viernes, 9 de diciembre de 2016

Por soleá. ¿PRIMERAS FIGURAS DEL FLAMENCO?

Semanas pasadas, con motivo del V Congreso Internacional de Peñas Flamencas de Málaga. Uno de los organizadores, Diego Pérez, a su vez Presidente de la Federación Provincial de peñas malagueñas, en la presentación del mismo argumentaba que estaban desapareciendo las primeras figuras del arte flamenco: “Se echa de menos a cantaores como Juan Peña “Lebrijano”, José Menese, Camarón…” A veces, muchos aficionados consideramos que este tipo de declaraciones tienen cierto tipo de nostalgia por lo vivido en estos últimos cincuenta años, mas no sin razón.

Desde el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1956, siempre ha existido un colectivo de cantaores flamencos (solo me voy a limitar al cante) que han estado en lo alto del escalafón: Juan Talega, Antonio Mairena, Rafael Romero, Manolo Caracol, Canalejas, El Sevillano, Fosforito, Juan Varea, Bernardo el de los Lobitos, etc. Más tarde, en la década de los sesenta continuaban muchos de los citados y, además, se les sumaban Chocolate, La Paquera, Terremoto de Jerez, Manuel Agujetas, Manuel Mairena, Pepe Menese, Beni de Cádiz, Lebrijano… Al comienzo de los setenta ya eran figuras Chano Lobato, Camarón, Enrique Morente, Calixto Sánchez, Carmen Linares, Diego Clavel y muchos más.

A partir de los ochenta, la nómina se fue diversificando entre los que se mantenían en la línea ortodoxa y los que iniciaban nuevos movimientos o adaptaciones vanguardistas de nuestro arte como los citados Enrique Morente y Juan Peña “Lebrijano”, y otros de enjundia y prestancia flamenca como Vicente Soto “Sordera”. En esta década comienzan a sobresalir artistas ganadores del Concurso cordobés como El Cabrero, El Pele, José Mercé, Vicente Soto “Sordera”, Mayte Martín… Mas, la mayoría de estos últimos no han alcanzado el liderazgo flamenco de los referidos de  épocas anteriores. Que conste, nadie duda de su calidad flamenca y del disfrute que nos producen sus grabaciones e interpretaciones en festivales, pero estás figuras de hoy pienso que no mantienen la misma tesitura –o no se les solicita su colaboración-  como las anteriores a acudir con modestia económica a los añejos espectáculos mayoritarios de Andalucía.

Tengo la alegría de comprobar cómo las nuevas figuras del cante flamenco mantienen un nivel de calidad interpretativa y de conocimientos sobre nuestro arte como no ha existido nunca. Considero que esta circunstancia predispone a crear su propia escuela flamenca y a no considerarse seguidores de un artista consagrado. Lógico y legítimo. Sin embargo, particularmente para mí, y por citar un ejemplo, ni a La Paquera ni a Beni de Cádiz los considero “caracoleros”, aunque también. Solo hay que detenerse en su escucha y analizar cuál es la estructura y la sonoridad de su cante. La primera, la considero de Pepe Pinto y de los que le antecedieron, la segunda es ciertamente caracolera, pero con singular personalidad, lo mismo que en la actualidad evoca El Pele.

Reitero que hay muchos, magnificos, prestantes y buenos/as cantaoras/es flamencos actualmente ¿Pero tienen liderazgo en el escalafón o en el caché artístico?

Rafael Valera Espinosa  

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