Solo dos ediciones de su popular festival flamenco le restan a Jódar para
alcanzar el medio siglo. Este logro no suele estar al alcance de
otras muchas localidades andaluzas que comenzaron con ilusión su
aventura flamenca y que por carestía económica, de organización o
falta de interés administrativo, se han ido quedando en el camino.
Los galdurienses pueden presumir de constancia y afición a nuestra
universal música. Y así lo demostraron casi llenando el Auditorio
Municipal de Palomares el pasado jueves, ante la celebración de la
47.ª
edición de su festival flamenco, el cual recogía en su cartel
celebridades actuales de nuestro arte.
Mariano Morillas y Julio Romero "el Pérez" (foto de Juani Vilchez) |
Mariano Morillas, cantaor de
la tierra y seguidor de la escuela chaconiana y de figuras como el
iliturgitano Rafael Romero, comenzó el acontecimiento con unas
soleares apolás para establecer la adecuación de su garganta a lo
que vendría después. En la serrana recorrió largo camino cantaor
comenzando por livianas, serranas con buena cadencia artística,
enlazar seguidamente con el cambio por siguiriyas de ‘María
Borrico’ y enlazar con la cabal de ‘El Tuerto de la Peña’ con
matices de Antonio Mairena. En la caña se arrancó por los sones de
Rafael Romero, estructurando el cante completamente y aportando el
‘arsa y viva Ronda’ del cantaor de Andújar. Finalizó con
fandangos de ‘El Pichichi de Triana’, del jerezano José Cepero,
y Rafael ‘El Camisa’.
María Terremoto y Nono Jero |
Seguidamente,
subió al escenario a la que considero el gran valor actual del arte
flamenco, María
Fernández Benítez
‘María Terremoto’,
la cual comenzó con potencia tonal y adecuado compás su
participación con soleá por bulerías con resonancias de Tomás
Pavón, entremezcladas por los ecos de su abuelo ‘Fernando
Terremoto’ y formas maireneras. En los tientos –tangos se apoyó
en la clásica línea gaditana principalmente en los primeros, para
en los tangos acordarse de ‘La Revuelo’ y finalizar con acusado
compás por los extremeños. Sus fandangos tuvieron la impronta de su
tierra jerezana con evocación de ‘Enrique el Almendro’, a través
de su sobrino ‘Manolo Caracol’, así como un prestante y singular
recuerdo de Manuel Torre. Cerró su participación con bulerías en
pleno dominio rítmico y festero por los aires más ‘jondos’ de
su clan cantaor.
Julián Estrada y Jesús Zarrias |
El
pontonés
Julián Estrada
volvió a Jódar con un prestigio cantaor consolidado por su entrega,
conocimiento y seriedad cantaora, comenzado su actuación con
Malagueña de ‘La Trini’, realizada con adecuada y melismática
melodía, enlazando con rondeñas y aires abandolaos. En las
cantiñas alegrías se acordó de su tierra y de los sones gaditanos,
y en los tangos demostró compás y conocimiento del ritmo. Las
soleares las estructuró por el localismo de Alcalá de Guadaira con
buen compás y un entregado remate por ‘Juaniquín de Lebrija’.
Finalizó con fandangos y recuerdos de ‘El Carbonerillo’, ‘El
Camisa’, Huelva y Alosno, José Cepero y Manuel Vallejo.
Israel Fernández y Carlos de la Jacoba |
El
toledano Israel
Fernández se presentó
ante los galdurienses como una figura que se está consolidando por
su influencias de ‘Camarón’ y resonancias de Pastora y Tomás
Pavón. Comenzó por cantes mineros con tarantas-tarantos, que nos
recordó al de la isla de San Fernando y ciertos melismas de Pepe
Marchena, para enlazar con taranta y evocaciones de ‘El Cojo de
Málaga’, con nuevo acercamiento a la personalidad marchenera. En
las siguiriyas, estableció cierta profundidad por ‘Camarón’,
con entremezclas de ‘Marchena’ y Pastora Pavón en la primera,
para seguidamente acercarse a la estructura cantaora de Tomás ‘El
Nitri’ y más sones camaroneros, rematando con ciertos entrecortes
vocales por ‘El Tuerto de la Peña’. En las bulerías se centró
netamente en su admirado ‘Camarón’, así como en los fandangos
finales.
El Carpeta y su cuadro flamenco |
La
impronta singular y bailaora de Antonio
Montoya Flores ‘Farruco’
fue expuesta con precisión, poderío y valentía por su nieto Manuel
Fernández Montoya ‘El Carpeta’ a través de las alegrías.
Todo un derroche de fuerza, dominio del taconeo y del escenario, adecuado ritmo, prestancia en las pocas partes lentas de su baile, insospechados y ‘jondos’ quiebros rítmicos de su abuelo, cabeza siempre al frente en sus giros, y mucho, mucho compás en su apuesta coreográfica digna de una figura bailaora de nuestra época.
Todo un derroche de fuerza, dominio del taconeo y del escenario, adecuado ritmo, prestancia en las pocas partes lentas de su baile, insospechados y ‘jondos’ quiebros rítmicos de su abuelo, cabeza siempre al frente en sus giros, y mucho, mucho compás en su apuesta coreográfica digna de una figura bailaora de nuestra época.
Luisa Muñoz y Manolo Jero |
La
francesa-española Luisa
Muñoz demostró su
conocimiento del compás y el ritmo por soleá por bulerías, con
recuerdos del jerezano ‘Tío Borrico’ por las formas de Antonia
‘La Peña’, En los cantes mineros, también se acercó a
‘Camarón’ por taranta-taranto, con ciertas dosis estentóreas,
prosiguiendo en la misma línea por cartageneras. Sus tangos fueron
ejecutados con personalidad y muchas evocaciones de ‘Juana la del
Revuelo’. Volvió a las formas camaroneras en los fandangos, con un
entregado recuerdo de Manuel torre al final, y finalizó con buen
compás por bulerías.
Miguel de Tena acompañado por Patrocinio hijo |
Ante
tanta expectación por los artistas anteriores, el esperado fue el
pacense Miguel Ángel de
Tena Martínez ‘Miguel de Tena’,
y el público galduriense aguantó. Comenzó con cantes mineros en
los que la cartagenera de Chacón y la taranta de ‘El Cojo de
Málaga’ quedaron expuestas con conocimiento y melisma flamenco.
Por tientos se acordó de la personalidad de Juan Valencia ‘Mojama’
con matices ‘jondos’, y acertadas inclinaciones hacia Cádiz,
derivando a los tangos por ‘El Piyayo’, ciertos sones granadinos,
los matices de su tierra extremeña, recuerdo de Luis de Córdoba, y
más Extremadura. Las formas de su admirado Manuel Vallejo fueron las
utilizadas en la granaína y media granaína con poderio tonal.
Amplio fue su recorrido por fandangos con inicio por Huelva, Alosno,
‘José Palanca’, ‘Pepe Aznalcollar, Vallejo, Carbonerillo,
‘Canalejas de Puerto Real’ y su comprovinciano José Salazar
Molina ‘Porrina de Badajoz’. Finalizó con bulerías por la
influencia vallejera y con la copla por el estilo de ‘Maria de la
O’.
Rafael
Valera Espinosa
(crítico
flamenco y vicepresidente de la
Peña
Flamenca de Jaén)
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