viernes, 30 de noviembre de 2018

Por soleá. ¿ESCUELAS REGLADAS DE CANTE?

El 22 de octubre de 2006, hace casi doce años, eché las campanas al vuelo. La noticia merecía la pena y así lo indiqué. Publicaba El País-Andalucía, en su página 40:

“El flamenco está de enhorabuena. El cante, la disciplina más esquiva al aprendizaje institucionalizado, entrará a formar parte del programa de estudios de los Conservatorios profesionales de danza y música de toda España, a partir del próximo curso. El cante flamenco, que llegará a la enseñanza reglada gracias a la propuesta de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, podrá impartirse en cualquier Conservatorio español.” 

El tema parece que está bien elaborado, porque según la norma o directiva por la que se va a regir, el cante flamenco, al igual que el baile y el toque –que ya se estudian a nivel de licenciaturas superiores- tendrá reconocida la misma categoría académica de seis años, en los que se impartirán asignaturas como el Lenguaje Musical (solfeo) o Conjunto e Historia de la Música.”

Después, cuatro años más tarde, pudimos leer, escuchar y ver la noticia:

“El flamenco es, desde el 16 de noviembre de 2010, oficialmente, un arte universal. La UNESCO declaró ese día esta manifestación cultural española en la lista representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reconocía así los valores culturales de este género originario del Sur de España y lo puso, según la entonces ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, ‘en el punto de mira internacional’”.

Ante esto ¿podrán seguir las campanas al vuelo? He intentado, a través de Internet, encontrar un Centro o Conservatorio en el cual poder aprender a cantar flamenco. Solo he hallado el ‘Rafael Orozco’, de Córdoba, y el ‘Cristóbal de Morales’, de Sevilla

Después de tanta normativa y brillante nombramiento ¿el cante flamenco está reconocido como enseñanza reglada? ¡Sí! En los centros citados. Mas, es curioso que hasta la fecha, después de lo ¿trabajado? institucional e internacionalmente 12 años, aún no haya salido la primera promoción de licenciados en ninguno de los centros oficiales. Los nuevos artistas flamencos están aflorando por su vida en las Peñas flamencas, la participación en los concursos, golpes de suerte en certámenes televisivos, y, sobre todo, por la herencia en la sangre de los legendarios clanes flamencos.

Insisto, humildemente, y por enésima vez, que se ha de comenzar desde la base (es mi criterio, acertado o no), estableciendo una línea de aprendizaje desde los cursos iniciales en las escuelas. ¿Por qué se aprende música clásica desde primaria? ¿Tan difícil sería instituir una hora o dos al mes de flamenco desde el mismo nivel en Andalucía?

Más adelante, cuando se considere la afición o el interés bien arraigado en el alumno, introducirla en los cursos como optativa hasta encaminar al dotado hacia los Conservatorios profesionales. Para algo debiera servir el nombramiento de la UNESCO, el cual parece más reconocido fuera que en nuestra región y nación. 

Rafael Valera Espinosa 
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

(Publicado en el Diario IDEAL-Jaén, en mayo de 2018.)

No hay comentarios: