miércoles, 16 de octubre de 2019

XLVII Festival Flamenco "Pepe Polluelas". El Mundo.

FLAMENCO
 XLVII Festival Pepe Polluelas Opinión de Manuel Martín Martín

Jaén, el lado vigente del cante




Rubito Hijo clausuró el festival encumbrando a Cepero y Toronjo por fandangos. M.M.M.

XLVII FESTIVAL "PEPE POLLUELAS".

Espectáculo: XLVII Festival de Flamenco "Pepe Polluelas" / Al cante: Antonia Contreras, Manuela Cordero, Rubito Hijo y Coronel Chico / Al toque: Antonio Carrión y Juan Ramón Caro / Lugar y fecha: Teatro Darymelia. 11 de octubre de 2019.
Calificación: ****
La capital del Santo Reino principió la garantía de la libertad expresiva desde la difusión del conocimiento de este tiempo hacia 1971, tanto con la creación de la Peña Flamenca de Jaén, sin duda de las más autorizadas del territorio nacional, cuanto con el primer festival flamenco en los jardines de Jabalcuz, a lo que hemos de sumar la publicación desde 1978 de la prestigiosa revista Candil, que en estos días sacará a la luz el número 161.
A mayor mérito ha de sumarse la acreditada Semana de Estudios Flamencos, inalterable desde 1986, y el impulso por aquellas calendas de cantaores como Pepe Cruz, Fernando Montoro, Rosario López, Manolo Canalejas o, entre otros, el también amigo en el recuerdo Pepe Polluelas (1924-1990), cantaor de referencia en la segunda mitad del siglo XX que, tras su muerte, vio eternizada su figura con la creación del festival que hoy lleva su nombre.
Mucho ha llovido desde aquel 1991 en que, atendiendo al clamor de la afición, nació el primer festival que lleva el nombre del jienense de la calle de San Clemente, encuentro que persiste en el amparo y perpetuación de las formas clásicas y que este año ha contado con dos guitarras maestras, las de Antonio Carrión y Juan Ramón Caro, en las que se conjugaron el dominio técnico y la exquisita sensibilidad necesaria para que el espectador se dejara llevar por el profundo concepto musical y la claridad estética tanto de Coronel Chico, Manuela Cordero y Rubito Hijo con el sevillano, como de Antonia Contreras con el barcelonés.
Así las cosas, y con la puntualidad británica que exigen los criterios racionales del siglo XXI, los contrastes entre tensión y distensión se convirtieron en el punto clave para entender el discurso expresivo de Coronel Chico, joven linarense con muy buenas maneras que, pese a que acababa de dar cristiana sepultura a su abuelo, Coronel de Linares, toda una leyenda en la taranta del terruño, nos dejó un rayo de esperanza en medio de las tinieblas de la bulería por soleá y la taranta linarense, a más de buscar el contraste en las seguiriyas de Manuel Torre y los fandangos a capela, aplicando sus esfuerzos en dotar a la interpretación de los estilos de expresividad corporal.
A buena altura flamenca colocó el linarense el nivel agravado por la tristeza pero ensalzado por el público, lo que supuso alentar las exigencias de Manuela Cordero, la cantaora roteña que basó su actuación en la probidad y su capacidad para conceder pasión inusitada a los cantes, tal que los tientos-tangos, soleá con madurez suprema en Triana, alegrías y bulerías para monumentalizar al Turronero, credenciales que nos presentó con trazos claros y sobrios, consciente del extenso camino que aguarda en los descensos atonales y de la necesidad de derrochar todas las energías hasta el cierre final, como hizo en el fandango, donde con convicción llevó al extremo el repertorio más apasionado.
Y para seguridad y dulzura, la malagueña Antonia Contreras, una artista que siempre muestra todos sus registros pero sin perder su cohesión, lo que unido a su fraseo fluido e impecable y sus texturas transparentes, ofreció en su conjunto un juego de encajes rigurosamente elaborado, como quedó de manifiesto en los tangos, malagueña con rondeña y seguiriyas trazadas con precisión arquitectónica, aportando, además, luminosidad en los contrastes de los fandangos, cantes en los que detectamos una gran gama de recursos en cuanto a intensidad y matiz se refiere, mostrándolos en todo su esplendor y llevando los tercios a su límite expresivo, para luego sumergirse en el magma sonoro de la tipología como si de una sirena marina que aparece y desaparece en la superficie del océano de las melodías.
Le correspondió a Rubito Hijo la clausura de la noche con el espléndido Carrión, ofreciendo, como en el morisco es habitual, las garantías para que el resultado fuera de la mejor factura, entremezclando la angustia del largo recorrido de los tercios con el majestuoso regocijo de su final por fandangos de Cepero y Toronjo, al par de no comprometer jamás la coherencia formal de cantes como la granaína y media granaína, los tangos, la petenera y las bulerías, a los que impuso las letras de Moreno Galván y el reto de articular la singularidad de cada variante, de ahí que igual se ganó las sentidas palmas a compás del respetable que consiguió prolongados silencios en los que parecía que el público no quería despertar del sueño ante la música del mejor caudal y vocalización.

lunes, 14 de octubre de 2019

XLVII Festival Flamenco "Pepe Polluelas". Diario JAÉN.

El flamenco reina en la capital del Santo Reino

La nueva edición se acerca al público joven en una noche para el recuerdo.

12 OCT 2019 / 16:39 H.

  
Flamenco por los cuatro costados. Eso es lo que el público tuvo la oportunidad de vivir y disfrutar con el espectáculo que albergó la XLVII edición del Festival de Flamenco “Pepe Polluelas”. A partir de las 21.00 horas la gente se congregaba y comenzaba a pasar dentro del Teatro Darymelia para acoger un espectáculo en el que el cante jondo era el absoluto protagonista de la noche en la capital. De hecho, esta edición supone un cambio puesto que propone la búsqueda del público juvenil y acercarlo al flamenco desde un lado renovador y, a la vez, cercano a lo puro. “Son grandes figuras que permiten que para este año y esta noche haya un cartel muy digno. La intención es mantener la diversidad y el contraste”, explica el presidente de la Peña Flamenca, Alfonso Ibáñez. No fue para menos, tal y como él dice el festival de flamenco trajo nuevos artistas y figuras que embelesaron a los asistentes.
Una edición que se celebra con unas expectativas positivas tras el largo recorrido de una actividad que está encarnada dentro de la feria de San Lucas y que pone a relieve el amor del público jiennense por el cante jondo y todo lo referente a este arte profundo. “Un festival por el que han pasado muchos nombres y seguirán y que cuenta con artistas de primer nivel y que tienen muchas ganas de tocar”, reconoce Ibáñez. Entre los diferentes artistas que formaron parte de la velada destacaron algunos nombres como el de Rubito de Pará (hijo), Lámpara Minera de 2003 y que ha participado en la Peña Flamenca de Jaén en otras ocasiones. Junto a él, está la novedad de la cantaora Antonia Contreras, que está cosechando en estos momentos mucho éxito y su carrera no deja de crecer por momentos, Juan Ruiz “Coronel Chico” que, a pesar de su juventud cuenta ya con una trayectoria envidiable y que hizo que los asistentes disfrutasen de su arte y de su manera de desenvolverse sobre el escenario. Por último, la cantaora Manuela Cordero que también demostró su buen hacer en directo y consiguió que los allí presentes se emocionaran a través de su sentida interpretación y la fuerza de su potente voz.
Por tanto, una nueva edición que busca acercar a nuevos públicos y que consiguió volver a ser un éxito entre los jiennenses de la capital que no dudaron un segundo en acercarse al Teatro Darymelia para vivir de primera mano un espectáculo de estas características y que tantos años cumple en este momento. Junto a los cantaores, les acompañaron al toque Antonio Carrión y Juan Ramón Caro que también se ganaron el aplauso del respetable y fueron los compañeros de música perfectos para los artistas que subían al escenario del Darymelia. Sin más una noche que queda en la mente de los jiennenses que viajaron a lo más profundo del flamenco con figuras nuevas pero que tienen mucho por decir y cantar.