Hace bastantes años que, en esta misma
sección, di explicaciones sobre mi forma de narrar los
acontecimientos flamencos, pues, casi siempre existe un grupo de
aficionados que me censura mi forma de referir las crónicas
flamencas. Es decir, que me inquieren cuando escribo o hablo de soleá
de tal o cual cantaor, siguiriyas de determinados maestros,
malagueñas de los verdaderos creativos y de los recreados de los
anteriores, etc. Hoy quiero reiterar lo de mi ¿estilo? porque lo
considero, en cierto modo, pedagógico para intentar que se tenga en
cuenta la historia de nuestro arte y sus protagonistas.
Pienso que todo esto tiene una
explicación, aunque la misma no pueda ser la adecuada. No basta con
decir que ha cantado “por soleá con compás, buen ritmo,
adecuada entonación y entrega profesional”. ¡No! Por supuesto
que esto no es verdadera información. Y el ejemplo quiero exponerlo
con ¿rotundidad? Hace tiempo que visionando la película “Escucha
mi canción”, cuyo protagonista fue nuestro comprovinciano
“Joselito”, en el programa “Cine de barrio” de TVE, en
la misma interpretó dos estilos flamencos malagueños; el primero
una rondeña –y ahí se puede quedar la referencia conociendo las
virtudes que el “pequeño ruiseñor” poseía-, derivando
seguidamente a un fandango. Mas habría que aludir a que la primera
tenía la creatividad del ilustre iliturgitano Rafael Romero “El
Gallina”, y el segundo la de Joaquín Vargas “El Cojo de
Málaga”. Y así son las cosas.
¿Si atrevería alguien a censurar que en
el programa de un concierto clásico se aluda a la Novena Sinfonía…
de Beethoven; a la Rapsodia húngara… de Liszt; a las Cuatro
Estaciones… de Vivaldi? ¿Es menester o no referenciar a los
creadores? Porque, desde luego, no basta con reflejar dos cuartetos,
un concierto y tres tocatas, hay que decir quiénes fueron sus
artífices ¿Y por qué no en el flamenco? ¿Quién tiene el derecho
de quitarle a Pastora Pavón Cruz “Niña de los Peines” su
creatividad en la petenera, tangos, bamberas, bulerías, etc.? ¿Cuál
es el osado que puede ningunearle a don Antonio Chacón sus
granaínas, cartageneras o malagueñas…?
Rosario López en la Peña Flamenca de Jaén |
Pero, es que aún hay más. Cuando
efectúo referencias a la creatividad que un determinado artista
flamenco recuerda, acrisola o recrea, intento influenciar al
interesado lector a que investigue sobre quien fue el artífice de la
misma, ya que considero que despertando su curiosidad, el neófito o
incipiente aficionado puede ir introduciéndose más en el
conocimiento de nuestro universal arte.
Por todo ello, seguiré escribiendo que
–por ejemplo- “Chano Lobato” nos recordó por alegrías
a Manolo Vargas o Aurelio Sellé; que “El Tomasa”
se acordó en las siguiriyas de Tío Manuel ‘Cagancho’, por
los aires de Juan Talega; que Rosario López acrisoló
los ecos de “El Gallina” por cañas; o que José Menese,
con matices de Antonio Mairena, reivindicó la personalidad de
Bernardo el de los Lobitos por marianas.
“A Dios lo que es de Dios, y al César
lo que es del Cesar”.
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario