Un
año más la afición jiennense volvió a responder al reclamo del
Ayuntamiento de Jaén a través de su Patronato de Cultura, y al de
la Peña Flamenca de Jaén, en la celebración del Festival
Flamenco de Jaén ‘Pepe Polluelas’. Y también, una vez más,
el elenco artístico seleccionado para el mismo contribuyó al
disfrute de los aficionados presentes en el Teatro Darymelia, el
pasado viernes 19 del presente octubre.
El
espectáculo lo abrió la jovencísima ‘Lela Soto’, digna
heredera de la casta cantaora de ‘Los Sordera’, hija de Vicente y
nieta de Manuel, con unas soleares por bulerías de la casa jerezana,
estableciendo ritmo, quejío y compás flamencos. Sus tientos-tangos
los abordó por el localismo jerezano con reminiscencias de los aires
gaditanos en los primeros, para derivar a los tangos con línea
actual, mas sin salirse de la base estilística y con ciertas
resonancias de ‘Juana la del Revuelo’. Y, como siempre,
las siguiriyas establecieron su auténtica categoría cantaora
iniciándolas por la creatividad de su tatarabuelo Francisco Valencia
Soto ‘Paco la Luz’, evocando posteriormente a ‘Tío
José de Paula’, con matices de ‘La Piriñaca’, y
rematar con entrega y conocimiento por ‘Juanichi el Manijero’.
Las bulerías le sonaron a Jerez y a su clan cantaor, introduciendo
la copla ‘La bien pagá’ por el estilo. Finalizó con fandangos
con buen recuerdo de ‘Manuel Torre’.
‘Niño
Jorge’ ofertó su poderío tonal y conocimiento por granaína
con influencias de Vallejo, adobada de melódico melisma,
continuando con la media granaína en tesitura tonal alta y adecuada
estructura flamenca. Eligió el camino de Alcalá de Guadaíra para
comenzar su recorrido solearero, derivando a Triana, afianzarse
después en los ecos de Rafael Romero por José Illanda
y finalizar con fuerza y entrega por el jerezano ‘Juaniquí de
Lebrija’. En las alegrías rindió homenaje con ritmo y compás
a su admirado ‘Chano Lobato’, también estableció
recuerdos de Manolo Vargas, volviendo a remarcar la
personalidad de Juan Ramírez Sarabia. Continuó con fandangos
y una prestante evocación de ‘Manuel Torre’, finalizando con
bulerías gaditanas plenas de ritmo y fiesta y más evocaciones de
‘Chano Lobato’.
La
madrileña Filomena Auñón ‘Filo de los Patios’
–triunfadora en la Peña de Jaén- inició su participación con
una malagueña inicial con determinada melodía, rematándola con
entrega por el fandango-verdial de ‘Frasquito Yerbabuena’.
Continuó con el ritmo binario de los tangos en tesitura sosegada y
plana, para abordar las bulerías con acercamiento a los ecos de
Manuel Vallejo. Largo fue su recorrido siguiriyero, a veces con
cadencias lineales, comenzando por ‘Paco La Luz’, continuando por
‘Tomás El Nitri’, intento posterior para evocar a Tomás
Pavón por la creativa de ‘Tío Manuel Cagancho’, y un
largo final a través de la base musical por el estilo de ‘El
Loco Mateo’, con seguimiento de la escuela de ‘Sernita de
Jerez’. Finalizó por fandangos por bulerías por soleá con
copla de Manuel Vallejo, recordando después por fandangos a
‘Pichichi de Triana’, más aires de Vallejo, y también de
‘El Gloria’ y José Cepero.
Amplia
fue la puesta en escena de Sebastián Heredia ‘Cancanilla de
Marbella’ iniciada con soleares por bulerías en adecuado
compás. Recordó a ‘Manolo Caracol’ en los tientos y a
‘La Niña de los Peines’ en los tangos. Nos ofertó después
un cante por caña con estructura clásica, mas sin el macho ni la
aportación de Rafael Romero, la cual remató por soleá. Sus
siguiriyas evocaron los ecos de ‘Manuel Torre’, la creatividad de
‘Antonio Mairena’, los aires trianeros de ‘Paquirri’,
y un final por ‘Tomás El Nitri’. En las soleares estructuró una
entremezcla entre ‘La Andonda’ y José Illanda,
acercamiento a ‘El Pinto’ por Alcalá, aires apolaos de
Triana, evocación de ‘Juaniqui’, más ‘Andonda’-Illanda, y
un final por ‘Frijones de Jerez’. Continuó con fandangos y
remató por bulerías con homenajes a ‘El Turronero’, ‘La
Revuelo’ y una taranta-taranto de Manuel Torre, todo esto
último adobado de prestantes pasos de baile.
Singulares
y prestantes los acompañamientos de Antonio Carrión y
Antonio de Patrocinio hijo, plenos de ritmo y compás,
solventes en los tonos soleareros y siguiriyeros, brillantes las
ejecuciones en sus trastes y virtuosas las variaciones personales.
Rafael
Valera Espinosa
(crítico
flamenco)