Quiero continuar el homenaje a ‘Paco de Lucía’ que a principio de mes inicié con motivo de la celebración, este pasado 25 de
febrero, del tercer aniversario de su muerte, con el recuerdo de la que quizás
sea la grandeza más señalada de nuestro algecireño antes de subir a un
escenario. La rebeldía del gran artista se produjo en Sevilla un 12 de octubre
(Día de la Hispanidad) del año 1989, y fue como sigue por reflejar su nombre en
el cartel anunciador en letras más pequeñas que los de Plácido Domingo y Julio
Iglesias: “Mi
nombre fue anunciado junto a los precios; sentí que se ofendía a mi cultura y
dije que no tocaba", declaró Paco de Lucía ayer a este periódico (El País)
para explicar su incomparecencia en el concierto que el pasado jueves se
celebró en Sevilla. La actuación del guitarrista español, que actualmente
realiza una gira por Europa, estaba programada junto a las de Plácido Domingo y
Julio Iglesias, entre otros artistas, en el festival Soñadores de España. ‘En
el contrato de Paco de Lucía no estaba estipulado el tamaño de su nombre en la
publicidad’, ha declarado un portavoz de la empresa promotora del concierto.
También
he querido reflejar en ésta entrega las opiniones de dos grandes artistas que
igualmente reiteran su grandeza como insigne figura histórica de la guitarra
flamenca. Me dijo Manolo Sanlúcar
sobre ‘Paco de Lucía’: “¡Paco es tan
completo…! Tiene un sentido rítmico absolutamente sorprendente, tiene un
sentido armónico increíble, tiene elegancia, tiene contrastes, cuenta la
música, la explica como mucha naturalidad. Yo no he conocido a nadie, ni creo
que haya existido nadie que reúna tantas condiciones como él. Todo esto te lo
digo, lo he sentido siempre así, y la testigo más clara que podemos tener es mi
mujer. Ella se ha reído muchas veces
mientras me veía pegar botes en el sofá escuchando a Paco.”
Y nuestra añorada Rosario López lo definió como
establecía su sinceridad y sentimientos flamencos: “Basta con oírle y verle. He vivido muchos momentos en los que me he
sentido impotente a la hora de adjetivar sus trabajos. Guardo vivencias,
anécdotas y recuerdos entrañables junto a él, en compañía también de mi maestro
y amigo Rafael Romero, Perico el del
Lunar, etc., en ‘Villa Rosa’, Lebrija, Jerez, Madrid, Sevilla… Paco es
soberbio, pura creatividad, inspiración. Refleja en cada nota de su música su
clara y evidente sensibilidad, su espiritualidad, aunque puede, a veces, ser
terrible e implacable con nuestros frágiles sentidos, logrando que se desborden
nuestros ojos, pero creo que nunca hacemos esfuerzo alguno para evitarlo. ¡Si
yo pudiera cantar a tu música, a tu arte…!”
Rafael
Valera Espinosa
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