lunes, 16 de abril de 2018

Por soleá. ACLARACIONES SOBRE ‘LA LLAVE DE ORO’.

Todo arte es subjetivo y el flamenco como tal, también. Mas, a lo largo de la historia se ha querido encumbrar a ciertos artistas más que a otros, y ‘La Llave de oro del flamenco’ está en el ojo del huracán. La historia de tan codiciado galardón siempre ha estado rodeada de parciales criterios y de imprecisiones democráticas en sus adjudicaciones. Y las discusiones siguen entre los aficionados, y últimamente más.

Tomás "el Nitri"
La primera llave fue otorgada en Málaga a ‘Tomás el Nitri’ (no quiero indicar fecha aunque se cita la de 1862, año en el que el artista contaba con 12 años, lo que no resulta lógico), por iniciativa de un determinado grupo de aficionados con solvencia en el conocimiento de este arte, para así encumbrarlo por encima de Silverio Franconetti, mayor que él 19 años, y artista considerado más completo y creativo.

La segunda se le otorgó a Manuel Vallejo en 1926, parece ser que con la intención de desagraviarlo al no conseguir la Copa Pavón –concurso que organizó el empresario del citado teatro madrileño-, ya que esta fue ganada por votación popular del público asistente por el jerezano José Cepero. Se organizó días después un nuevo concurso con la llave como galardón, y este –también por votación popular del público- si lo consiguió el sevillano.

La tercera tuvo un desarrollo similar a la primera, pues fue conseguida igualmente en un concurso, el III Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, mas con un jurado y unas bases –solo se concursaba por siguiriyas, tonás y soleares- proclive al sevillano Antonio Mairena, y con competidores como ‘Fosforito’, Juan Varea, ‘Chocolate’ y ‘Platerito de Alcalá’. Más adelante, el cantaor de los alcores fue desarrollando una carrera artística plena de enjundia y conocimiento, lo cual supuso que por los aficionados se considerara en buenas manos la Llave de Oro. Y quizás esto último sea el quid de la cuestión, la dignificación que el maestro estableció del galardón y del flamenco.

Desaparecido Antonio Mairena, muchos han querido especular con la citada llave. Tras la muerte de Camarón, la Junta de Andalucía creyó conveniente otorgarle la cuarta a título póstumo al de San Fernando por su trayectoria y captación de las masas. Sin embargo, el efecto Mairena que fluctuaba entre los aficionados quedó sin aliciente, no podía haber dignificación del trofeo.

La quinta se le entregó el 11 de octubre de 2005 a “Fosforito” en Málaga. Y nadie puede dudar de los enormes méritos del maestro para ser acreedor de ella. Mas, pienso que los candidatos a la citada llave parece como si se quisieran comparar con Mairena, y esto tiene visos de subordinación. Pero creo que, particularmente, “Fosforito” ha tenido iniciativas y creatividad por determinados estilos (cantiñas, cantes mineros, aires de Málaga...) que a mí me han gustado más que en Mairena, y considero que esto redondea su maestría flamenca, como en el sevillano lo hizo sus cantes de fragua, las siguiriyas o soleares.

 Rafael Valera Espinosa

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