“EL
FLAMENCO ES PARA MINORIAS.”
Aclaradas
las cuestiones de quien fue su primer maestro, de cómo desarrolló
su inicios profesionales, así como sus opiniones sobre el toque de
los viejos maestros, en especial de ‘Diego
el del Gastor’,
otro autodidacta como él en el toque flamenco, nuestro dialogo del
año 2000 continuó como sigue, recabándole su opinión sobre los
maestros consagrados hasta ese momento.
P: ¿Manolo
Sanlúcar?
R:
-“Manolo
va a más con la época y lo veo como un guitarrista melódico, un
guitarrista pasao de ideas, virtuoso…”
P:¿Paco
de Lucía?
R:-“¡Punto
y aparte! ¡Paco es el gran monstruo!”
P: ¿Se
puede considerar como el mejor guitarrista de la historia incluso
comparándolo con Ramón
Montoya o
Javier Molina?
R: -“¡No
lo sé! Depende también del toque. Es muy complicado responder a
esto porque habría que in confrontando toque por toque y facetas.
Habría que examinar las modalidades de acompañamiento y de solista
de cada uno de ellos. Lo que sí puedo decirte es que con el
virtuosismo de hoy, la guitarra ha avanzado mucho con la de otros
tiempos, aunque es posible que haya perdido sabor en flamenquería.
Pero ha ganado en técnica, en ritmo… Lo que es demostrable es que
Paco le ha dado un impulso enorme a la guitarra flamenca, y muy
concretamente entre la juventud. Lo que me pregunto es si esto es
bueno o no tan bueno, pues chavales que se comen la guitarra los hay
a manojitos, pero que después le pongan a un cantaor para
acompañarle y sepan hacerlo, eso ya es más difícil, ya que cuando
acompañan por bulerías, le tocan igual a un cantaor de Jerez, de
Utrera, de Lebrija o de Morón.
Cierto
que el toque por bulería va al tres por cuatro, sin embargo, como te
decía antes, el soniquete varía. Hay quien se come la guitarra y no
se da cuenta de eso. Le ponen a un cantaor al lao y es como el que
escucha llover.
Y
todo esto viene por querer o intentar ser como Paco. Y no se entera
la gente de que Paco deja de ser solista y se vuelve acompañante, y
toca a las mil maravillas porque ya antes desarrolló la faceta de
acompañar a cantaores. Solo hay que escucharlo en La Unión cuando
acompañó a en los discos que tiene con ‘Camarón’,
’Fosforito’ o
‘Lebrijano’…
y suena a verdadera gloria. No solamente hay que estudiar al ‘Paco
de Lucía’ de
ahora, hay que hacerlo también con el ‘Paco de Lucía’ de
aquellos tiempos.
Otro
caso similar es el de ‘Camarón’. En la actualidad los seguidores
de su escuela imitan al ‘Camarón’ de los últimos años de su
vida ¿A ver quién se atreve a imitar a ‘Camarón’ cuando salió
con la voz que tenía?
P:
¿Te
gusta más el cante que el toque?
R: -“¡Sí!
Me gusta más cantar que tocar. Y tiene su lógica, pues el cante es
lo que he vivío y he escuchao de chiquitito. ¡Hombre…! La
guitarra también me gustaba y me sigue gustando una enormidad. Pero
he de confesar que he sío un cantaor fustrao.”
P:
¿Y
el baile?
R: -“También
me gusta. Me pego mis pasitos, aunque tengo que decir y reconocer que
no es mi fuerte. Pero bueno, me lanzo de vez en cuando en el fin de
fiesta de los festivales a soltar la guitarra y pegarme una pataíta
en el escenario.”
P:
¿Has
tocado alguna vez para el baile?
R: -“La
verdad es que no lo domino como yo quisiera porque no le he
practicado con la intensidad necesaria como para desempeñar un buen
papel. Gracias al trabajo que tengo para acompañar al cante, ese
faceta del flamenco no he tenido que afrontarla y por tanto no tengo
la suficiente experiencia.”
P:
¿Estás
de acuerdo con la teoría de que el guitarrista para acompañar bien
al cantaor ha de saber más flamenco que el propio intérprete?
Antonio Carrión acompañando a José Menese (foto de Pepe Pamos) |
R: -“Sí,
puesto que si hoy le estás acompañado cotidianamente a un cantaor
conoces su personalidad. Pero has de tener en cuenta que si vas
acompañando a veinte cantaores, cada uno de ellos es un mundo. Un
cantaor puede dominar ocho o diez estilos, pero mañana tienes que
acompañar a otro que lo hace con diez o doce, y cuatro o cinco son
diferentes de los que dominar el anterior; pasao mañana lo haces con
otro que dominar otros tres o cuatro diferentes de los dos primeros,
y así sucesivamente. El guitarrista debe de estar súper preparado
para todos esos palos y los muchos más que le echen. De ahí la
certeza de esa teoría.”
P:
¿Qué
opinión tienes de los concursos?
R: -“La
verdad es que yo no he solio presentarme a los concursos. Me dieron
‘El Madroño Flamenco’ en Sevilla y ya está, a pesar de que me
indicaban que me presentara a los más populares. En la actualidad,
ante el nivel que tengo, pienso que a mí no me conviene participar
en ninguno.”
P:
¿Crees
que las administraciones se implican en la promoción del flamenco?
R: -“Ahora
parece ser que se están mojando un poquito más. Cierto es que se
están estableciendo subvenciones, no tantas como desean y necesitan
los colectivos flamencos, pero sí que se están haciendo cosas por
este arte. Yo veo en la actualidad más difusión y ayuda a los
espectáculos de flamenco que hace cinco o seis años atrás.”
P:
¿Crees
que el flamenco tiene el reconocimiento que se merece?
R: -“Hay
otro tipo de músicas que en nuestra comunidad tiene más
reconocimiento que el flamenco. Un ejemplo claro es cuando grabas un
programa de televisión y se está cantando magníficamente por
soleá. Si te pasas medio minuto del tiempo asignado tienes que
volver a grabarlo, y yo compruebo después, cuando estoy viendo la
televisión, la cantidad de pamplinas que tienes que soportar y nadie
corta nada.”
P: ¿Existe
sensibilidad en las casas grabadoras por el flamenco?
R: -“Las
casas grabadoras van a lo suyo, a vender. Por tanto te piden
comercialidad. Uno que graba por siguiriyas, soleá o serranas no
vende nada y por ello no te graban. Lo cierto es que el público
demanda lo primero y eso condiciona a las casa grabadoras. Y es que
el flamenco es para minorías.”
Rafael
Valera Espinosa
(crítico
flamenco y vicepresidente
de
la Peña Flamenca de Jaén)
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