Con la presentación de la XXXIII
Semana de Estudios Flamencos de la Peña Flamenca de Jaén por
su presidente, Alfonso Ibáñez Sánchez, y otros directivos de
la entidad jiennense, el lunes 21 de mayo de 2018, se iniciaron los actos de un
acontecimiento que, hasta el viernes 25, resaltará la personalidad
poética y humana de Miguel Hernández, a la vez que
prestigiará a jóvenes valores del flamenco, los cuales, a pesar de
su juventud son ya firmes figuras de nuestro arte.
Así, el joven iliturgitano Sebastián
Vilches se aposentó en el escenario de la Peña capitalina para
constatar sus numerosos avances y su amplitud de conocimientos sobre
los estilos y sus personalismos. Comenzó por soleares de Alcalá con
el adecuado reposamiento de Juan Talega, derivar seguidamente
a Mercedes ‘La Serneta’, ubicarse posteriormente en Triana
por Ramón ‘El Ollero’, y rematar con entrega y facultades
por el jerezano ‘Juaniquín de Lebrija’. En la malagueña,
se afianzó con buen melisma y conocimiento por Enrique ‘El
Mellizo’, con resonancias de Manolo Vargas, para
continuar con rondeñas de Rafael Romero, y rematar por el
fandango averdialado del granadino Frasquito ‘Yerbabuena’.
Con inicial copla por bulerías y
recuerdo de ‘La Paquera’, acometió los tientos de Juanito
‘Mojama’ que popularizara su paisano Rafael ‘El Gallina’,
para proseguir por los ecos gaditanos del estilo y así enlazar con
los tangos de Málaga que ‘La Pirula’ recreó de los de
Granada, centrándose con prestancia en los de ‘La Niña de los
Peines’, volver a los del ‘Monte’ granaíno con influencias
de Tía Marina ‘Habichuela’, y finalizar el envite por
Pastora Pavón.
Similar tratamiento –en la historia
cantaora de cada estilo- realizó con las cantiñas-alegrías con
evocaciones de los viejos maestros gaditanos y ciertas sonoridades
camaroneras, para proseguir en la misma línea y un potencial
recuerdo de ‘Beni de Cádiz’.
El iliturgitano Sebastián Vílches, acompañado por Paco Cortés |
En las siguiriyas, estableció el
pellizco necesario para recordar al jerezano Diego ‘El Marruro’,
circunstancia que propició el calentamiento de su instrumento canoro
y acercarse a la prestante recreación que Antonio Mairena
realizó de una de las del porteño Tomás ’El Nitri’, y
finalizar con la cabal de cambio de ‘El Tuerto de la Peña’ en
tesituras de quejumbroso pellizco y potencia tonal. La caña de su
paisano Rafael Romero la inició con el tratamiento de soleariya de
Diego Clavel, lo cual le estableció quedarse corto en la
salida habitual del estilo, para seguir desarrollando el cante en el
compás de soleá por bulería y rematar por soleá del gaditano
Enrique Ortega.
En los fandangos, se metió de lleno por
‘El Niño Gloria’, para continuar con el de Manuel Vega
‘El Carbonerillo’, y rematar con resonancias de Caracol
y estructura musical de ‘Pepe Pinto’. Finalizó por
bulerías, en la línea más moderna del estilo, con evocaciones de
‘Chiquetete’ y ‘Turronero’, nuevamente Manolo
Caracol y ecos gaditanos, así como un final por ‘El Chozas de
Jerez’, con tratamiento de ‘La Macanita’ o ‘El
Torta’.
El jiennense Antonio Mena acompañado por Paco Cortés |
Igualmente, se subió al escenario el
joven jiennense Antonio Mena, ganador del premio por Cantes
Mineros de la Fundación “Cristina Heeren”, con interpretaciones
taranteras de Manuel Torre (la conocida como taranto),
continuó por la que aprendiera en Linares Joaquín Vargas ‘El
Cojo de Málaga’, más conocida como murciana y ecos de Gabriel Moreno, para rematar por cartagenera chaconiana.
En cuanto a la guitarra de Paco Cortés,
resaltar una vez más su prestigiosa profesionalidad, su creatividad
en las variaciones personales, recuerdos de los viejos maestros, así
como su maestría para establecer el acompañamiento adecuado.
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)
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