La Federación Provincial de Peñas Flamencas de Jaén ha vuelto
a establecer la programación de su Circuito ‘Flamenco por las Peñas’ en su edición
XVII, el cual cuenta con el patrocinio del Área de Cultura de la Excma.
Diputación Provincial de Jaén, y que está dedicado al guitarrista de La Puebla
de Cazalla, Fernando Rodríguez Delgado,
un artista que desde pequeño empieza a sentir la inclinación hacia el flamenco,
pero sobre todo hacia el cante más que al toque, por lo que se le considera un
“tocaor” neto para el acompañamiento. Comienza su carrera artística de la mano
de su paisano y cantaor Diego Clavel,
allá por el año 1988, donde hace su primera grabación discográfica y se
convierte en su guitarra oficial.
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| Fernando Rodríguez acompañando a Lidia Pérez (Peña Flamenca de Jaén) |
Muchos son los
premios que atesora y numerosos los éxitos conseguidos a lo largo de su
trayectoria flamenca. Desde hace más de quince años, el guitarrista morisco
tiene establecida una escuela-academia de cante flamenco por la que han pasado
más de doscientos alumnos, algunos de los cuales han conseguido la ‘Lámpara
Minera’ de La Unión (Manuel Cuevas, Raúl
Montesinos, Rubito hijo, Miguel de Tena, etc.), de ahí que su prestigio vaya aumentando y
sean numerosos los que desde sus aulas se hayan catapultado al escalafón
flamenco con bastante éxito como Manuela
Cordero, Rocío Luna, Vanesa González, la torrecampeña Fina Colmenero, o las villanovenses Mari Angeles Martínez o Lidia
Pérez.
Algunos podrán
preguntarse cómo un guitarrista puede ser maestro cantaor. La respuesta
afirmativa está basada en que Fernando también posee dotes de cantaor y así lo
viene demostrando con su amigo Antonio
Carrión, con el espectáculo ‘Guitarras Cantaoras’. Buena muestra de esta
faceta la evidenció en la Peña Flamenca de Jaén un dieciséis de enero de 2008,
cuando ambos artistas estrenaron su espectáculo en el Circuito Flamenco ‘A la
Verde Oliva’. ‘Para muestra, un botón’.
Esta fue la crítica que realicé de su
cante:
“Las
malagueñas las orientó Fernando hacia las personalidades de Concha La Peñaranda y Enrique el Mellizo, con conocimiento y melisma melódico, aunque en
un medio tono que le proporcionaba simpleza a sus interpretaciones. En las
alegrías evidenció enamoramientos de los ecos de Pericón de Cádiz y Manolo
Vargas, para rematar con fuerza por rosas. En las soleares ofertó ecos de
Alcalá por Juan Talega y Antonio Mairena, recuerdo de Frijones que enlazó con las del ‘Zurraque’, para derivar a ‘La Serneta’ por los aires de Pastora, y rematar por Juaniquín de Lebrija. Los cantes
mineros los basó en la creatividad de ‘Manuel
Torre’ y el ‘Cojo de Málaga’,
con matices de ‘Rancapino’, tanto en
la taranta-taranto, como el la taranta-levantica. Finalizó con gusto por
fandangos de ‘Chocolate’, Manuel Vallejo-‘Carbonerillo’ y ‘El Niño Gloria’.
Desde el pasado
viernes, 10 de noviembre, dieciséis son las Peñas de nuestra tierra que vienen
ofertando su reconocimiento y su agradecimiento a un guitarrista que se
mantendrá largo tiempo en nuestra memoria por su inestimable y creativa labor.
Enhorabuena, Fernando.
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