viernes, 18 de mayo de 2012

BASES DEL XV CONCURSO NACIONAL DE GUITARRA FLAMENCA PARA JÓVENES INTERPRETES, EDICION 2012.

B A S E S :

1º.- Podrán tomar parte en este concurso cuantos/as guitarristas lo deseen, con la única condición de no haber cumplido 25 años al finalizar el plaza de inscripción.

2º.- La convocatoria queda abierta desde la fecha de publicación de estas bases, hasta el 12 de Junio de 2012. Los interesados en participar en el concurso deberán solicitarlo entregando, personalmente o por correo, la correspondiente solicitud en la Peña Flamenca de Jaén, calle Maestra núm. 11, 23002.- Jaén (un modelo de solicitud junto con estas bases se encuentra disponible en facebook y blog de la Peña Flamenca de Jaén). Todas las consultas se resolverán en e-mail peniaflamenca@gmail.com.
​Asimismo, el impreso deberá ir acompañado de fotocopia de D.N.I del solicitante.

3º.- El concurso constará de fase selectiva y final, estando facultada la Organización para, en función del número total de inscritos, determinar cuantas fases selectivas se estimen necesarias para la obtención del mejor resultado del Concurso.

4º.- El lugar de realización de la fase selectiva y final del Certamen se celebrará en la sede de la Peña Flamenca de Jaén, sita en calle Maestra, núm. 11, de Jaén.

5º.- Tanto las fechas y horas de la fase selectiva como de la final, se comunicarán a los participantes con la suficiente antelación, indicando fecha, hora y lugar de presentación de los concursantes. La no presentación presupone su eliminación inmediata, salvo que, por causa suficientemente justificada, la Organización acuerde su participación en otra fecha y/u hora distinta.

6º.- Los gastos que se le originen a los concursantes por su participación en el concurso serán por cuenta de los mismos.

7º.- Se establece una única modalidad: guitarra solista.

8º.- Todos los participantes en este Concurso deberán interpretar, tanto en la fase selectiva como en la final, un toque de cada uno de los grupos siguientes:

a) Soleá, Bulerías, Alegrías, Tangos, Siguiriya, Soleá por bulería, Guajira, Farruca y Zapateado.

b) Malagueña, Granaína, Tarantas y Rondeñas.

El Jurado podrá establecer el tiempo máximo y mínimo de actuación de los concursantes.

9º.- El Jurado, que será elegido por la Organización, estará formado por personas de reconocido prestigio dentro del mundo del flamenco y de la guitarra.

10º.- La organización podrá grabar todas las actuaciones, reservándose el derecho de utilización de las mismas para una mayor difusión del flamenco y de la guitarra.

11º.- Se establecen los siguientes premios:


​Primer Premio.​.​.​.​1.500.- Euros
​Segundo Premio​.​.​.​1.000.- “
​Tercer Premio.​.​.​.​ 500.- “


​Estas cantidades están sujetas a las retenciones legalmente establecidas.
​Los concursantes que accedan a la final recibirán un diploma de participación.

12º.- Los premios podrán declararse desiertos a juicio del Jurado.

13º.- La decisión del Jurado será inapelable.

14º.- La inscripción en el Concurso supone la aceptación de todas y cada una de las bases del mismo.

miércoles, 2 de mayo de 2012

CICLOS FLAMENCOS.

Los que hemos vivido con determinada intensidad el mundo del flamenco desde la perspicacia que ofrece la edad, y por tanto estamos educados en unos conceptos por los que apreciamos el pellizco y la jondura reivindicativa de la raza calé, así como los parámetros musicales, educativos e investigadores de los payos, establecemos y diferenciamos que no todo lo que hoy ofertan los artistas que se acogen bajo el manto del calificativo flamenco lo son como tales, y voy a intentar explicar mi concepto de artista y cantaor flamenco.

Pericón de Cádiz
​Por ejemplo, Morente por su “Omega”, “Morente sueña la Ahambra” o “El Barbero de Picasso”, no ha sido un cantaor flamenco, ha sido un artista de tendencia flamenca. A Enrique yo lo he considerado cantaor cuando se acordaba y acrisolaba con cierta singularidad y arte los ecos y escuelas de Chacón, Pepe el de la Matrona, Rafael Romero, Juan Varea, Pericón de Cádiz, La Niña de los Peines o Bernardo el de los Lobitos. Puede que esté equivocado, mas ese es mi criterio personal. Y pensemos que todos los citados han bebido en fuentes añejas a las de sus épocas.

Es decir, Enrique Morente, Camarón de la Isla, Carmen Linares, José Menese, El Lebrijano, etc., han ejecutado e interpretan el flamenco aprendido de otros grandes maestros, mas con sus cualidades vocales, creatividad personal, versatilidad artística y correspondencia con el mundo en el que han vivido y viven. Pocos de ellos se han influenciado de Pepe Marchena, Angelillo, La Niña de la Puebla, El Niño de la Huerta, etc., aunque los adoren, pues sus ambientes flamencos han estado estructurados en las vivencias de sus clanes gitanos, así como en los criterios artísticos y musicales que se derivaron de la publicación que Hispavox hizo de su famosa “Antología del Cante Flamenco” de 1954, que adquirió fama por el premio de la Academia Nacional del Disco de Francia –si hubiera sido de España habría pasado sin pena ni gloria-, y por el ambiente que se creó con el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1956 que ganara “Fosforito” en sus cuatro apartados y la preponderancia acertada de Mairena.

​¿Qué tienen de malo Marchena, Angelillo, la de la Puebla, Valderrama, etc.? ¡Nada, todo positivo! Y aún más, musicalmente casi insuperables y además auténticos incentivos para acercar a los neófitos a nuestro arte. Su época fue la insufladora de la popularidad y el amor por el flamenco gracias a la instauración y preponderancia de la radio, a los espectáculos de las compañías en los teatros y plazas de toros, y a las subvenciones estatales por la denominación del movimiento artístico como “Opera Flamenca”, ya que la clásica era la principal receptora de las citadas ayudas. Fue el tiempo de los cantaores citados, a los que también hay que sumar a Manuel Vallejo, Manolo Caracol –heterodoxo flamenco como pocos- Canalejas de Puerto Real, Manolo el Malagueño, o Pepe Pinto, los que gustaban y defendían la generación nacida a comienzos del siglo XX.

Aún añoro las divergencias con mi padre sobre los gustos flamencos: “Más alegría, buena garganta, cante de pecho y no tanto quejío”, me decía Justo-Domingo Valera. Era la forma de olvidar los avatares y penurias de la guerra de su generación.

​Toda la historia del flamenco son ciclos. Es decir, como siempre se repite. Ahora estamos inmersos en el final de una cierta modernidad, generada a raíz de los avances técnicos, el marketing comercial y la afortunada carencia de vicisitudes de los artistas para sobrevivir, circunstancia que anteriormente establecía que el cantaor incluyera un mensaje subliminal en sus letras para difundir sus padeceres. Esto último es lo que incardinó la queja, el ¡Ay! en el flamenco.

​La actual modernidad nunca solapará a las épocas anteriores, como Picasso no lo ha hecho con Velázquez. Cada una tendrá su lugar, como la tienen los citados pintores. Mas, quiero establecer como final una opinión personal. Yo con el quejío y el pellizco flamenco me divierto y sobre todo me emociono, con la musicalidad actual solo me divierto. Insisto. Criterio individual.

Rafael Valera Espinosa
(presidente de la Peña Flamenca de Jaén y flamencólogo).

CICLOS FLAMENCOS.

Los que hemos vivido con determinada intensidad el mundo del flamenco desde la perspicacia que ofrece la edad, y por tanto estamos educados en unos conceptos por los que apreciamos el pellizco y la jondura reivindicativa de la raza calé, así como los parámetros musicales, educativos e investigadores de los payos, establecemos y diferenciamos que no todo lo que hoy ofertan los artistas que se acogen bajo el manto del calificativo flamenco lo son como tales, y voy a intentar explicar mi concepto de artista y cantaor flamenco.

Pericón de Cádiz
​Por ejemplo, Morente por su “Omega”, “Morente sueña la Ahambra” o “El Barbero de Picasso”, no ha sido un cantaor flamenco, ha sido un artista de tendencia flamenca. A Enrique yo lo he considerado cantaor cuando se acordaba y acrisolaba con cierta singularidad y arte los ecos y escuelas de Chacón, Pepe el de la Matrona, Rafael Romero, Juan Varea, Pericón de Cádiz, La Niña de los Peines o Bernardo el de los Lobitos. Puede que esté equivocado, mas ese es mi criterio personal. Y pensemos que todos los citados han bebido en fuentes añejas a las de sus épocas.

Es decir, Enrique Morente, Camarón de la Isla, Carmen Linares, José Menese, El Lebrijano, etc., han ejecutado e interpretan el flamenco aprendido de otros grandes maestros, mas con sus cualidades vocales, creatividad personal, versatilidad artística y correspondencia con el mundo en el que han vivido y viven. Pocos de ellos se han influenciado de Pepe Marchena, Angelillo, La Niña de la Puebla, El Niño de la Huerta, etc., aunque los adoren, pues sus ambientes flamencos han estado estructurados en las vivencias de sus clanes gitanos, así como en los criterios artísticos y musicales que se derivaron de la publicación que Hispavox hizo de su famosa “Antología del Cante Flamenco” de 1954, que adquirió fama por el premio de la Academia Nacional del Disco de Francia –si hubiera sido de España habría pasado sin pena ni gloria-, y por el ambiente que se creó con el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1956 que ganara “Fosforito” en sus cuatro apartados y la preponderancia acertada de Mairena.

​¿Qué tienen de malo Marchena, Angelillo, la de la Puebla, Valderrama, etc.? ¡Nada, todo positivo! Y aún más, musicalmente casi insuperables y además auténticos incentivos para acercar a los neófitos a nuestro arte. Su época fue la insufladora de la popularidad y el amor por el flamenco gracias a la instauración y preponderancia de la radio, a los espectáculos de las compañías en los teatros y plazas de toros, y a las subvenciones estatales por la denominación del movimiento artístico como “Opera Flamenca”, ya que la clásica era la principal receptora de las citadas ayudas. Fue el tiempo de los cantaores citados, a los que también hay que sumar a Manuel Vallejo, Manolo Caracol –heterodoxo flamenco como pocos- Canalejas de Puerto Real, Manolo el Malagueño, o Pepe Pinto, los que gustaban y defendían la generación nacida a comienzos del siglo XX.

Aún añoro las divergencias con mi padre sobre los gustos flamencos: “Más alegría, buena garganta, cante de pecho y no tanto quejío”, me decía Justo-Domingo Valera. Era la forma de olvidar los avatares y penurias de la guerra de su generación.

​Toda la historia del flamenco son ciclos. Es decir, como siempre se repite. Ahora estamos inmersos en el final de una cierta modernidad, generada a raíz de los avances técnicos, el marketing comercial y la afortunada carencia de vicisitudes de los artistas para sobrevivir, circunstancia que anteriormente establecía que el cantaor incluyera un mensaje subliminal en sus letras para difundir sus padeceres. Esto último es lo que incardinó la queja, el ¡Ay! en el flamenco.

​La actual modernidad nunca solapará a las épocas anteriores, como Picasso no lo ha hecho con Velázquez. Cada una tendrá su lugar,
como la tienen los citados pintores. Mas, quiero establecer como final una opinión personal. Yo con el quejío y el pellizco flamenco me divierto y sobre todo me emociono, con la musicalidad actual solo me divierto. Insisto. Criterio individual.

Rafael Valera Espinosa
(presidente de la Peña Flamenca de Jaén y flamencólogo).

BERNARDO MIRANDA.

A raíz de lo publicado en la columna pasada titulada “Ciclos Flamencos”, algunos aficionados podrán preguntarse porqué cito que “Ahora estamos inmersos en el final de una cierta modernidad generada a raíz de los avances técnicos, el marketing comercial y la afortunada carencia de vicisitudes de los artistas para sobrevivir”. Y quiero aclarar el por qué de mi aseveración.

​En los últimos tiempos –cerca de una década- están surgiendo numerosos artistas jóvenes que vienen estableciendo una enorme afición y estudio sobre nuestro arte, los cuales gracias a su preparación están consiguiendo numerosos premios en concursos flamencos a pesar de su juventud. Y cito varios ejemplos: La galduriense (Jódar) gana el Premio Nacional de Tarantas de Linares con 17 años (la más joven el conseguirlo), y la Lámpara Minera de La Unión a los 19, además del prestigioso “Melón de Oro”, de Lo Ferro (Murcia). La onubense Rocío Márquez Limón obtiene la citada “Lámpara Minera” con 22 años. La pacense (Badajoz) Celia Romero consigue el mismo premio en La Unión con 16 años. El jiennense de Villacarrillo Carlos Cruz hijo, se alza en Huelva con el Premio Jóvenes Flamencos de la Junta de Andalucía, también con 22 años, etc. Así podría seguir enumerando jóvenes cantaores que establecen su repertorio por las estructuras ortodoxas y los estilos más diversos.

​Claro ejemplo de lo citado tuvimos oportunidad de disfrutarlo con otro joven cantaor de Fernán Núñez (Córdoba), Bernardo Miranda Fernández, de 22 años, en el pasado recital de San Antón que ofreció en la Peña Flamenca de Jaén. Y para aseverar sus inclinaciones a las viejas escuelas, que mejor de relatar los estilos y personalismos por los que basó su puesta en escena.

​Comenzó con granaína melódica y melismática, basada en las escuela chaconiana con claras sonoridades al gaditano Aurelio Sellé, tesitura en la que siguió abundando para redondear con solvencia tonal y melismática por la media granaína. Otro tanto estableció con el compás del tres por cuatro de las cantiñas-alegrías, basando sus referencias cantaoras en Pericón de Cádiz y algo de Manolo Vargas.

​Amplio fue el recorrido de sus soleares, basadas principalmente en los aires apolaos de Triana con acertados matices de Diego Bermúdez Cala “El Tenazas de Morón”, para después enlazar con la recreación que del iliturgitano José Yllanda realizara Pepe Marchena, y volver a la Triana del Zurraque con evocaciones El Arenero y Olivé. Melódico y melismático fue su enfoque de la malagueña de La Trini con recreación chaconiana, que enlazó con fandango de Lucena y verdial malagueño.

​Mas su hondura artística –precoz para su juventud- la constató por cantes de fragua con potente tono por debla y tonás con acercamientos sonoros a Rafael Romero, enlazándolas con pellizco flamenco con siguiriyas de Tomás El Nitri, Diego el Marruro y el cambio de Manuel Molina. En los tientos-tangos reitero su seguimiento del cantaor iliturgitano y la revalorización que este hizo del jerezano Juanito Mojama, evocando también los ecos de los maestros gaditanos por el estilo, para derivar a los tangos con tratamientos modernos y coplas de Las Grecas. Finalizó con una tanda de fandangos de Huelva con aproximaciones al onubense Paco Isidro, al cané de Alosno, al personalismo de José Rebollo por Paco Toronjo, así como al tratamiento que Pepe Toronjo estableciera del de Santa Eulalia y su hermano Paco de los del Cerro de Andévalo, para finalizar con prestancia artística por la creatividad de Manuel Vallejo.

Rafael Valera Espinosa
Presidente de la Peña Flamenca se Jaén y flamencólogo.

XXVII Semana de Estudios Flamencos.

La semana que abarca desde el 7 al 12 de mayo de 2012, nuestra Peña celebrará la XVII Semana de Estudios Flamencos, la cual estará dedicada al guitarrista lebrijano Pedro Peña, con el siguiente

P R O G R A M A

Lunes 7: Conferencia de la bailaora y profesora Inmaculada Aguilar Belmonte, con el titulo “El baile flamenco de mujer y sus elementos”, la cual complementarán las bailaoras Alba Luna y Rocío Carmona, que contaran con el cante de Gema Cumplido y el toque de David Navarro.

Martes 8: Conferencia de Manuel Martín Martín, crítico flamenco, con el titulo “El hondo valor musical de Pedro Peña”. Posterior recital flamenco de los guitarristas José Rojo y Laura González.

Miércoles 9: Descanso.

Jueves 10: Breve conferencia de Rafael Valera con el titulo: “Pedro Peña, un maestro del acompañamiento”. Recital de Tomás de Perrate, con la guitarra de Antonio Moya.

Viernes 11: Acto de homenaje a Pedro Peña y recital flamenco de Pedro Peña y su hijo Pedro María Peña.

Sábado 12: Misa flamenca en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé a las 20 horas (Ocho de la tarde-noche) oficiada por el Revdo. D. Ramón López, Administrador Parroquial de San Bartolomé, y cantada por Eduardo Martínez “Niño Jorge” y la guitarra de José Rojo.

Cena conmemorativo del 41 aniversario de la fundación de la Peña Flamenca de Jaén, y recital flamenco de la joven cantaora Gema Jiménez con la guitarra de Gabriel Expósito.

Todos los actos comenzarán a las 21,30 horas.

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La XXVII Semana de Estudios Flamencos de Jaén tendrá lugar en la capital desde el próximo lunes y hasta el sábado 12 de mayo en una edición que incluirá varios actos de homenaje al guitarrista de Lebrija (Sevilla) Pedro Peña.
JAÉN, 4 (EUROPA PRESS)
La XXVII Semana de Estudios Flamencos de Jaén tendrá lugar en la capital desde el próximo lunes y hasta el sábado 12 de mayo en una edición que incluirá varios actos de homenaje al guitarrista de Lebrija (Sevilla) Pedro Peña.
Esta cita cultural, organizada por la Peña Flamenca de Jaén y en la que colabora con su patrocinio Unicaja, cuenta con un variado programa, cuyas actividades, excepto la misa flamenca, se celebrarán a partir de las 21,30 horas en la sede de la asociación, ubicada en la céntrica calle Maestra, según ha informado este viernes la entidad financiera.
La conferencia de la bailaora Inmaculada Aguilar 'El baile flamenco de mujer y sus elementos' y la actuación de las bailaoras Alba Luna y Rocio Carmona, que contarán al cante con Gema Cumplido y el toque de David Navarro, abrirán los actos el próximo lunes. Un día después, será el turno de Manuel Martín Martín, que ofrecerá la charla 'El hondo valor musical de Pedro Peña', a la que seguirá el recital flamenco de los guitarristas José Rojo y Laura González.
El día 9, por su parte, está prevista la conferencia de Rafael Valera titulada 'Pedro Peña, un maestro del acompañamiento' así como el recital a cargo del cantaor Tomás de Perrate con la guitarra de Antonio Moya. En la jornada del viernes, tendrá lugar el acto de homenaje a Pedro Peña y el recital flamenco protagonizado por el lebrijano y por su hijo Pedro María Peña.
La iglesia de San Bartolomé acogerá el sábado, a partir de las 20,00 horas, una misa flamenca oficiada por el titular de la parroquia, José Lomas, y cantada por Eduardo Martínez 'Niño Jorge', con la guitarra de José Rojo. Posteriormente, una cena flamenca con motivo del 41 aniversario de la fundación de la Peña Flamenca de Jaén y el recital de la cantaora Gema Jiménez con la guitarra de Gabriel Expósito pondrán punto final a esta edición.
El patrocinio de Unicaja a la Semana de Estudios Flamencos de Jaén se enmarca en el interés de la entidad financiera por respaldar actuaciones culturales en general, y especialmente aquellas relacionadas con la música y el flamenco en particular, en su ámbito de actuación y en concreto en Jaén.
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Informativos CanalSur  08/05/2012
La Peña Flamenca de Jaén ha organizado su XXVII Semana de Estudios Flamencos en homenaje a Pedro Peña Fernández. De manera que entre el 7 y el 12 de mayo se celebrarán una serie de actos que tienen como principal objetivo homenajear al hijo de la Perrata. Una semana que comenzará el próximo lunes día 7, con la conferencia de la bailaora cordobesa Inmaculada Aguilar sobe 'El baile flamenco de mujer y sus elementos', que complementarán las bailaoras Alba Luna y Rocío Carmona, que contarán con el cante de Gema Cumplido y el toque de David Navarro.
El martes 9, será el turno de Manuel Martín Martín, que ofrecerá una conferencia sobre 'El hondo valor musical de Pedro Peña'. Posteriormente, habrá un recital flamenco de los guitarristas José Rojo y Laura González. El jueves día 10 será el propio Rafael Valera el que ofrecerá una breve conferencia sobre 'Pedro Peña, un maestro del acompañamiento'. al que seguirá un recital de Tomás de Perrate que estará acompañado a la guitarra por Antonio Moya. El viernes se celebrará el acto de homenaje propiamente dicho a Pedro Peña, con un recital flamenco de Pedro Peña y su hijo Pedro María Peña.
Para finalizar, el sábado día 12 tendrá lugar una misa flamenca en la iglesia de San Bartolomé a las 20 horas, oficiada por Ramón López y cantada por Eduardo Martínez 'Niño Jorge' y la guitarra de José Rojo. Ese día también se celebrará una cena conmemorativa del 41 aniversario de la fundación de la Peña Flamenca de Jaén y un recital flamenco de Gema Jiménez con la guitarra de Gabriel Expósito.

Más información: Eco-Diario

miércoles, 11 de abril de 2012

Crónica. COMPAS Y RITMO SALINERO EN DAVID PALOMAR

Cádiz siempre se ha distinguido en general por la gracia, viveza, alegría y desenfado de sus gentes. En el flamenco lo ha establecido por su primigenia creación, por sus jondos y emocionados sentimientos, y también por estructurar el compás y el ritmo de los estilos como los mejores. De ahí que su escuela cantaora representada por artistas –no quiero citar a las numerosas figuras creadoras que no han grabado- de la talla Aurelio Sellé, Manolo Vargas, Pericón de Cádiz, y los más cercanos Beni de Cádiz o Chano Lobato, hayan marcado la esencia cantaora y festera de su tierra.


David Palomar representa a la última generación gaditana que se arroga con prestancia la continuación de la escuela citada. Todo su repertorio flamenco (su final fue algo cupletero) lo basó en los estilos que representan las cadencias, ritmos y companses empleados por sus admiradas y citadas figuras. En las bulerías iniciales con letras alusivas a las chuflillas de su tierra, recordó con personalidad propia a maestros como Ignacio Ezpeleta, Manolo Vargas y Pericón de Cádiz., manteniendo con soltura la aludida prestancia del ritmo y el compás.

Las siguiriyas las abordó con la dificultad que supone evocar a un maestro como Antonio Mairena por la creatividad primera del porteño Tomás el Nitri, progresando en resolución tonal hacia el jerezano Tío José de Paula con entremezcla de las improntas artísticas de Tía Aníca La Piriñaca y Mairena, ofertando después el jondo sentimiento del estilo por la creatividad de Curro Durse con aproximaciones tonales a Manuel Agujetas, para establecer un resolutivo final por la cabal de El Fillo.

En las cantiñas-alegrías volvió a constatar su cuna natal con el posicionamiento en los ritmos y compases de Pericón de Cádiz establecidos con conocimiento y singularidad artística, para seguidamente demostrar lo primigenio de la jota gaditana en la conformación de este grupo de cantes, y volver a resaltar el compás y la gracia que por aquí marcaron Aurelio Sellé y Chano Lobato. En las continuadoras malagueñas, David quiso igualmente establecer su inquietud musical por encontrar nuevos aportes con el recuerdo de la creatividad de su comprovinciano Francisco Lema “Fofosforito”, mas edulcorando la melodía con ciertas aproximaciones a Morente y determinada falta de estructura melódica por evocar los barrocos melismas del granaíno; mejor y más centrado estuvo en la de su paisano Enrique el Mellizo por las resonancias de Aurelio.

En cuanto a las soleares, Palomar concibió un recorrido que favorecía la adecuación rítmica del estilo, así como sus condiciones tonales. Comenzó por Juaniquín de Lebrija para establecer los ecos de Curro Frijones con tonos de Agujetas y poder meterse de lleno en Enrique el Mellizo, seguidamente se subió a los matices trianeros de Ramón el Ollero, para descender hacia la especial y campesina personalidad de El Chozas de Jerez  y finalizar por su paisano Paquirri el Guanté. En los tanguillos reiteró el establecimiento de las personalidades de Chano Lobato y Pericón de Cádiz, principalmente. Y en las bulerías se olvidó del acelerado ritmo de su tierra para centrarse en los ecos de Jerez y ciertas modernidades de Pansequito del Puerto, así como puesta en escena de Beni de Cádiz, con coplas que se adaptan poco al ritmo y compás del estilo.

Buen recuerdo el establecido de Diego el del Gastor por la guitarra de Ricardo Rivera, con fases en las que demostró cierta sensibilidad musical y determinado virtuosismo, a la vez que se acoplaba con precisión en el diapasón y cierta búsqueda de nuevos argumentos musicales con su acompañado.
Rafael Valera Espinosa
Presidente de la Peña Flamenca de Jaén
Flamencólogo