Todo arte es subjetivo y el flamenco como tal, también. Mas, a lo
largo de la historia se ha querido encumbrar a ciertos artistas más
que a otros, y ‘La Llave de oro del flamenco’ está en el ojo del
huracán. La historia de tan codiciado galardón siempre ha estado
rodeada de parciales criterios y de imprecisiones democráticas en
sus adjudicaciones. Y las discusiones siguen entre los aficionados, y
últimamente más.
Tomás "el Nitri" |
La segunda se le otorgó a Manuel Vallejo en 1926, parece ser
que con la intención de desagraviarlo al no conseguir la Copa Pavón
–concurso que organizó el empresario del citado teatro madrileño-,
ya que esta fue ganada por votación popular del público asistente
por el jerezano José Cepero. Se organizó días después un
nuevo concurso con la llave como galardón, y este –también por
votación popular del público- si lo consiguió el sevillano.
La tercera tuvo un desarrollo similar a la primera, pues fue
conseguida igualmente en un concurso, el III Concurso Nacional de
Arte Flamenco de Córdoba, mas con un jurado y unas bases –solo se
concursaba por siguiriyas, tonás y soleares- proclive al sevillano
Antonio Mairena, y con competidores como ‘Fosforito’,
Juan Varea, ‘Chocolate’ y ‘Platerito de Alcalá’.
Más adelante, el cantaor de los alcores fue desarrollando una
carrera artística plena de enjundia y conocimiento, lo cual supuso
que por los aficionados se considerara en buenas manos la Llave de
Oro. Y quizás esto último sea el quid de la cuestión, la
dignificación que el maestro estableció del galardón y del
flamenco.
Desaparecido Antonio Mairena, muchos han querido especular con la
citada llave. Tras la muerte de Camarón, la Junta de
Andalucía creyó conveniente otorgarle la cuarta a título póstumo
al de San Fernando por su trayectoria y captación de las masas. Sin
embargo, el efecto Mairena que fluctuaba entre los aficionados quedó
sin aliciente, no podía haber dignificación del trofeo.
La quinta se le entregó el 11 de octubre de 2005 a “Fosforito”
en Málaga. Y nadie puede dudar de los enormes méritos del maestro
para ser acreedor de ella. Mas, pienso que los candidatos a la citada
llave parece como si se quisieran comparar con Mairena, y esto tiene
visos de subordinación. Pero creo que, particularmente, “Fosforito”
ha tenido iniciativas y creatividad por determinados estilos
(cantiñas, cantes mineros, aires de Málaga...) que a mí me han
gustado más que en Mairena, y considero que esto redondea su
maestría flamenca, como en el sevillano lo hizo sus cantes de
fragua, las siguiriyas o soleares.
Rafael Valera Espinosa
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