"EL
DISCO ‘EL CALOR DE MIS RECUERDOS’ MATÓ A ANTONIO MAIRENA."
Manuel Mairena y Antonio Carrión |
Dicho concurso
exigió en sus bases que:
“Se
establece conceder, en esta edición del Concurso Nacional, la Llave de Oro del
Cante, valorando para el mencionado premio, además de la actuación pública, el
historial flamenco de los concursantes. Los grupos de cantes que deben de
interpretar los artistas se distribuyen de la siguiente forma: siguiriyas,
tonás y soleares.”
Es decir, los tres
grupos de cantes en los que Antonio Mairena ha sido uno de los mejores –el dominador
sin igual en aquél tiempo- y el más resaltable en la historia –particularmente
para mí- del conjunto de estos tres estilos. Y siguen las bases del certamen:
‘Los cantes por siguiriyas y soleá tendrán que hacerse por tres estilos
diferentes.’ Mairena los dominaba casi todos. ‘En las tonás, cada cantaor deberá de ejecutar tonás, toná grande,
martinetes y debla.’
Antonio también
los dominaba mejor qué los más sobresalientes artistas de la época. Y siguen
las bases:
‘Además,
cada cantaor debe de completar su actuación con dos cantes a su libre
elección.’
¡Pan comido para
el maestro!
Cierto que
participaron en dicho concurso cantaores de la talla de Juan Varea, Antonio
Fernández Díaz “Fosforito”, Antonio Montoya Núñez “Chocolate”, ‘Platerito de
Alcalá’ – hubo de buscarlo porque nadie más se atrevió a presentarse- y el
ganador, Antonio Mairena. Refiero esto porque considero que todas las Llaves de
Oro del Flamenco han sido preparadas para otorgarlas de forma preferencial por
un artista. Y, a partir de lo relatado, para que los aficionados y lectores
tengan bases para la adecuado comprensión de la entrevista que sigue a Manuel
Mairena, continúo con su respuestas a mis preguntas, las cuales son bastantes
específicas sobre el aludido concurso.
Después de que me
relatara sus giras con elencos flamencos como el de Manuela Vargas, le referí
¡Y Antonio por otro lado del mundo!
- ‘Mi hermano estaba también de giras con el
ballet de Antonio Ruíz Soler ‘Antonio el bailarín’. Habiendo estado unos pocos
de años con Antonio –entonces yo era muy joven- mi hermano se dio cuenta que su
etapa con Antonio se tenía que acabar, como así fue. Por aquél entonces conoció
a Ricardo Molina y hablándole de Sevilla, de los cantes de Triana, de Pastora,
Tomás… hizo de Ricardo –que era muy amigo de Fosforito- un andaluz asevillanao.
Le presentó a Juan Talega, le explicó, le contó… Ricardo, como hombre
inteligente y culto se maravilló de lo que mi hermano decía. Y es que Antonio
tenía un embrujo que cambiaba a quien él quisiera, lo cambiaba por derecho por
la verdad por delante, él nunca engañó. Tú sabes que en el cante jondo, o cante
gitano-andaluz hay mucha ‘ojana’, y el buen aficionao del cante gitano-andaluz
es el que se da cuenta de donde está y no la ‘ojana’. Y yo creo que también hay
que nacer con esa virtud, porque eso no se puede enseñar… ¿Qué tú sepas separar
y distinguir el cante gitano-andaluz? Eso es un don que da Dios también al
aficionao, no solamente al cantaor que lo canta.’
¿A quién le
cantaste en el año sesenta y dos en el concurso de Córdoba?
- ‘Aquello fue el descubrimiento de que yo le
cante a Farruco y a Carmen Carrera, y a los dos le premiaron en el baile. A mí
no me dejaron entrar en el concurso y además, Antonio no quería pujar con su
hermano el más chico e hizo bien. En aquél momento para mí no, pero hizo bien
¿El iba a pujar por la Llave de Oro con un hermano chico suyo? ¡Eso no estaba
bien! Así que yo canté ‘pa bailar’ y no canté con el nombre de Manuel Mairena.
Después lo tuvo que decir López Murcia por Radio Nacional de España, porque
canté tan bien… tan bien… ¡Mira! Hay que decirlo claro. Y lo dijo: ‘Este hombre
es hermano de Antonio Mairena. Es Manuel Mairena, no es Manolito Soto… En
Córdoba me pusieron Manolito Soto.
¿Por qué lo de
Manolito Soto?
- ‘Porque Antonio y Ricardo no querían que
hubiera otro Mairena en el concurso. Yo creo que acertaron, porque yo no estaba
todavía hecho, no estaba preparao, sabía bastante pero no estaba completamente
hecho como cantaor. Hoy si estoy hecho cantaor, aunque en el cante
gitano-andaluz no se acaba nunca de aprender. Aprendes una cosa y hay veinticinco
mil más que no sabes.’
¿Qué sentiste
cuando le dieron la Llave a tu hermano?
- ‘¡Hombre! Sentí una satisfacción muy grande,
como si me la hubieran dao a mí. Igual. Yo siempre he estao muy respaldao por
Antonio, aunque con nuestras diferencias y nuestras cosas. A pesar de que la
gente quiso que fueran más que menos, nosotros hemos tenido nuestras
diferencias, pero estas eran siempre familiares. ¿En el cante…? ¡Ninguna! Nunca
dije que jamás cantaría con Antonio,
nunca. A mí me gustan que me digan ‘Cantaor hermano de Antonio Mairena’ Porque
yo sé que llegar a donde ha llegao Antonio, con esa cabeza y esa sabiduría… Yo
sé positivamente que no. ¡Puede que en un momento… quizá… llegar o mejor… pero
en un momento…¿ Después…? ¡No! La constancia y la trayectoria de mi hermano no
la puedo superar. Antonio era un hombre mucho más aficionao que yo y más que
too el mundo. Antonio se levantaba y se acostaba con el cante. Y yo hay muchas
veces que tengo ganas de escuchar cantar y otras que… Antonio no vivió nada más que para el cante y por el cante. El
cante es el que lo mata. Si él no hace ‘El calor de mis recuerdos’… Si no
efectúa ese esfuerzo, seguiría viviendo o hubiera vivido unos añitos más. O si
no hubiera sido tan ‘jiñón’ y se hubiera operado del corazón… Si él se opera
viviría todavía.’
Rafael
Valera Espinosa
(crítico flamenco)
(crítico flamenco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario