lunes, 8 de agosto de 2016

Por soleá. "NI VIEJO NI NUEVO. FLAMENCO A SOLAS."


En bastantes ocasiones y sobre el flamenco, los medios de comunicación, mejor sus cronistas, críticos, periodistas de opinión, etc., nos llevan a confusionismo por, a veces, influencias de los artistas que vierten versiones según la brisa que interesa. Hasta no hace muchos meses, los que solemos escribir de la materia con sentido responsable –mi intención al menos es esa- hemos recibido críticas por el solo hecho de llamar flamenco al flamenco. Cierto que hemos renegado de vocablos como fusión, mestizaje, flamenco-jazz, new-flamenco, flamenco-soul (¡Qué poca gracia me hace escuchar soulería!), flamenglis… y no sé cuantos más.

Pues bien. Ahora parece que estamos en una tesitura más clásica a la hora de hablar y de escribir sobre nuestra cultura universal. Bastantes de los artistas que han venido defendiendo que hay otras formas de hacer flamenco que las siguiriyas, soleares, cañas, serranas… se han dado cuenta de que todo tiene una base estructural. Entre otras cosas porque el flamenco del mestizaje, el de los nuevos movimientos, o el de la modernidad, puede ser realizado por muchos intérpretes, conjuntos, solistas con acompañamientos de grupos, etc., que, como decía “El Lebrijano” no tienen ortodoxia y además suenan bien, bonito y divertido.

Se ha muerto José Menese y todos los críticos, comentaristas, redactores investigadores, o periodistas de opinión, se han venido a la razón y han ensalzado la línea del de la Puebla de Cazalla. Comentarios para coleccionar: Muere José Menese, el cantaor flamenco de la pureza comprometida (titular de El País)  Y después: Estamos, pues, ante un artista sobradamente acreditado como figura desde muy joven…” “Y siempre con una dignidad insobornable, como era su personalidad. Cante puro y antiguo, si, pero también actual en sus letras y con una cierta querencia por lo culto”Y otro más de los muchos publicados: José Menese estaba considerado uno de los más grandes cantaores no gitanos de la historia, con un estilo elogiado no solo por sus colegas y críticos, sino por escritores como Rafael Alberti, Fernando Quiñones o Antonio Gala.

No he leído nada sobre su condición de cantaor “purista”. Todo han sido elogios. El nunca rehuía el combate y así me lo expresó: ¡El que quiera que haga una música nueva por soleá. Todavía no ha surgido!.”

Al margen de lo referido, venimos comprobando como artistas de significada talla en los que se incluye José Mercé, como ya referí en una columna anterior, manifestó que: “En el flamenco hay que innovar, pero lo que no se puede hacer es engañar a nadie…”Es muy importante la innovación en todas las músicas y hay que arriesgar aunque te equivoques, respetando siempre nuestra base y nuestra raíz.” Y otro apunte más, Francisco José ARCÁNGEL Ramos, prestante cantaor onubense, lleva varios meses revalorizando el papel de los antiguos cafés cantantes y después modernos tablaos flamencos, donde la enseñanza de la raíz flamenca, “la purista”, ha venido conformando artistas que hoy están en candelero. “Viva el purismo”

Rafael Valera Espinosa. 

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