“EN UNA OCASIÓN
‘CAMARÓN’ Y ‘TOMATITO’ LLEGARON TARDE Y EL PÚBLICO DECÍA: ‘SI NO QUIEREN VENIR
QUE NO VENGA, VOSOTROS SEGUID BAILANDO’.”
Inmaculada Aguilar (foto de Pepe Pamos) |
Muchas
son las apreciaciones que la cordobesa Inmaculada
Aguilar Belmonte, para el baile flamenco ‘Inmaculada Aguilar’, nos ha
venido relacionando sobre su persona, su aprendizaje, su arte y sus dotes
didácticas como profesora del Conservatorio Superior de Música ‘Rafael Orozco’
de Córdoba, en el que se imparten clases correspondientes
a las Enseñanzas básicas de Danza (4 cursos) y los seis cursos de Enseñanzas
Profesionales de Danza, en las especialidades Danza Clásica, Danza Española y
Baile Flamenco, además de ser uno de los primeros en reconocer la enseñanza de
la especialidad Guitarra Flamenca. Y también numerosos son sus criterios
vertidos sobre la historia del baile flamenco, sus opiniones en relación con
los movimientos artísticos-flamencos, las nuevas técnicas, y las grandes
figuras que han marcado un hito en el desarrollo bailaor de nuestra música,
todo enmarcado en la entrevista que le efectué en su Córdoba natal el 15 de
junio de 1994. Después de señalarnos su pasión por el baile de Manuela Carrasco y Sara Lezama, el diálogo lo centré en conocer algunos aspectos
personales de nuestra protagonista que no habían sido establecidos.
¿Te
falta por montar algún baile?
¿Cómo
ves el futuro?
- “No lo veo. Existe un enorme
número de gente con ilusión, con ganas de aprender y con ganas de pisar un
escenario flamenco, y lo digo por mi propia experiencia y por la de los alumnos
que están en el Conservatorio, así como por la cantidad de academias que
existen en Córdoba. No es una cuestión de falta de personal humano o de
artistas, quizá sea que no se percibe salida por ninguna parte. Los alumnos,
cuando terminan la carrera ¿qué hacen?, ¿dónde van?, ¿qué salida decorosa
pueden encontrar? La mayoría de ellos se van a Madrid o Sevilla a tocar otras
facetas del baile, pero no pueden comer del baile. Las perspectivas en cuanto a
trabajo son nulas. Por tanto, las ilusiones, el empuje, la fuerza, la gana e
incluso la calidad sí que están ahí; sin embargo, una salida hacia el futuro no
la veo.”
¿Qué
recuerdos mantienes con más cariño de tus actuaciones?
- “Uno de los momentos que guardo
con más nostalgia fueron los veinte minutos que estuvieron aplaudiendo mi
actuación las personas que me vieron en el Festival de Aviñón del pasado año.
Esa ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida artística.
Otro de los momentos que he vivido con cariño fue el hermanamiento que se hizo
en Marruecos entre sus bailes y el flamenco. Al final del espectáculo yo
propuse hacer un fin de fiesta entre todas las bailarinas marroquíes y yo.
Salimos todas cogidas de la mano al escenario y nos fuimos alternando al son de
la música de sus instrumentos. Fue un precioso y emocionante final que hizo
vibrar al público de Marruecos.
Inmaculada Aguilar en la Peña Flamenca de Jaén (foto: Pepe Pamos) |
Tampoco se me
olvidará la serie de galas que hicimos con ‘Camarón de la Isla’. Entre otras
cosas porque íbamos siempre como a la aventura. Todos conocemos al público que
seguía a José Monje ‘Camarón’, y
claro, siendo yo una bailaora paya, pues te puedes imaginar cómo salía al
escenario; porque el espectáculo lo comenzaba yo y lo cerraba ‘Camarón’. Sin
embargo, en todas las actuaciones de la gira tuve un éxito tremendo, y no sé
por qué, ya que la gente que había acudido al acontecimiento flamenco quería
ver a ‘Camarón’ y no a Inmaculada Aguilar. Pienso que aquello nos predisponía
de tal manera que nosotros salíamos a por todas, y esa actitud de entrega y de
trabajo, luego era premiada con enormes aplausos. Recuerdo que en una de esas
galas ‘Camarón’ no se había presentado todavía y ‘Tomatito’ tampoco. Imagínate la gente reclamando a ‘Camarón’… Total
que nosotros salimos y lo dimos todo. Recuerdo que había voces que decían ‘¡Si
no quiere venir ‘Camarón’ que no venga, pero seguid
bailando!’
Inmaculada Aguilar consiguió, además del premio citado del
Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba ‘La Argentinita’, también el Premio
de Fin de Carrera del Conservatorio Superior de Música, Declamación y Danza de
Córdoba, en 1975; el Premio Cabales de Plata a la bailaora más completa, en
1989; y, ese mismo año, el Olé de Córdoba por su trayectoria artística; en 1999 recibió en Bodegas Campos ‘La Fiambrera de Plata’
del Ateneo de Córdoba; y otros muchos más. En los últimos años, Inmaculada
Aguilar ha seguido su intensa actividad artística dando conferencias y
recitales en Peñas Flamencas y Teatros, así como su participación en los
Festivales más importantes de Andalucía y fuera de ella. También en 1998, viajó a Buenos Aires y Santiago de Chile,
acompañando al Presidente de la Junta de Andalucía, D. Manuel Chávez González,
donde impartió cursos y realizó actuaciones.
Rafael
Valera Espinosa
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