Cancanilla de Marbella (en el centro) junto a otros artistas en la XXV edición del Festival Flamenco "Pepe Polluelas". |
SEBASTIÁN HEREDIA SANTIAGO, nació en 1951, en Marbella (Málaga).Proviene de una familia de rancio abolengo flamenco. Aparte de cantaor, conoce los entresijos del baile a la perfección, se inició en compañías como la de José Greco y la de Lola Flores, más de media vida se la pasa viajando por todo el mundo.
Ha trabajado en Canadá, Estados Unidos, Méjico, Cuba, Venezuela, Japón, Hawai, Melburne, Camberra, Unión Sudafricana, Angola, Jordania y en muchos países de Europa, primero como bailaor y cantaor de atrás y después como cantaor “de adelante”. En Madrid, trabajó en el tablao de Manolo Caracol y en el Corral de la Morería, con la bailaora Blanca de Rey.
En 1998 ganó el Premio “Enrique El Mellizo”, en el XV Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Desde hace un tiempo hasta hoy Cancanilla está recibiendo por parte de la afición el reconocimiento que merecen sus muchos años de formación y profesionalidad en los tablaos madrileños o en los mejores festivales del calendario flamenco, compartiendo cartel con Camarón, Fosforito, José Mercé, José Menese, Chano Lobato, un largo etcétera de compañeros de profesión. Es un cantaor de cuadratura rítmica perfecta que suele añadir a sus bulerías unas graciosas ‘pataillas’. En la edición de 2007 de ‘Málaga en Flamenco’ Cancanilla fue sin duda uno de los cantaores más laureados y jaleados tanto por el público como por la prensa.
Cancanilla tiene un profundo conocimiento de los diferentes estilos del flamenco, además de un indiscutible sentido artístico y un gran dominio del compás. No en vano lleva muchísimos años encima de las tablas y ha alternado con las mejores figuras del flamenco de los últimos 30-40 años. Se puede decir que “Cancanilla de Marbella” es uno de los cantaores mejores y más completos del momento.
Desde hace un tiempo hasta hoy Cancanilla está recibiendo por parte de la afición el reconocimiento que merecen sus muchos años de formación y profesionalidad en los tablaos madrileños o en los mejores festivales del calendario flamenco. Ha compartido cartel con Camarón, Fosforito, José Mercé, José Menese, Chano Lobato, Vicente Soto y un largo etcétera de compañeros de profesión.
Filo de los Patios en la Peña Flamenca de Jaén |
FILOMENA AUÑÓN PROY, cantaora paya, más conocida en el mundo de la historia del arte del cante flamenco con el nombre artístico de FILO DE LOS PATIOS, nació en Madrid el día 30 de julio del año de 1986, en un barrio pobre donde las casas carecían de agua corriente y en muchos casos no tenían ni luz eléctrica un barrio de casas bajas de Madrid llamado el barrio de San Antón, donde en sus patios y en las tres bodegas entonces existentes se juntaban grandes figuras del flamenco.
Empezó sus andaduras en el flamenco en el año 1991, con tan solo cinco años, cantando en la peña flamenca San Blas Vicálvaro de Madrid, siendo presidente de la misma su padre Mariano Auñón Chinchón, durante su larga gestión como presidente que fue de más de 18 años, Filomena Auñón Proy, hoy FILO DE LOS PATIOS, con tan solo 5 años hasta el día de hoy son muchísimos los sitios y eventos que tiene anotados en su bonita carrera. El arte que derrocha en cada actuación ha sido reconocido en certámenes tan importantes como el Festival del Cante de las Minas, donde fue finalista en la edición de 2014.
Se ha codeado con grandes cantaores, como Naranjito de Triana, Calixto Sánchez, El Chato de la Isla, Juan Valderrama, Enrique Morente, Salako de Córdoba, José Menese. Muy cerca de los Patios también estaban situadas Peñas Flamencas tales como Los Cabales que fue muy reconocida y frecuentada por Carmen linares que fue su madrina, Chaquetón que fue su Padrino, y las visitas de grandes cantaores los sábados por la noche.
El flamenco en Madrid cuenta con una cantaora de genio y talante jondo que está despuntando en infinidad de concursos, como muestran sus primeros premios: Melón de Oro (Lo Ferro), Peña Soleá de Alcalá (Sevilla) o los primeros premios de las federaciones de peñas flamencas de Málaga y Granada, entre otros tantos. Filomena Auñón Proy (Madrid, 1986), conocida en el mundo del arte como Filo de los Patios, ha presentado recientemente su primer disco Flamenquería, patrocinado por la peña flamenca Melón de Oro de Lo Ferro, y en el que podemos encontrar una acertada variedad de estilos de cante ejecutados con sobriedad y conocimiento profundo de los estilos de cantes como tangos, malagueña, alegrías, malagueñas, ferreña, bulerías, soleá, cartagenera, siguiriyas… La madrileña, residente en Huelva, ha contado con las guitarras de David Ávila y Antonio Fernández El Torero, así como la flauta de Sergio Harry Haller, la percusión de Josele y coros de David Andreu.
El cante de Filo de los Patios está basado en el cante rancio de una vieja escuela que pasó por su barriada de Madrid, San Antón. Barrio humilde de casa bajas que contaba con algunas bodegas por las que se pasaban algunos genios como Naranjito de Triana, Calixto Sánchez, Chato de la Isla, Enrique Morente, Carmen Linares o José Menese, por mencionar algunos de los genios que se pasaban por las peñas flamencas del barrio, como Los Cabales, Fosforito, Chaquetón, Blas Vicálvaro…
Eduardo Martínez "Niño Jorge" acompañado por José Rojo (fotografía: Alfonso Ibáñez) |
EDUARDO MARTÍNEZ REDONDO "NIÑO JORGE", recorre esa herencia flamenca de cantaores jiennenses a través de seguiriyas, tientos, mirabrás, soleares, fandangos, garrotín, malagueñas, caña, tarantas, peteneras y tonás.
Cantaor de flamenco clásico, de los que entiende que ésta es la raíz de una cultura y no admite fusiones; cantaor redondo, que aprendió de oído, escuchando a su abuelo Jorge, y a su padre Manuel, de los que bebió en casa y guardó cada sonido en un rincón de su memoria. Eduardo Martínez ‘Niño Jorge’ (Jaén, 1961) es uno de los mejores cantaores que ha dado la capital, un hombre que desde niño supo que su voz tenía la facilidad de hacer flamenco, a su manera, sin copiar a nadie, con un estilo que le ha dado nombre y con una voz impregnada de personalidad. “Cuando eres crío no te das cuenta de que el flamenco se te va quedando en un rinconcito de la memoria.
Aprendí escuchando a mi abuelo y a mi padre. He sido autodidacta y me he hecho a base de escuchar mucho flamenco”, recuerda. También aprendió de una de las grandes, Rosario López, una cantaora a la que recuerda con cariño. “Me enseñó mucho sin yo preguntarle. Yo era muy mochuelo y me fijaba”, asegura.
Con diez años cantó por primera vez ante sus tíos y con 16 años se subió por primera vez a un escenario. “Lo recuerdo y pienso, qué cara más dura tuve”, dice entre risas. Su presentación fue una revolución. Fueron muchos los que se preguntaron de dónde había salido un niño con tanta facilidad para hacer flamenco. Se crió en la calle Buenavista, en pleno casco antiguo de la ciudad de Jaén.
En su casa se escuchaba discografía flamenca antiquísima y quienes lo descubrieron lo empaparon de más. Su primer guitarrista le puso su nombre artístico, Niño Jorge, como también llamaban a su padre. Hoy, con cuarenta años a su espalda como cantaor flamenco, sigue sintiendo el mismo pellizco que el primer día al interpretar un fandango, una soleá, una bulería o una seguiriya. Con cuatro discos en la calle, está en un momento dulce de su carrera.
Imprescindible de festivales como el ‘Pepe Polluelas’ de Jaén, acaba de actuar en el de Andújar y estará en el Festival Flamenco de Pegalajar. “Cada vez que salgo al escenario a cantar flamenco me dejo un pedacito de mi vida”, dice.
Es un cantaor serio y reivindica sensibilidad para el que escucha flamenco. “Para escuchar flamenco tienes que ser sensible”, dice un hombre que se transforma en el escenario. “Soy tímido y subirme al escenario me ha ayudado a expresarme. Intento transmitir lo que estoy diciendo, la alegría de una bulería o la pena de una toná o una petenera”, afirma. Y por ello se ha hecho un nombre, por su personalidad en el escenario, por cantar con duende y pellizco.
Ha recorrido España y otros países como Francia con su cante. “He disfrutado muchísimo con el flamenco. Que la gente se te ponga en pie, no está pagado con nada”, reconoce. La Peña Flamenca de la ciudad ha sido y es su casa. “Siempre me ha ayudado muchísimo”, agradece, a la vez que invita a los cantaores jóvenes a disfrutarla. En este sentido, reconoce que hay muchas escuelas, pero “faltan cantaores con personalidad” y “escasea ese duende y pellizco que requiere el flamenco”.
Lela Soto "Sordera" (foto de la revista DeFlamenco) |
LELA SOTO "SORDERA", es una de las voces jóvenes con más proyección del panorama flamenco actual. Nació en 1992 en Madrid, y es la heredera más joven del legado de La Casa de Los Sordera. Su padre, Vicente Soto “Sordera”, y su madre, Luisa Heredia, bailaora, le han transmitido desde pequeña la esencia y el amor por el Flamenco. Lela es además sobrina de artistas de la talla de José Mercé, José Soto “Sorderita” o Enrique Soto, por parte de su padre, y de Ray Heredia o Enrique de Melchor, por parte de su madre. Desde su infancia comienza a cantar en reuniones familiares y eventos, donde deja constancia de su hermosa voz y natural afinación. Además de sus raíces flamencas ortodoxas, Lela Soto impregna en su música un flamenco más vanguardista, y en su voz también se aprecian influencias del Jazz, Blues, Salsa o R&B, a través de artistas como Whitney Houston o Beyoncé. Desde hace unos años, Lela Soto ha sido reclamada por algunos de los artistas españoles más importantes para colaborar en sus grabaciones o giras, destacando: Alejandro Sanz (grabación y gira de “No es lo mismo”), Pitingo (gira de “Soulería”), Niña Pastori (grabación y gira de “Ámame como soy”), Navajita Plateá, Los Cherokee, Diego del Morao, Jesús Méndez o en varios espectáculos y grabaciones de su padre, Vicente Soto “Sordera”, y de La Casa de Los Sordera. En solitario, Lela Soto ha grabados varios temas que han sido difundidos con éxito a través de plataformas digitales. Ha puesto música a la marca “Ron Dos Maderas” de Bodegas Williams & Humbert y ha participado en el CD Homenaje a Lola Flores editado en 2017 por el Ayuntamiento de Jerez, interpretando “Torbellino de colores”. En concierto, ha recorrido escenarios y peñas flamencas en distintos lugares de España y el extranjero. En febrero de 2016 inicia una gira junto a Vicente Soto “Sordera” promovida por la Diputación de Almería. En el verano de 2016 actúa en los Viernes Flamencos de Jerez y en la Bienal de Flamenco de Sevilla. En noviembre de 2016 se presenta en solitario en Madrid, actuando en la Sala García Lorca. En febrero de 2017 realiza una gira en California, promovida por la Flamenco Society de Estados Unidos. En septiembre de 2017 actúa en el prestigioso World Music Festival de Copenhague (Dinamarca). Lela Soto ha participado en distintos programas de Radio y Televisión, destacando los 3 temas que grabó, acompañada de guitarra y percusión, en el Foro Flamenco de Canal Sur TV, donde interpretó Malagueñas, Bamberas y Tientos Tangos. En 2017 obtiene el Primer Premio en el Concurso Talento Flamenco 2017 que organiza la Fundación Cristina Heeren. El cante de Lela Soto lleva la tradición flamenca inyectada en la sangre, aportando al género su dimensión artística y contemporánea de la vida, pues también es una joven de su tiempo, a la que por supuesto no le es indiferente lo que sucede a su alrededor. Sin duda, una voz que nos anticipa el flamenco del mañana, pero que afortunadamente disfrutamos hoy.
Antonio Carrión en la Peña Flamenca de Jaén (foto: Alfonso Ibáñez) |
ANTONIO CARRIÓN JIMENEZ, guitarrista payo, más conocido en el mundo artístico de la guitarra flamenca por ANTONIO CARRION, y también en sus inicios como Niño Carrión, nació en Mairena del Alcor (Sevilla), en el año de 1964, Procede de una familia de gran tradición flamenca, siendo hijo del cantaor Carrión de Mairena quien le enseña los primeros sones y compases del flamenco. Con la corta edad de trece años realiza su primera grabación discográfica, es sobrino nieto del cantaor mairenero Cancuna, quien compartió escenarios con Antonio Mairena. Antonio ha heredado de ambos la buena afición y el compás que le caracteriza.
Destaca como acompañante del cante clásico, que también sabe interpretar con donosura, y ha sido elegido con tal fin por artistas como José Menese, El Lebrijano, Manuel Mairena, Curro Malena o Chocolate. Su toque, a medio camino entre las formas tradicionales y las nuevas tendencias, bebe en las fuentes de Melchor de Marchena y Enrique de Melchor. A raíz de su primera grabación han sido innumerables las impresiones acompañando a cantaores de primera fila: como Menese, Curro Malena, Manuel Mairena, Chano Lobato, El Chozas, José Galán, Diego Clavel, Chocolate, etc. En sus actuaciones suele acompañar a todos los artistas anteriormente citados, además de Tina Pavón, La Macanita, Elu de Jerez, Carmen Jara, Carmen Linares, El Lebrijano, etc. Ha actuado en todos los escenarios del mundo, principales eventos y festivales nacionales.
Entre los infinitos galardones y premios cosechados destacamos: Insignia de oro de la Peña Juan Talegas de Sevilla, Peña Curro Malena de Aguilar de la Frontera, Amigos del Cante de Chiclana, Peña de Casabermeja, Peña Flamenca de Pozoblanco, Peña Flamenca Niño de Arahal. Granaina de Plata de La Platería, Granada – Primer Premio Gente Joven de TVE - Insignia de oro de Peña Flamenca de Mairena del Alcor -Bandera de Oro de Andalucía, Bruselas – Grammy Latino 2002 al mejor álbum de Flamenco – Nombramiento de Hijo Adoptivo de la Villa de la Rinconada. Su toque, que pretende equilibrar las formas más tradicionales con las corrientes más innovadoras, hunde sus raíces en las escuelas de Melchor de Marchena, Niño Ricardo y Manolo de Huelva, entre otras figuras. Con todo ello ha conseguido forjarse una personalidad que lo convierte en un referente de la guitarra de acompañamiento al cante clásico. En su currículum pesa la proyección internacional, pues ha actuado en los festivales franceses de Mont de Marsan y Burdeos, Amsterdam (Holanda), Bruselas, Brujas, Berlín, Dusseldorf (Alemania), Roma, Ginebra y Alejandría (Egipto), entre otras ciudades del mundo.
Patrocinio hijo acompañando a Rocío Segura (foto: Alfonso Ibáñez) |
ANTONIO LUQUE ESPEJO "Patrocinio hijo", guitarrista hijo del cantaor Antonio Luque Espejo "Antonio de Patrocinio". Antonio Luque Espejo, guitarrista mundialmente conocido con el nombre artístico de ANTONIO DE PATROCINIO (HIJO), nació en Córdoba el día 20 de mayo del año de 1973, en el barrio del Campo de la Verdad. Desde muy pequeño vive en un ambiente flamenco ya que su padre es el cantaor cordobés Antonio de Patrocinio.
Comienza a tocar la guitarra con el guitarrista Juan Muñoz "El Tomate". Con 13 años entra en la academia de baile y guitarra de Concha Calero y Merengue de Córdoba pasando a formar parte de su cuadro flamenco en ese mismo año. Con Merengue permanece ocho años acompañando al baile y perfeccionando el acompañamiento al cante. En 1991 y 1992 la Peña El Rincón Flamenco le da la oportunidad de ser guitarrista oficial de su prestigioso concurso junto con el guitarrista también cordobés José Manuel Villatoro.
Pero su debut fue en 1987 acompañando al cante a su padre en Montoro (Córdoba) con 14 años. A raíz de esa actuación fue requerido para acompañar a algunos de los cantaores cordobeses del momento, Rafael Ordóñez, El Chaparro, Juan Navarro Cobos, El Teno, "El Séneca", Ángel Ordóñez, Antonio García El Califa, entre otros.
En 1998 El Pele lo llama personalmente para hacer la semana de la música en París. Desde entonces es uno de los habituales acompañantes del cantaor cordobés, con el cual consigue dos años consecutivos el Premio El Taranto de Almería. En 1999 es llamado por Luis de la Carrasca, cantaor granaino afincado en Avignon (Francia), entrando a formar parte de su compañía y recorriendo países como Francia, Alemania, Bélgica, EE.UU. Argentina, México o Luxemburgo. Ha actuado en algunos de los festivales y eventos más importantes de España.
La activa Peña El Ciego de la Playa de Huercal de Almería le ha otorgado a Antonio de Patrocino (Hijo) el primer premio como guitarrista más completo en la especialidad de guitarra solista y acompañante. Tuvo como competidores a guitarristas de la talla de Manolo Franco o Niño de Pura, entre otros. Un cualificado jurado, integrado por prestigiosos expertos en guitarra flamenca en el que hay que destacar a Norberto Torres, ha dictaminado quién han sido merecedor de esta distinción a través de la frecuencia de actuaciones durante todo el año en la sede de la propia peña, sin tener que recurrir, a través de este novedoso procedimiento, al proverbial concurso que lleva implícita la siempre enojosa criba en las fases eliminatorias. El galardón, que le será entregado en el próximo mes de abril, conlleva una actuación de este joven talento en las dos especialidades mencionadas. El auge que ha experimentado la guitarra flamenca en los últimos años ha convertido a Córdoba en modélico referente a la hora de enjuiciar su imparable evolución, no siendo ajenos a esta evidencia el Concurso Nacional de Arte Flamenco y el Festival de la Guitarra.
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