miércoles, 14 de diciembre de 2016

Por soleá. CONCURSO NACIONAL DE ARTE FLAMENCO.

Generalmente, para identificar el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba solamente hay que referirse al “Nacional de Flamenco”. Desde el año 1956, se ha venido identificando como el certamen más completo de la historia de nuestro arte. A lo referido han contribuido figuras como Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, ganador absoluto de los cuatro primeros premios del celebrado en 1956; el linarense Gabriel Moreno que se alzó con el Premio de Honor por siguiriyas en la primera fase de 1957, que daría opción a la final de 1959, siendo el Premio de Honor en la misma para Juan Talega; Antonio Mairena, que consiguió la “Llave de Oro del Flamenco”, en el desarrollado en 1962; José Menese Scott, el cual alcanzó el Premio de Honor “Tomás El Nitri”, en 1965; las bailaoras Matilde Coral y Merche Esmeralda que compartieron en 1968 el Premio de Honor Encarnación López “La Argentinita”; o Benito Amós Rodríguez “Beni de Cádiz”, que fue premiado en 1971 con el “Diploma Especial Silverío”.

He de señalar destacados cantaores que consiguieron tres premios como Curro de Utrera y Sernita de Jerez en las aludidas fases de 1957 y 58. Posteriormente, en un mismo concurso, Juan Talega se alzó con dos premios en 1959, por siguiriyas y cantes de fragua, y soleares y polo. José Domínguez “El Cabrero” en 1980 consiguió los “Mercé La Serneta” y Manuel Reyes “El Canario”. En el X Concurso de 1983, fue Juan Moreno “El Pele” el que obtuvo los premios “Mercé La Serneta” y el “Pastora Pavón”. En el año 1986, José Mercé igualmente se alzó con los mismos que cantaor cordobés. Y en 1992, el linarense José Heredia “Joselete”, también consiguió dos p
remios, el “Manuel Torre” y el “don Antonio Chacón”. Hasta aquí lo más significativo.

Todo lo que antecede representa diversidad, amplitud concursal por estilos, especialidad en determinadas disciplinas, amplio número de artistas profesionales y noveles en liza, numerosas jornadas de clasificación y buen flamenco para los cordobeses y foráneos visitantes, acaparación nacional de la fiesta de la primavera con la complementación del concurso de patios, y sobre todo, primacía flamenca y prestigio internacional.

Con el nuevo sistema implantado en 2010, solo son tres los ganadores del citado certamen (uno por cada disciplina flamenca), mientras que por el establecido desde 1965, los premiados eran siete en el apartado de cante, seis en el de baile y dos en el de guitarra, sin contar con los premios de honor. Por este anterior formato, Córdoba se llenaba de arte durante más de veinte días, amén de los espectáculos complementarios. Todo un universo flamenco cada tres años. En estos últimos tiempos solo nueve días y de forma expedita. Esto último conlleva a que muchos aspirantes no acudan a su convocatoria. El Nacional de Córdoba se ha convertido -arropado por su prestigio- en un concurso más de los muchos existentes, lo cual no limita su decadencia en un futuro. ¡Ojo! No recortemos también en nuestro arte.        

Rafael Valera Espinosa

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