miércoles, 21 de diciembre de 2022

Premios COPE "Jaén en Positivo" 2022.

 CULTURA: 5Oº ANIVERSARIO DE LA PEÑA FLAMENCA DE JAÉN

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La Peña Flamenca de Jaén ha sido reconocida, entre otras entidades públicas y privadas, dentro de los Premios "Jaén en Positivo" de la Cadena COPE Jaén, en su modalidad de Cultura.

La Peña Flamenca de Jaén celebra su cincuentenario (1972-2022) con espectáculos y conciertos flamencos en su sede, situada en pleno corazón del casco histórico jiennense, en la famosa Calle Maestra.

“Corrían los últimos años de la musical y creativa década de los sesenta cuando el colectivo primigenio de la Peña Flamenca de Jaén establecía sus contactos en los aledaños del conocido "Callejón", hoy calle del Arco del Consuelo, concretamente en Casa Adriano, antes Restaurante Monterrey, "Casa Andrés", "La Manchega", "Casa Gorrión", etc.

Allí se reunían Ángel García Cruz, José Solís Rostaing, Adriano Serrano Ramírez, José Agrela, Paco Valenzuela, Vicente Morales Güeto, los hermanos Olivares y sus esposas (Fausto, Paco y Pepe, principalmente), Ramón Porras González, Rosario López, Ángel Fernández Cos, Manuel Moral, etc., a los que luego se sumarían José Cruz García, Antonio Altés Sánchez-Rando, Fernando Pérez Mesa "Canalejas hijo", Luis Torres Arcediano, Manuel de Horna López, Juan Cárdenas "El Pepón", Juan Antonio Ibáñez, Gerardo Fuentes, Rafael Villanueva, José Delgado o Eladio Rico”.

Más información COPE Jaén

miércoles, 9 de noviembre de 2022

 

Las guardianas del cante flamenco

Las peñas, distribuidas por casi todo el territorio jiennense, son un instrumento fundamental para la dinamización cultural con continuas actividades en las que participan miles de aficionados.






 
 

Jaén no es una provincia menor en el mundo del flamenco. Así lo demuestran la historia y la situación actual. Los colectivos que se encargan de salvaguardar las esencias jondas son las peñas, repartidas por las comarcas jiennenses. Son colectivos fundamentales para la dinamización cultural de los municipios, con una actividad que moviliza a miles de personas a lo largo del año. Noviembre es un mes especialmente significativo, ya que el día 16 se conmemora la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por parte de la UNESCO. Se cumplen doce años de esa efeméride y proliferarán las conmemoraciones de ese hito, aunque para los amantes de esta manifestación, se encuentra presente en sus vidas todos los días del año.

Uno de los puntales del panorama flamenco contemporáneo es Francisco Viedma, presidente, desde hace mucho tiempo, de la Federación Provincial de Peñas y, desde 2017, de la Confederación Andaluza. En el pasado también ejercico como máximo responsable de la entidad del municipio de Jódar. Según sus datos, actualmente existe en la provincia de Jaén en torno a cuarenta peñas federadas y activas, pues hay otras, cerca de una decena en “stand by” o con poca actividad. Es curioso porque su distribución es muy variable, de manera que hay algunas que son señeras que se encuentran en municipios pequeños como Jimena, Pegalajar, Lopera o Arjonilla, mientras que hay poblaciones importantes en la que no existen estas asociaciones culturales. ¿A qué se debe eso? Según Viedma a que exista un nivel de afición suficiente para que cristalice en estos colectivos, es decir, donde no hay arraigo ni afición no se cuenta con una entidad de este tipo. El número total ronda, dice, los 3.000 socios, con una distribución muy variable, obviamente con más miembros en los municipios principales. El responsable resalta el dinamismo que tienen algunas peñas, como, por ejemplo, El Trillo, de Mancha Real, “que sube como la espuma”. La jimenata, por ejemplo, tiene más actividad que la de algún municipio con más de 20.000 habitantes de la provincia. Entre las organizaciones más recientes pueden mencionarse la Asociación Flamenca Sierra de Segura, que opera en varios pueblos de esa comarca, y Plomo y Plata, de Linares. Esta ciudad es un caso singular, ya que cuenta con cinco peñas federadas. Eso ilustra el poso histórico de lo jondo, en una ciudad con una tradición minera que fue catalizadora de este arte. Hace falta tener en cuenta que en la provincia, aparte de las peñas federadas otras funcionan “por libre”, sin vínculos con la citada federación.

El peso flamenco de Jaén queda patente en el hecho de que algunas provincias, como Almería, solo tiene diecisiete peñas, mientras que la jienennse está, por detrás de la de Sevilla, en un segundo nivel, equiparable en número de colectivos a Málaga o Cádiz, territorios, eso sí, muchos más poblados. Casi todas las peñas jiennenses tienen sede, bien sea propia, bien cedida por los ayuntamientos o bien en un régimen de alquiler.

Francisco Viedma pone el foco sobre el importante papel de las administraciones públicas para la continuidad y el crecimiento de las peñas. En este sentido, el presidente considera que los políticos en general deberían contar con una mayor implicación. “Tienden a capitalizarlo todo, pero las administraciones no pueden escurrir el bulto”, opina. Resalta, por un lado, el apoyo de muchos ayuntamientos, destacado en casos concretos como Andújar, Baeza o Mancha Real, “que tienen una especial sensibilidad”.

En cuanto a la Diputación, Viedma considera que su apoyo es insuficiente. Por ejemplo, considera que hay “trabas” en las convocatorias de subvenciones. Resalta que hace cuarenta años, la Administración provincial fue uno de los motores para la Confederación, con Ramón Porras, de Jaén, como presidente. “Últimamente se ha desentendido bastante. El circuito sale a menos de 200 euros por peña. En cambio, en Málaga, la situación de respeto y potenciación de la federación es muy diferente. En Jaén, los últimos años está muy de espaldas, no hay reuniones con la directiva y el circuito es testimonial”, critica.

En cuanto a la Junta, el presidente tampoco está satisfecho al 100%, aunque valora la herramienta que supone el Instituto Andaluz del Flamenco y la existencia de un convenio “más de tres veces superior al de Diputación” que permite un recital o uno y medio por peña. No obstante, la cabeza visible de la federación y la confederación asegura que la Cátedra de Flamencología Juanito Valderrama de la UJA, que se presentó en sociedad, hace años, en Torredelcampo tiene una existencia testimonial, pues prácticamente ya no volvió a hacer nada digno de mención. “En Córdoba, Málaga y Sevilla sí hay cátedras activas y en Granada está empezando a moverse”, apunta Francisco Viedma.

Una de las asignaturas pendientes de las peñas es su rejuvenecimiento. En muchos casos la media de edad ronda los sesenta años. Entre las iniciativas en ese sentido, aparte de los certámenes para jóvenes, se encuentran las escuelas en las que suele enseñarse cante y toque. Entre los valores actuales que toman el relevo de personalidades fundamentales como Juanito Valderrama o Rafael Romero, “El Gallina”, se encuentran veteranos como la incombustible Carmen Linares o valores más jóvenes y formados. Un ejemplo es Gema Jiménez, de Jódar, que a su nivel artístico suma una formación en Flamencología y Cante que la convierte en un docente de enorme valía.

Francisco Viedma califica las peñas como “centros culturales que velan por la pervivencia de este arte universal”, por ello remarca su función para la conservación y el desarrollo del flamenco con una estructura que funciona todo el año y da trabajo a los artistas fuera de los festivales.

reivindicaciones. El presidente cree que quedan asignaturas pendientes. Reclama que se tipifique la figura jurídica de peña flamenca, legalmente constituidas, constituidas como organizaciones asociativas sin ánimo de lucro al amparo de la Ley 4/2006, de 23 de junio, de Asociaciones de Andalucía. “Hay que superar los complejos y tópicos que puedan pesar sobre las mismas: no son solo reuniones de cabales; la mayoría son centros culturales que velan por la pervivencia de este arte universal, de origen andaluz, que es el flamenco. La Administración en general, y de una manera especial la andaluza, tiene una deuda con las peñas”, reivindica. El dirigente ve necesario que se reconozca la labor y que se contribuya para su funcionamiento como asociaciones culturales.

Además, insta a la Junta a que declare las entidades Bien de Interés Cultural por sus trabajo de todo el año para garantizar la presencia del flamenco, formación, conservación de documentación y punto de encuentro para disfrutar de un arte “exento de intereses comerciales”. Concluye: “Ahora que todo tiende hacia la globalización, quizá sea más necesario que nunca, mantener estos núcleos para no perder las referencias originarias. La Administración tiene la responsabilidad de contribuir y ayudar a estas entidades para que puedan seguir funcionando y no desaparezcan. No debemos olvidar que nuestro Estatuto recoge la responsabilidad de nuestra comunidad con este arte”.

Premio Princesa de Asturias para una carrera de leyenda.

La cantaora linarenses Carmen Linares recibió, hace dos viernes, un merecido Premio Princesa de Asturias de las Artes, junto con la coreógrafa sevillana María Pagés. Ambas dejaron boquiabierto al público, incluido al que presenciaba la ceremonia por televisión, con su brillante actuación en directo.

Esta es la “guinda” para la prolongada y fructífera carrera de la artista que lleva en su nombre el de la ciudad en la que nació en 1951. Carmen Pacheco Rodríguez es una leyenda viviente del cante jondo. Comenzó a cantar en compañías como la de Paco Romero o Carmen Mora, y en tablaos madrileños populares, como Torres Bermejas y Café de Chinitas. Tiene un currículo espectacular, jalonado de actuaciones en algunos de los más destacados espacios escénicos del mundo, discos y galardones. Entre las distinciones más recientes, la Medalla de Oro de Madrid, el Master of Mediterranean Music Award del Berklee College of Music y el Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer.

Valoraciones de responsables de peñas flamencas

GABRIEL SOLER CARMONA. Bailén. “Estamos motivando a la gente joven”. MIGUEL CANO VILLAR. Andújar. “Hacemos actividades casi cada semana”. PEDRO SOTO CALZADO. Villanueva de la Reina. “Nosotros no cerramos la puerta a nadie”. ÁNGEL JIMÉNEZ TIRADO. Mancha Real. “La sede se nos ha quedado pequeña”. MANUEL LÓPEZ CABRERA. Martos. “Integrar a la juventud es complicado”. PAQUI GARCÍA HERRERA. Linares. “Nos llevamos bien con las otras peñas”. ALFONSO IBÁÑEZ SÁNCHEZ. Jaén. “Nos encontramos en una etapa dulce”. ANTONIO MORALES LIRANZO. Alcalá la Real. “Nuestra historia se remonta al año 1968”.

Más información: Acceso a Diario JAÉN

martes, 25 de octubre de 2022

Guitarreros gaditanos del siglo XVIII.

 Un artículo del último número de 'Candil' (167) reivindica el papel de Cádiz en la configuración de la guitarra moderna.

'Los tres músicos' de Diego Velázquez. GEMÄLDEGALERIE, BERLÍN

El último número de la revista Candil, decana de los estudios flamencos en nuestro país, incluye un trabajo muy interesante firmado por José Alejandro Ortiz Correo y Jesús Pedro Ruiz López titulado La escuela gaditana de guitarreros del siglo XVIII. La tesis del trabajo es que, con mucha probabilidad, la guitarra de seis órdenes pudo nacer en el Cádiz de la segunda mitad del siglo XVIII. La razón de ello es la pujanza económica que se dio en esta ciudad en esas fechas, a raíz de la exclusividad que recibió por real decreto en 1717 de las relaciones comerciales con América y demás territorios de ultramar. Y eso pese a que las primeras noticias del nuevo invento, la guitarra de seis órdenes, aparecen en un periódico de Madrid, en concreto en el Diario Noticioso de Madrid, en los años 1760 (3 de junio) y 1772 (11 de septiembre), la segunda referida al famoso constructor sevillano Sanguino.




Juan Antonio Vargas y Guzmán, en su Explicación de la guitarra, fechado en Cádiz en 1773 nos ofrece la primera referencia a esa guitarra de seis órdenes incluida en un tratado. Todavía siguen siendo órdenes dobles. Y eso que el luthier napolitano Antonio Vinaccia había construido una guitarra de seis órdenes simples en 1764, según informaciones de Francisco Herrera.

La mencionada bonanza económica hizo que muchos constructores de guitarra se establecieran en Cádiz en las fechas mencionadas y subrayan los autores de este artículo la "constante intención de innovar" de estos guitarreros.

La adición de un sexto orden fue fundamental en el desarrollo de la guitarra y se sitúa en la línea evolutiva que ya al final del Renacimiento había producido la adición de un quinto orden, lo que dio lugar al nacimiento de una nutrida literatura concertista para guitarra que hizo desaparecer a la vihuela. Con la adición de ese quinto orden la guitarra se convierte en un instrumento solista, ya que hasta ese momento es principalmente un instrumento de acompañamiento al canto y al baile con la técnica del rasgueado. La combinación de las técnicas de rasgueado y punteado va a ser la norma en los métodos que se publican en España y en París, Roma o Bruselas en el barroco, y va a caracterizar, a raíz del tratado de Juan Carlos Amat Guitarra española y vandola (1596), a la guitarra española o a la española. La adición del sexto orden, que, como digo, los autores de este artículo consideran como probable que se llevó a cabo en el Cádiz deciochesco, acerca al instrumento a su fisonomía actual y le permite, con este nuevo bordón, ampliar su extensión.

Eso va a propiciar que, aunque perviven hasta hoy disciplinas musicales que combinan las técnicas del rasgueado y el punteado, desde el flamenco hasta el rock, pasando por el jazz, etc., poco a poco se va a ir definiendo una literatura solista para guitarra puramente punteada. De ahí que hoy llamemos a esta última guitarra clásica que sería heredera, no sólo de la guitarra barroca, también de la vihuela.

El tratado de Juan Antonio de Vargas y Guzmán que mencionamos más arriba, ya se sitúa, según Norberto Torres, en esta línea de independencia de las dos técnicas y, aunque en este manuscrito de 1774 aún dedique una primera parte al rasgueado, esta se va a suprimir en otro manuscrito que se conserva de este método, fechado en Veracruz dos años más tarde, ciudad a la que viajó al parecer el gaditano.

Según Norberto Torres, en otros métodos del final de la centuria todavía se va a seguir haciendo mención a la técnica del rasgueado, como los que firman Fernando Ferandiere (Arte de tocar la guitarra española por música) o Federico Moretti (Principios para tocar la guitarra de seis órdenes ambos de 1799).

Pero ya ni Antonio Abreu y Prieto (Escuela para tocar con perfección la guitarra de cinco y seis órdenes, 1799) ni Juan Manuel García (Arte, reglas y escalas armónicas para aprehender a templar y puntear la guitarra española de seis órdenes, según el estilo moderno, 1799) incluyen el rasgueado en sus métodos.

El estilo moderno del que habla este último consiste en puntear sin rasguear. Había nacido la guitarra clásica.

En estos métodos, además, se abandona la escritura en cifra, asimilando nuestro instrumento a otros instrumentos concertistas del momento.

La revista incluye otros trabajos dedicados a Serranito, Enrique Morente, Antonio Mairena, Gabriel Moreno, etc. y firmados por Pedro Lopeh, Luis Soler Guevara, Ángeles Cruzado o Norberto Torres. Candil es una publicación de la Peña Flamenca de Jaén, dirigida por Alfonso Ibáñez, cuyo primer número se editó en 1978.

Más información Diario de Sevilla (23 de octubre de 2022)

viernes, 14 de octubre de 2022

El Festival de Flamenco 'Pepe Polluelas' cumple sus bodas de oro en San Lucas.

Contará con los cantaores Cancanilla y Rancapino Chico como cabezas de cartel y el talento jienense del bailaor Javier Valero y su cuadr.

El alcalde de Jaén, Julio Millán, junto con el concejal de Cultura y Turismo, José Manuel Higueras y el presidente de la Peña Flamenca de Jaén, Alfonso Ibáñez, presentaron la 50 edición del Festival Flamenco 'Pepe Polluelas', que se desarrollará mañana sábado, 15 de octubre, en el teatro Darymelia, como es tradicional en la Feria de San Lucas.

Este año 'El Polluelas' reunirá sobre el tablao a importantes figuras como el ya consolidado Cancanilla y Rancapino Chico, joven promesa del flamenco, acompañados al toque por Antonio Carrión y Paco León, así como el talento del bailaor Javier Valero acompañado de un importante cuadro de artistas de la provincia compuesto por Belén Vega y Antonio Mena al cante; Mario Moraga al toque; Ana Ojeda y Raúl Gutiérrez a las palmas y Carlos 'El Tomate' a la percusión, todos ellos jóvenes artistas que dan voz al nuevo 'flamenco por derecho' de Jaén.

El alcalde destacó la colaboración y disposición de la Peña Flamenca para llevar a cabo esta edición número 50 que «pone de manifiesto la importancia de esta institución en el conjunto de las peñas de Andalucía». En cuanto a la celebración del Festival "Pepe Polluelas", Millán subrayó la gran importancia de que ambas instituciones colaboren en una cita «obligada y tan consolidada» dentro de la programación de la Feria.



Artistas.

Por su parte, el presidente de la Peña Flamenca de Jaén, Alfonso Ibáñez, agradeció la colaboración del Ayuntamiento durante 50 años ininterrumpidos y valoró el hecho de que el Ayuntamiento «esté dispuesto a apostar por el arte y el flamenco en la ciudad, convirtiendo a Jaén en referente de cómo cuidar el flamenco». Ibáñez también recordó que durante estas décadas «han pasado por este festival artistas de gran nivel», y recordó que en esta edición «se subirán al escenario 14 artistas, con un cartel que cuenta con artistas con amplia experiencia y con otros de gran juventud». 

De Cancanilla de Málaga destacó que es una figura muy reconocida del mundo del flamenco que lleva 40 años sobre las tablas, empezó como bailaor y después se ha dedicado al cante con su típica 'pataílla'. «Estoy seguro que la dará en el escenario este sábado», remarcó. Con Rancapino Chico subrayó que, en su opinión, «traen las dos patas de la experiencia y la juventud pues se trata de una promesa del flamenco joven y, aunque su padre es más conocido, él ya desde los 7 años empezó a cantar con grandes del flamenco». Con ellos vienen dos personas al compás como son José de Mode y Luis Monje. 

Para Ibáñez, esta edición tan remarcada por su cincuenta aniversario, traerá otra parte importante de artistas de Jaén que contarán con la presentación de Manuel Martín, «un crítico flamenco muy reconocido de una trayectoria con muchos premios». A la presentación oficial del cartel asistió también el bailaor Javier Valero, quien destacó que para él «es un honor grandísimo estar presente a su joven edad ya que no se lo esperaba», por lo que actuará «con todas las ganas» y agradeció la apuesta de la peña.

Las entradas se pueden adquirir en www.megaentradas.com/evento/festival-flamenco-pepe-polluelas-2022 a un precio de 15 euros.



jueves, 13 de octubre de 2022

50 Festival Flamenco "Pepe Polluelas".

El cartel del 50 Festival Flamenco Pepe Polluelas que se celebrará el sábado 15 de octubre, a las 21:30 horas, en el Teatro Darymelia de #Jaén, con el siguiente Programa:

Cantan:

-          RANCAPINO CHICO

-          CANCANILLA DE MÁLAGA

 

Tocan:

-          ANTONIO CARRIÓN

-          PACO LEÓN

 

Bailan:

            - JAVIER VALERO y su grupo, con BELÉN VEGA y ANTONIO MENA al cante, MARIO MORAGA al toque, ANA OJEDA acompañando al baile y RAÚL GUTIÉRREZ a las palmas, y CARLOS "EL TOMATE" a la percusión.

 

Presenta:

-          MANUEL MARTÍN MARTÍN

 

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Entradas on line:

viernes, 9 de septiembre de 2022

Cincuentenario de la Peña Flamenca de Jaén. Entrevista a Paco Cepero.

 Paco Cepero: “Si me quitas la guitarra me convierto en cero, en nada”

Este jueves estará en el homenaje que le tributa la peña Flamenca de Jaén



























07 SEP 2022 / 10:53 H.
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La guitarra española no se entiende sin figuras como Paco Cepero. Con 80 años de vida, y casi lo mismo de carrera, sigue en activo. Este instrumento es su vida, y lo seguirá siendo hasta que la salud se lo permita. Este jueves participa en el homenaje a su carrera que se celebra en el marco de las XXXVII Semana de Estudios Flamencos que organiza la Peña Flamenca de Jaén, una tierra que reconoce que ama y un reconocimiento que le llena de orgullo. Como él mismo afirma, es el resultado de lo que ha sembrado durante su vida, y que ahora recoge allá por donde pasa.

LA ENTREVISTA

—Después de tantos años sigue en activo, subiéndose en un escenario cada semana.

—Sigo activo, primero porque me da vida. Mañana mismo voy al estudio porque estoy grabando un nuevo disco, el otro día estuve en el Canto de las Minas, el otro en Almería... Mientras Dios me dé fuerza en mis manos, y siga componiendo una cantidad de canciones como ahora, tocaré. Porque en realidad me preocupo. Voy una vez por semana a rehabilitación para estar con las manos a punto y cojo la guitarra todos los días.

—Siempre con ella bajo el brazo. ¿Qué significa para usted?

—La guitarra para mí es mi vida. No hay vuelta de hoja. Desde que tengo uso de razón tengo una en la mano. Si a Paco Cepero le quitas la guitarra se convierte en cero, en nada.

—¿No se agota la inspiración?

—Yo tengo más defectos que virtudes, pero Dios me ha dado el don de la creatividad. Y es un don, porque usted puede aprender compás, solfeo o armonía, pero nadie te puede enseñar a crear. Yo bastante facilidad para seguir sacando agua del pozo de mi creatividad, y mientras no se me acabe voy a seguir sacándola.

—¿No piensa entonces en retirarse nunca? ¿Descansar?

—Lo que no voy a hacer es ir a un escenario y que la gente diga “mira, que pena este hombre”. En el momento que vea que no tengo facilidad para poder interpretar y darle al público lo que espera de mí, diré elegantemente adiós, porque creo que no voy a ser eterno.

—Está grabando un nuevo disco. Cuente más sobre él.

—Pues mire, yo siempre digo que soy un cantaor frustrado. No de flamenco, porque le tengo muchísimo respeto, y aunque conozca todos los cantes porque se necesita para ser buen acompañante. Y acompañar es una de las facetas de mi vida donde me siento más cómodo e ilusionado. Pero a la hora de componer siempre me exijo cosas nuevas. Y mucha gente en este disco me ha dicho “oye, y usted por qué no canta”. En este disco me lo tomo como una asignatura pendiente, así que llevo cinco canciones de guitarra y cinco cantando. Quiero llamar al disco “Cepero Íntimo”, porque “Paco Cepero” es como guitarrista, y esto es para expresar mis sentimientos.

Más información: https://www.diariojaen.es/cultura/paco-cepero-si-me-quitas-la-guitarra-me-convierto-en-cero-en-nada-KC8602963


XXXVII Semana de Estudios Flamencos. Mesa redonda de presidentes de la Peña.

 

Medio siglo aquilatado de la Peña Flamenca de Jaén

Tertulia para el recuerdo de una historia que comenzó en el Casino Primitivo de la capital.


08 SEP 2022 / 18:32 H.
 

Un Gil de Biedma, ya peleado con todos y consigo mismo, reflexionaba sobre el paso del tiempo diciendo aquello de “ahora que de casi todo hace veinte años”, y en la Peña Flamenca de Jaén la dimensión de esa frase incluso se queda corta.

Cincuenta años dan para mucho, pero en el caso de este colectivo, ya convertido en mito cultural jiennense, recordarlos no supone ningún yugo como sí le pasaba al poeta. El corazón de la sede de la Peña, con su terraza repleta en agradable noche a un extremo de la calle Maestra, bullía de expectación. 

Un salón rutilante de tradición y quejío, de anécdota y acorde —también de piel y lágrima—, y cinco nombres ilustres que han contribuido a escribir un relato sólido de cinco décadas, las que cumple este año la Peña. Los expresidentes Ramón Porras, Tomás Ortiz y Marcos Gutiérrez; el presidente de honor y socio fundador, Gerardo Fuentes, y el actual presidente del colectivo, Alfonso Ibáñez, participaron en una tertulia que moderó el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, en el marco de la XXXVII Semana de Estudios Flamencos que desde este lunes y hasta mañana acoge la sede, cita que también sirve para conmemorar esos cincuenta años de historia de la Peña.



ABRIL DE 1972. La primera sede de la Peña Flamenca de Jaén fue el Casino Primitivo. Se inauguró a finales de abril de 1972, el mismo año en el que se aprobaron los estatutos del colectivo. Antes de ello, se barajó ocupar uno de los torreones de las antiguas murallas de la ciudad, pero el Ayuntamiento no accedió a la petición de los socios.

Más información: Acceso a Diario JAÉN

Acceso a Fundación UNICAJA

miércoles, 10 de agosto de 2022

Memoria flamenca. Otoño con nombre de mujer.

 El festival de Jaén cierra los eventos de la canícula y anuncia el arranque del próximo curso.

La cantaora lebrijana Anabel Valencia convenció a los más escépticos.
La cantaora lebrijana Anabel Valencia convenció a los más escépticos.
REMEDIOS MALVÁREZ

Actualizado  

Festival Pepe Polluelas

José Ruiz Pérez (Jaén, 1924-1990), conocido por Pepe Polluelas, no fue profesional en sentido lato, pero había cantado en las ventas desde temprana edad. A los 15 años fue secundado por Niño Ricardo y, con el aprendizaje de los cantaores a los que les cogió la guerra civil en Jaén, sobre todo de Canalejas de Puerto Real, reinó en las fiestas privadas y en algunos festivales de la provincia para alcanzar, por su sabiduría y autoridad, el título de patriarca del cante de Jaén.

Lo escuché muchas veces en la intimidad, y si por soleá con guiños al Niño de Madrid era difícil encontrarle rival, dominaba con gusto la seguiriya y la taranta, además de tener un modo muy peculiar de abordar el fandango. Estaba soltero y vivía en un hotel gracias a la tutela de la Peña Flamenca de Jaén, que tras su fallecimiento en febrero de 1990, instituyó al año siguiente este festival que, en 2019, retomaría el cardinal que le corresponde, ya que los festivales en Jaén arrancaron el año 1972 en el Teatro Asuán.

Empero, esta edición, como sus anteriores, anuncian el cierre de los eventos de la canícula y el arranque del próximo curso, al par que subraya la presencia de la mujer en el flamenco con tres voces que, como sus predecesoras, sentencian su significación en el mundo del cante. Y así lo evidencia el sevillano diario La Andalucía, que en una gacetilla publicada en 1860 anuncia el día del santo de don Miguel Barrera, dueño del Salón de Oriente, de tal modo: "un baile por convite, al cual asistirán los principalePaCs cantadores, las más famosas guillabaoras flamencas y las boleras más notables en bailes del país", con lo que el término flamenca alude no al hombre y sí a las cantaoras gitanas.

Despejado estos dos asuntos que consideraba de interés informativo, la apertura correspondió a la sabadellense Victoria Romero, que escoltada con mimo por el local Juan Moreno, nos propuso un viaje en el tiempo que resultó evocador en las tonadas campesinas, gustosa por tientos, seductora en la cabal de Silverio y de plena solvencia en el fandango del Gloria, decayendo en las bulerías.

A Romero la conocí a principio de los noventa en Sardañola, y su lenguaje es ahora más sensible y enternecedor, por lo que he de decir que ha crecido una enormidad. Residente en Jaén desde 2000, poco a poco se va haciendo el hueco que se merece, dado que su relato expresivo es detallado y de una riqueza vocal y dramática digna de elogio.

Bajo la batuta del siempre esmerado y resuelto Chaparro Hijo, la galduriense Gema Jiménez, aunque nacida en Úbeda, ofreció un discurso musical impecable, frío, pero perfecto. La guitarra del cordobés es capaz de reavivar los espíritus a fin de que los cantaores suenen por encima de sus posibilidades, tal que el caso de Jiménez, que pese a su embarazo de cinco meses y sufrir la pérdida del patriarca hace un mes, es un ejemplo paradigmático de cómo se puede y debe abordar la tipología. En la taranta de Linares y la cartagenera de Chacón trasladó toda su complejidad con un equilibrio sutil entre la sugerencia y la evidencia; de la guajira ofreció una obra compleja de una riqueza casi inabarcable, y en las tonadas campesinas y los jaleos extremeños la vimos apagada, falta de aliento, en tanto que en los fandangos de Manolo Fregenal y Niño León consumó ser un ejemplo, en suma, del esmero y resolución con que se ha de abordar un repertorio.

Y al cierre, Lebrija, que no es un tópico geográfico. Prueba incuestionable es Anabel Valencia, que junto a Curro Vargas, el hijo de la irrepetible Concha Vargas, puso de manifiesto que el esplendor que aporta a la esencia de las malagueñas de Manuel Torre y El Mellizo y por cantiñas, es fascinante, manteniendo siempre el rigor y en plena consonancia con las tonalidades de la guitarra. Y cuando abrió su garganta para hacer de las seguiriyas de El Nitri, Paco la Luz y Juan Junquera un espectáculo visual y poético de los que dejan boquiabierto, convenció incluso a los más escépticos, quedando las bulerías de su tierra en la memoria de los asistentes como algo mágico e inspirado.

La noche había cumplido, pues, su objetivo: estar a la altura de la exigencia del amigo en el recuerdo Pepe Polluelas, aquel cabal gruñón que en este festival hubiese constatado que el flamenco femenino está más vivo y despierto que nunca, por más que el otoño sea ajeno al paso del tiempo. Largos paseos sobre mantos sonoros de hojas marchitas cobraron vida, pues, en los alféizares de las ventanas de Jaén, Jódar y Lebrija. Han sido tres voces de jóvenes mujeres en las que se dan la mano lo viejo y lo nuevo: lo uno, manifestado en la austeridad expresiva del cante, mientras que lo otro les viene dado por el desarrollo vital que imponen a todo lo que tocan.