miércoles, 11 de abril de 2018

Memoria flamenca. FERNANDO CARRASCO VARGAS ‘FERNANDO EL DE LA MORENA’ (y II).

 “DE ‘TERREMOTO’ YO FUI SU PALMERO, SU TAXISTA Y SU CÓMPLICE.”

Fernando "el de la Morena" acompañado por Antonio Higuero
(foto: Samuel  Bueno)
A lo largo de la historia muchos han sido los buenos intérpretes que no han sido conocidos en su verdadera medida. A veces, el tener aseguradas su espaldas con un trabajo estable conllevaba no tener que entrar en lid con muchos otros paisanos y foráneos artistas porque ellos tenían establecido su sustento para él y lo suyos; y otras veces porque el costumbrismo o el no querer salirse del tiesto por aquello del qué dirán, impedía el máximo desarrollo de un arte que si era bien conocido en reuniones, bodas o bautizos familiares, caso muy explícito de Ana Blanco Soto ‘Tía Aníca La Piriñaca’, o de Santiago Sánchez Macías ‘Santiago Donday’. En similar situación se encontraba nuestro entrevistado en 1998, Fernando Carrasco Vargas ‘Fernando el de la Morena’, como él mismo ha venido dejando claro a lo largo de esta entrevista. Si la vida de estos artistas hubiera dependido de su arte, otro gallo les hubiera cantado para disfrute de los aficionados flamencos.

Expresada su trayectoria profesional en la anterior entrega, Fernando continuó expresándonos sus opiniones y sus vivencias flamencas, que no de oficio. Como muchos amantes del flamenco conocen, los enlaces flamencos se han venido sucediendo a lo largo de los siglos XIX y XX. Es decir, a ‘El Fillo’, Tomás ‘El Nitri’, ‘María Borrico’, o ‘La Andonda’, artistas del primer tercio del XIX, les sucedieron artistas como Silverio Franconetti, José Yllanda, ‘La Serneta’, don Antonio Chacón, o Manuel Torre, a los cuales los heredaron ‘La Niña de los Peines’ y su hermano Tomás Pavón, Juanito Mojama, José Cepero, Manuel Vallejo, ‘Pepe Marchena’, a los que siguieron ‘Canalejas de Puerto Real’, Rafael Romero ‘El Gallina’, ‘Manolo Caracol’, Juanito Valderrama, o Manuel Vega ‘El Carbonerrillo’, para dejar paso entre otros a ‘Mairena’, ‘Chocolate’, ‘La Paquera’, ‘Terremoto’, ‘Agujetas’, Pepe Menese, ‘Lebrijano’, etc. Y por ahí continué la entrevista.

Pregunta: ¿Se te puede considerar un cantaor que ha servido de enlace entre la generación a la que han pertenecido –por citar solo a los de Jerez- Manuel Soto ‘Sordera’, ‘Manuel Agujetas’, ‘Fernando Terremoto’… con la que surge actualmente y entre los que destacan ‘Salmonete’, ‘Terremoto hijo’, Melchora Ortega o ‘Elu de Jerez’?

Respuesta: -“¡Hombre! Yo creo que sí. Mis vínculos con el cante, además de lo que da la sangre, son los que yo he vivido con estos artistas que mencionas. Y no sólo ellos me han abonado con vivencias, sino también sus padres, como ‘Tío Agujetas el Viejo’. Recuerdo cuando era taxista que había una gitana en Jerez que se llamaba ‘La Bolola’, que era la mujer de Fernando ‘Batacazo’ –por cierto que en mi disco en solitario tengo grabado un cante de su madre, el que dice: ‘Con que gusto y qué placer / te diera yo a ti una puntadita…’- , y ‘Tío Borrico’ me estuvo cantando más de dos horas los cantes de ‘La Bolola’ por soleá. Y a ‘Manuel Agujetas’ haciéndolo por siguiriyas de aquella manera; hacía el cante de Levante pa comérselo… Y a ‘Terremoto’. De ‘Terremoto’ yo fui su palmero, su chofer y su cómplice. Cuando no podía beber, me miraba y yo le echaba unas gotitas de ‘gin’ –como a él le gustaba decir- en el bitter. ¡Eso sí, en contadas ocasiones!

P: ¿Crees que los artistas jóvenes de tu tierra llegarán a tener las cualidades de los que hemos citado? O de otra manera ¿Se cantaba mejor antes que ahora?

R: -“Aunque parezca que presumo, creo que estamos un grupo –puede que sea minoritario- que nos preocupamos de no perder la raíz de esos anteriores. Los artistas jóvenes que hay hoy en Jerez, qué duda cabe que están aprendiendo de esa fuente anterior y por tanto no permiten que la raíz del cante se pierda.

Yo tengo que decirte que estoy de acuerdo con todos los movimientos musicales, porque la música, para mis ciertas luces, es interminable, pero estoy convencido que personalmente no puedo apartarme de la raíz. Todo concepto musical o de cultura, de la índole que sea, tiene un comienzo, y ese comienzo, esa raíz primitiva no se debe perder. Ahí es donde debemos aferrarnos todos. ¿Qué hay fusión? Pues lo concibo, lo respeto e, inclusive lo comparto. ¿Qué hay que ponerse moderno? Pues también cojo algunas cositas y las hago a mi aire. Pero me gusta siempre ceñirme a la raíz. Yo me quedo con la pureza del cante, con la ‘jondura’, con el sentimiento.”

P: ¿En qué estilo te sientes más a gusto?

R: -“Yo no quiero pecar, pero dicen de mí que tengo un soniquete especial para la bulería. La verdad es que ahí me encuentro como pez en el agua, aunque también me siento en la soleá, en la siguiriya… Mi soniquete, creo, sin pecar de vanidoso, es bastante singular… mío.”

R: ¿Qué opinión tienes de la función que ejercen las Peñas?

R: -“¡Si no fuera por ellas…! Están ejerciendo un papel muy importante. Porque ser perenne en esa función y a cambio solo de una gozada, la de escuchar, es de enorme mérito. Yo considero que las Peñas desarrollan un papel superimportante por el flamenco. Siempre están arrimándose a los estamentos públicos, sean culturales, ayuntamientos, diputaciones… para sacar algo en provecho del flamenco.”

P: En función de tu experiencia de cantaor atrás, por ejemplo con Manuela Carrasco, y observando las tendencias actuales del baile ¿no observas que el baile masculino se está cargando de femineidad y el femenino de masculinidad?

R: -“Yo he tenido la suerte –cuando era taxista- de haber visto a un gran bailaor como era ‘Paco Laberinto’, que bailaba macho total. ¡Claro! Esa es una condición innata. La verdad es que hoy las vertientes que afloran en la danza, en el baile son las que existen, son las propuestas.’

P: ¿Se abusa por parte de la mujer del taconeo?

R: -“Carmen Amaya era una bailaora que taconeaba maravillosamente, pero también movía los brazos, la cintura y todo lo demás con calidad inigualable. Yo creo que para bailar hay que utilizar todos los elementos de tu cuerpo ¡Hasta los ojos!”

P: ¿No crees que a veces los remates bailaores por bulerías se hacen interminables?

R: -“Los gitanos antiguos decían: ‘Ni un arre que trote, ni un soo que pare…’

Rafael Valera Espinosa

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