lunes, 16 de enero de 2017

Memoria flamenca. MANUEL ZAPATA “ZAPATA DE ARCOS” (y III)

“YO NO SÉ CANTAR POR ENRIQUE ‘EL MELLIZO’.”

Establecidos sus criterios y vivencias con artistas de la talla de Tomás Pavón, José Palanca, Manuel Vega “El Carbonerillo”, Antonio Tovar Rios “Antonio el de la Calzá”, o Juan Mendoza Domínguez “Niño de Utrera”. Aseveradas sus preferencias sobre la taranta de Linares, y corroboradas sus herencias flamencas sobre la Saeta Vieja de Arcos, la conversación se trasladó a sus experiencias viajeras como taxista, y también sobre determinados contratos que le salieron en el extranjero, concretamente en Francia.

Rafael Valera: No tuve casi que preguntarle, el relato lo fue hilvanando Manuel Gallardo Pérez “Zapata de Arcos”, rememorando viajes realizados como taxista:

R: “Me acuerdo que estuve en una boda en Galicia. Nos metieron en un bodegón que estaba en obras y no te quiero decir las fatigas que pasamos con las escaleras del bodegón, porque no estaban terminás las obras ¿Quién me iba a decir a mí que iba a cantar en Galicia? ¡No veas la que se armó yo cantando en Galicia! Pero aquello gustó. No sé si la gente de allí sabía de flamenco o no, pero aquello gustó. Y hasta que me vine de allí, aquella gente no me dejó, siempre querían que cantara. Además, me aprendí dos o tres estrofas en gallego y cuando las cantaba nos partíamos de risa.”

He referido que mi mayor interés estaba inclinado a que Manolo Zapata me aclarara cuestiones de la Saeta de su tierra. Y, particularmente, insistía en entresacarle alguna referencia más sobre la misma que no me hubiera dicho antes. Volví sobre el tema y le pregunté que a su saeta se le atribuía algo de canto gregoriano dentro de ella. Le referí también de que se hablaba de que Enrique  Jiménez Fernández “Enrique El Mellizo” era un artista que le gustaba mucho estos cantos de iglesia, y le pregunté

P: ¿Es posible que dentro de esta saeta pueda haber alguna relación con El Mellizo?

R: “A mí me dicen que cante por El Mellizo y no sé cantar por Enrique El Mellizo. Ya te he dicho que yo canto y no sé si lo que canto es de él o de otro. Y no veo ninguna relación en esto que me has preguntao. Yo he escuchao a cantaores –como antes he dicho- y luego después he hecho mi composición, mi cante, con notas de unos y con notas de otros.”

Mi curiosidad no se quedó satisfecha. Posteriormente, y en mi afán de investigar y relacionar ciertas semejanzas de esta Saeta Vieja de Arcos con otros cantes semanasanteros de diferentes comarcas de nuestra Andalucía, y tras escuchar en numerosas ocasiones a mi gran amigo y desaparecido Vicente Cumbrero, trabajador que fue de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Jaén, y natural de Villacarrillo, los Cantes de Pasión de su pueblo, llegué a la conclusión de que estos cantos jiennenses, y también las saetas cuarteleras de Puente Genil, parecen que guardan un mismo origen primigenio con la Saeta Vieja de Arcos. ¡Qué buen trabajo aclaratorio podrían hacer aquí los musicólogos!

Mas, he de volver a la entrevista y referir lo que Manuel Zapata me contó sobre sus actuaciones en Francia cantando saetas.
 
P: ¿Qué ha significado para Vd. estar en Francia cantando saetas?

R: “Para mí ha significado mucho. Mucho porque hemos puesto bandera allí. Y particularmente para mí porque me hicieron un reportaje de televisión a mí solo.”

P: ¿Cómo vio de interesados a los franceses por la saeta?

R: “Muy interesados, con mucha afición. Allí escuchan con una atención que no se oye ni una mosca. Allí no hay trompetas ni ná… Allí se hacen a pelo liso. Cantamos a unos 50 kilómetros de París, en una iglesia que tenía una acústica extraordinaria. Ni micro ni ná. El público salió contentísimo. Creo que fue la primera vez que se ha ido a Francia a cantar saetas.

Manuel Zapata no recordaba o no sabía que en el año 1954, cuando los artistas del madrileño “Tablao Zambra” grabaron en París la famosa Antonio de Flamenco, conocida como de Hispavox, la cual fue premiada por la Academia Nacional del Disco de Francia, la cantaora Lolita de Triana plasmó tres saetas en la misma.

Y prosiguió nuestro entrevistado:

R: “Estuvimos cuatro cantaores, “El Guapo de Jerez”, Antonio de Patrocinio, de Córdoba, otro más de Córdoba, y yo. Y nos llevábamos extraordinariamente los cuatro. Cómo sería, que “El Guapo” y yo vinimos en otro avión y, no había hecho más que llegar a la casa, cuando Antonio el de Patrocinio me estaba llamando por teléfono. Tenían muchas facultades para cantar sus saetas y muchos carzones. Pusimos los cuatro una gran bandera en Francia. Yo no he visto aplausos más largos que los que nos dedicaron los franceses.

Además, cuando me hicieron el reportaje por televisión, que salí con mi traje y mi sombrero de ala ancha… Yo cantando en televisión y viéndome cantar yo. Me pusieron para el reportaje unos auriculares porque me tenía que hablar una señorita en español las preguntas que me hacía uno en francés, y ¡me cago en la puta…! ¿Cómo va a salir esto bien? Y luego la gente me conocía por las calles, se quedaban mirando y decían ¡Ole! ¡Ole! Para mí aquello supuso una satisfacción y un orgullo bastante grande.

Tan entusiasmado estaba con el público francés; tan admirado de su silencio; tan impactante se había quedado, que me pasó por la cabeza comprometerlo con la comparación del público español y muy concretamente andaluz, el cual a veces se muestra demasiado efusivo y por tanto escandaloso, pero que casi siempre sabe decir un olé a tiempo. Manuel, una pregunta en cierto modo comprometía ¿Vale más un aplauso en francés, o un aplauso andaluz?

R: “¡Depende! ¡Depende! Porque los aplausos aquellos fueron hechos con sentimiento. Hicimos cuatro veces la retirada y no había ‘cojones’ quien aguantara los aplausos. A la que hizo cuatro veces, salimos y tuvimos que cantar una saeta más cada uno. Y eso vale y se aprecia mucho.”

Fueron bastantes más preguntas las que le hice, pero sus respuestas se reiteraban en los temas que ya he referido. Insistí en artistas de reconocida trayectoria creativa, de los protagonistas de la ‘Opera Flamenca’, de famosos como “Caracol”, Antonio Mairena, los viejos maestros de Jerez por estar en el camino hacia Arcos de la Frontera, mas, él seguía con contestaciones muy cortas y centradas en lo expresado anteriormente.
Rafael Valera Espinosa

No hay comentarios: