las Peñas”.

La Peña Flamenca de Jaén acogió el encuentro de los aficionados del cante jondo de Jaén y Puerto Real que se reunieron para homenajear al cantaor Juan Pérez Sánchez “Canalejas de Puerto Real”, que llegó a la provincia jiennense en 1936 y comenzó a mostrar su arte hasta hacerse un destacado hueco entre los cantaores de bulerías.

Por parte de la peña puertorrealeña "Canalejas de Puerto Real" de Cádiz, actuaron "El Colorao", acompañado a la guitarra por Ángel Santana. El linarense “Coronel Chico” fue el primer artista que junto con Juan José Gutiérrez "El Calao" pisó el escenario de la Peña Flamenca de Jaén para abrir por todo lo alto el XIX Circuito “Flamenco por las peñas” que llegará a 14 municipios de la provincia.

“Canalejas fue un artista que quizás no se le ha dado todo el sitio que se merece en el flamenco, pero fue muy importante para el arte, además de amigo de mi abuelo”, afirma José “Coronel Chico”, nieto de Francisco Coronel Melero “Coronel de Linares” y gran exponente del cante.



Más información: http://www.diariojaen.es/cultura/los-jiennenes-rinden-homenaje-a-canalejas-de-puerto-real-MH4823871

Familia Canalejas con los representantes de las Peñas y el vicepresidente de Diputación

Presentación del cartel "El Flamenco por las Peñas"


Coronel Chico y El Calao


El Colorao y Ángel Santana





viernes, 9 de noviembre de 2018

Día Internacional del Flamenco. Reencuentro de las Peñas de Jaén y Puerto Real.

Tras treintaycinco años después de la visita a Jaén de los aficionados gaditanos, vuelven a reencontrarse la afición flamenca.

La familia “Canalejas” de Puerto Real se afincó en Jaén en el 36, si bien siguen recordados en sus orígenes.


Jaén, a 8 de noviembre de 2018

Con motivo del Día Internacional del Flamenco, los socios y aficionados de la Peña Flamenca de Jaén, junto con la Peña Flamenca “Canalejas de Puerto Real” (Cádiz) vuelven a reencontrarse treintaycinco años después de su última visita, para compartir amistad, buen flamenco y gastronomía.

Ambas Peñas flamencas han organizado el evento, que contará con la presencia de medio centenar de aficionados gaditanos que se desplazarán desde Puerto Real (Cádiz) a nuestra provincia, con desplazamientos a Úbeda, Baeza y Jaén, donde visitarán los Baños Árabes, Catedral y Castillo de Santa Catalina, de la capital jiennense y monumentos de la catedral de Santa María, Capilla del Salvador, Antigua casa de la Carnicería, Arco de Villalar, Arco de los Leones y otros monumentos de las ciudades renacentistas.

Por la noche del día 10 de noviembre, sábado, a partir de las 22 horas, está prevista la actuación flamenca de los gaditanos Antonio ”el Colorao”, acompañado a la guitarra por Ángel Santana, y el giennense Coronel Chico, acompañado por Juan José Gutiérrez “el Calao”, actividad financiada por la Diputación Provincial de Jaén, dentro del programa “El flamenco por las Peñas” que organiza la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Jaén.

En la presentación del cartel de "El flamenco por las Peñas", se destacó que cada año el Circuito se dedica a la memoria de un artista flamenco de la provincia, una manera de “rescatar nuestra historia”.. En esta edición 2018 será "Canalejas de Puerto Real", artista nacido en dicha localidad gaditana en 1905 que llegaría a Jaén en 1936, provincia en la que residió hasta su fallecimiento en 1966. “Aquí conoció a su mujer, tiene sus hijos y nietos, por lo que es un jiennense más”, ha afirmado Viedma, presidente de la Federación de Peñas de la provincia. 

Al evento del sábado 10 de noviembre asistirán los presidentes de las Peñas flamencas de Jaén y Puerto Real, Alfonso Ibáñez y Andrés Bernal, asícomo el vicepresidente y diputado provincial de Promoción y Turismo, Manuel Fernández Palomino, y un representante de la Federación de Peñas de la provincia de Jaén.


ACTO: Acto de convivencia flamenca de aficionados gaditanos y giennenses, con la familia “Canalejas”.
FECHA: Sábado, 10 de noviembre de 2018.
HORA: A partir de las 21:30 horas.
LUGAR: Sede de la Peña Flamenca de Jaén.
Calle Maestra, 11 (Jaén)




Más información sobre el Día Internacional  del Flamenco: El arte flamenco llegará a 14 localidades de la provincia http://cadenaser.com/emisora/2018/11/08/radio_jaen/1541678807_725006.html?ssm=whatsapp



viernes, 2 de noviembre de 2018

Memoria flamenca. ANTONIO FERNÁNDEZ “FOSFORITO” (I).

ERA UN TROTAMUNDOS QUE CANTABA DE FERIA EN FERIA DE GANAO.”


Portada del disco "Caracoles
https://www.vintagemusic.fm/release/caracoles-fosforito/
El viernes, 21 de septiembre de 1984, Tomás Ortiz Ibáñez y este que les relata, con motivo de la celebración del XII Congreso de Actividades Flamencas de Cáceres, nos reunimos en la medieval ciudad con Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, en una comida a la que también asistieron el escritor sevillano Manuel Barrios y el eminente estudioso y hacedor flamenco Francisco Vallecino Pecino. El almuerzo sirvió de excusa para hacerle una entrevista para la revista Candil. El diálogo fue productivo, biográfico y netamente flamenco, hasta el punto de que propició, posteriormente, la idea de elaborar el libro “Linares. Cuna del cante minero”, que veinticinco años después iniciamos Antonio Escribano Ortiz y yo, y que publicó la Diputación Provincial en 2011.
Con el cuestionario-patrón de preguntas anteriormente establecido en la revista por Ramón Porras González y Manuel Urbano Pérez Ortega, complementado con mis vivencias flamencas hasta entonces y sus posteriores respuestas, lo primero que le solicité es que nos relatara sus comienzos artísticos. “Fosforito”, hombre de mucho mundo flamenco por aquél tiempo, fue expresivo, extenso, narrador nato y exquisitamente cariñoso. Y así comenzó:
- “Tendría que empezar diciendo que pertenezco a una familia de una larga tradición cantaora, por lo tanto mis vivencias flamencas me vienen a través de mi familia.”
¿De ahí lo de “Fosforito?
- “¡Bueno! Lo de "Fosforito” es a través de mi padre, pero esto fue bastante después, porque en principio yo era Antonio de Puente Genil, y así aparezco en un cartel en el año 47, en Ronda. Antes de ponerme ese nombre a mi me conocían como el hijo de “Fosforito” –a su padre se lo pusieron porque cantaba magníficamente la malagueña del gaditano Francisco Lema “Fosforito”-, un trotamundos que iba cantando de feria en feria de ganao y por las tabernas poniendo la gorra, cantaba fandangos y verdiales. Lo mismo que yo, había otra serie de gente y nos juntábamos en “collera” (grupo de artistas), yendo yo de compañero de “Carlos el de Saucejo” y de “Rosafina de Casares”, que si este último vive tendrá ya cien años, porque en aquella época ya era mayor. Luego, había otros que no ha trascendió su nombre, porque “Rosafina” si, hasta grabó, cantó con Vallejo, y era creador de un fandango.”
- “En aquella época rara vez nos acompañábamos de guitarra, casi siempre era haciendo compás con los nudillos, y ocurría una cosa, que todo lo marcábamos en compás de soleá. Con estas andanzas y esta forma de vida se cimentaron mis conocimientos, y mi sentido del compás se acentuó.”
- “Luego ya fui mayorcito y tuve la suerte de conocer a un guitarrista en Antequera, que era barbero, porque antiguamente casi todos los barberos tocaban la guitarra, hicimos “collera” y nos fuimos por ahí y nos enrolábamos en cualquier troupe, que unas veces nos pagaban y otras no; recuerdo que en algunas ocasiones no teníamos ni para pagar la fonda y teníamos que dormir en los portales de las casas, que entonces los dejaban abiertos. Pero, donde quiera que hubiera una casa de niñas valientes, allí entrabamos nosotros y por lo menos el plato de comida lo teníamos seguro. Luego, siempre había alguien que nos llamaba para cantar.”
- “Otras veces hablábamos con el empresario de los cines de verano y le hacíamos la propuesta de cantar después de la película. Muchas veces aceptaba subiendo la entrada una perra gorda, y a nosotros nos daba dos o tres pesetas.“
- “Ya, en el año 1947, teniendo yo 15 años hice lo mismo, salirme de mi casa y hacer la ruta de la serranía cantando hasta Ronda. En Ronda, estuve un año porque encontré a un empresario que hacía bolos y me contrató; entonces yo iba con “El Gitano de Bronce”, y aún conservo un cartel de Ronda de ese año en el que aparezco como “Antonio de Puente Genil”, como te referí al principio.”
¿Puente Genil ha sido un pueblo muy cantaor?
- “¡Efectivamente! Mi pueblo ha tenido siempre una gran tradición cantaora. Yo siempre he estado con la oreja puesta escuchando a todos los viejos que cantaban. Recuerdo que escuché a José Bedmar Contreras “El Seco”, “Malos Pelos”, a “Pinturas” que, por cierto, hacía la malagueña de “El Canario” perfecta… Es decir, Puente Genil ha dao un gran manojo de cantaores, aunque profesionalmente pocos, salvo “Juan Hierro” que incluso grabó y trabajó con Manuel Vallejo y José Cepero.”
- “¡Pero te sigo contando! En 1948, me fui a Málaga donde conocí a un sinfín de cantaores. Entonces empecé a subir a las ventas a través de la amistad que hice con un guitarrista que le llamaban “El Niño de Almería”, porque a mí en Málaga no me conocía nadie, pero poco a poco fui cogiendo sitio en los ambientes flamencos. Desde luego, mis principios en Málaga también fueron durísimos. Después estuve en Cádiz con motivo del servicio militar. Recuerdo que me hice cabo a fin de tener más tiempo para relacionarme con los flamencos, aunque yo ya conocía a Antonio “El Herrero”, a “El Peste”, a “Rociana”… En fin, a muchos. Entonces resulta que me operaron del estómago, y a los tres días de operao me licenciaron diciéndome que me tenía que marchar puesto que ya no era militar, por lo tanto me salí del hospital con los puntos y la herida fresca, teniendo que ir a curarme donde pillaba. Yo he padecido del estomago siempre por la vida que llevaba, porque donde iba a cantar, el señorito no preguntaba que queríamos tomar, sino que bebíamos lo que él estuviera tomando, coñac, anís, vino, lo que fuera. En aquella situación, tuve que ir a buscarme la vida a un cabaret que se llamaba el Pay Pay, y estando cantando por siguiriyas noté que la herida se me habría y empecé a sangrar. Me llevaron a curarme y ocurrió que pillé una anemia muy grande y no podía cantar, marché por tanto a mi pueblo porque me quede mudo durante un año.”
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco)