lunes, 1 de octubre de 2018

Por soleá. DESAFUERO FLAMENCO EN LA BIENAL.



Tengo desazón porque el flamenco no es tratado con el suficiente y merecido respeto. ¿Por qué la mayoría de los acontecimientos de este arte han de ser complementados con otros tipos de música? Nunca he leído que la ‘Semana de Música Sacra de Cuenca’ incluya saetas flamencas, por ejemplo. Tampoco que la ‘Semana de música antigua de Álava’ programe zarabandas flamencas, aquellas de las que escribió Cervantes en ‘La Gitanilla’. Ni que los diferentes festivales internacionales como ‘El Festival Internacional de Música’, de Cartagena, convoquen a otros músicos o colectivos que no sean clásicos. Y más ¿Alguien ha visto asomarse a un flamenco en festivales de jazz como el de San Sebastián? Cierto que han aparecido flamencos para demostrar que con una sonata y virtuosismo personal también se puede interpretar jazz.

Pues bien. Desde 1980 y cada dos años se viene celebrando en Sevilla ‘La Bienal de Arte Flamenco’. Espectáculo que consagra generalmente a los más dotados, y que también descubre a las figuras incipientes de nuestra universal música y los catapulta hacia el éxito y la fama. Es decir, la Bienal es puro flamenco, dentro de una de las ciudades más flamencas de la historia de este arte.

Foto de https://casadelpoeta.es/el-flamenco-en-sevilla/
Sin embargo, parece ser que los ¿superavanzados? de la organización han creído conveniente introducir en la programación dos recitales protagonizados por dos músicos que se prodigan y defienden en las redes informáticas como tales flamencos: ‘El Niño de Elche’ y Rosalía’. No voy a añadir más de lo que he venido escribiendo en esta columna sobre ambos intérpretes. Mas, me duele que una programación neta en flamenco desarrollada en una ciudad propiamente flamenca, por méritos de sus artistas, caiga en el desafuero de incluir música que nada tiene que ver con nuestro arte. Este comportamiento no es adecuado con la defensa y conservación del flamenco. ¿Es que en Sevilla no existen otras programaciones donde puedan ser incluidos?

Quizás, los siguientes párrafos de entendidos críticos de los diarios ABC y El Mundo, Alberto García Reyes y Manuel Martín Martín sobre ‘El Niño de Elche’ son lo suficientemente clarificadores.

Escribe Alberto García:

El Niño de Elche no es un transgresor, sino un impostor. La transgresión es vital en el arte cuando busca generar dudas o remover conciencias. Cuando sólo pretende molestar es una vulgaridad. Por eso este hombre, que carece de los recursos mínimos para presentarse como cantaor, es un farsante. Porque le falta el respeto a la cultura jonda, se aprovecha de ella, la manosea...”

Y Manuel Martín:

Berreos, aullidos, graznidos, chirigotas, gansadas, bufonadas, 'blabladurías'…, Esa es su propuesta. Y, además, se llama heterodoxo porque está disconforme con el dogma del género que le da de comer, cuando en lugar de intentar reprogramar la ortodoxia para que sea más abierta a nuevas formas de trato y pensamiento, utiliza la histeria inquisitorial.”

De ‘Rosalía’, con llamarla artista flamenca, expresan su disconformidad.

Pienso que es menester cuidar las programaciones y saber a quién se contrata.

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

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