miércoles, 3 de octubre de 2018

Memoria flamenca. MANUEL MORENO JIMÉNEZ ‘MORAO DE JEREZ’ (VII).


DESPUÉS DE CANTAR ‘MANUEL TORRE’ NO PODÍA CANTAR NADIE MÁS.
Después de hablar sobre Antonio Mairena y la tan traída y llevada Llave de Oro, lo inexcusable de habérsela dado a ‘Camarón de la Isla’ después de muerto, o de la creatividad y arte de Juanito ‘Mojama’, retomamos el dialogo sobre su vida profesional y sus iniciativas artísticas para promocionar a los flamencos de su tierra.

¿Cómo surge la idea de los Jueves Flamencos? Porque pienso que deberíamos volver a retomar la cronología de tu trayectoria artística.

-“Aquello surge por toda la inquietud que tengo de que esto no se acabe. Y que todo lo que he vivido y visto que no se queda ahí como una cosa a contar, sino que siga p’lante. Lo que he dicho antes tiene que ver mucho con esto de que el cante nunca está quieto. Todo lo contrario de lo que dicen algunas personas sobre que el flamenco tradicional o puro, como dicen ellos, es una cosa del pasao. Qué fue y que ha llegado a tocar techo y hay que hacer otra cosa. Esto no es verdad puesto que el flamenco no para de evolucionar. Si nos remitimos a lo que podemos considerar la gran época del flamenco, las figuras de entonces no se limitaban a efectuar lo que ya estaba hecho, ellos hacían una versión diferente de lo mismo sin perder la raíz ni la autenticidad de lo que había. Eso es una evolución. Y es muy difícil el efectuar ese cometido, ya que con lo que hay, hacer una nueva versión tiene una gran dificultad porque hay que tener una gran personalidad, un gran sentido de la creatividad para exponer adecuadamente tu sensibilidad y tu sentimiento. Todo el que era artista lo realizaba y por eso existen las diversas versiones del cante.

Pues buscando nuevos valores y nuevos artistas que pudieran hacer igualmente algo así, nacen los Jueves Flamencos. Yo sabía que la cantera de Jerez en esos momentos tenía bastante producción. Había que dedicarse a acogerlos, amoldarlos, enseñarlos, protegerlos y promocionarlos. Todo esto fue la gran responsabilidad que yo me eché en aquél momento. Porque con aquello yo no gané dinero, al contrario, me creé muchísimos enemigos. Yo establecí un sistema de trabajo que pienso que en la actualidad nadie quiere responsabilizarse de una tarea así. Para un día a la semana yo me llevaba trabajando siete días y siete noches. Estaba solo para todo porque no me ayudó nadie. Allí cobraba too el mundo menos yo; los niños cobraban poco, pero cobraban; allí nadie salió nunca sin cobrar, y lo hacían además de los niños que promocionaba, el de la plaza de toros, el de la imprenta, el portero… Todo el mundo cobraba menos yo porque no llegaba, y menos mal que no me costaba dinero, porque a esto último no llegaba. ¿Qué había que trabajar siete días a la semana? ¡Yo trabajaba! ¡Ahora! Dinero no pedirme porque… Entonces asumir aquella responsabilidad era una cosa muy seria. Y gracias a aquello, hoy tenemos un gran plantel de artistas. Unos mejores y otros no tanto, pero están en esa verea. Cierto que algunos se han desbandao, pero el arte está vivo. Si eso no se hubiera llevao a cabo, Jerez hubiera durao menos, cosa que está pasando en la actualidad.”

¿Cómo era ‘Terremoto de Jerez’?

Manuel Morao y Terremoto de Jerez
(foto: archivo de la revista Candil)
-“Terremoto fue un cantaor muy honrao, artísticamente y personalmente, además de tener una voz portentosa, de las pocas voces portentosas que hemos tenido. Si hubiera nacido ahora una voz importante de la altura de ‘Terremoto’ o parecida, esto sería otra cosa. Él tenía las condiciones adecuadas para el sitio que ocupó, pues además de su voz, tenía eco, tenía facultades, tenía melosidad en su voz cuando cantaba, tenía bajos, tenía media voz, tenía altos… En todas las tesituras sonaba. Hoy no suena casi nadie nada más que en una.”

¿Y ‘Manuel Torre’?

-“Manuel tenía unas condiciones artísticas que si le hubiera cogido esta época… Después de cantar él no podía cantar nadie más.”

¿’La Niña de los Peines’?

-“También fue una gran cantaora. Insisto en que ‘Manuel Torre’ estuvo en un pedestal que después de él no podía ocupar nadie, inclusive ‘La Niña de los Peines’… Ni Tomás. ‘Manuel Torre’ dejó la vacante que todavía está sin ocupar y ya me parece a mí que nadie la ocupará. Las condiciones que tenía ‘Manuel Torre’ están fuera de contexto, a pesar de las malas grabaciones que tiene.”

¿Y don Antonio Chacón?

-“Era un gran profesional. Cantaba muy bien, con una voz muy musical para los cantes que él tenía en su repertorio. Era un artista muy consciente, porque él conocía los cantes y los cantaba, pero sabía que no estaba predispuesto para algunos cantes, porque aunque se conozcan y se cante esos cantes, hay que tener una predisposición para transmitirlos y él no los transmitía, como no los transmitía ‘Marchena’, ni tampoco… Mejor dejar de citar nombres.”

¿Por todo esto Chacón reclamaba para Madrid a ‘Manuel Torre’?

-“Pienso que sí, porque Chacón, además de ser un gran profesional, era un gran aficionao, un amante de este arte, circunstancia esta que hoy en día no es muy común. En la actualidad hay muy pocos artistas profesionales que sean aficionados al cante. Están más pendientes de si pueden pegar el pelotazo, pensando a ver si, en vez de doscientos pueden engañar a doscientos mil para ganar dinero. Puede que lo estén haciendo bien aunque yo no lo veo bien. Esa actitud puede ser comprensible.

Antes, los grandes artistas del flamenco vivían para su arte, eran grandes aficionaos. Hoy, desgraciadamente, esas virtudes se han perdido como también se han ganado muchísimas cosas, esas que dicen del gran respeto que le tienen al flamenco, de la gran situación del flamenco, de lo que cobran los flamencos, de la dignidad que tienen, que van al Teatro Real y todo eso… Todos hemos ganao, pero claro, la factura está ahí, la hemos pagao. Todo el mundo habla de lo que cobramos… ¿pero quién habla de lo que pagamos? Creo que nadie.”

Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la
Peña Flamenca de Jaén)

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