“CON LOS ARTISTAS
DE ‘ZAMBRA’ FUI A NUEVA YORK EN 1964.”
Esta
que sigue fue la introducción de la entrevista que, para los lectores de Candil,
le realicé en 1991 a Jose Antonio Día Fernandez ‘Chaquetón’: “¡Enorme! Como la
dimensión de la cultura y el arte con que se ha amamantado de unas de las ubres
más sobresalientes de la provincia gaditana, la de ‘Los Chaquetas’.
Afable,
simpático, sencillo y a la vez reivindicativo y enamorado de su arte y de los
ecos de su tierra. Conocedor de los estilos del repertorio gaditano y de los
personalismos más sobresalientes de ese rincón andaluz tan flamenco. Con estas
características se presentaba José Antonio Díaz Fernández, más conocido por
‘Chaquetón’, en la Peña Flamenca de Jaén, para ofrecer a los aficionados
jiennenses buena muestra de lo anteriormente referido. Tras sus Pcantes por
granaína y malagueña, cantiñas-alegrías, soleares, tangos, siguiriyas, romance
gitano, cantes mineros y bulerías, nos sentamos frente a frente para mantener
el siguiente diálogo:
Rafael Valera: Lógico es
que tus inicios flamencos se hayan producido en el seno familiar ¿Cómo fueron?
Respuesta: “Mi padre, ‘El
Flecha de Cádiz’, tenía un bar en Algeciras que le llamaban ‘El Cuarenta y
Uno’. Mi madre murió cuando yo tenía diez años. Como consecuencia de esto, mi
padre se retiró una temporada del cante. Por aquel bar pasaban todos. Allí
conocí a Pastora Pavón ‘Niña de los
Peines’, a su marido José Torres
Garzón ‘Pepe Pinto’, a Melchor de
Marchena, a Pepe Marchena, que
era muy amigo de mi padre. Recuerdo que cuando Pepe iba a Algeciras decía ¡Que
llamen al Flecha de Cádiz que ya mismo estoy allí! Aquél día mi padre vendía en
el bar una barbaridad. Y así fue como me fui metiendo de lleno en este mundo
del flamenco.
Pero antes, con siete años y con
mi hermano que se llamaba ‘El Flecha de
Cádiz hijo’, cantamos en un concurso que organizaron los salesianos y me
llevé el segundo premio. Me acuerdo que me tocó ‘Ramón de Algeciras’ y que decían que habían hecho trampa, que me
tenía que haber llevado el primero.”
P: ¿Quién se lo
llevó?
R: “El Primero se lo llevó un muchachito que no era ni
fue cantaor. Lo que pasó es que el cura de los salesianos le tenía mucha
simpatía. El salió cantando por Antonio
Molina y yo por las cosas de mi padre. ¡Claro! Los aficionados que allí
había hicieron los comentarios de que había habido trampa. Esa fue la primera
vez que yo pisé un escenario.
Chaquetón entrevistado por Rafael Valera |
Después murió mi padre y con doce
años me tuve que venir a Madrid. Empecé a trabajar de camarero en la ‘Venta
Manzanilla’, donde paraban entonces todas las figuras del cante. Con todo lo
que tenía oído y lo que por aquél tiempo aprendí, además de lo que escuché en
casa de mi tío ‘Antonio El Chaqueta’, pues me fui haciendo cantaor. Lo que
tenía claro desde que tuve uso de razón es que iba a ser cantaor. A mí me
preguntaban ¿Tú que va a ser? Y contestaba que cantaor. Así como mi hermano
decía que mataor de toros... yo, cantaor.
La cosa es que mi padre no quería,
porque la vida del artista de aquella época era muy distinta. Me encontré con
que mi tío ‘El Chaqueta’ me decía lo mismo. Pero yo seguí en mis trece. Y así
hasta los diecisiete años en que entré en ‘Zambra’. Formé parte del elenco del
tablao porque ‘Pericón de Cádiz’ se
enteró de cómo yo cantaba y porque, además, necesitaban un cantaor para irse
–en el sesenta y cuatro- a la Feria Mundial de Nueva York. ‘Pericón’ le dijo a
mi padre: ¡Antonio yo me he enterao de cómo canta tu hijo y queremos que esté
con nosotros! Mi padre, muy reacio como siempre, le contestó que él me lo
diría. Así fue como me uní a ellos y estuve en ‘Zambra’ todo el tiempo que
ellos estuvieron de gira. Seguidamente, empezaron a salirme contratos para
cantar fuera y yo los firmaba porque, además, ‘Manolo el de Huelva’ me aconsejaba que
saliera fuera para que no me apoltronara. Así fue como empecé a recorrer todo
el mundo. He estado cuatro veces en Japón, dos veces en la Unión Soviética, de
cuya primera vez recuerdo que era cuando no iba nadie al país y que había que
sacar un pasaporte especial. Y también he estado en otros muchos países.
En el año 1980 estuve en el
Concurso Nacional de Córdoba, el único concurso donde he estado de profesional,
y tuve la suerte de conseguir tres primeros premios, y ya empezaron a llamarme
a Madrid para cantar en los colegios mayores, en las Peñas, etc.”
Revisando
datos por la extrañeza que me ha supuesto recordar bastantes cosas flamencas de
la época de la entrevista, lo de los tres primeros premios de Córdoba no me
cuadraba, ya que he escrito en algunas ocasiones sobre el tema, y el único que
consiguió tres galardones en el sistema antiguo del concurso –el mejor y más completo
para mí- fue Benito Rodríguez Rey “Beni
de Cádiz”, en el de 1970. La información con la que contaba en la fecha de
la entrevista no era tan completa como –por la edad- la que disponga ahora.
Rafael
Valera Espinosa
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