domingo, 26 de marzo de 2017

Por soleá. ¿Modernismos flamencos?

Me cuesta trabajo asimilar los barbarismos sobre nuestro idioma con los que nos bombardean diariamente. Que los programas de tv se llamen ‘Late Motiv’, ‘First Dates’, ‘Master Chef’, ‘La Voz Kids’, ‘Gold Talen, ‘Likes’, Latin Fit’, y el profesor o entrenador ‘coach’, humilla. Y sobre los anuncios de perfumes ¡apaga y vámonos! Es como si no tuviera el idioma español los suficientes vocablos para expresar la sensualidad, la seducción, el amor, el atractivo… siendo el más rico y diverso de todos. El asunto comenzó con la aceptación del anglicismo ‘futbol’ y el español se está quedando en ‘outside, perdón ‘fuera de juego’

En el flamenco está pasando igualmente. No tan descarado porque hay que incluir el vocablo ‘flamenco’, pero casi. Ya lo he referido en muchas ocasiones y nuevamente lo reitero. Los especialistas en marketing saben lo rentable que es la palabra “flamenco” por el prestigio universal que posee. Por tanto, añadir la misma a cualquier otro vocablo que suene bien y moderno es rentabilidad segura, y solo basta que haya una “sonanta”, un “quejío”, algunos melismas flamencos, o ciertos compases en el tres por cuatro. Con estos elementos nacen “flamenco-fusión”, “new-flamenco”, mestizaje flamenco”, “flamenco-jazz”, “rock-flamenco”, “flamenco-salsa”… y no sé cuántas denominaciones más. Y lo cierto es que todas resultan innovadoras, divertidas y agradables al oído, musicalmente elaboradas, exitosas y atractivas para la juventud, lo cual conlleva que ésta, principal receptorade movimientos musicales, se acerquen al flamenco en sí.

Todos los intentos de mezclar el flamenco con otras culturas ajenas no son nuevos. En 1923, Ramón Montoya fue acompañado por el saxo de F. Vílchez –estableciendo éste su sonido como si fuera la voz del cantaor- en media granaína, fandangos, peteneras y milongas, curiosamente todos estilos libres de compás. Más tarde La Niña de los Peines recogería el huapango“Cielito lindo” y lo metió por bulerías. Igualmente es conocida esta última faceta cantaora en Canalejas, Vallejo, Carmen Amaya, etc., para adaptar copla, tango, bolero, y lo que quisieran.

El flamenco es una cultura musical que absorbe cualquier otra, mas no puede ser absorbido por ninguna. Ya lo demostró Miles Davis en 1967 con su obra “Sketches o Spain” cuando quiso acercarse a ella. O Morente y “El Lebrijano” con los músicos andalusíes; ellos cantan flamenco, y los marroquíes su música, por mucho que se asemeje el ritmo, el compás y las entonaciones melismáticas. Cuando “Chano Lobato” canta “Volver” por bulerías, introduce en su personal arte el tango argentino y lo saca flamenco; similar situación a la inversa no su puede producir, pues ¿alguien se puede imaginar los tangos de Pastora “Al Gurugú” sonando con música tanguera? ¿A pesar de sus andanzas con Larry Coryell o Al Di Meola, la guitarra de Paco de Lucia suena a rock o jazz? ¿El piano de Chick Corea tiene las resonancias del de Pepe Romero o Arturo Pavón? El flamenco suena a flamenco y lo demás a sus músicas. El flamenco absorbe pero no puede ser absorbido.

Rafael Valera Espinosa

jueves, 23 de marzo de 2017

Actuación de Pedro "el Granaíno" en la Peña.

El próximo viernes, día 24 del presente mes de marzo, y dentro de la programación de nuestra Peña, hemos organizado un recital flamenco en nuestra entidad, el cual estará a cargo del cantaor sevillano Pedro Heredia Reyes “Pedro El Granaino”, que será acompañado por el chiclanero José Antonio Muñoz Heredia “José de Pura”.

El acto comenzará a las 21,30 horas, en la sede de nuestra Peña.

https://www.deflamenco.com/revista/cante/pedro-el-granaino-3.html

Biografía.

Pedro Heredia Reyes, nace en Granada, en 1973. De familia gitana, el Cante forma parte de su vida desde el día que nació, su vinculación directa con el mundo del flamenco y lo vivido entre los suyos marcan el ambiente en el que crece como persona y va madurando como artista.

Con 18 años se traslada a vivir a Sevilla y años más tarde su camino profesional se une a la familia de los Farrucos, los cuales le dan la oportunidad de formar parte de su compañía de baile y de esa manera nos hacen partícipes de conocer la privilegiada garganta de este nuevo cantaor que desde 2007 comienza a cosechar críticas importantes dentro del flamenco.

Forma parte de espectáculos como “Al Natural”, “De Farruca a Faraona”, “Los Farrucos”, “Puro” , “Sonerías, “ Mi Herencia”, “Baile Flamenco” y “Homenaje a los Grandes”, siendo este último espectáculo en el que comienza a destacar y comenzar su carrera.

Es el Festival de Jerez 2012 el que le da la oportunidad de debutar como cantaor en solitario, tras el éxito cosechado con “Homenaje a los Grandes “ en la anterior edición , programándolo dentro del ciclo Los Conciertos de Palacio, y allí , en el Palacio de Villavicencio con un aforo lleno y junto a su guitarrista de cabecera Juan Requena, expone su metal de bronce , asume riesgos y conquista a la crítica. Es esta declaración de intenciones la que le lleva a la Bienal de Sevilla ese mismo año, donde se presenta su primer recital sobre las tablas del Espacio Santa Clara dentro del ciclo De Viva Voz, repite aforo lleno y elogios de la crítica.

Colabora con guitarristas de la talla de Vicente Amigo y Tomatito, entre otros, y con cantaores como Enrique Morente, Estrella Morente y Alejandro Sanz.

Ha sido dirigido por Carlos Saura en su película “Flamenco, Famenco” de la que forma parte , y ha llevado su cante a ciudades como Londres, Nueva York, Estambul, Los Ángeles, San Francisco, México, Paris, Miami. Ámsterdam y Roma entre muchas otras.

Durante 2013 Pedro El Granaino es premiado en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba con el segundo premio y se encuentra en uno de los momentos mas bonitos de su carrera, los matices de su garganta, el color de su voz, la manera de interpretar los cantes, el respeto a los clásicos, su temple y su fuerza , su carisma tan personal y esa voz gitana y antigua tan inconfundible que posee, hace que sea reclamado por peñas y festivales flamencos, y de esta manera hemos podido disfrutarle en festivales como el festival Algurugú, Las Aguzaderas, o Mont de Marsan, siendo este último, donde se presenta su espectáculo “Metales” junto a su compañero José Valencia.

Es la grabación de su primer trabajo discográfico su proyecto más inmediato, un trabajo de cante clásico basado en la obra de Tomás Pavón, de Chacón, de Chocolate, de la Niña de los Peines, de Camarón, fuentes todas en las que Pedro bebe y se alimenta.

jueves, 16 de marzo de 2017

Por soleá. HIJOS PREDILECTOS Y MEDALLAS DE ANDALUCIA (y II).

Establecido mi criterio anterior –el cual puede ser equivoco, en función de razones de peso a establecer  con solvencia- de los criterios de concesión de reconocimientos por el Gobierno Autónomo de Andalucía de turno sobre los ilustres nacidos en nuestra tierra, y centrándome en la reivindicación de los artífices del arte flamenco –cometido por el cual suelo escribir esta columna-, no tengo más remedio que reivindicar a los que han propiciado que esta universal cultura haya sido denominada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, entre otros aspectos porque la valoración de nuestra cultura musical está siendo mínima. Si esta coyuntura se hubiese propiciado en Japón, Finlandia, Italia, Alemania, Francia, Estados Unidos, o Suecia… ¿qué hubiera sucedido? ¿Cuál habría sido su dotación económica para un mayor desarrollo? Porque el conocimiento bien que está sustentado a nivel mundial gracias a la labor de los artistas. ¿Nos podemos preguntar que hubieran hecho los catalanes si el flamenco fuera autóctono de su comunidad?

Como cité en la columna anterior ‘La curiosidad mata’. Y efectuada la mía sobre los hijos predilectos de Andalucía, que no melladas, particularmente vuelvo a sentirme decepcionado. El gran Antonio Mairena fue elegido en 1983 (año de inicio de las distinciones) junto a Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Andrés Segovia, y Ramón Carande. Comprobados y aceptados los méritos de los posteriores hijos predilectos, hasta 1990 no se vuelve a reconocer a otra flamenca como hija predilecta de Andalucía, como fue Dolores Jiménez Alcántara “Niña de la Puebla”. Y a fuer de ser sincero ¿por qué? ¿Por los muchos años de artista -fue reconocida con 81 años- o porque había creado una escuela flamenca seguida solo por su familia? La cual considero artística, singular y enjundiosa.

Manolo Sanlúcar
Lo que me ha llamado la atención es que después de 27 años –que no son pocos- no se haya nombrado a otro Hijo Predilecto de Andalucía que haya sido o sea flamenco. La mejor proyección de eso que están denominando, alabando, cuidando y extendiendo como “Marca España” en el mundo… el mayor porcentaje lo viene estableciendo el arte flamenco. Y más aún. Los que estamos obligados por nacencia, afición y orgullo en que esta defensa se lleve a cabo, somos los más abúlicos en la tarea. Y me explico. Que no andaluces –nunca dejaré de reconocer sus méritos- como la madrileña madre del rey emérito Juan Carlos I (mejor que el reconocimiento se lo hubieran dado a su hijo); que el vallisoletano arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo; la madrileña Duquesa de Alba; la nuera de Pablo Picasso, Christine Ruíz-Picasso; el portugués José Saramago; también el barcelonés Federico Mayor Zaragoza: el juez madrileño Augusto Méndez de Lugo: o la también madrileña galerista ‘Juana de Aizpuro’, estén reconocidos como tales Hijos Predilectos de Andalucía no me cuadra, existiendo personales artistas como ‘Fosforito’, Manolo Sanlúcar, o Matilde Coral, aunque fueron premiados con medallas.

Vivir para ver.

Rafael Valera Espinosa

lunes, 13 de marzo de 2017

Memoria flamenca. JOSÉ ANTONIO DÍAZ FERNÁNDEZ “CHAQUETÓN” (II).

“MIO TIO ‘EL CHAQUETA’ HA SIO UN MOSTRUO. LO DIJO “CAMARON”.

Generalmente, los aspectos más señalados de estas ‘Memorias Flamencas’ considero que son los que nos informan de los inicios y formación artística de nuestros protagonistas, entre otras cosas porque nos orientan en la cronología flamenca, en descubrirnos quienes han sido los maestros de otras figuras, y, además, nos establecen la evolución personal de los artistas y la del flamenco, en general. En el último párrafo de la entrega anterior, ‘Chaquetón’, como muchos otros, se coronó de ciertos laureles que –aunque posiblemente fueron merecidos- se marchitaron antes de la entronización. Mas, como he referido, lo interesante está en los inicios y con ellos avanzamos en esta segunda parte de la entrevista de 1991.

Rafael Valera: De los tiempos de la taberna de tu padre ¿Qué te ha quedado?

Respuesta: “Muchas cosas. Recuerdo la bronca que le echó ‘La Niña de los Peines’ a su marido, ‘Pepe Pinto’.  Estaba malo y el médico le había prohibido que bebiera. El caso es que mi padre y él se enzarzaron en una buena conversación y copa va y copa viene. A las cuatro de la tarde se presentó Pastora y le lio la bronca. Le echó la culpa a mi padre que no sabía que ‘El Pinto’ estaba malo, y recuerdo la frase que le dijo: ‘Por culpa del besugo del Flecha estás así’. Lo de besugo se lo decía porque mi padre tenía los ojos azules.

Me acuerdo también de ver a mi padre detrás del mostrador cantando la malagueña grande del Mellizo y, Melchor de Marchena, sin tocar la guitarra, llorando como un chiquillo de lo emocionao que estaba. O de la Nochebuena en que mi padre cerró el bar con el Niño Ricardo y otros dentro, mi madre poniendo la cena y ellos, de lo bien que lo estaban pasando, ni acordarse de la cena ni ná.”

P: ¿Tu madre cantaba?

R: “Mi madre bailaba muy bien. ¡Hombre… como buena gitana también cantaba! Pero lo suyo era bailar. Según dicen  los de la familia de ‘Los Lucía’, Ramón y su padre, porque Paco era muy chico, bailaba con aire especial.”

P: ¿Por qué el apelativo de Chaquetón?

Chaquetón con Pepe "Habichuela"
R: “A mí me decían ‘Chalequito’ y entonces me llamó Augusto Butler para grabar unos tangos en un disco que se llamó ‘Carnaval de Cádiz’… ¡Como me gustaría tener ese disco! Porque llamaron a mi padre para hacerlo y no quiso. Entonces los hice yo, en la casa Philips, cuando esta casa estaba en el Paseo de las Delicias, en Madrid ¡La cantidad de años que han pasao ya…! Por aquél entonces estaba mi tío ‘El Chaqueta’ en Madrid y vino a la grabación. Yo me parecía mucho en la voz a mi tío ‘El Chaleco’, y mi tío Antonio dijo que si me ponían ‘Chalequito’ podía haber cierta confusión. Entonces dijo mi tío Antonio que me iban a poner ‘Chaquetón’. A mí no me gustaba y por tanto no quería, pero bastó que no quisiera para que me quedara en ‘Chaquetón’ pa los restos. Luego grabé un disco con Manolo Sanlúcar, cuyo productor era el padre de ‘Paco de Lucía’, y está hecho con Manolo Sanlúcar como digo, y también me toca, cosa curiosa, ‘Pepe de Lucía’ el cantaor. Antonio Sánchez Pecino –el padre de ‘Los Lucías’- me quiso quitar el nombre y ponerme el segundo de mi madre; ella se llamaba María Fernández de los Santos, porque decía que era muy bonito. Pero después se dio cuenta y me dijo que ‘Chaquetón’ no me lo quitaba nadie.”

P: ¿Cómo surge tu enamoramiento por los ecos de Aurelio Sellé?

R: “Primero fue por mi padre. A mí me gusta too el mundo… Yo he sio y soy un enamorado de Tomás Pavón, que ha sio un monstruo y creo que no se le está dando el sitio que se le tiene que dar. Se está hablando mucho de Pepe el de la Matrona, del otro y el otro… ¡Es que hay que hablar de Tomás Pavón! Al primero que escuché fue a mi padre y me gustaba como cantaba. Yo decía que parecía un león porque cantaba con mucha garra. Con ocho o nueve años tuve la suerte de escuchar en Cádiz a mi padre en una reunión con Aurelio también cantando. Entonces me dice mi padre: ‘Hazle a Aurelio la granaína y la malagueña esas que haces tú.’ Tras cantárselas, Aurelio me cogió  y me sentó en sus rodillas y él cantó también en la radio, porque estábamos en la radio. Aquello se me quedó grabao. Aurelio ha sio un cantaor que ha tenío mucho arte. La gente está equivoca con Aurelio… ¿Quién tiene la culpa…? ¡Las grabaciones! Este hombre vino a grabar a Madrid con mucha edad, aunque antes vino más joven. Yo tengo esas grabaciones y a mí me gustan mucho, pero no dan la medida de lo que era Aurelio. Montoya se come too el disco; Montoya iba arrebatao, de una manera… Había un señor en Cádiz que se llamaba Capinetti, y aunque no era un virtuoso, tocaba los cantes de Cádiz maravillosamente; con él tenía que haber grabao Aurelio.

Luego viene a Madrid más viejo Aurelio, demasiao mayor. Aurelio tenía que haber grabao ese disco… Porque ese gorgojeo que hace no lo había hecho él en su vida. Entonces… cuando hablas de Aurelio, mucha gente se echa a reír, pero claro… ¿ustedes qué sabéis como ha cantao este hombre? Por todo esto, yo creo que hay una escalera con la que se puede aclarar el cante de Cádiz… Primero ‘El Mellizo’, Aurelio después… Yo antes no hablaba de mi familia. Yo nunca mentaba a mi padre y tampoco a mi tío ‘Antonio El Chaqueta’. Cuando se citaba a mi tío siempre le ponían peros, y ahora ‘El Chaqueta’ es un monstruo porque lo ha dicho ‘Camarón’. Y aunque antes no quería hablar… ¡Ahora lo voy a hacer! ¿Después de Aurelio…? ¡Mi padre! Es más, por malagueñas me gusta más mi padre que Aurelio… Por alegrías me gusta más Aurelio. Por siguiriyas cantaba más mi padre que Aurelio de aquí a Pamplona… para mi gusto como aficionao. ¿Motivo? Porque mi padre tenía más facultades. Aurelio no tenía bajos, mi padre sí. Entonces lloraba ahí abajo y Aurelio metía la nariz. Yo le decía eso a mi padre y me pegaba dos guantazos… ¡Tú qué sabes quién es Aurelio! Me decía. Y sin embargo mi ídolo ha sio mi tío ‘El Chaqueta’. Puede influir la cosa de la familia, pero lo que hace mucho tiempo que yo decía de mi tío, la gente lo está diciendo ahora.”
Rafael Valera Espinosa


sábado, 11 de marzo de 2017

Programación cultural de artes escénicas para la provincia 2017.

El circuito "Jaén Escena" oferta a ayuntamientos de la provincia actuaciones culturales para sus municipios. 


El presidente de la Diputación provincial, Francisco Reyes, acompañado por el diputado de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez, ha presentado a responsables locales y de las asociaciones de desarrollo rural jiennenses esta iniciativa que "nace con vocación de continuidad".

Va a permitir a los consistorios, según ha explicado, "utilizar las infraestructuras que ya tienen con espectáculos que algunos no se hubieran ni imaginado, que han estado representándose en Madrid y en otros puntos de España y que pueden ir a través de este circuito a nuestros pueblos".

Reyes ha hecho hincapié en que la creación de este Jaén Escena pone de manifiesto la apuesta por la cultura de la Diputación. "El dinero que dedicamos a cultura nunca es un gasto, es una inversión y tenemos que seguir invirtiendo en cultura, incluso en periodos de dificultades, y desde la Administración provincial se ha realizado un importante esfuerzo en esta materia", ha afirmado.

Ha subrayado, además, la importancia de facilitar a la población el acceso a la cultura "porque esto lo hace más iguales, contribuye a que los jiennenses tengan los mismos servicios e infraestructuras independientemente del municipio en el que vivan".

En total, son diez compañías y artistas, con once espectáculos de música, danza, teatro y lírica, las que se ofertan en este circuito que se ha puesto en marcha
en el marco del XX aniversario de la marca Jaén, paraíso interior, una efeméride que supondrá la celebración de en torno a 250 actividades a lo largo de este 2017.

Junto a esta conmemoración, el Circuito Provincial de Artes Escénicas de este 2017 hará un guiño especial al 75 aniversario del fallecimiento del poeta universal Miguel Hernández, cuya figura centrará las actuaciones musicales integradas en Jaén Escena.

En concreto, este circuito cuenta con la cantaora Carmen Linares, con su proyecto discográfico y escénico 'Verso a verso', en el que rescata poemas hernandianos; el cantautor jiennense Paco Damas, que ofrecerá canciones de su disco 'Tristes guerras', dedicado a Miguel Hernández, o la también cantaora jiennense Vicky Romero, con un espectáculo que gira en torno al poema 'Aceituneros'.

La Diputación sufragará un porcentaje del coste de estos espectáculos culturales en función del número de habitantes del municipio que los solicite. Así financiará el 70 por ciento del coste en las localidades de hasta 6.000 habitantes, mientras que este porcentaje será del 60 por ciento en los municipios que poseen entre 6.001 y 20.000 habitantes, y del 50 por ciento para los que tienen más de 20.000 habitantes.

Vicky Romero cantaora


jueves, 9 de marzo de 2017

Memoria flamenca. MATILDE CORAL (I).

“DEBUTÉ PROFESIONALMENTE CON PEPE PINTO Y PASTORA PAVÓN.”      
  
“Como en su baile, la alegría preside su semblante, ademanes y conversación. Porque Matilde Coral es todo simpatía y gracia. Mas, no deja pasar la oportunidad para mostrar sabiduría flamenca y bailaora, una erudición artística adquirida por sus más de cuarenta años de figura flamenca. No escatima respuestas ni regatea verdades, sus verdades, las de una bailaora que sabe del amargor de los sufrimientos y de las dulzuras de los triunfos. Se lamenta de la posible falta de renocimiento oficial a su impartición de clases, como si hubiera alguien que pudiera autorizar o aprobar su arte, un arte que ha sido doctorado por todos los públicos del mundo en el examen diario del escenario. Refiere con alegría y cierta nostalgia su connivencia con otros artistas y presume de haber tenido el valor de rebelarse contra todos por amor.”

De esta forma comenzaba la introducción a la entrevista que para Candil le efectué en febrero de 1996 a una de las más insignes bailaoras de todos los tiempos del arte flamenco. Matilde Corrales González “Matilde Coral”, la cual comenzó relatándome sus comienzos flamencos:

Matilde Coral: “Cuando comienzo a enamorarme de la gente que veía por la tarde, en la puerta de mi casa, pues tengo 61 años, y, por tanto, he vivio los últimos años de los barrios que se alumbraban con luz de gas, concretamente en el de Chapina, el Zurraque que es donde yo me he criao, y porque me ha gustao mucho la música. Mi pad

re cantaba muy bonito la soleá de Triana y tenía amigos como Antonio ‘El Arenero', Manolito ‘Olivé de Triana’ –que hizo la mili con él- y muchos más. Esto, desde muy niña me influenció bastante. Luego, en la parte de atrás de mi casa, que era una fábrica, los gitanos hacían sus ‘gatos’, como ellos suelen decir, conviviendo con personas y con familias de una estirpe fuera de serie como la de ‘Los Peluos’, ‘Los Amador’ que antes eran los ‘Tío Raimundo’, ‘Los Currilis’… Todo eso lo he vivido y me ha llenado de arte, y, para colmo, me casé con un gitano maravilloso que es mi marido Rafael, lo que supuso rizar el rizo. Sé también muchas cosas por mi marido de la fragua de ‘Los Caganchos’; él sonaba –pertenecía- a ‘Curro Puya’, padre de ‘Gitanillo de Triana’, y su primo ‘Titi’ le sonaba –estaba emparentado- a la familia ‘Canales’.

P: Entonces ¿tu baile se forma de lo aprendido de las familias?

R. “¡Claro, como se bailaba antes! En aquellos tiempos no había escuelas de baile flamenco, esto ha venido después. Lo que sí había en Madrid era una serie de escuelas de gitanas mayores que sí se dedicaban a la enseñanza del flamenco. Después, a partir de Enrique ‘El Cojo’ y ‘Realito’, sí que hubo, pero éste era otro baile… Un baile más estudioso dentro de la raíz, porque estábamos más cerca de la base. Hoy hay más estudio que raíz, por desgracia.”

P: ¿Hubo antecedentes en tu familia en el baile?

R: “Mi abuela Pepa bailaba muy bien por tangos. Era alta, morena, con ojos verdes… Según ellos era ‘gachí’, cosa que yo no pongo en duda. Yo me parezco a mi bisabuela que era muy rubia… Vendía higos chumbos y los pregonaba muy bien. Pero yo quiero destacar a mi padre, que como te he dicho antes, el cante por soleá de Triana lo hacía muy bonito. No quiero dejar de decir que también he visto y asimilado el arte de mucha gente de mi barrio como ‘Carmen La Ciega’ que sabía lo que hacía.”

R: Y profesionalmente ¿cuándo comienzas?

R: Lo hice con Pepe Pinto en el penúltimo espectáculo que montó, que se llamaba ‘España y su cantaora’. Como es lógico, las figuras estelares eran Pastora Pavón y Pepe Pinto; después ‘La Niña de los Peines’ dejó de cantar. Más tarde lo hizo Pepe Pinto con ‘Los Gaditanos’ y yo estuve en esa compañía durante cuatro años, comenzando con dieciséis. A partir de aquí, me entusiasmé y comencé a bailar en uno de los primeros tablaos que se abrieron en Sevilla después del bache que hubo tras los cafés cantantes, que se llamaba ‘Cortijo El Guajiro’, por donde han pasado los mejores artistas. Yo alternaba con Manuela Vargas, que era una rumbera de tronío, ‘Pastorita’, la primera mujer de ‘Farruco’, que cantaba aquello de ‘ovejas negras…’, ‘El Moro’, un gitano que bailaba pa rabiar y que le decíamos ‘Don Circo’; Carmen Carreras, que se casó con un grande de España y está retirada; Maruchi Martín, que era de Málaga y tenía un baile exquisito; Trini España, que era mi miedo y yo el de ella…”

P: ¿Qué pasó con el Premio ‘Juana La Macarrona’ en Mairena?

R. “Aquello fue muy gracioso, una anécdota de las que hacen época. El primer premio era el de ‘Juana La Macarrona’, y el segundo el de ‘La Malena’, y no sé por qué se catalogaron así, porque las dos bailaban magníficamente. Yo vi bailar primeramente a Trini por soleá, con sus castañuelas y esa estampa tan de Zuloaga, porque ella tenía esa figura que era una joya, y yo me dije ¡Nada… este premio es para esta mujer! Mis pensamientos fueron interrumpidos por Juan Talega, que estaba a mi lao hablando conmigo, diciendo que lo de las castañuelas parecía como algo muy desenfadao, poco serio… Yo le dije que según Antonio Mairena y él mismo, que las bailaoras antiguas hacían el baile por soleá acompañándose de castañuelas, y ella lo estaba haciendo muy bien. Después salí yo por alegrías y, sin saber cómo bailaba ‘La Macarrona’, porque no tuve el gusto de conocerla, aunque a ‘La Malena’ si, porque mi muchacha –la que nos cuidaba cuando mi madre salía- era de Sevilla y secretaria de Azaña, pa que toó se sepa, y la conocía y me llevó a verla alguna que otra vez, con mi bata de cola, sencillamente braceando, una cabeza colocada… Juan Talega se levantó –después de mi actuación- y dijo: ‘¡Señores… esto no tiene discusión porque ‘La Macarrona’ bailaba así!

Hasta aquí, parte de un precioso y humorístico relato que tiene una sustanciosa continuación de competencia entre bailaoras flamencas de tronío como Matilde Coral y ‘Trini España’.


Rafael Valera Espinosa

martes, 7 de marzo de 2017

Memoria flamenca. JOSÉ ANTONIO DÍAZ FERNÁNDEZ “CHAQUETÓN” (I)..

“CON LOS ARTISTAS DE ‘ZAMBRA’ FUI A NUEVA YORK EN 1964.”

Aunque peque de inmodestia, he de significar que la Peña Flamenca de Jaén siempre se ha distinguido por su afán de conocimiento y, por tanto, incidir en el esclarecimiento de las escuelas flamencas. Continuamente nos sonaba el nombre de Antonio Fernández de los Santos “Antonio El Chaqueta”. Sus cantes por cabales y romeras en la famosa Antología del Cante Flamenco, editada por Hispavox en el año 1954, en la que el iliturgitano Rafael Romero Romero “El Gallina” tuvo el máximo protagonismo, por ser el artista del madrileño Tablao ‘Zambra’ que más grabaciones aportó, nos inclinó a intentar conocer la saga cantaora de la figura flamenca de Algeciras. ‘Antonio El Chaqueta’ murió en 1980, y algo más de diez años después, establecido ya el prestigio de la revista Candil, el colectivo coordinador de la publicación y la Junta Directiva de la entidad, en beneficio del conocimiento, antes citado,  de las escuelas flamencas, intentó de primera mano conocer y publicar la historia de la saga familiar. ‘El Chaqueta’ representó en su máxima expresión cantaora a parientes artistas como su hermanos ‘Adela La Chaqueta’, ‘José el Chaleco’, ‘Tomás  El Chaqueta’, ‘Imperio de Granada’ y ‘Salvador El Pantalón’, primo de ‘Juan Doblones’ y ‘Canono’,  así como tío de ‘El Chaquetón’ y ‘El Flecha hijo’. Y por aquí van las preguntas realizadas en 1991.

Esta que sigue fue la introducción de la entrevista que, para los lectores de Candil, le realicé en 1991 a Jose Antonio Día Fernandez ‘Chaquetón’: “¡Enorme! Como la dimensión de la cultura y el arte con que se ha amamantado de unas de las ubres más sobresalientes de la provincia gaditana, la de ‘Los Chaquetas’.

Afable, simpático, sencillo y a la vez reivindicativo y enamorado de su arte y de los ecos de su tierra. Conocedor de los estilos del repertorio gaditano y de los personalismos más sobresalientes de ese rincón andaluz tan flamenco. Con estas características se presentaba José Antonio Díaz Fernández, más conocido por ‘Chaquetón’, en la Peña Flamenca de Jaén, para ofrecer a los aficionados jiennenses buena muestra de lo anteriormente referido. Tras sus Pcantes por granaína y malagueña, cantiñas-alegrías, soleares, tangos, siguiriyas, romance gitano, cantes mineros y bulerías, nos sentamos frente a frente para mantener el siguiente diálogo:

Rafael Valera: Lógico es que tus inicios flamencos se hayan producido en el seno familiar ¿Cómo fueron?

Respuesta: “Mi padre, ‘El Flecha de Cádiz’, tenía un bar en Algeciras que le llamaban ‘El Cuarenta y Uno’. Mi madre murió cuando yo tenía diez años. Como consecuencia de esto, mi padre se retiró una temporada del cante. Por aquel bar pasaban todos. Allí conocí a Pastora Pavón ‘Niña de los Peines’, a su marido José Torres Garzón ‘Pepe Pinto’, a Melchor de Marchena, a Pepe Marchena, que era muy amigo de mi padre. Recuerdo que cuando Pepe iba a Algeciras decía ¡Que llamen al Flecha de Cádiz que ya mismo estoy allí! Aquél día mi padre vendía en el bar una barbaridad. Y así fue como me fui metiendo de lleno en este mundo del flamenco.

Pero antes, con siete años y con mi hermano que se llamaba ‘El Flecha de Cádiz hijo’, cantamos en un concurso que organizaron los salesianos y me llevé el segundo premio. Me acuerdo que me tocó ‘Ramón de Algeciras’ y que decían que habían hecho trampa, que me tenía que haber llevado el primero.”

P: ¿Quién se lo llevó?

R: “El Primero se lo llevó un muchachito que no era ni fue cantaor. Lo que pasó es que el cura de los salesianos le tenía mucha simpatía. El salió cantando por Antonio Molina y yo por las cosas de mi padre. ¡Claro! Los aficionados que allí había hicieron los comentarios de que había habido trampa. Esa fue la primera vez que yo pisé un escenario.

Chaquetón entrevistado por Rafael Valera
Después murió mi padre y con doce años me tuve que venir a Madrid. Empecé a trabajar de camarero en la ‘Venta Manzanilla’, donde paraban entonces todas las figuras del cante. Con todo lo que tenía oído y lo que por aquél tiempo aprendí, además de lo que escuché en casa de mi tío ‘Antonio El Chaqueta’, pues me fui haciendo cantaor. Lo que tenía claro desde que tuve uso de razón es que iba a ser cantaor. A mí me preguntaban ¿Tú que va a ser? Y contestaba que cantaor. Así como mi hermano decía que mataor de toros... yo, cantaor.

La cosa es que mi padre no quería, porque la vida del artista de aquella época era muy distinta. Me encontré con que mi tío ‘El Chaqueta’ me decía lo mismo. Pero yo seguí en mis trece. Y así hasta los diecisiete años en que entré en ‘Zambra’. Formé parte del elenco del tablao porque ‘Pericón de Cádiz’ se enteró de cómo yo cantaba y porque, además, necesitaban un cantaor para irse –en el sesenta y cuatro- a la Feria Mundial de Nueva York. ‘Pericón’ le dijo a mi padre: ¡Antonio yo me he enterao de cómo canta tu hijo y queremos que esté con nosotros! Mi padre, muy reacio como siempre, le contestó que él me lo diría. Así fue como me uní a ellos y estuve en ‘Zambra’ todo el tiempo que ellos estuvieron de gira. Seguidamente, empezaron a salirme contratos para cantar fuera y yo los firmaba porque, además, ‘Manolo el de Huelva’ me aconsejaba que saliera fuera para que no me apoltronara. Así fue como empecé a recorrer todo el mundo. He estado cuatro veces en Japón, dos veces en la Unión Soviética, de cuya primera vez recuerdo que era cuando no iba nadie al país y que había que sacar un pasaporte especial. Y también he estado en otros muchos países.

En el año 1980 estuve en el Concurso Nacional de Córdoba, el único concurso donde he estado de profesional, y tuve la suerte de conseguir tres primeros premios, y ya empezaron a llamarme a Madrid para cantar en los colegios mayores, en las Peñas, etc.”
           
Revisando datos por la extrañeza que me ha supuesto recordar bastantes cosas flamencas de la época de la entrevista, lo de los tres primeros premios de Córdoba no me cuadraba, ya que he escrito en algunas ocasiones sobre el tema, y el único que consiguió tres galardones en el sistema antiguo del concurso –el mejor y más completo para mí- fue Benito Rodríguez Rey “Beni de Cádiz”, en el de 1970. La información con la que contaba en la fecha de la entrevista no era tan completa como –por la edad- la que disponga ahora.

Rafael Valera Espinosa

lunes, 6 de marzo de 2017

Por soleá. HIJOS PREDILECTOS Y MEDALLAS DE ANDALUCÍA.

La curiosidad mata. Leída la noticia de los galardonados en este último 28 de febrero, como personajes eméritos de los premios de nuestra Comunidad Autónoma Andaluza, y sopesado el número de tres representantes del flamenco en la concesión de medallas de Andalucía, mi persona se enalteció de satisfacción. ¿Cómo es posible? ¿Tres artistas flamencos en el reconocimiento oficial andaluz? Si éste 2017 ha procurado tal éxito con artistas como Paco Cepero, Arcángel e India Martínez ¿Qué no habrá sido en anteriores ocasiones?

Consulta inmediata a las hemerotecas por la red y comienzan los desengaños. El primero y por actualidad, comprobar que India Martínez lo ha sido por la denominación de cantante ¿Y sus magníficos inicios flamencos? ¿Es más popular Miguel Poveda (que por cierto recibió su mellada en 2012, y lo alabo por su trayectoria flamenca, aunque haya nacido en Cataluña) o Enrique Morente (que la obtuvo tardíamente en 2015) por sus últimos montajes que se alejan sucintamente del flamenco? ¡No! Y hay que ser valientes.

El segundo ha consistido en la comprobación de que en la otorgación de los reconocimientos también han existido categorías. Ejemplos: ¿Se puede considerar como acertado que a Cristina Hoyos (1991) y ‘Camarón de la Isla’ (1993) se les otorgaran la medalla oro de Andalucía, y a ‘Paco de Lucía’ (1988), Mario Maya (1986), ‘Manolo Sanlúcar’ (1990), Fernanda y Bernarda de Utrera (1994), ‘Chano Lobato’ (1996), o Carmen Linares (1997), la de plata? ¿Quiénes han sido los atrevidos para establecer cual es más o menos artista? ¡El arte no tiene ni medidas ni escalafones! ¿Quién es mejor, Vivaldi, Bach, Händel, Mozart, Beethoven, Schumann, Chopin…?

El tercero de los desengaños –y posiblemente esté en un error y no conozca los argumentos porque no me he leído los decretos correspondientes- es comprobar el por qué medalla de oro a la Cia. Sevillana en 1994, si como entidad empresarial –así lo pienso- ha desarrollado una buena labor en nuestra comunidad mediante el cobro establecido de su gestión ¿Por realizar su trabajo bien remunerado se merece tal galardón? Todos los trabajadores de esta tierra andaluza que hemos debido cumplir con nuestra asistencia y cometidos asignados en nuestro centro de trabajo ¿también deberíamos tener nuestra medalla? La misma es y ha sido cobrar nuestra nómina como Sevillana sus recibos, y punto.

Y continúo. ¿Por qué los clubs deportivos Sevilla (2005) y Betis (2007) han sido reconocidos con su medalla de Andalucía,  y no el resto de grandes e históricos clubs del futbol de nuestra región como el decano de España, el Recreativo de Huelva, también el Málaga, el Real Jaén, el Almería, el Córdoba, el Cádiz, el Granada, el Linares, el Lucena, el Jerez… y sigan la cuenta? Cierto es que alguien con criterio imparcial estableció en 1998 que las categoría debían de zanjarse y equiparar por igual los reconocimientos, y zanjó lo de las medallas de oro y plata por “Medallas de Andalucía”.

Continuaré con más agravios.

Rafael Valera Espinosa

jueves, 2 de marzo de 2017

Crónica flamenca. ANTONIO DEL PUERTO’ HACE HONOR AL ECO DE SU TIERRA.


He referido en bastantes ocasiones que la zona de “Los Puertos” gaditanos, es decir, Puerto Real, Sanlúcar de Barrameda, Puerto de Santa María, Rota, San Fernando, etc., han sido cunas históricas de legendarios artistas flamencos. Todos han tenido y tienen su influencia flamenca de grandes urbes como son Cádiz y Jerez de la Frontera, en función de su cercanía geográfica. Pero las figuras de estas grandes ciudades, a su vez, también han bebido de las fuentes creativas de reconocidos cantaores de los citados “Puertos”. Reitero nuevamente que Francisco Ortega Vargas “El Fillo”, nació en Puerto Real dentro del primer quinto del Siglo XIX, fue alumno de “El Planeta” y, a su vez, maestro del ilustre Tomás Francisco Lázaro de la Santa Trinidad Ortega López “Tomás El Nitri”, nacido en el Puerto de Santamaría, del cual aprendió el legendario y sevillano Silverio Franconetti y Aguilar.

Lo referido está en consonancia con el arte expresado por el porteño –del Puerto de Santamaría- Antonio Gutiérrez Navarro “Antonio del Puerto”, el pasado viernes, 24 de febrero, con motivo del recital organizado por la Peña Flamenca de Jaén para celebrar el Día de Andalucía, estando acompañado por la flamenca (plena de tonalidades, variaciones personales virtuosas con prestante dominio del diapasón) y prestigiosa guitarra del iliturgitano Antonio Gómez. Y como he citado anteriormente, nuestro protagonista tiene influencias de las figuras del cante jerezano. No olvidemos que en un tiempo Puerto Real perteneció al municipio de Jerez, y El Puerto de Santa María canalizaba toda la economía exportadora de la ciudad bodeguera. También de Cádiz capital, mas, no tantas.

Su exposición cantaora la realizó con valentía por los cantes de fragua con ecos de Jerez, aunque igualmente evocó en ciertos momentos a su paisano José Reyes “El Negro”, volviendo posteriormente a exponer ciertas resonancias de Tío Borrico. Posteriormente, y al igual que plasmara en la discografía antigua el gaditano Aurelio Sellé, Antonio del Puerto acometió la granaina chaconiana-marchenera que recreo Aurelio para poder afianzarse de lleno en el quejumbroso eco de “el Mellizo” por malagueña, efectuada esta con conocimiento y adecuado melisma.

Sus soleares evidenciaron enamoramientos de los localismos de Alcalá de Guadaira y Utrera, con adecuados acercamientos a las creatividades de la Casa de Los Talega, en las primeras, y a la de Fernanda Jiménez Peña “Fernanda de Utrera”, en las segundas, marcando reposado compás y valentía tonal en las de remate. Volvió a la ‘Tacita de Plata’ por cantiñas-alegrias con matices de Manolo Vargas con resonancias de Rancapino en las aludidas cantiñas, para finalizar por alegrías con determinada prestancia y nuevo envite tonal al final de la serie. En los siguientes fandangos, y con matiz muy reposado, se acordó del jerezano “El Gloria”, en su segunda letra con ecos de Huelva, continuando con el tratamiento que al estilo le imprimía Agujetas de Jerez. Con ciertas disonancias ofertó cantes mineros a través de la taranta-taranto de Manuel Torre y cierta falta de estructura musical, para finalizar con una segunda letra que recordó a Fosforito y ecos de Rancapino, en la misma tesitura.
 
Mas, su punto álgido flamenco lo alcanzó con tientos de Jerez, realizados con auténtico eco gitano y matices de Juanito Mojama por el tratamiento de Agujetas, marcados de ‘jondura’ plena, solvencia estilística y estructurado compás, circunstancias estas que reiteró en las siguientes letras por el estilo. Establecido así el eco pertinente, ofertó seguidamente pellizco por la siguiriya de su paisano Tomás “El Nitri”, para acercase a la impronta creativa del jerezano Tío José de Paula con formas de Tía Anica ‘La Piriñaca’, y meterse de lleno en una siguiriya-liviana de Los Puertos con aires de Tomás El Nitri e influencias de El Fillo, que remató con ecos de El Tuerto de la Peña. Finalizó su recital con fandangos de Huelva con evocaciones de Paco Toronjo, a través del valiente de Alosno que popularizara José Rebollo.

Rafael Valera Espinosa

                 

miércoles, 1 de marzo de 2017

Memoria flamenca. MANUEL LLERENA “EL CHATO DE LA ISLA” (y III).

“YO ESCUCHÉ AL LOCO DE “MACANDÉ” EN EL MANICOMIO DE CÁDIZ.”

Manuel Llerena Ramos “El Chato de la Isla”, al igual que otros muchos interpretes flamencos, pasó casi toda su vida artística en Madrid como hemos podido comprobar en las dos entregas anteriores.  Cierto que el trabajo de los muchos tablaos flamencos del Madrid de aquella época era fijo. Mas, esto suponía y supone desconocimiento de su arte por las nuevas generaciones de aficionados andaluces que  no constataban su categoría profesional en nuestra tierra, aunque en los tiempos actuales las nuevas tecnologías y las redes están contribuyendo al conocimiento de las familias flamencas andaluzas y extremeñas en Madrid. Sin embargo, toda esta serie de clanes flamencos, “Los Sordera”, “Los Guadiana”, “Los Habichuela”… etc., si no son contratados en festivales veraniegos en nuestra Comunidad Autónoma, poco desarrollo artístico tienen en Andalucía. Y por estos derroteros continuó la entrevista.

P: ¿El vivir en Madrid no te ha restado contrataciones para los festivales o para recitales en peñas andaluzas?

R: “¡No! No lo creo. No lo creo porque como hay tantos adelantos, está el teléfono y demás… –no olvidemos la que entrevista la realicé el 16 de marzo de 1990- Pero eso depende del Sr. Pulpón. Cuando el Sr. Pulpón le da por uno y ponerlo rico, lo pone y cuando le da por dejar en un rincón… lo deja. Yo digo las cosas como las siento. Yo, muy poquito… ¡ojo! muy poquito tengo que agradecerle al Sr. Pulpón. Digo la verdad y además me encanta que se entere.

Desde los primeros festivales flamencos de programación asidua que se establecieron a partir del comienzo de los años setenta, y muy concretamente tras el advenimiento de la democracia, Jesús Antonio Pulpón Gonzalez, hasta el año 1993, fecha de su fallecimiento, consiguió ser el representante artístico de los flamencos más influyente de su época, hasta el punto de que muchas Peñas e instituciones dejaban la organización de los festivales y espectáculos a su criterio personal. De ahí la influencia que refiere por aquél tiempo “El Chato de la Isla”.

P: ¿Cómo está el cante en la actualidad? ¿Cómo se canta ahora? ¿Qué diferencia existe con el cante de épocas pasadas?

R: “Eso de que se canta ahora peor que antes y antes se cantaba mejor que en épocas anteriores… Todo eso huelga. El que canta bien, canta, cantaba y cantará siempre. Y ahora salen unos muchachos… ¡Ahí tienes a Camarón…! ¿A ver si se puede cantar mejor que canta ese muchacho? Y este es de ahora. Los de antes, y me meto yo también… ¿a ver si pueden cantar como canta Camarón? ¡Nadie! Eso son cosas que Dios da de siglo en siglo. Desde que era chiquitito cantaba bien. Desde que tenía seis o siete añitos, ya cantaba que quitaba el sentío, remedaba a todos los artistas y bien.”

He referido en muchas ocasiones que Aurelio Sellé Nondedeú fue el transmisor de la escuela de Enrique Jiménez “El Mellizo” para la mayoría de los cantaores que progresaron a partir del segundo tercio del siglo pasado, de ahí la importancia de que otro gaditano como “El Chato de la Isla” nos comentara su parecer.  

P: ¿Qué opinión tiene de Aurelio Sellé?

R: “Aurelio, que cantaba muy bien la malagueña de Enrique El Mellizo… Porque yo no he escuchao al Mellizo, he escuchao a Aurelio. El noventa y nueve por ciento de los cantaores cantamos la malagueña del Mellizo de Aurelio. También cantaba por siguiriyas o soleá, pero su fuerte era la malagueña y las alegrías.”

P: ¿Y Pericón?

R: “Pericón de Cádiz también era un peazo de artista que cantaba muy requetebién la malagueña, la soleá, por bulerías, por alegrías… Yo hice grabaciones con él y, por cierto, aquél día cogimos la más grande del mundo. Estábamos grabando con Félix de Utrera y pusieron encima de la mesa una botella de güisqui. Y entre Pericón y yo nos tomamos la botella. No habíamos ni siquiera empezao a grabar, estábamos allí esperando a comenzar… y seguidamente nos tomamos otra botella de güisqui los cuatro o cinco que éramos. Cogimos una ‘tajá’ que grabamos que quitaba el sentío. Yo no he cantao mejor que ese día y estaba totalmente ciego.”

P: ¿Hay algún estilo por el que sientas especial predilección?

R: “Yo no. A mí me gustan toos. ¡Eso es otra cosa…! Que si el fandango es un cante chico… Que si la soleá es un cante grande… Toó lo que sea bueno y esté bien cantao es bueno, ni es grande ni chico, es bueno. No sé qué tiene la gente… ¿Qué si el fandango es cante, que no es cante ‘jondo’…  ¿Pero que ‘jondo’ ni ‘jondo’…? ¿Estamos en un pozo? Si cantar bien por fandangos es cantar bien por siguiriyas, por soleá o por malagueñas.”

Yo, que he tenio el gusto de escuchar a uno que cantaba por fandangos… Y como cantaba. Se llamaba “Macandé”, y de esto hace ya muchísimos años. Lo escuché en el manicomio de Cádiz y me llevó el difunto de Caracol… ¡Pues no cantaba bien por fandangos, ese…! ¿Cómo cantaba por fandangos el tio? ¿Y los fandangos de Caracol…? ¿Y los fandangos del Gloria…? ¿Y el fandango del Sevillano…? ¿O el del Carbonerillo…?”

P: ¿Está todo inventando en el flamenco?

R: “Pues sí que está toó inventao en el flamenco ¿Qué se puede inventar ya en el flamenco? Con las cosas que están saliendo… Al contrario, lo que están es perjudicando con las zambombas, los cajones, los tambores y esas tonterías que están sacando. Están perjudicando al flamenco auténtico. A mí no me va ese soniquete. Si a los demás les va y ganan dinero con eso… ¿Bendito sea su corazón!

P: ¿Qué opinas de la labor de las Peñas?

R: “Esa labor que están haciendo las Peñas me parece maravilloso. Si no fuera por la labor de las Peñas, el noventa y nueve por ciento de nosotros, los artistas, estaríamos en Agromán.”


Rafael Valera Espinosa