“AURELIO SELLE LE DIJO A MI PADRE
QUE ME LLEVABA A MADRID PORQUE ERA UNA PEAZO DE ARTISTA.”
Mariana Cornejo con Manolo Canalejas y Rafael Valera (foto de Pepe Pamos) |
En mayo de 1997 se celebró en nuestra
capital la ‘Semana de Estudios Flamencos de Jaén’ dedicada al
arte y la personalidad de Juan
Manuel Ramírez Sarabia ‘Chano Lobato’. Varios fueron
los artistas gaditanos que se encuadraron en su programación como
‘Juanito Villar’ o Mariana Cornejo Sánchez ‘Mariana
de Cádiz’. De ‘Juanito Villar’ casi lo supimos todo como
quedó reflejado en los dos capítulos anteriores de esta sección.
Las entrevistas las realicé durante el desarrollo de la citada
celebración, y hoy comienzo a difundir en este diario la
correspondiente a la sobrina de ‘Canalejas de Puerto Real’,
‘Mariana de Cádiz’.
Esta fue la presentación que le efectué
en el número 114 de la revista ‘Candil’, correspondiente a los
meses de enero-febrero de 1998:
“Sin complejos, sin ataduras, con la
gracia innata de su Cádiz… Así se presenta Mariana Cornejo. Y nos
cuenta su historia con una sencillez y naturalidad asombrosa. Como si
lo que le ha acontecido en su vida fuese algo común.
Amante de este arte y muy
concretamente del de su tierra, es igualmente amante del eco y la
personalidad de los artistas de su Cádiz y defensora a ultranza de
Pastora Pavón y ‘La Perla de Cádiz’. Mariana nos
evoca unos comienzos basados en su precocidad y en el talante
excesivamente paternal de su progenitor, por no incluirla en el mundo
de las compañías de cante.
Se siente artista y lo defiende con
uñas y dientes. Admite los vanguardismos flamencos, mas,
generalmente antepone la pureza de este arte. Siente predilección
por las siguiriyas y también por los estilos de ritmo y compás,
aduciendo que por ser ella muy alegre y festera. Y siempre su Cádiz
por delante.”
Pregunta: ¿Cómo son tus inicios?
Respuesta:
“Pues mis comienzos son desde chiquitita, como les
suceden a todas las niñas que empiezan a cantar y a tocar las palmas
y eso. Pero verdaderamente fue un día que estando yo en un patio de
la calle Feluchi -pues mi madre trabajaba allí- me puse a cantar eso
de ‘Cariño, cariño mío / ramito de mejorana…’, estando
barriendo el patio. Esto lo cantaba con mi hermano Pepe, que canta
magníficamente, pero que no se ha dedicado a esto; él hacía el
bajo y yo el tono alto y, a dúo, nos salía bastante bien. Estando
cantando me escuchó un pianista que estaba en el segundo piso dando
clase. Se asomó al balcón y le preguntó a la madre de la niña a
la que daba clase que quien era yo con la voz tan bonita. La madre de
la niña le contestó que era la hija de María Pepa. De momento dijo
que subiera a verle porque le había gustao mucho mi voz. Subimos mi
madre y yo, y el pianista le dijo a mi madre que quería darme
clases. Mi madre le contestó que ella no tenía dinero y que no
podía pagarlas. Le dijo que no se preocupara que él me daría
clases para educar la voz y así poder presentarme en Radio Cádiz,
que por entonces tenía un programa para estas cosas. Don Carlos
Domínguez, que era el pianista, me enseñó y entonces
debutamos en Radio Cádiz. Al enterarse mi tío Paco del éxito, le
dijo a su primo ‘Canalejas de Puerto Real’ lo bien que yo
cantaba. Este se presentó en mi casa bastante temprano –estaba yo
durmiendo todavía- y le dice a mi madre ‘Vísteme a la niña y
sácala al patio que quiero que me cante un poquito de flamenco’.
Salí al patio y comencé a cantar y, nada más hacerle un poquito,
me dijo ‘¡Ya está, no cantes más! Entonces le dijo a mi madre
que la niña tenía madera y que me iba a llevar con él para hacerme
artista ¡Pero hombre, Juan, tú sabes…!
Mi padre no quería ¡Pobrecito mío!
Tenía un carácter muy malaje, ya no porque está muy mayor, pero
era de estos hombres antiguos. ¡Total! Que se vino mi padre conmigo
cuando formé parte de la compañía de mi tío ‘Canalejas’. Y
una vez estando en Málaga, después de haber actuado en varios
sitios y de verme a mí llorar porque echaba de menos a mi madre
–entonces tenía yo diez años-, le dice mi padre ‘Juan, yo me
llevo a la niña con su madre porque ella es muy chica y con este
plan yo no puedo.’ ¡Qué lástima! ¿Por qué no dejas que venga
tu mujer con ella? Mi padre no quiso y le dijo que cuando yo fuera
mayor que hiciera lo que quisiera… Y me quitó de artista.
Dos años más tarde, en una fiesta
que se celebraba con motivo del Trofeo ‘Ramón de Carranza’,
donde cantaban ‘La Perla’, ‘El Beni de Cádiz’ y
‘La Paquera’, también canté yo. Allí
estaba Aurelio Sellé y me escuchó cantando
sola, haciéndome mis palmitas por bulerías, ese compás que yo
tenía de chica. Me llamó y me preguntó por mi padre y, al
presentarse él ante Aurelio, éste le dijo que me llevaba pa Madrid
porque yo era una peazo de artista. Pero tampoco me dejó, solo me
dejaba que actuara por Cádiz y la provincia.
Luego surgió igualmente la
oportunidad de que me fuera con ‘Los Gitanillos de Cádiz’.
Conchita Landa y ‘Bendito’, que son dos
peazos de artistas que estuvieron mucho tiempo por América, y que ya
siendo mayores se quedaron en Cádiz, pues ellos quisieron llevarme a
América y tampoco me dejó mi padre. Y un poco antes de casarme, yo
era compañera de Luisito Gallego, que más tarde se puso ‘Luisito
Rey’ y que es el padre de ‘Luis Miguel’, este joven
y famoso cantante mejicano… Pues mandó a sus hermanos y a su madre
para que me fuera a México, pero no hubo manera. Así que como me
puse novia, pues me fui retirando poco a poco, y aunque mi novio me
dejaba, yo ya no quería.”
Rafael
Valera Espinosa
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