miércoles, 9 de noviembre de 2022

 

Las guardianas del cante flamenco

Las peñas, distribuidas por casi todo el territorio jiennense, son un instrumento fundamental para la dinamización cultural con continuas actividades en las que participan miles de aficionados.






 
 

Jaén no es una provincia menor en el mundo del flamenco. Así lo demuestran la historia y la situación actual. Los colectivos que se encargan de salvaguardar las esencias jondas son las peñas, repartidas por las comarcas jiennenses. Son colectivos fundamentales para la dinamización cultural de los municipios, con una actividad que moviliza a miles de personas a lo largo del año. Noviembre es un mes especialmente significativo, ya que el día 16 se conmemora la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por parte de la UNESCO. Se cumplen doce años de esa efeméride y proliferarán las conmemoraciones de ese hito, aunque para los amantes de esta manifestación, se encuentra presente en sus vidas todos los días del año.

Uno de los puntales del panorama flamenco contemporáneo es Francisco Viedma, presidente, desde hace mucho tiempo, de la Federación Provincial de Peñas y, desde 2017, de la Confederación Andaluza. En el pasado también ejercico como máximo responsable de la entidad del municipio de Jódar. Según sus datos, actualmente existe en la provincia de Jaén en torno a cuarenta peñas federadas y activas, pues hay otras, cerca de una decena en “stand by” o con poca actividad. Es curioso porque su distribución es muy variable, de manera que hay algunas que son señeras que se encuentran en municipios pequeños como Jimena, Pegalajar, Lopera o Arjonilla, mientras que hay poblaciones importantes en la que no existen estas asociaciones culturales. ¿A qué se debe eso? Según Viedma a que exista un nivel de afición suficiente para que cristalice en estos colectivos, es decir, donde no hay arraigo ni afición no se cuenta con una entidad de este tipo. El número total ronda, dice, los 3.000 socios, con una distribución muy variable, obviamente con más miembros en los municipios principales. El responsable resalta el dinamismo que tienen algunas peñas, como, por ejemplo, El Trillo, de Mancha Real, “que sube como la espuma”. La jimenata, por ejemplo, tiene más actividad que la de algún municipio con más de 20.000 habitantes de la provincia. Entre las organizaciones más recientes pueden mencionarse la Asociación Flamenca Sierra de Segura, que opera en varios pueblos de esa comarca, y Plomo y Plata, de Linares. Esta ciudad es un caso singular, ya que cuenta con cinco peñas federadas. Eso ilustra el poso histórico de lo jondo, en una ciudad con una tradición minera que fue catalizadora de este arte. Hace falta tener en cuenta que en la provincia, aparte de las peñas federadas otras funcionan “por libre”, sin vínculos con la citada federación.

El peso flamenco de Jaén queda patente en el hecho de que algunas provincias, como Almería, solo tiene diecisiete peñas, mientras que la jienennse está, por detrás de la de Sevilla, en un segundo nivel, equiparable en número de colectivos a Málaga o Cádiz, territorios, eso sí, muchos más poblados. Casi todas las peñas jiennenses tienen sede, bien sea propia, bien cedida por los ayuntamientos o bien en un régimen de alquiler.

Francisco Viedma pone el foco sobre el importante papel de las administraciones públicas para la continuidad y el crecimiento de las peñas. En este sentido, el presidente considera que los políticos en general deberían contar con una mayor implicación. “Tienden a capitalizarlo todo, pero las administraciones no pueden escurrir el bulto”, opina. Resalta, por un lado, el apoyo de muchos ayuntamientos, destacado en casos concretos como Andújar, Baeza o Mancha Real, “que tienen una especial sensibilidad”.

En cuanto a la Diputación, Viedma considera que su apoyo es insuficiente. Por ejemplo, considera que hay “trabas” en las convocatorias de subvenciones. Resalta que hace cuarenta años, la Administración provincial fue uno de los motores para la Confederación, con Ramón Porras, de Jaén, como presidente. “Últimamente se ha desentendido bastante. El circuito sale a menos de 200 euros por peña. En cambio, en Málaga, la situación de respeto y potenciación de la federación es muy diferente. En Jaén, los últimos años está muy de espaldas, no hay reuniones con la directiva y el circuito es testimonial”, critica.

En cuanto a la Junta, el presidente tampoco está satisfecho al 100%, aunque valora la herramienta que supone el Instituto Andaluz del Flamenco y la existencia de un convenio “más de tres veces superior al de Diputación” que permite un recital o uno y medio por peña. No obstante, la cabeza visible de la federación y la confederación asegura que la Cátedra de Flamencología Juanito Valderrama de la UJA, que se presentó en sociedad, hace años, en Torredelcampo tiene una existencia testimonial, pues prácticamente ya no volvió a hacer nada digno de mención. “En Córdoba, Málaga y Sevilla sí hay cátedras activas y en Granada está empezando a moverse”, apunta Francisco Viedma.

Una de las asignaturas pendientes de las peñas es su rejuvenecimiento. En muchos casos la media de edad ronda los sesenta años. Entre las iniciativas en ese sentido, aparte de los certámenes para jóvenes, se encuentran las escuelas en las que suele enseñarse cante y toque. Entre los valores actuales que toman el relevo de personalidades fundamentales como Juanito Valderrama o Rafael Romero, “El Gallina”, se encuentran veteranos como la incombustible Carmen Linares o valores más jóvenes y formados. Un ejemplo es Gema Jiménez, de Jódar, que a su nivel artístico suma una formación en Flamencología y Cante que la convierte en un docente de enorme valía.

Francisco Viedma califica las peñas como “centros culturales que velan por la pervivencia de este arte universal”, por ello remarca su función para la conservación y el desarrollo del flamenco con una estructura que funciona todo el año y da trabajo a los artistas fuera de los festivales.

reivindicaciones. El presidente cree que quedan asignaturas pendientes. Reclama que se tipifique la figura jurídica de peña flamenca, legalmente constituidas, constituidas como organizaciones asociativas sin ánimo de lucro al amparo de la Ley 4/2006, de 23 de junio, de Asociaciones de Andalucía. “Hay que superar los complejos y tópicos que puedan pesar sobre las mismas: no son solo reuniones de cabales; la mayoría son centros culturales que velan por la pervivencia de este arte universal, de origen andaluz, que es el flamenco. La Administración en general, y de una manera especial la andaluza, tiene una deuda con las peñas”, reivindica. El dirigente ve necesario que se reconozca la labor y que se contribuya para su funcionamiento como asociaciones culturales.

Además, insta a la Junta a que declare las entidades Bien de Interés Cultural por sus trabajo de todo el año para garantizar la presencia del flamenco, formación, conservación de documentación y punto de encuentro para disfrutar de un arte “exento de intereses comerciales”. Concluye: “Ahora que todo tiende hacia la globalización, quizá sea más necesario que nunca, mantener estos núcleos para no perder las referencias originarias. La Administración tiene la responsabilidad de contribuir y ayudar a estas entidades para que puedan seguir funcionando y no desaparezcan. No debemos olvidar que nuestro Estatuto recoge la responsabilidad de nuestra comunidad con este arte”.

Premio Princesa de Asturias para una carrera de leyenda.

La cantaora linarenses Carmen Linares recibió, hace dos viernes, un merecido Premio Princesa de Asturias de las Artes, junto con la coreógrafa sevillana María Pagés. Ambas dejaron boquiabierto al público, incluido al que presenciaba la ceremonia por televisión, con su brillante actuación en directo.

Esta es la “guinda” para la prolongada y fructífera carrera de la artista que lleva en su nombre el de la ciudad en la que nació en 1951. Carmen Pacheco Rodríguez es una leyenda viviente del cante jondo. Comenzó a cantar en compañías como la de Paco Romero o Carmen Mora, y en tablaos madrileños populares, como Torres Bermejas y Café de Chinitas. Tiene un currículo espectacular, jalonado de actuaciones en algunos de los más destacados espacios escénicos del mundo, discos y galardones. Entre las distinciones más recientes, la Medalla de Oro de Madrid, el Master of Mediterranean Music Award del Berklee College of Music y el Meridiana del Instituto Andaluz de la Mujer.

Valoraciones de responsables de peñas flamencas

GABRIEL SOLER CARMONA. Bailén. “Estamos motivando a la gente joven”. MIGUEL CANO VILLAR. Andújar. “Hacemos actividades casi cada semana”. PEDRO SOTO CALZADO. Villanueva de la Reina. “Nosotros no cerramos la puerta a nadie”. ÁNGEL JIMÉNEZ TIRADO. Mancha Real. “La sede se nos ha quedado pequeña”. MANUEL LÓPEZ CABRERA. Martos. “Integrar a la juventud es complicado”. PAQUI GARCÍA HERRERA. Linares. “Nos llevamos bien con las otras peñas”. ALFONSO IBÁÑEZ SÁNCHEZ. Jaén. “Nos encontramos en una etapa dulce”. ANTONIO MORALES LIRANZO. Alcalá la Real. “Nuestra historia se remonta al año 1968”.

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