“MI HERMANO ANTONIO
TENIA CELOS DE MI.”
Manuel Mairena y Rafael Valera |
Se celebraba el
XXII aniversario de la fundación de la Peña Flamenca de Jaén, el XV de la
edición de la revista Candil, y el X de la muerte de Antonio Cruz García
“Antonio Mairena”, y los directivos de la entidad y promotores a su vez de la
revista, decidimos que Manuel Mairena era el artista flamenco imprescindible
–por la determinación de las fechas- para protagonizar el mencionado
aniversario de la creación de la entidad cultural flamenca capitalina. Corría
la primavera del año 1993 y la entrevista al menor de la casa de Rafael Cruz
Vargas era de obligado menester. Existían situaciones anímicas que no eran las más
propicias para mantener este diálogo, quizás hasta pudieron resultar
contraproducentes por el hecho de cumplirse diez años de la muerte de su hermano
Antonio. Mas, esa misma contradicción acarreó un resultado tan loable que me
indujo a no sopesar, en futuros encuentros con artistas, cual debe ser el
momento idóneo para establecer el contacto.
Ante mi solicitud,
ni se mostró huraño ni hubo ningún desplante por su parte, todo lo contrario.
Estuvo comedido, amable y sincero, pero triste. No hacía mucho tiempo que su
hermano Curro Mairena se había llevado –el 18 de enero de ese 1993- su grito
siguiriyero en su alma, y el sentimiento de orfandad imperaba en el ánimo de
Manuel. Por otro lado, como he referido anteriormente, el cercano décimo
aniversario -5 de septiembre del mismo año- de la muerte de Antonio y la serie
de preparativos que se estaban hilvanando para su conmemoración, ahondaban más
la pena de nuestro protagonista, pues todo contribuía a que el cantaor se
sintiera el último de su casta cantaora. En su posterior recital tras la
entrevista, todos los sentimientos se aunaron con su arte para proporcionarnos
una auténtica noche de cabales.
Su repertorio, con
la guitarra de Antonio Carrión, lo estableció por soleá por bulerías, soleares
jerezanas de "El Gloria" y Frijones, de La Andonda, Joaquín el de la Paula, más
Frijones y La Andonda, de El Quino y Manuel el Chino. Igualmente, mostró su
enjundia por tientos destacando el recuerdo de Rafael Pareja; por tangos de
Frijones, Mellizo, Pastora, su hermano Antonio y Fernando El Herrero. En las
siguiriyas de acordó de Manuel Molina, Paco La Luz, El Marruro, Francisco La
Perla y cabal de Silverio. Se basó en las bulerías por Antonio La Peña, La
Sordita, y en su hermano Antonio por romances. Finalizó por tonás de Juanelo de
Jerez, Juan El Pelao y Antonio El Baboso, maestro de Tomás Pavón en la debla.
Plenitud de flamencura “jonda”.
Como solía
establecer en este tipo de entrevista, la primera pregunta que le hice estaba
enfocada a que nos contara sus comienzos cantaores en la fragua de su padre,
Rafael Cruz:
- “Mi padre era tal aficionao que generalmente
siempre había alguna que otra fiesta en mi casa. Aquello era para vivirlo,
porque el flamenco que nosotros hacemos es de convivencia. Después ha habido
que ser artista y dedicarse profesionalmente a este arte. En casa era flamenco
de familia. Mi padre era tal aficionao que cuando tuvo edad su primer hijo para
llevarlo de la mano, Antonio, se iba con
él a escuchar a cantaores como Manuel Torre, El Gloria, los Pavones…” ¿Y
qué artistas iban a tu casa? “En Mairena
había dos casas. Una era la de Juan Carmelo –que era la más pudiente-, familia
de Diego de la Gloria, de Mairena, y de Anselmo, de Ecija… y mi casa. Mi padre
le montaba espectáculos a Manuel Torre, y mi padre decía que no tenía ni que
cantar, que con el timbre de su voz acababa con too. Mi padre era un hombre
inteligente, muy gitano, con sus cosas… muy trabajador, sabiendo leer y
escribir perfectamente, con su pequeño capital… que podía, porque todas las
familias gitanas no estaban como él. Y claro, los artistas iban por mi casa.”
¿Hubo un hijo
predilecto?
- “El predilecto fue Antonio. En las segundas nupcias
de mi padre vine yo y Antonio era ya un hombre curtido. Antonio era muy celoso
y yo el más chico de la familia, y lo que pasa con los pequeños… Por aquél
entonces empiezo a cantiñear y cantar en la fragua por saetas, que es lo
primero que se canta en mi pueblo por ser una ciudad muy saetera. Mi padre
comienza a escucharme y a llevarme a los sitios de los flamencos. Con trece
años conseguí el premio de saetas de la radio en Sevilla. Con toda esta serie
de circunstancias, Antonio comienza a tener unos pocos celos porque siempre
había sido él el predilecto. Luego surgieron unas diferencias entre mi padre y
Antonio, ya que él no había querido que se casara por segunda vez. ¡Ojo!
Antonio siempre se llevó magníficamente con mi madre.”
¿Es por esto que
te fuiste con Enrique el Cojo?
- “¡No! Lo de Enrique el Cojo surge porque yo
iba a la academia, ya que a mí me gustaba mucho el baile también. Iba a lo de
Manuela Vargas a verla ensayar en su academia. Entonces en Sevilla se vivía de
las fiestas más que hoy; las que organizaban la Duquesa de Alba, el Marqués de
Paradas… Enrique me metió con una pareja de baile en la que ella era suiza y él
catalán, pero tenían un ‘algo’ y trabajaban mucho. Con ellos estuvieron Pepe el
de la Matrona y José Mercé. Cuando Pepe se fue me llamaron a mí y estuve mucho
tiempo con ellos… con Susana y José, que así se llamaban. Generalmente donde
más actuábamos era en el extranjero. De ahí viene lo de Enrique el Cojo, porque
a Enrique le gustaban mucho mis cosas… le gustaba que yo me diera mis
vueltecitas. Después vino lo de Manuela Vargas, con la que también estuve unos
pocos de años.”
¿Hiciste muchas
giras por el extranjero?
- “Más que aquí, en España. Una vez, para lo
de la antorcha –consiguió La Antorcha del Cante de Mairena del Alcor en 1965- tuve que venir de Londres. Cuando me
llamaron les dije que me tenían que pagar el viaje de ida y vuelta para que
pudiera estar en Mairena para lo de la antorcha.”
Durante el resto
de la entrevista Manuel Mairena nos relató innumerables cosas y situaciones de
su hermano Antonio Mairena, y la curiosa circunstancia de que Manolo estuvo
cantando –sin competir- en el famoso Concurso Nacional de Arte Flamenco de
1962, en el que le dieron a su hermano la III Llave de Oro del Cante Flamenco.
Parte de todo eso lo narraré en la siguiente entrega.
Rafael
Valera Espinosa
Publicado por diario Ideal: http://www.ideal.es/jaen/culturas/201608/31/hermano-antonio-tenia-celos-20160830194246.html
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