“A ‘MAIRENA’ LO CONOCÍ
Y LLEGUÉ
A TOCARLE EN UN BAUTIZO EN TRIANA.”
Aún recuerdo mis impresiones
sobre su toque cuando se presentó a la fase de selección del
Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1992, y, cosa
curiosa, no consiguió entrar en la faceta de opciones a premio
después de establecer uno de los más brillantes toques para
intentar entrar en liza en los premios “Manolo
de Huelva” y “Ramón
Montoya”,
cualificado como estaba para ellos. Su decisión fue que no se
presentaría a más concursos porque su toque ya se había
establecido como uno de los más prestantes a la hora de acompañar a
las consagradas figuras más señeras de la época. Después del
mismo me dolieron las críticas –sobre todo de Manuel
Martín- por mi
porcentaje de responsabilidad en la decisión, ya que hubo de entrar
en la terna sin tener que demostrar con anterioridad sus extensas
cualidades.
Comencé la entrevista realizada
en el otoño de 2000 a mi amigo Antonio Carrión de la siguiente
forma:
Antonio Carrión entrevistado por Rafael Valera (foto de Pepe Pamos) |
P: ¿Cuándo
se inicia tu afición a la guitarra?
R: -“Se
inicia a la edad de diez años, aunque de chiquitito en mi casa solo
he escuchado flamenco. A mí ni me han llevado al futbol ni a los
toros, siempre ha sido a escuchar flamenco. Mi padre, el cantaor
‘Carrión de
Mairena’ -que
todavía sigue cantando- fue el que me sacó en concursos, recitales
y otras actuaciones flamencas, hasta que después comencé a tocar
con otros cantaores. Esto último me sirvió para ir adquiriendo la
faceta de profesional y abandonar la de aficionado, conocer el mundo
del flamenco y a sus figuras.”
P: Tú
padre ¿por qué no ha sido cantaor profesional?
R: -“Porque
siempre ha tenido otro trabajo y su dedicación no ha sido plena al
flamenco. Es un gran aficionao y comenzó a participar en concursos y
reuniones flamencas, sobre todo para que me escucharan a mí.”
P: Aparte
de tu padre ¿qué otros personajes de tu familia han tenido
trayectoria flamenca?
R: -“Por
parte de mi padre estaba su tío, un flamenco más reconocido que le
decían ‘Cancuna’,
natural de
Mairena del Alcor, como nosotros, el cual compartió con ‘Antonio
Mairena’ muchos
momentos flamencos en reuniones y fiestas flamencas. Se caracterizaba
por ser un dominador de los cantes de compás, cosa que hoy en
Mairena no abunda, pues no hay muchos que canten por bulerías,
tangos… Los de la generación nueva mairenera van más por
soleares, siguiriyas…”
P: ¿Puede
haber influido en esto la enorme profundidad y calidad de Antonio por
estos últimos cantes?
R: -“En
parte sí. Pues Antonio marca unas pautas -sobre todo en Mairena- por
estos estilos que han incidido en que actualmente en mi pueblo exista
un buen grupo de cantaores jóvenes que andan muy bien por soleá y
siguiriyas. Y por una dedicación muy amplia hacia estos cantes, es
curioso que no dominen con soltura las bulerías, los tangos, las
cantiñas…, cuando Antonio sí que hacía todos ellos con calidad.
Pienso que mis jóvenes paisanos debieran ahondar más en esta
faceta.”
P: ¿Conociste
a Mairena?
R: -“Lo
conocí y llegué a tocarle en un bautizo en Triana siendo yo muy
jovencito; solo tuve esa oportunidad con él. Aunque si guardo
ciertos recuerdos del maestro. Yo iba con mi abuelo al bar del
‘Libra’, en la Plaza de las Flores, en Mairena, donde está el
Cristo de la Cárcel, y él tomaba café allí; o cuando participaba
en los festivales de Mairena, que entonces se celebraban en el Paseo,
yo no me perdía ninguno, así como los del Patio de la Academia.”
P: ¿Quién
fue tu primer maestro?
R: -“Yo
no he tenido maestros, si se puede expresar así. Mi primer maestro
fue mi padre, que aunque entiende mucho de guitarra no sabe poner un
deo en el diapasón. Para enseñarme me tatareaba los toques y yo
intentaba sacar las notas que él me decía. Luego, cuando en las
grabaciones escuchaba a Ricardo, a Melchor, al Huelva… yo decía
para mí que esto es lo que mi padre tatareaba. Y la verdad es que
con este método tan singular él fue el que me inició en la
guitarra. A todo esto hay que sumar que a mí me gustaba más el
cante que la guitarra. He sio un cantaor frustrao y lo sigo siendo.
Es por esto último que de las tres facetas de la guitarra, la que
más me gusta es la del acompañamiento.”
P: Ramón
Montoya, ‘Melchor de Marchena’, ‘Niño Ricardo’, ‘Manolo de
Huelva’, ‘Sabicas’…
¿Qué opinión te
merecen?
R: -“Han
sido unos auténticos maestros en su faceta. En la de acompañamiento
los que más me gustan son ‘Niño Ricardo’ y Melchor. Yo soy muy
‘melchorista’ tocando, y también ‘ricardista’. A la hora de
hacer un toque con más florituras o de concierto me quedo con
‘Sabicas’ y Montoya.”
P: En
las últimas actuaciones que te he escuchado he comprobado que
también te inclinas por ‘Diego
el del Gastor’.
R: -“Porque
me gusta mucho el toque de Morón, ya que tiene un soniquete muy
especial, como también lo tienen Jerez y Utrera-Lebrija. Y Diego
tiene un toque muy singular, muy flamenco y muy gitano. Por bulerías
me encanta ese toque de Diego.”
Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y
vicepresidente
de la Peña Flamenca de Jaén)
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