jueves, 27 de octubre de 2016

Por soleá. JUANITO MOJAMA, IDOLO DE ARTISTAS FLAMENCOS (I)

Hace muchos años, concretamente treinta y seis, pues ocurría en noviembre de 1980, cuando por primera vez tenía noticias certeras de quien era Juan Valencia Carpio “Juanito Mojama”. Fue Rafael Romero “el Gallina” el que, como siempre, con su profusión flamenca habitual, comenzó a desgranar lo que sabía y había escuchado del cantaor jerezano, así como las influencias que sobre él ejercía, durante la entrevista que para el número 14 de la revista Candil le hice por aquél tiempo.

Cierto es que algunos aficionados jiennenses más añejos, como Ángel García Cruz, Antonio Anguita Ayala, Fernando Pérez Mesa “Canalejas”, José Solís Rostaing… ya me habían referido las esencias y cualidades artísticas de nuestro hombre, pero las referencias siempre eran sobre grabaciones de pizarra reproducidas en cintas casetes, y, por mor del egoísta acaparamiento que sobre las mismas, en aquél tiempo, existía por parte de los entendidos y coleccionistas, las escuchas de las citadas cintas eran difíciles, casi imposible. Cierto que hubo y aún hay algunos como Manuel Ordoñez –de intima amistad con Pedro Peña- que facilitaban muchas de esas grabaciones a los jiennenses.

Sin embargo, las referencias de Rafael me inclinaron a sentir una especial predilección por los cantes del jerezano, pues la personal forma que tenía el gitano de Andújar para interpretar los tientos de “La tiene tomá conmigo./Hasta el reloj de la audiencia…”, que después heredaría como inigualable alumna por aquí Rosario López, me hicieron interesarme por la personalidad de Juan Mojama. ¡Qué difícil me resultaba todo! Rafael venía muy de tarde en tarde a Jaén, y no siempre coincidíamos y tampoco generalmente la conversación giraba sobre el maestro, además, los libros referían poco de Juan Mojama.

Volvieron a ser los cantaores los que me ampliaron los datos sobre el intérprete, pues, como encargado de realizar las entrevistas para Candil, siempre he tenido en cuenta si alguno me citaba algo de Juan Mojama. Así, Chocolate me dijo: “Yo me iba con Juanito Mojama andando –me decía sobrino, porque yo era un chiquillo-, y me iba de la Alameda de Hércules a la Marina, y desde allí pasaba el puente de Triana a un cabaret que se llamaba La Playa, que era de Morgado. En él los señoritos de Sevilla nos llamaban y se metían en juerga”.

También Tío Gregorio “El Borrico” citó en primer lugar a su paisano cuando le pregunté quienes fueron los que más le gustaron: “Juanito Mojama cantaba muy bien por siguiriyas”. En este mismo sentido se expresaba Manuel Soto “El Sordera” con las siguientes frases: “Uno de los grandes artistas que he escuchao ha sio El Mojama”. O “De toos los artistas, el que más me llegó fue Juanito Mojama. Me gustaba también mucho Tío José de Paula ¡Por siguiriyas tenía un cante asombroso...! Ahora… ¿Pa tirar pellizcos desde que salía…? ¡El Mojama!

En esta misma línea se expresaron otras figuras de la época del cante como de la guitarra. 


Rafael Valera Espinosa

lunes, 24 de octubre de 2016

Memoria flamenca. JUAN PEÑA FERNANDEZ “EL LEBRIJANO” (II)

“CONVIVI CON PASTORA PAVON CASI CUATRO AÑOS.”

De todos es sabido que Juan Peña Fernández “El Lebrijano” ha sido unos de los artistas más inquietos y vanguardistas de la historia del flamenco, hasta su muerte. Una vez matizadas (en la primera entrega) con sus declaraciones las ocasiones que se presentó a concursos flamencos –de los cuales generalmente renegaba-, esta parte de la entrevista, especie de segundo capítulo, lo enfoqué a que nos hablara de sus influencias artísticas, así como de las figuras que él admiraba y de su entorno familiar.

Comencé preguntándole por una grabación que me había llamado la atención, porque se hizo apoyar por unos coros. No era muy extraño este aspecto en otros cantaores como, por ejemplo, Juan Pérez Sánchez “Canalejas de Puerto Real”, el cual se solía acompañar así en algunos villancicos flamencos. Cierto que hubo otros que también practicaron y grabaron con estos acompañamientos corales, como los que se encuadraron en la bien conocida “Ópera Flamenca”. Más, que lo hiciera un gitano de escuela rancia y pura como “El Lebrijano” en aquellos tiempos, hijo de María La Perrata y sobrino de José Fernández Granados “El Perrate”, y además por el cante por alboreás, resultaba un poco extraño. Sí que lo hizo, igualmente, Rafael Farina, pero en los tiempos de la citada Opera Flamenca.

La pregunta fue de atraco. Hace aproximadamente veinticinco años (sobre finales de los sesenta) se publica un disco tuyo en el que se incluye una alboreá en la que estás arropado por un coro ¿Eres, por tanto, uno de los primeros innovadores del flamenco?
- “No sé hasta qué punto soy innovador; creo que es la historia quien tiene que decirlo. El artista debe de hacer lo que en ese momento cree que ha de hacer, y la afición lo entiende a veces y otras no. Recuerdo que este trabajo que me comentas, en su tiempo de publicación no le cayó bien a la gente, y sin embargo ahora le gusta. Por esto te digo que es la historia quien, al final, valora con justicia sí el trabajo es acertado o no. Siempre he hecho lo que creía que tenía que hacer, en algunas ocasiones habré acertado y en otras puede que no.”

Y otra más a bocajarro ¿Hasta qué punto ha influido Antonio Mairena en tu personalidad?
- “Yo tuve en mis comienzos influencias de Mairena. Esto está claro. Pero quien verdaderamente ha influido en mi arte han sido los Pavones. Hay que tener en cuenta que yo conviví con Pastora casi cuatros años de mi vida, y ella era la fuente en la que entonces se bebía, no yo solo, sino Antonio también. Tampoco hay que olvidar el arte de Juan Talega, y pienso que de los Pavones y Talega hemos bebío todos. ¿Qué es lo que pasa…? Pues que Antonio cuando llega arriba, como todo el que alcanza la cima, impone su criterio, su forma… ¿Qué soy alumno de Antonio Mairena? No cabe ninguna duda, pero antes soy acérrimo a los Pavones ¡Eso también es verdad! Y es en los Pavones donde yo me recreo.”

Como otras figuras del flamenco, tú también fuiste un cantaor para el baile. ¿En qué medida esta faceta perfecciona a un artista?
- “Lo que produce esa faceta es la profesionalidad. Para hacerte profesional tienes que cantar para bailar y todos los días. Escuchas, ves… Así estuve casi catorce años, siete en “El Duende”, y más de seis con Antonio Gades. Esto es muy importante porque te da confianza y conocimiento, pues sabes en cada momento lo que va a pasar y vas asimilando las reacciones del público. Esto sucede igualmente con la guitarra. Todos los concertistas flamencos de calidad como Paco de Lucía, Enrique de Melchor, Manolo Sanlúcar… todos han tocado antes para el baile y para el cante, esto es una escuela importantísima en el artista.”

Quise que me contara interioridades y fiestas flamencas de su amplia familia y le interpelé con ¿Hasta qué punto mediatiza el entorno familiar y comarcal?
- “El profesional puede coger matices de los aficionados del entorno familiar y comarcal, pero el profesional tiene que beber del profesional, porque el aficionado no te enseña la parte fundamental. Es muy importante conocer a esta gente y… recuerdo con mucho cariño –como buena cantaora sin ser profesional- a Fernanda la Pinini, y también al Borrico, al cual he escuchao como creo que no había escuchao antes a nadie. Y puedo seguir enumerando así a muchos artistas como a Tía Anica la Piriñaca, a Tío Bacán, a mi padre, a mi tío Bastián, a mi tío Perrate, a Juaniquí, al Chozas… Han sido y son profesionales, pero no lo son. Esto te da una riqueza muy grande, pero te la da cuando después conoces a los maestros como los Pavones, como Juan Talega o como Antonio Mairena. Entonces, con lo que has escuchao y con lo que te han enseñao los profesionales, sacas tus propias conclusiones.”

En su carrera profesional hubo una circunstancia muy específica y digna de resaltar. Quise que me la contara y se supiera parte del colectivo flamenco por su particularidad: En los años setenta a ti te dan en Jerez el Premio de la Bulería, y todos sabemos que los jerezano son muy suyos como para dar un premio de esta índole a un cantaor foráneo ¿Cómo se produce este otorgamiento?
- “Es cierto que Jerez es Jerez, y en Jerez se canta muy bien, y más por bulerías. Yo tengo la gran suerte de que la gente de allí me quiera y le guste mi cante por bulerías. Creo que por esta circunstancia la gente de Jerez no tuvo ningún reparo en darme el premio del “Gloria”, y pienso que volverían a dármelo si se repitiera la situación. Hay un aspecto muy importante… ¿Si tu cantas en Jerez por bulerías y ellos te entienden…? ¡No tienen ningún problema! Lo malo es que no te entiendan y, si esto es así, ya puede entrar el que entre que no le dan mérito. Hay dos casos que ilustran perfectamente la situación: Antonio Mairena no entró nunca en Jerez, y sin embargo, Manolo Caracol entró siempre. No es que seas ni mejor ni peor, te entienden o no te entienden.”

Más adelante, dialogamos sobre una de las obras que considero esenciales en la historia de nuestra música por lo que cuenta, como se cuenta y su repercusión musical como es “Persecución”, la cual contó con la letra de Félix Grande. Pero esto será para la siguiente semana.

Rafael Valera Espinosa   

jueves, 20 de octubre de 2016

Crítica de la actuación de Joselete hijo y Joselete en la comida de la Peña.

EL LINARENSE FRANCISCO HEREDIA ENSEÑA SUS PODERES FLAMENCOS.

Joselete hijo y El Cali
JoseleteA lo largo de la historia flamenca, las familias cantaoras, guitarrísticas y de baile, se han venido configurando como las principales canteras de figuras de nuestro arte para que este siga estableciendo su perduración en el tiempo. Castas flamencas como las de los Mairena, los Habichuelas, los Sorderas, también la casa de los Agujetas, los Moneos, la Fernández de “Terremoto de Jerez”, los Peñas de Lebrija, Fernández de Utrera, los Valencia de Lebrija-Jerez, Moreno-Carpio igualmente de Jerez, etc -curiosamente clanes gitanos todos-, están manteniendo la trasmisión cantaora de nuestro arte desde el siglo XIX hasta nuestros días. Cierto que también existen determinadas familias payas que, igualmente, aportan su montaña de arena.

Mas, curiosamente, casi todas ellas pertenecen a Sevilla, Jerez y Cádiz. Por otro lado, no podemos olvidar que la casta cantaora de José Salazar Molina “Porrina de Badajoz”, también viene mostrando con jóvenes figuras su encaste cantaor. En nuestra provincia, la cuestión está más difícil. Cierto es que Rafael Romero tuvo una progenie de artistas, pero sin alcanzar la popularidad de los clanes citados. También hay que considerar que la torrecampeña casa de los Valderrama ha tenido determinados artistas flamencos ¿pero después de Juan,  hasta donde…?

Joselete hijo
El viernes, 14 de octubre, con motivo de la comida de feria de la Peña Flamenca de Jaén, escuchamos a un joven cantaor de Linares que responde al nombre de “Francisco Heredia”, el cual debería de adoptar un apelativo más flamenco para acrecentar su popularidad. Es hijo de José Heredia Heredia “Joselete de Linares”, y sus maneras apuntan para establecer una continuación artística del clan familiar, pues su progenitor está llamado a figurar en la historia de nuestra música por sus logros artísticos, metal de voz, y enjundia flamenca.

El Cali
Con la guitarra del singular y netamente guitarrista gitano-flamenco Fernando Contreras “El Cali” –singular, prestante, de sonido flamenco neto y escuela evocativa del mejor Melchor de Marchena- Francisco inició su recital con granaína-malagueña de Manuel Torre, con melódica estructura y adecuado melisma, tesituras estas que le abrieron el camino a la enjundiosa y difícil malagueña de Enrique El Mellizo, con tonalidades caracoleras. Seguidamente, se ubicó en Alcalá de Guadaira para realizar soleares de La Andonda y un valiente remate por el gaditano Paquirri El Guanté. Retomó la melodía de la granaína (bien denominada media por ser más fácil que la conocida como media) con matices de Chacón y ecos camaroneros entremezclados con los melismas de Marchena, para derivar a la media granaína (en su verdadera denominación “granaina”) con eco paterno, buen melisma y poderío tonal. Se acercó a la creatividad de Pastora por los tangos y más influencias de su progenitor, con prestante compás. Remató por fandangos con aires de Pepe Pinto y entonaciones caracoleras.

Joselete y El Cali
No pudo sustraerse “Joselete de Linares” a complementar el arte de su hijo, subiéndose al escenario para ofertar un cante por marianas (no recuerdo a un gitano cantar el estilo) con resonancias personales y ecos de Menese. Remató por siguiriyas con pellizco, quejío y entrega tonal por Manuel Molina versión de Manuel Torre, estructurada con armonía musical de Pepe Pinto y ecos caracoleros, para continuar con el personalismo de Tío José de Paula y rematar por Curro Durse.

Rafael Valera Espinosa                                                                                                                                     

miércoles, 19 de octubre de 2016

Crítica del XXVI Festival Flamenco "Pepe Polluelas".

PELLIZCO Y ENJUNDIA ARTISTICA EN EL XXVI FESTIVAL FLAMENCO 
“PEPE POLLUELAS”.

La Feria y Fiestas de San Lucas -las que institucionalizara el Condestable Lucas de Iranzo para celebrar su onomástica-, desde el año 1975, ha venido contando con un prestigioso festival flamenco. Famoso en función del conocimiento sobre este arte que los aficionados jiennenses generalmente han venido demostrando. El Ayuntamiento capitalino siempre ha incentivado la iniciativa con su patrocinio, a la vez que ha correspondido con el loable trabajo de su Concejalía de Cultura y Festejos, con sus incentivadores concejales a la cabeza. El XXVI Festival Flamenco “Pepe Polluelas” de este año ha contribuido a superar la cuarentena de estos esenciales espectáculos, los cuales contribuyen a mediatizar a la población en el interés por esta universal cultura musical andaluza.

El acontecimiento artístico se celebró el sábado, 15 de octubre, con la puesta en escena de un cartel en el que rezaban artistas de prestigio –quizás no tan mediáticos para el público como su arte merece- los cuales demostraron conocimiento, entrega, poderío tonal y poseer las suficientes tablas para enaltecer al numeroso público que les escuchó con entusiasmo.

La terna la abrió el joven iliturgitano Sebastián Vilches, con la guitarra de su paisano Antonio Gómez, y las palmas de Richard Gutiérrez y Alberto Rodríguez, con unos iniciales tientos-tangos en los que mostró su influencias de los matices gaditanos en los primeros, y resonancias festeras de La Niña de los Peines en los segundos, con determinada prestancia. Sus soleares por bulerías acrecentaron la preponderancia actual que las mismas tienen de la escuela jerezana, efectuadas con buen compás y acusado ritmo. Mas, como suele acontecer, su pellizco y enjundia cantaora las mostró por siguiriyas de Tomás El Nitri, “jonda” evocación de Diego El Marruro, y un valiente cambio de Manuel Molina al que ha de aportar melisma al final. En las bulerías volvió a ubicarse en Jerez, con matices de Los Agujetas y certero ritmo, para finalizar por fandangos, con recreación personal por Manuel Torre a través de El Carbonerillo.

Manuela Cordero reiteró una vez más su amplio conocimiento de los estilos con tangos iniciados por copla flamenca y posterior derivación a los aires de Antonia Pozo y la creatividad de Pastora Pavón. Por cantiñas ofertó su enamoramiento de los ecos de Manolo Vargas, aires de Pericón de Cádiz, con resonancias camaroneras y singularidad personal, para derivar a las de Córdoba, con sosegado compás. Se centró en Alcalá por soleares y recuerdos de Joaquín el de la Paula, a través de la escuela de Juan Talega, posteriores tonos de Fernanda de Utrera, con enjundia flamenca y prestante remate por Juaniquín de Lebrija. Las bulerías las trató con impronta festera homenajeando a Manuel Mancheño “Turronero”, así como adecuada adaptación de la copla flamenca por el estilo. Finalizó con fandangos de El Pichichi, aires de Huelva evocativos de Paco Isidro y matiz “atoronjao”, también por Alosno, y un entregado remate por José Rebollo.

"Niño Jorge" acompañado por Antonio Gómez
(foto: Alfonso Ibáñez)
En cuanto a Eduardo Martínez “Niño Jorge”, significar su poderío tonal y buen compás por cantiñas-alegrías con certeros recuerdos de Chano Lobato. Melisma y conocimiento estableció en su malagueña de La Trini, en el fandango-verdial de El Cojo de Huelva y la rondeña. Amplio fue su recorrido por soleá, estableciendo conocimiento y diversidad estilística, con  recuerdos de Pepe el de la Matrona, José Yllanda, Rosalía de Triana, más Yllanda y un remate por Cádiz. Por fandangos, igualmente, ofertó conocimiento y poderío flamenco con aires de El Carbonerillo, Rafael Ramos “El Gloria” o José Rebollo entre otros. Finalizó con acertadas, rítmicas y festeras bulerías, donde su admiración por Chano Lobato lo estableció en la adaptación del tango argentino por el estilo, coplas-boleros, y un acompasado final por Cádiz con evocaciones de Canalejas de Puerto Real.

Cerró la noche flamenca el pacense Miguel de Tena, con unas marianas que nos recordó a José Menese, mas con la dulzura musical que estableciera el maestro Bernardo el de los Lobitos. En las soleares nos ofertó los matices apolaos de Triana, así como la particular forma que Antonio Mairena estableció por las conocidas como de Charamusco. A través de los tangos,  se acercó al comienzo a Juanito Mojama, para derivar hacia Cádiz por Pericón, recordar el hibrido aire de Rafael Flores “El Piyayo”, para rematar en Granada y resaltar la personal forma de Morente por el estilo. Enalteció al público con granaína y recuerdos de Manuel Vallejo –a veces con excesivo melisma- y media granaína. En las bulerías, reiteró su enamoramiento de los ecos de Vallejo, y finalizó con fandangos de El Pichichi, Canalejas de Puerto Real y Porrina de Badajoz.

Maestros y artistas de la guitarra volvieron a ser Antonio Carrión y Antonio Gómez, con falsetas personales, dominio del traste, adecuado trabajo en la prima, y una perfecta sincronización para resaltar el arte de sus acompañados.
Rafael Valera Espinosa



- Tientos-tangos interpretados por Miguel de Tena y Antonio Carrión en el XXVI Festival Flamenco "Pepe Polluelas"http://youtu.be/IXyBDdcpIwQ

"Manuela Cordero se centró en Alcalá por soleares y recuerdos de Joaquín el de la Paula, a través de la escuela de Juan Talega, posteriores tonos de Fernanda de Utrera, con enjundia flamenca y prestante remate por Juaniquín de Lebrija" (Rafael Valera Espinosa) https://www.facebook.com/peniaflamenca.blogspot.com.es/posts/1119849348129318

lunes, 17 de octubre de 2016

Memoria flamenca. JUAN PEÑA FERNANDEZ “EL LEBRIJANO” (I)

“CON QUINCE AÑOS IBA TOCANDO LA GUITARRA A ‘LA PAQUERA’”.

Leovigildo Aguilar, Vicente Barranco,
Juan Peña "Lebrijano" y esposa y Rafael Valera
(foto. Pepe Pamos)
La entrevista realizada a Juan de la Santísima Trinidad Peña Fernández “El Lebrijano”, la efectué en el otoño de 1993, una vez iniciado el curso universitario. Vino a nuestra tierra con el guitarrista Enrique de Melchor y el crítico, escritor e investigador astigitano Manuel Martín Martín, para desarrollar el proyecto establecido por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía denominado “Flamenco en la Universidad. Una encrucijada de caminos.” apuesta ésta que se elaboró para intentar la máxima aceptación en nuestra Comunidad Autónoma de la Universal Cultura Flamenca en el ámbito universitario. Las cuatro sesiones-ponencias literarias-musicales se desarrollaron dos en Jaén, Linares y Úbeda. El cuartel general lo establecieron en nuestra capital y los contactos fueron asiduos, festivos, muy dialogantes y tabernarios. Nuestro fraternal entendimiento ya se había establecido en numerosas ocasiones, y muchas de ellas con el apoyo de su prestante reivindicador y guitarrista hermano Pedro Peña. La entrevista se cuajó a los postres de una amigable y relajada comida en el antiguo “Mesón Vicente” ubicado entre la calle Maestra y la del Arco de “El Consuelo”.

Particularmente, considero que todo el diálogo fue interesante, evocador de viejos tiempos de vida flamenca, clara defensa de sus rebuscadas formas de concebir nuestro arte con múltiples enfoques de fusión, modernismos e investigación sobre el posible origen de su etnía y, cómo no, la importante –casi total para él- aportación de los gitanos al arte flamenco. Todo lo referido en segundo lugar estaba establecido por su trayectoria artística, la de un cantaor consagrado por sus numerosos trabajos discográficos de notoria popularidad: El Lebrijano con la colaboración especial de Paco de Lucía, 1970. La palabra de Dios a un Gitano, 1972, Persecución, 1976. Ven y sígueme, 1982 Rocío Jurado y el guitarrista Manolo Sanlúcar "Encuentros (álbum) (aún no redactado)">Encuentros, 1985 con la Orquesta Andalusí de Tánger y Paco Cepero a la guitarra, o Tierra, 1992, dedicado al quinto centenario del descubrimiento de América, con letras de Manuel Caballero Bonald Y como premisa establecida por Candil, lo primero sus relatos sobre los comienzos artísticos: 


Y como premisa establecida por Candil, lo primero sus relatos sobre los comienzos artísticos: 
- “Comienzo a cantar desde pequeñito. Mi madre –La Perrata de Utrera- decía que iba por la calle como un loco, siempre cantando. ¡Y escucha que curiosidad…! Yo empecé en el mundo de los artistas como guitarrista. Con quince años y teniendo como compañero a Paco Cepero… Iba tocándole a “La Paquera” y estuve con ella un par de años. La verdad es que siempre he cantao y en aquellos tiempos “La Paquera” me obligaba a dejar la guitarra y a que cantara. A los diecisiete años -1958-  me fui a Sevilla a un tablao que había abierto “Gitanillo de Triana” que se llamaba “El Duende”, y de este Duende sevillano pasé al de Madrid donde actuaba como primera figura la eminente bailaora Pastora Imperio, casada con Rafael Gómez “El Gallo” –solo un año- y suegra del mencionado “Gitanillo de Triana”. En la capital estuve como seis o siete años hasta que me fui con Antonio Gades, con el que actué durante seis años, volviendo más tarde a Sevilla en la época en que estaban proliferando los festivales. A partir de ahí, comencé mi carrera en solitario.”

Por el material flamenco, en el que había numerosas referencias a los Concurso de Córdoba, que Ramón Porras y Pedro Sánchez habían comprado para Candil en Argentina –durante la dictadura de Videla- a la viuda de Anselmo González Climent, el cual, junto con el poeta de Puente Genil, Ricardo Molina Tenor, el cantaor gaditano Aurelio Sellé, y el músico Mauricio Ohana, fue máximo impulsor del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, yo sabía que Juan Peña no había establecido una buena presentación en la “Opción a Premio” del año 1959. Sobre este tema incidí en nuestro diálogo: 

- “Lo cierto es que yo no me presenté… me presentaron. Nunca he creído en los concursos –no quiso presentarse a la I Bienal de Arte Flamenco de Sevilla de 1980, habiendo sido el cantaor más votado por las peñas andaluzas, que en esa época eran las que decidían con su sufragio-, no porque no los considere válidos, sino porque cuando un artista tiene un respaldo de cierta trayectoria, no necesita de ellos. Cuando participo en el de Córdoba ya había grabado el disco “Sevilla-Cádiz” -1969 con Paco de Lucía- y estaba en esa tesitura de que el concurso era importante y no importante”. 

Juan pensó, aunque le cité la fecha de 1959, que le estaba preguntando sobre el concurso del año 1974 donde ganó el Premio “Mercé La Serneta” por soleares, polos, cañas y serranas. No quise rememorar el del 59 por su mala proyección, y le dejé seguir por el del año 74. 
- “Ese compromiso me lo creó Antonio Pulpón, y todos sabemos la fuerza que este hombre tenía, y había que aceptar de buena manera que te inscribiera en el certamen.”

- “Yo no estaba pa concursos, ni tenía ánimos y, la prueba es que no he participado después en ninguno más. ¡Bueno… sí! Estuve en el año setenta y cuatro en Mairena del Alcor y lo gané. Tampoco es una cuestión de ganar o no ganar… Creo que los profesionales no debemos de entrar nunca en un concurso. ¿Cómo se puede enjuiciar el arte de un profesional? ¿Con qué criterios se puede definir el cante de un artista si él ha creído conveniente hacerlo así? Y después… ¿Dónde está la imparcialidad? Porque todos tenemos siempre un determinado amor por la personalidad de uno o varios cantaores, y en el cante impera más fanatismo que en la guitarra y el baile, y eso es peligroso.”

- “Tú sabes que soy un artista que evoluciono, que busco algo más… ¿Cómo se enjuicia entonces mi cante? Fórmula de no entrar nunca en una polémica de buenos o malos, de comprendidos o incomprendidos, es no entrando. Tanto es así que cuando se produce lo del Giraldillo –aquí confirma lo anteriormente referido por mí- yo decido quedarme fuera. No discuto que el que participó lo hiciera mal, si no afirmando que particularmente no creo en los concursos para profesionales.”

No hay que olvidar que un amplio número de personas flamencas votaron tu participación. Reconocían tu calidad como artista flamenco.
- “Es cierto y se lo agradecí a las peñas y reitero mi agradecimiento desde esta revista. No quiero citar nombres, pero todos sabemos que artistas con un prestigio enorme cayeron en lo que considero un error. ¿Quién tiene la presión…? Quien más puede perder. Entra sin presión el que no tiene que perder un determinado prestigio conseguido con miles de esfuerzos; entra más tranquilo, sin riesgos…”

Continuará.

Rafael Valera Espinosa

Crónica del XXVI Festival Flamenco "Pepe Polluelas".

Ya van 41 años desde el primer festival de flamenco.

Se cumplen 26 años del Festival Flamenco Pepe Polluelas, 41 años desde el primer festival flamenco en la ciudad de Jaén.

JOSÉ COBO | IDEAL-JAÉN (16 octubre 2016)

Sebastián Vilches (foto: Rafael Valera)
A principios de los 70, la Peña Flamenca de Jaén inició esta serie de festivales flamencos que se han ido sucediendo con diferentes nombres: Reunión flamenca, Noches flamencas de la Alameda, y desde hace 26 años Festival Flamenco Pepe Polluelas, gracias Alfonso Sánchez Herrera, el que fuera alcalde de Jaén y aún socio de la Peña Flamenca. Ligado a la feria de San Lucas casi tanto como al teatro Darymelia, el Festival Flamenco Pepe Polluelas se ha convertido en la cita con el flamenco que ningún jienense debe perderse.

"Un artista bohemio, existencial, un artista que cantaba simplemente por afición, sin ánimo de lucrarse con ello", así define Rafael Valera, Presidente de la Peña Flamenca de Jaén a Pepe Polluelas. "Un cantaor que dejo huella con su forma de hacer el cante, porque había aprendido durante la guerra civil de artistas como Pepe Marchena, La niña de los Peines, Antonio el de la Calzada, Pepita Caballero, Enrique Orozco y toda esa serie de artistas a los que la rebelión contra el gobierno de la república española les pilló en Jaén", añade Rafael Valera.

A pocos minutos de empezar el festival, Rafael resume qué va a ver el público del teatro Darymelia: Un espectáculo pleno de sensibilidad, enjundia y pellizco flamenco, donde se van a dar determinadas escuelas flamencas, como es la de Miguel de Tena, cantaor que se inclina por recordar la época de oro del cante flamenco, donde imperaban artistas de la categoría de Manuel Vallejo, La niña de los peines, su hermano Tomás Pavón, etc. Esta noche también podrán deleitarse con el Manuela Cordero, artista que se inclina por la escuela gitana andaluza de Mairena, lugar donde la sensibilidad y la seriedad flamenca se establecen, aunque ella como roteña también domina los estilos festeros. También tenemos a un cantaor de la tierra, Eduardo Martínez Redondo 'Niño Jorge', artista que poco a poco consolida su trayectoria con enjundia, conocimiento y un amplio repertorio con rememoraciones de artistas de la tierra, demostrando su amplio entendimiento del flamenco.

El festival siempre intenta promocionar a los valores de nuestra tierra, en este caso el iliturgitano Sebastián Vilches, cantaor que viene desarrollando una extraordinaria carrera flamenca con un podería tonal y una bonita voz. Un artista que ha demostrado conocimiento en su acompañamiento al baile y dejando claras su influencia por los artistas de nuestra tierra, como Rafael Romero, Paco 'El pecas' o Rosario López.

A la guitarra tenemos a Antonio Carrión, máximo exponente del buen acompañamiento, un artista que ha compañado a las máximas figuras del cante flamenco como Antonio Núñez 'El chocolate', José Menese, José Mercé o Chano Lobato, entre otros, demostrando su acreditada trayectoria ante los aficionados. En esta XXVI edición del festival, nos acompaña la guitarra de Antonio Gómez, artista que además ha sido presidente de la Peña flamenca "Los Romeros" de Andújar y que cuenta con una larga trayectoria, influenciada por el toque de Paco de Lucía y que ha acompañado a artistas como Rafael Romero 'El gallina', Carlos Cruz, Enrique Morente, y toda una serie de cantaores que han venido a nuestra tierra y han descubierto que tenemos guitarristas capaces de desarrollar su arte con magnificencia. 

Lejos de estilos y de análisis técnicos, uno tiene que escuchar el flamenco con la mente abierta, y si le llega, no debe preocuparse por nada más, debe disfrutar. Este es el consejo que Rafael Valera da a todo aquel que desconoce el mundo del flamenco.

viernes, 14 de octubre de 2016

Memoria flamenca. PACO TORONJO (y III)

“LAS SEVILLANAS DE HUELVA SON MEJORES QUE LAS DE SEVILLA.”

No se bajaba Francisco Gómez Arreciado “Paco Toronjo” de su pedestal como máximo reivindicador y mejor intérprete de los fandangos de Huelva. Incidí sobre los más señalados cantaores de su tierra y sus fandangos, mientras él continuaba estableciendo que la categoría del fandango onubense se había conseguido gracias a su hermano Pepe y a él. Le pregunté sobre la mayoría de ellos y sus respuestas fueron claras.

Tercié sobre otros aspectos de su trayectoria profesional, su vida en Alosno, su magisterio en Madrid, y también en sus giras por el extranjero:
- ‘He salido muy poco. He estao en Francia, en Bélgica y Alemania. Después no he querido salir más lejos. Yo estoy muy bien en mi Andalucía y en mi Huelva.

Seguí centrándome en su arte y en los fandangos de su tierra. ¿Cuál es el fandango que para ti tiene más dificultad?
- ‘¡Mira! Yo no lo sé. Esto es una cosa que se nace con la persona. Unos son más valientes que otros. Para mí son fáciles toos. El de Alosno es el más difícil. Es más difícil porque va en tono mayor, va por medio como al son –se refiere a la cadencia rítmica- de siguiriyas, y los demás fandangos son pa arriba, toos van en tono menor en el bordón.’  

¿Entonces tú puedes decirnos cuales son los más importantes?
- ‘Te voy a decir los pueblos que tienen fandangos: Encinasola, Cabezarrubia, El Cerro, Santabárbara, Valverde, Almonaster, Alosno y Huelva. Huelva tiene un fandango, pero no sé lo que pasa que casi toos los que cantan por Huelva canta por Paco Toronjo. La gente me dice ‘Tienes a too el mundo drogao.’

Ante su aseverada primacía le inquirí si sobresalía alguien que pudiera continuar su magisterio: - ‘No hay garra. Primero, que no tienen sello, porque cuando van a terminar se meten en lo mío.’

Nuevamente, evidenciado su ego, me acordé de otro sobresaliente cantaor de la tierra como fue Francisco Cerrejón Camacho ‘Paco Cerrejón’ (Huelva, 1925-1971), y la pregunta fue a bocajarro, esperando un mayor reconocimiento sobre este artista onubense, circunstancia que no había conseguido con los demás.
- ‘Cerrejón era un hombre… ¡Mira! Te voy a decir una cosa… Cantaba un fandango valiente de Huelva –también murió joven- pero se dedicaba más a cantar para los coros y danzas de Huelva. Cantaba los fandangos de Encinasola –que era un fandanguillo folclórico- y siempre estaba con los coros y danzas.’

- ‘Huelva es que tiene mucho folclore, empezando por las sevillanas, que son distintas de las de Sevilla, y que se llaman sevillanas porque Sevilla es Sevilla, pero son mejores que las de Sevilla. Cuando yo llegué a Sevilla, que íbamos como Los Hermanos Toronjo, la sevillana se cantaba en el Rocío y en la Cruz de Mayo… en Huelva y en Sevilla, y hasta el otro año no se volvían a cantar sevillanas. Ocurría igual con las saetas y los villancicos. Pero mi hermano Pepe y yo, y luego los Hermanos Reyes, las fuimos popularizando. Luego han salío… ¡qué sé yo la cantidad de gente que ha salió…!’.

¿Y lo de las sevillanas bíblicas…?
- ‘Eso es de Alosno too. Lo que pasa es que mi hermano y yo lo hacíamos a nuestra manera. Mi hermano tenía mucho poder, pero le faltaba algo… Fue el primero que sacó lo de la caña para acompañar. No veas la cantidad de cañas que vendió mi hermano. Me acuerdo que le decía ‘la caña mágica.’

Queda demostrada en sus declaraciones la pasión que Paco Toronjo sentía por las siguiriyas. Conocida es su enjundia y creatividad “jonda” en los fandangos… Por tanto, igualmente sentía interés por su faceta de cantaor de otros estilos como las soleares, además de las citadas siguiriyas:
- ‘Yo las domino bien, pero te voy a decir una cosa, ahora, en los festivales, que casi cantan más de veinte artistas, toos cantan lo mismo… esas cosas… Yo tengo mucho repertorio de fandangos y creo que eso le gusta a la gente, porque cada vez que canto uno recibo un aplauso cerrao. Sin embargo, la juventud y las mujeres no aguantan una siguiriya, ni una soleá, eso solo lo aguantan cuatro aficionaos. Los que somos aficionaos de verdad. ¿La gente joven…? Del fandango y de las sevillanas no se cansan.’

¿Es que no hay suficiente afición?
- ‘¡Hombre… hay! Por ejemplo… Mira la Peña Flamenca de Huelva la cantidad de socios aficionaos que hay. En las Peñas si hay afición. En las Peñas de Sevilla hay muchos aficionaos, abarrotan los locales. Sin embargo, los festivales en Sevilla me parece a mí que se acaban, y tú lo sabes porque es así. Los artistas se han puesto en un dineral y están toos los festivales perdiendo dinero, y el que monta un festival y pierde dinero, y vuelve a montar un festival y vuelve a perder dinero… pues no monta ninguno más. Si se contrata a un artista que va por más de trescientas mil pesetas -reitero la que la entrevista es de 1987-, cuando contrates a tres así… ¿en cuanto se monta el festival? ¿A cómo tienes que poner la entrada y cuantas tienes que vender…? ¡No es verde too lo que verdeguea!

¿Qué piensa Paco Toronjo de las innovaciones que se están haciendo en el flamenco?
- ‘¡Eso es una letanía…! Eso se sale del flamenco. Yo he escuchao a los mejores del mundo… a Vallejo, a Pastora, a El Sevillano, a Manolillo Fregenal, a Pepe Aznalcollar… Ellos cantaba bien y además cada uno tenía su estilo y su personalidad. Ahora no tiene nadie personalidad, todos son imitadores.’

¿Se tenía antes más conocimiento de estilos que ahora?
- ‘Se preocupaban más porque antes la gente salía con su forma, y ahora la gente se preocupa nada más que de imitar; no se preocupan de aprender, como por ejemplo letras nuevas.’

Hay aficionados que opinan que el fandango de Huelva se ha autentificado flamenco gracias a la personalidad de Paco Toronjo ¿Qué dices a esto?
- ‘Que desde luego el fandango de Huelva ha entrao de lleno dentro del flamenco. Por eso, yo me arranco por siguiriyas, ¡ojo¡ la salía completa solo, para entrar en el fandango, y así es más difícil de cantar que una siguiriya. En el fandango no se respira y en la siguiriya si hay que esperar compás.’

Esta respuesta no me cuadraba. Particularmente, considero que lo más difícil es cantar por siguiriyas, casi más que por cantes de fragua. Este estilo es el que demuestra la enjundia, el conocimiento, la prestancia cantaora, y la sabiduría de establecer su acompasada cadencia. Además, el que sabe cantar bien por siguiriyas –así lo priorizo- las puede complementar con poderío tonal, rematándolas con una cabal o cambio siguiriyero, los cuales se acercan a la primigenia forma de los estilos de fragua. Por lo citado, la siguiente pregunta tenía su por qué: ¿Más difícil para Paco Toronjo o para los cantaores en general?
- ‘¡Hombre…! Si no se le echa valor al fandango y se canta uno de mala muerte, pues claro que no, porque entonces no es un fandango es un Psisss… Por ejemplo, Camarón ha sacao un disco –con el pedazo de artista que es Camarón- que lo tengo yo grabao con mi hermano hace lo menos cuarenta años ‘Calle Real del Alosno…’ Y él lo ha hecho con mucho ruido, muchas voces ahí metías y mucha ‘rumasca’. ¡Pero, si el fandango es libre…!

¿Se cantaba entonces mejor que ahora?
- ‘Ha evolucionado el cante y sobre todo la guitarra. Ahora tú vas a un festival y canta uno por siguiriyas, después el otro también por siguiriyas; otro por soleá y el que sigue también por soleá. Hay que tener más repertorio, antes no se pisaba un cantaor a otro.’
Rafael Valera Espinosa
(presidente de la Peña Flamenca de Jaén y flamencólogo) 

jueves, 13 de octubre de 2016

Cartel de lujo para el XXVI Festival Flamenco “Pepe Polluelas”

La gala cuenta con Manuela Cordero y Miguel de Tena entre sus cantaores.

Una cita obligada para los aficionados al cante jondo. Eso supone, según explicó el presidente de la Peña Flamenca de Jaén, Rafael Valera, el XXVI Festival Flamenco “Pepe Polluelas” que se celebrará el sábado, a las 22:00 horas, en el teatro Darymelia. “Estamos muy satisfechos puesto que, después de todas las vicisitudes, ha salido una buena terna”, manifestó. Un cartel “conocido” por los amantes del flamenco, puntualizó, del que destaca “por su categoría” a Miguel de Tena, mientras que Manuela Cordero tiene “una línea más influenciada por la escuela de Mairena”. De Eduardo Martínez “Niño Jorge” subrayó su evolución, y al iliturgitano Sebastián Vilches lo consideró un “gran valor” de la tierra.

El autor del cartel anunciador, Alfonso Ibáñez, manifestó por su parte que "la obra, en la que predomina el color, muestra lo que acontecía en la Peña en los años setenta, y representa a Eusébia Munoz, francesa oriunda de Toledo, que hizo una tesis doctoral en Jaén, junto con Paco Cañada —uno de los socios más antiguos también presente en el acto— y Pepe Polluelas".

A este respecto, uno de los fundadores de la Peña Flamenca de Jaén, Gerardo Fuentes, recordó que por finales de los sesenta ya había un grupo de amigos que daba sus “balbuceos” con el flamenco: “Ahora es una satisfacción que, después de tantos años, siga en funcionamiento la Peña”. Además, hizo un llamamiento a la participación no solo en el festival, sino también a la sede del colectivo, para que haya continuidad en su labor y siga adelante un arte que consideró inconmensurable.

Por su parte, la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Jaén, Francisca Molina Navarrete, mostró su satisfacción por la colaboración del Ayuntamiento: “El flamenco forma parte de Jaén y de su feria, por lo que es un orgullo contar con una cita de esta categoría”.




De izquierda a derecha:
Francisco Cañada, Alfonso Ibáñez,
Francisca Molina, Rafael Valera y Gerardo Fuentes
Diario JAÉN: http://www.diariojaen.es/cultura/cartel-de-lujo-para-el-pepe-polluelas-FY2203052
Diario VIVA JAÉN: http://andaluciainformacion.es/jaen/626686/el-sabado-llega-el-festival-pepe-polluelas-/
Diario IDEAL: http://www.ideal.es/jaen/culturas/201610/11/festival-flamenco-pepe-polluelas-20161011154124.html

lunes, 10 de octubre de 2016

Memoria flamenca. PACO TORONJO (II)

“YO NO HE CONOCIO A ‘LA CONEJILLA’”.

Francisco Gómez Arreciado “Paco Toronjo”, con la guitarra de José Sousa, cantó en la Peña Flamenca de Jaén el 31 de enero de 1987 veintiséis fandangos de Huelva y una malagueña. En los primeros cantó por los localismos de Huelva, de Santa Eulalia, de Alosno incluidos los valientes, a la vez que engrandeció personalismos como los de Antonio Rengel, El Acalmao, Juan Rebollo, Marcos Jiménez, Bartolo el de la Tomasa, y los de su  personal aire. En la malagueña evocó al creativo gaditano Francisco Antonio Enrique Jiménez Fernández “Enrique el Mellizo”. De varios de estos personajes estuvimos hablando con el ilustre cantaor de Alosno en la segunda parte de la entrevista del citado 31 de enero.

En un momento de la charla no quise abordar de lleno cómo Paco había establecido una especial forma de hacer los fandangos de su tierra. Por aquella época había intérpretes populares que recordaban a los más significativos cantaores y, por ahí le fui sacando ciertos criterios interesantes a tener en cuenta sobre los fandangos de Huelva.

¿Por qué en estos últimos tiempos cantaores de renombre y mucha popularidad están incrementando la interpretación de los fandangos de Huelva por los aires de José Rebollo?
- ‘Rebollo tenía un fandango que yo hago a mi manera, y hay un cantaor que no es de Huelva, que es un gran amigo mío, que es ‘El Cabrero’, que después de no ser de Huelva no lo hace mal… ¡Pero, amigo mío! Lo ha cogió too de aquí –se señala él- , de los discos, de las cosas… pero se defiende’

¿Se acuerdan los cantaores de hoy en día al cantar por Huelva de artistas añejos como Rebollo, Pérez de Guzmán…?
- ‘El fandango de Pérez de Guzmán no es de Huelva, es amalagueñao, es abandolao, lleva el ritmo de verdial, aunque lo tengo yo grabao a mi manera, pero lleva el ritmo de verdial y lo influye; es un fandango más. Pérez de Guzmán estuvo mucho tiempo en Málaga, escuchó mucho al Cojo de Málaga e hizo un fandango a su manera, pero que es verdial.’

¿Si tuvieras que salvar un fandango salvarías solo el de Alosno?
- ‘¡No! Es muy difícil. Alosno solo tiene dieciséis tipos de fandangos; luego vienen los pueblos… Está el de Rengel, el de Rebollo; Paco Isidro no, Paco Isidro lo hacía bien, pero no me llegó nunca. Rengel y Rebollo solo hicieron un par de discos; los dos están en un mismo disco y no me quedo satisfecho cuando los escucho. Luego he escuchao a Rengel en persona y eso era otra cosa, pero el disco no; no sé si sería porque era discos de pizarra que luego los han sacao en casette –era la época de este formato-. Pasa lo mismo con ‘El Carbonerillo’, que por cierto casi toos los fandangos que hacia tenían el ritmo de Huelva, y fíjate que nació en La Macarena, pues toos los fandangos que hacía tenían ritmo de Huelva… ¡Ojo! Tocándole Ricardo’ Se refería a Manuel Serrapí Sánchez ‘Niño Ricardo’.

Como en el mensaje subliminal de sus declaraciones imperaba su ego creativo, quise entresacarle si había conocido algún cantaor profesional o aficionado que le hubiera gustado y así lo siguiera estableciendo.

¿Ha habido en tu tierra cantaores aficionados que te hayan llegado de verdad?
- ‘¡No¡ Porque en Alosno desde luego ha habio gente, pero luego no se dedicaban a eso. Los mineros… Marcos Jiménez que era abogado, o Manolillo el Calmao. Eran los que cantaban cuando se tomaban seis o siete copas de aguardiente o cuando se metían en fiesta y ya no cantaban otra vez hasta que no se terciaba. ¡Vamos, que no se dedicaban a eso! Cantaban a su forma pero no eran profesionales. También estaban el de Bartolo, el de la Matea… Eran toos aficionados del pueblo.

No quedándome muy satisfecho con sus declaraciones, insistí: ¿Y en tu juventud había alguien con garra?
- ‘Desde mi juventud hasta ahora no he escuchao gente con garra. Eran mayores todos. Marcos Jiménez hace ya un montón de años que murió; Bartolo igual; el de la Matea igual; Juan María igual… Esa gente si vivieran tendrían ya más de cien años.’

Y seguí reiterando mi curiosidad por si saltaba algún nombre. ¿María ‘La Conejilla’ quién era? - ‘¡Mira! Yo tengo cincuenta años y yo no la he conocío. La gente dice fandangos de ‘La Conejilla’ y yo me criao en el Alosno, nacío en el Alosno… ¡Fíjate! Me he llevao treinta años en el Alosno hasta que me fui a vivir a Madrid, tengo dos hijos madrileños y me he venío pa mi tierra, porque estaba ya hasta las narices de Madrid, pero a ‘La Conejilla’ no la he conoció.’

Tras esta última firme aseveración, con la cual pienso que quiso establecer su primacía cantaora por Huelva, retomé el dialogo hacia su vida profesional.

¿Cómo has desarrollado tu vida artística en Madrid?
- ¡Muy bien! Terminé una tourné con Juanito Valderrama y me quedé a grabar un disco con Hispavox. Entonces pasamos por el tablao de ‘Las Brujas’ y no sé quien estaba allí de Huelva que habló con el dueño de la sala ¡Mira que van a salir y tal…! Entonces iba conmigo este que ha grabao el último disco conmigo, Juan Díaz, que también de Alosno, y es un hombre que tampoco se dedica por completo a esto. Entonces salimos mi hermano y yoy al escucharnos nos dijeron que si queríamos seguir allí. Total que seguimos y me llevé a mi familia a Madrid. Luego estuve en cuatro o cinco tablaos, aunque yo venía toos los años a mi tierra, al Rocío, a la feria de Sevilla, o alguna cosa particular. Después he estao dieciséis años en el tablao ‘Las Cuevas de Nemesio’, que está en la Cava Alta; el primer tablao que yo pisé en Madrid, que por cierto, me llevó Pulpón… todavía estaba ese guitarrista célebre que salió con nosotros, ‘El Pinche’, que tocaba con las cuerdas metálicas que tienen un sonido diferente a todos y, además, con las cuerdas esas no puede tocar nadie. Yo no sé como ese hombre aguantó una feria de Sevilla sin echarse na en los deos ni na, pero tenía un aire distinto.

¿Cómo se vive el flamenco en Madrid?
- ‘Pues mira… yo caí muy bien en Madrid, porque a la gente le gustaba y estaba acostumbrá al fandanguillo y, cuando escucharon el fandango se dijeron que este no era el fandanguillo, era distinto. Se vive muy bien, muy bien…’ Continuará.

Rafael Valera Espinosa