jueves, 29 de noviembre de 2018

Por soleá. MASTER FLAMENCO UNIVERSITARIO (II).

El ego personal puede acrecentarse cuando opiniones de ilustres flamencos coinciden con las propias. Quiero reiterar que no estoy en contra de nada. Cualquier tipo de cultura y especialmente la musical me resulta admirable y la disfruto. Mas, lo que me pesa es el abuso que se pueda realizar de cualquiera de ellas –en especial la flamenca- para establecer una interesada proyección que conduzca a la generación de intereses personales y económicos propios, sin que redunden en una mayor proyección de la misma. 

Manolo Sanlúcar, en relación con la implantación de la enseñanza del flamenco, ha dicho: “Manolo Sanlúcar ha calificado de "falso, aberrante y embustero" el sistema con el que se enseña el flamenco en los Conservatorios, ya que no son los conocedores de este arte quienes lo imparten, y ha criticado el intento de desposeer al pueblo andaluz de esta seña de identidad.”

El internacional artista siguió expresando que: “La gente del flamenco es la que sabe de su cultura, porque la han creado, pero los jóvenes quieren un título y por eso no pueden venir a nosotros a que se lo demos". “Ha lamentado que enseñen flamenco ‘unos señores que han estudiado guitarra clásica’ y la consecuencia es que los jóvenes que buscan el título ‘a lo que pueden llegar es a ser profesores en un colegio de párvulos’.

Y más: “Los flamencos no tienen la oportunidad de seguir desarrollándose sobre su propia escuela, puesto que necesitan un lenguaje musical, que no es el de los conservatorios.”

Y no se ha quedado ahí: "El flamenco es muy grande en calidad y en contenido y pertenece a un pueblo con una mirada propia que intentan que perdamos, para que todos seamos como les interesa a los que mandan y para que, en definitiva, dejemos de ser seres humanos y seamos máquinas, y eso también repercute en los gustos artísticos". El flamenco ‘nace en el pueblo y en unos momentos en los que ese pueblo se está formando’, por lo que considera que quienes afirman que esta cultura es ’de unos gitanos que empiezan a cantar en Sevilla en el siglo XIX están anulando la historia de Andalucía’".

Mas, no queda aquí la defensa de la enseñanza del flamenco como es debido. El artista Manuel Lombo, seguidor del utrerano Miguel Vargas ‘Bambino’, también ha dejado explícito su criterio sobre cómo enseñar nuestro arte: “El flamenco está siempre entre nosotros. No creo que haya pasado nunca ninguna crisis. Es cierto que podría estar más presente en la educación de los niños porque es nuestra música y es nuestro folclore y nuestra identidad. Pero bueno, hay muchos complejos hoy en día con las cosas que significan nuestra tierra.”

¿Cuándo vamos a darnos cuenta de cuál es el inmenso patrimonio que poseemos? Nos lo ha dicho la UNESCO y el mudo entero, y aquí seguimos minusvalorándolo y potenciando otras culturas musicales. Master, sí y más conciencia ¡Somos torpes! ¡Enseñanza reglada!

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

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