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martes, 23 de octubre de 2018

Crónica flamenca. ‘NIÑO JORGE’ Y ‘CANCANILLA’ POTENCIAN EL ‘PEPE POLLUELAS’.

Un año más la afición jiennense volvió a responder al reclamo del Ayuntamiento de Jaén a través de su Patronato de Cultura, y al de la Peña Flamenca de Jaén, en la celebración del Festival Flamenco de Jaén ‘Pepe Polluelas’. Y también, una vez más, el elenco artístico seleccionado para el mismo contribuyó al disfrute de los aficionados presentes en el Teatro Darymelia, el pasado viernes 19 del presente octubre.

El espectáculo lo abrió la jovencísima ‘Lela Soto’, digna heredera de la casta cantaora de ‘Los Sordera’, hija de Vicente y nieta de Manuel, con unas soleares por bulerías de la casa jerezana, estableciendo ritmo, quejío y compás flamencos. Sus tientos-tangos los abordó por el localismo jerezano con reminiscencias de los aires gaditanos en los primeros, para derivar a los tangos con línea actual, mas sin salirse de la base estilística y con ciertas resonancias de ‘Juana la del Revuelo’. Y, como siempre, las siguiriyas establecieron su auténtica categoría cantaora iniciándolas por la creatividad de su tatarabuelo Francisco Valencia Soto ‘Paco la Luz’, evocando posteriormente a ‘Tío José de Paula’, con matices de ‘La Piriñaca’, y rematar con entrega y conocimiento por ‘Juanichi el Manijero’. Las bulerías le sonaron a Jerez y a su clan cantaor, introduciendo la copla ‘La bien pagá’ por el estilo. Finalizó con fandangos con buen recuerdo de ‘Manuel Torre’.

Niño Jorge’ ofertó su poderío tonal y conocimiento por granaína con influencias de Vallejo, adobada de melódico melisma, continuando con la media granaína en tesitura tonal alta y adecuada estructura flamenca. Eligió el camino de Alcalá de Guadaíra para comenzar su recorrido solearero, derivando a Triana, afianzarse después en los ecos de Rafael Romero por José Illanda y finalizar con fuerza y entrega por el jerezano ‘Juaniquí de Lebrija’. En las alegrías rindió homenaje con ritmo y compás a su admirado ‘Chano Lobato’, también estableció recuerdos de Manolo Vargas, volviendo a remarcar la personalidad de Juan Ramírez Sarabia. Continuó con fandangos y una prestante evocación de ‘Manuel Torre’, finalizando con bulerías gaditanas plenas de ritmo y fiesta y más evocaciones de ‘Chano Lobato’.

La madrileña Filomena Auñón ‘Filo de los Patios’ –triunfadora en la Peña de Jaén- inició su participación con una malagueña inicial con determinada melodía, rematándola con entrega por el fandango-verdial de ‘Frasquito Yerbabuena’. Continuó con el ritmo binario de los tangos en tesitura sosegada y plana, para abordar las bulerías con acercamiento a los ecos de Manuel Vallejo. Largo fue su recorrido siguiriyero, a veces con cadencias lineales, comenzando por ‘Paco La Luz’, continuando por ‘Tomás El Nitri’, intento posterior para evocar a Tomás Pavón por la creativa de ‘Tío Manuel Cagancho’, y un largo final a través de la base musical por el estilo de ‘El Loco Mateo’, con seguimiento de la escuela de ‘Sernita de Jerez’. Finalizó por fandangos por bulerías por soleá con copla de Manuel Vallejo, recordando después por fandangos a ‘Pichichi de Triana’, más aires de Vallejo, y también de ‘El Gloria’ y José Cepero.

Amplia fue la puesta en escena de Sebastián Heredia ‘Cancanilla de Marbella’ iniciada con soleares por bulerías en adecuado compás. Recordó a ‘Manolo Caracol’ en los tientos y a ‘La Niña de los Peines’ en los tangos. Nos ofertó después un cante por caña con estructura clásica, mas sin el macho ni la aportación de Rafael Romero, la cual remató por soleá. Sus siguiriyas evocaron los ecos de ‘Manuel Torre’, la creatividad de ‘Antonio Mairena’, los aires trianeros de ‘Paquirri’, y un final por ‘Tomás El Nitri’. En las soleares estructuró una entremezcla entre ‘La Andonda’ y José Illanda, acercamiento a ‘El Pinto’ por Alcalá, aires apolaos de Triana, evocación de ‘Juaniqui’, más ‘Andonda’-Illanda, y un final por ‘Frijones de Jerez’. Continuó con fandangos y remató por bulerías con homenajes a ‘El Turronero’, ‘La Revuelo’ y una taranta-taranto de Manuel Torre, todo esto último adobado de prestantes pasos de baile.

Singulares y prestantes los acompañamientos de Antonio Carrión y Antonio de Patrocinio hijo, plenos de ritmo y compás, solventes en los tonos soleareros y siguiriyeros, brillantes las ejecuciones en sus trastes y virtuosas las variaciones personales.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco)

lunes, 12 de junio de 2017

MEMORIA FLAMENCA. JOSE GIORGIO SOTO ‘JOSE EL DE LA TOMASA’ (I)



LA RONDEÑA NO ES UN CANTE LIBRE. VA ‘AMARRÁ A UNOS CÁNONES, A UNA MÉTRICA.
Vino a Jaén, a la Peña Flamenca, sita entonces en el actual Salón Mudéjar, muy jovencito -26 años-, en 1977, acompañando al trianero Manuel Olivé. Dos años más tarde, se presentó en la misma sede de la Peña capitalina, junto con Antonio Núñez Montoya ‘Chocolate’, Antonio Chacón Cruz ‘Antonio Chacón’ –cantaor sevillano revalorizador de los fandangos de ‘El Pichichi’- y el guitarrista José Cala ‘El Poeta’. Acudió a festivales flamencos jiennenses, y volvió a la Peña para protagonizar el recital flamenco del XXIV Aniversario de la Fundación de la Peña en 1985, fecha de la entrevista que le realicé antes de su actuación a finales de abril del citado año.

Rafael Valera: ¿Conociste a tu abuelo? ¿Cómo cantaba?

José el de la Tomasa: “Para mí, ‘Pepe Torre’ fue un gran cantaor. Lo que yo le he escuchao a mí me encanta. Lo que pasa es que tenía a su hermano, ‘Manuel Torre’, que era un genio. Y claro, mi hermano no podía salir a la luz, porque tenía el hermano que acaparaba lo que se podía desear. No obstante, tiene cosas grabadas que para la historia ahí se quedan, como son los cantes de ‘El Planeta’ y los del jerezano ‘Frijones’. Creo que los hizo con mucha dignidad.”

P: Y por la familia de tu padre ¿qué artistas ha habido?

R: “¡Pues… francamente no lo sé! Porque mi padre es de origen italiano. Desde luego, mi padre canta flamenco y me gustaría saber quiénes eran sus antepasados.”

P: ¿Pero tú recuerdas haber oído hablar a tu abuelo de su hermano Manuel?

R: “¡Sí! Mi familia toda hablaba de ‘Manuel Torre’ y principalmente mi abuelo. Para ellos, Manuel Torre era como un dios. Siempre que conversaban sobre él lo hacían con verdadera devoción.”

P: ¡Entonces! ¿Tú te habrás criado en un continuo ambiente flamenco?

R: “¡Sí! Pero no en un ambiente de cantar toó los días. Siempre era cuando había una reunión familiar, con motivo de una boda, un bautizo, etc. Entonces se cantaba y yo he ido asimilando los cantes de mi familia hasta que un día salí cantando en un concurso y hasta hoy.”

P: ¿Qué concurso fue ese?

R: “Bueno, en realidad al primer concurso que me presenté no lo gané, que fue en Fernán Núñez. Fue posteriormente, cuando me animaron unos amigos como Antonio Luque y Ricardo Pachón, a que me presentara en el de Mairena del Alcor. Así lo hice y lo gané. A partir de esta fecha, me salieron contratos. Después grabé mi primer disco.”

P: ¿Estás contento con tus grabaciones?

R: “En términos generales sí, porque para estar contento con una grabación hay que pedir que te salga bien un cincuenta por ciento. Si lo consigues, ya es un éxito porque es mucha la muralla que te ponen las casas discográficas.”

P: ¿Qué es eso de la muralla?

R: “¡Pues mira! De momento, tienes que salir de tu tierra, te encuentras con un técnico que es de Zaragoza –con todo el respeto para los zaragozanos- y estás bebiendo un vino que no es de tu tierra, y, además, estás pensando en el avión pa volverte a Sevilla otra vez. Eso es una cosa mu fría. Por todo ello, una grabación es muy difícil que refleje la verdadera talla de un artista.”

P: Yo me refiero a otra clase de muralla. Por ejemplo… Si la casa grabadora te exige que metas algo de comercialidad en tu cante…

R: “¡No! A mí nunca me han exigido que meta nada comercial. Al revés… Después de haber grabado todos mis discos me lo propusieron una vez y yo dije que no. Quisieron que grabara siguiriyas y soleá y ellos ponían una música pop de fondo. Lógicamente me negué yo me negué diciendo que la soleá y la siguiriya era una cosa más seria que todo eso.”

P: Hay un LP tuyo que nos gustó mucho que se titula ‘Vereas Negras’ en el que haces un recorrido por toda Andalucía con unos fandangos de ‘Antonio el de la Calzá’.

R: “Este disco yo lo escribí y estructuré de una forma que luego no se llegó a realizar. Era recopilar los cantes de distintas partes de Andalucía. Por ejemplo, de Almería hice el taranto, de Málaga la malagueña, de Cádiz las alegrías… Tenía pensao de grabar por sevillanas, pero no la sevillana comercial, si no otras bastantes antiguas que canto yo, que para mí es otro cante. Esto después no se llevó a cabo y entonces decidí hacer un recorrido por los cantes de la zona como la rondeña.”

P: He notado que en la rondeña que tú haces –que en cierto modo se parece a la de Rafael Romero- hay una diferencia con respecto a la que canta ‘El Niño de Málaga’ en la antología de Hispavox…

R: “¡Mira! Te voy a decir una cosa. La primera vez que yo canté en mi vida por rondeñas lo hice en la casa discográfica. Escribí la letra y la primera vez que la canté fue pa grabarla y ahí está la rondeña. Se le puede hacer un estudio. Es fresca, es viva… Lleva la música propia de la rondeña; lleva una métrica correcta… Lo que pasa que ahí quien modula soy yo… ¡Porque si la hago como ‘El Gallina’! ¿Para qué voy a cantar?

P: ¿Es la rondeña, perteneciendo a los cantes abandolaos, un cante libre?

R: ¡No! La rondeña no es un cante libre. Va amarrá a unos cánones, a una métrica… ¿Si me dices el fandango…? ¡Pues sí! Es un cante libre porque puedes alargar un tercio y llegar sin respirar hasta el último… Pero la rondeña no es un cante libre porque lleva un compás determinao. Tiene dos letras sencillas y una fuerte… ¡Navegando me perdí…! Ese es el macho de la rondeña.


Rafael Valera Espinosa

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Crónica flamenca. AMPLIO REPERTORIO FLAMENCO DE “FILO DE LOS PATIOS”


"Filo de los Patios" acompañada por Paco Cortés
Hace bastante tiempo que Madrid ha venido siendo considerada como la novena provincia flamenca. Es decir, las ochos andaluzas y Madrid. También a veces hemos de recordar las dos extremeñas, y como no Barcelona, sin olvidarnos de las murcianas Cartagena y La Unión. Mas, Madrid siempre ha sido emporio de grandes espectáculos flamencos, de cátedras flamencas –solo citaré las del siglo XX- como las de don Antonio Chacón, Pepe Marchena, Manolo Caracol, etc., que han consagrado a numerosas figuras de nuestro arte en sus cafés-cantantes como “Villa Rosa”, “Los Gabrieles”, “El Duende”, “Zambra”, “Los Canasteros”, “El Café de Chinitas”, “El Corral de la Morería”, etc. En la metrópolis de España, como sucede con el toreo, hay que triunfar para ser reconocido como auténtica figura.

Sus ambientes se han desarrollado en determinados lugares a los que acudían personajes de la talla de Pepe el de la Matrona, Rafael Romero, Manuel Moreno “El Morao”, José Blas Vega,  El Chata de Vicalvaro, El Canario de Madrid, Antonio Escribano Ortiz, Félix Grande, Enrique Morente, José Menese, etc, propiciando una seria afición entre la que se ha criado Filomena Auñon Proy “Filo de los Patios”, cantaora que con el acompañamiento de la guitarra del graníno Paco Cortés, protagonizó el recital flamenco del pasado viernes, 18 de noviembre, de la Peña Flamenca capitalina, encuadrado en el Circuito Flamenco “A la verde Oliva” que organiza la Federación Provincial de Peñas de Jaén, y que cuenta con el patrocinio de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía.
Comenzó su recital con malagueñas rememorativas de las creatividades de “La Trini”, con buen melisma, poderío tonal y cierta tesitura pastueña, y de Juan Reyes Osuna “El Canario” con las mismas características sonoras anteriores. En los siguientes tangos estableció una introducción modernista, para meterse de lleno –a veces con matiz estentóreo- en el recuerdo de La Niña de los Peines con aire reposado, abordando seguidamente la singularidad de la malagueña “La Pirula” por la Repompa de Málaga, y rematar con reiterados aires de Pastora Pavón con inclinaciones trianeras.

En los cantes mineros constató la influencia cadenciosa del cartagenero Antonio Piñana con una taranta-minera, para continuar por la creatividad de don Antonio Chacón por cartagenera en reiterada tesitura sosegada, y finalizar con valentía tonal por la taranta que El Cojo de Málaga grabara en 1923, y que posteriormente, en 1929, denominara como levantica. Ofertó seguidamente cantiñas-alegrías con introducción de matices acupletaos que en su tiempo popularizara “Chiquitete”, para seguidamente asentarse en la pureza gaditana de Manolo Vargas y Pericón de Cádiz. En las soleares ofreció un rotundo homenaje a Fernanda de Utrera y a las influencias que la utrerana recogió de figuras como Joaquín el de la Paula a través de Juan Talega, y del jerezano Juaniquín de Lebrija. Potencial eco estructuró para desarrollar la media-granaína (actualmente granaína) con introducción recordatoria de Vallejo, y estructura musical de Calixto Sánchez, tesitura que reiteró en la granaína (actualmente media-granaína) con incremento del melisma y la melodía flamenca.

Mas, como siempre, las siguiriyas establecieron su calidad cantaora, desarrollando una primera en la que recordó la influencia que Paco la Luz estableciera en Joaquín Lacherna; posteriormente, se acordó de Tío José de Paula por Tía Anica la Piriñaca, para continuar con entrega y poderío tonal por Tío Manuel Cagancho, a través de la creatividad de Tomás Pavón, posteriores sonoridades del porteño Tomás el Nitri, y un final por cabal de Silverio Franconetti y leves resonancias de El Loco Mateo. Finalizó con bulerías y matices de El Chato de la Isla por Jerez, aires de La Perla de Cádiz, recuerdos de Vallejo, fandangos de El Pichichi por el estilo, también de El Gloria y más Vallejo.

Maestría, virtuosismo, compenetración, dominio del traste, variaciones con personalidad, buen compás, adecuados tonos y prestancia flamenca, fueron las virtudes que demostró –como siempre- el granaíno Paco Cortés, facilitando con auténticas sonoridades flamencas las difíciles ejecuciones estilísticas que desarrolló su acompañada.

Rafael Valera Espinosa
(Presidente de la Peña Flamenca de Jaén y flamencólogo)