jueves, 29 de septiembre de 2016

Chari, bonica (publicado en VIVA JAÉN).

Cristina Nestares junto a Rafael Valera y Alfonso Ibáñez
Se sorprenderán del título de mi artículo de hoy En VIVA JAÉN, pero así es como solía dirigirme siempre a Rosario López Carrascosa, ‘Chari’ para la familia y amigos. Recuerdo ha- ce unos días, en su funeral, su hermana Kety me dijo “ya no podrás decirle más, Chari, bonica” y eso me llegó al alma. Al igual que durante la misa, en un silencio impresionante, con San Ildefonso abarrotado. Sólo se escuchaba el rasgueo de la guitarra flamenca interpretando diferentes palos y la hermosa marcha de Nuestro Padre Jesús ‘El Abuelo’, a cargo de dos alumnos del Conservatorio de Música de Jaén. También se nos puso el vello de punta y el corazón encogido al escuchar los maravillosos versos de un poema que nuestro paisano José del Moral dedicó a Chari y que recitó Francisco Jiménez Delgado con una voz delicada y sentida que nos hizo brotar las lágrimas. 

Yo quisiera decirte muchas cosas Chari, quiero hacer mías todas las palabras bonitas que de ti se han dicho. Como artista que eres, “la mujer más importante de la historiografía del cante flamenco en esta provincia” (Ramón Porras); “una completa cantaora que ha dado prestigio y fama a la cuna que la vio nacer la capital jienense, que hizo del arte flamenco su razón de ser, su eje vital y por lo que luchar”, decía de ella Rafael Valera, nuestro magnífico e insustituible presidente de la Peña Flamenca de Jaén, dónde tú Chari, eres una de las socias fundadoras y siempre serás muy querida y recordada. Rafael que te conocía bien y Paco Cañada,“nuestro Paquillo“, tu gran amigo, que siempre te ha acompañado, dicen que eres simpática, nerviosa, extrovertida, locuaz, dicharachera (¿te acuerdas la veces que nos ha mandado callar nuestro “Presi” en la Peña?). También dicen que eres despistada, cariñosa y jaenera como la copa de un pino, llevando a Jaén por bandera en España, Japón y otros muchos lugares. No soy entendida en flamenco, pero sí aficionada y aprendiz, por ello me gustaba sentarme junto a ti para que me dijeras en cada momento qué palo se interpretaba. Como gran profesional del flamenco que eras no me atrevo a hablar. Ya lo han hecho expertos, pero si te diré que jamás olvidaré tus peteneras, bulerías, tientos-tangos, tu cante grande en la Misa Flamenca, ¡qué Padre Nuestro! que quitaba el sentío. 

Recuerdo con auténtico cariño tus singulares Villancicos Flamencos, sobre todo ‘Este niño pequeño no tiene cuna’, o el que siempre te pedía: ‘Están haciendo un convento’, cuyo final es estremecedor “y esta noche me voy a divertir, que el año que viene me puedo morir..”. Qué gran verdad, Chari. ¡Qué suerte la tuya de haber recibido tantos homenajes en vida, de la Peña, una calle a tu nombre, Jienense del Año, homenajes en el Festival de Otoño y sobre todo Medalla de Oro e Hija predilecta de Jaén.

¡Qué suerte haber nacido en una familia buena y sencilla que te ha querido tanto, hasta dar la vida por ti, como hizo tu hermana Juani y que te ha ayudado a llevar tu arte y tu vida con tanta entereza y dignidad!

No hay comentarios: