Generalmente,
para identificar el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba solamente hay que referirse al “Nacional de
Flamenco”. Desde el año 1956, se ha venido identificando como el certamen más
completo de la historia de nuestro arte. A lo referido han contribuido figuras
como Antonio Fernández Díaz “Fosforito”,
ganador absoluto de los cuatro primeros premios del celebrado en 1956; el
linarense Gabriel Moreno que se alzó
con el Premio de Honor por siguiriyas en la primera fase de 1957, que daría opción
a la final de 1959, siendo el Premio de Honor en la misma para Juan Talega; Antonio Mairena, que
consiguió la “Llave de Oro del Flamenco”, en el desarrollado en 1962; José Menese Scott, el cual alcanzó el
Premio de Honor “Tomás El Nitri”, en 1965; las bailaoras Matilde Coral y Merche
Esmeralda que compartieron en 1968 el Premio de Honor Encarnación López “La
Argentinita”; o Benito Amós Rodríguez
“Beni de Cádiz”, que fue premiado en 1971 con el “Diploma Especial
Silverío”.
He
de señalar destacados cantaores que consiguieron tres premios como Curro de Utrera y Sernita de Jerez en las aludidas fases de 1957 y 58. Posteriormente,
en un mismo concurso, Juan Talega se alzó con dos premios en 1959, por
siguiriyas y cantes de fragua, y soleares y polo. José Domínguez “El Cabrero” en 1980 consiguió los “Mercé La
Serneta” y Manuel Reyes “El Canario”.
En el X Concurso de 1983, fue Juan
Moreno “El Pele” el que obtuvo los premios “Mercé La Serneta” y el “Pastora
Pavón”. En el año 1986, José Mercé
igualmente se alzó con los mismos que cantaor cordobés. Y en 1992, el linarense
José Heredia “Joselete”, también
consiguió dos p
remios, el “Manuel Torre” y el “don Antonio Chacón”. Hasta aquí
lo más significativo.
Todo
lo que antecede representa diversidad, amplitud concursal por estilos,
especialidad en determinadas disciplinas, amplio número de artistas
profesionales y noveles en liza, numerosas jornadas de clasificación y buen
flamenco para los cordobeses y foráneos visitantes, acaparación nacional de la
fiesta de la primavera con la complementación del concurso de patios, y sobre
todo, primacía flamenca y prestigio internacional.
Con
el nuevo sistema implantado en 2010, solo son tres los ganadores del citado
certamen (uno por cada disciplina flamenca), mientras que por el establecido
desde 1965, los premiados eran siete en el apartado de cante, seis en el de
baile y dos en el de guitarra, sin contar con los premios de honor. Por este
anterior formato, Córdoba se llenaba
de arte durante más de veinte días, amén de los espectáculos complementarios.
Todo un universo flamenco cada tres años. En estos últimos tiempos solo nueve
días y de forma expedita. Esto último conlleva a que muchos aspirantes no
acudan a su convocatoria. El Nacional de Córdoba se ha convertido -arropado por
su prestigio- en un concurso más de los muchos existentes, lo cual no limita su
decadencia en un futuro. ¡Ojo! No recortemos también en nuestro arte.
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