lunes, 6 de marzo de 2017

Por soleá. HIJOS PREDILECTOS Y MEDALLAS DE ANDALUCÍA.

La curiosidad mata. Leída la noticia de los galardonados en este último 28 de febrero, como personajes eméritos de los premios de nuestra Comunidad Autónoma Andaluza, y sopesado el número de tres representantes del flamenco en la concesión de medallas de Andalucía, mi persona se enalteció de satisfacción. ¿Cómo es posible? ¿Tres artistas flamencos en el reconocimiento oficial andaluz? Si éste 2017 ha procurado tal éxito con artistas como Paco Cepero, Arcángel e India Martínez ¿Qué no habrá sido en anteriores ocasiones?

Consulta inmediata a las hemerotecas por la red y comienzan los desengaños. El primero y por actualidad, comprobar que India Martínez lo ha sido por la denominación de cantante ¿Y sus magníficos inicios flamencos? ¿Es más popular Miguel Poveda (que por cierto recibió su mellada en 2012, y lo alabo por su trayectoria flamenca, aunque haya nacido en Cataluña) o Enrique Morente (que la obtuvo tardíamente en 2015) por sus últimos montajes que se alejan sucintamente del flamenco? ¡No! Y hay que ser valientes.

El segundo ha consistido en la comprobación de que en la otorgación de los reconocimientos también han existido categorías. Ejemplos: ¿Se puede considerar como acertado que a Cristina Hoyos (1991) y ‘Camarón de la Isla’ (1993) se les otorgaran la medalla oro de Andalucía, y a ‘Paco de Lucía’ (1988), Mario Maya (1986), ‘Manolo Sanlúcar’ (1990), Fernanda y Bernarda de Utrera (1994), ‘Chano Lobato’ (1996), o Carmen Linares (1997), la de plata? ¿Quiénes han sido los atrevidos para establecer cual es más o menos artista? ¡El arte no tiene ni medidas ni escalafones! ¿Quién es mejor, Vivaldi, Bach, Händel, Mozart, Beethoven, Schumann, Chopin…?

El tercero de los desengaños –y posiblemente esté en un error y no conozca los argumentos porque no me he leído los decretos correspondientes- es comprobar el por qué medalla de oro a la Cia. Sevillana en 1994, si como entidad empresarial –así lo pienso- ha desarrollado una buena labor en nuestra comunidad mediante el cobro establecido de su gestión ¿Por realizar su trabajo bien remunerado se merece tal galardón? Todos los trabajadores de esta tierra andaluza que hemos debido cumplir con nuestra asistencia y cometidos asignados en nuestro centro de trabajo ¿también deberíamos tener nuestra medalla? La misma es y ha sido cobrar nuestra nómina como Sevillana sus recibos, y punto.

Y continúo. ¿Por qué los clubs deportivos Sevilla (2005) y Betis (2007) han sido reconocidos con su medalla de Andalucía,  y no el resto de grandes e históricos clubs del futbol de nuestra región como el decano de España, el Recreativo de Huelva, también el Málaga, el Real Jaén, el Almería, el Córdoba, el Cádiz, el Granada, el Linares, el Lucena, el Jerez… y sigan la cuenta? Cierto es que alguien con criterio imparcial estableció en 1998 que las categoría debían de zanjarse y equiparar por igual los reconocimientos, y zanjó lo de las medallas de oro y plata por “Medallas de Andalucía”.

Continuaré con más agravios.

Rafael Valera Espinosa

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