jueves, 5 de julio de 2018

Manuel Martín se recrea en la amplia trayectoria flamenca de Diego Clavel.

El complemento artístico en el inicio de la XXIV Semana de Estudios Flamencos, que tiene como escenario la Peña de Jaén, lo puso Raúl Montensinos.

07/05/2009 - Autor: Rafael Valera - Fuente: Ideal

El escritor, estudioso y crítico flamenco astigitano Manuel Martín Martín, en la jornada inaugural de de la XXIV Semana de Estudios Flamencos de la Peña Flamenca de Jaén, la cual homenajea a Diego Clavel, dejó una vez más constancia de su amplio conocimiento de la vida y hechos de los artistas flamencos.


Y aunque parezca extraño, en la exposición de su conferencia La devoción insatisfecha de Diego Clavel, constató que el cantaor de la Puebla de Cazalla es uno de los maestros actuales que más progresión y enseñanzas artísticas ha establecido en los últimos cuarenta años.

Su popularidad -dijo- se acrecienta cuando en 1970 gana el Concurso de Mairena del Alcor, revaloriza la forma interpretativa de la siguiriya de Manuel Molina al estilo de Manuel Vallejo, acompaña con su cante a la desaparecida y legendaria bailaora Pilar López, interpreta y graba letras reivindicativas de Caballero Bonald, participa en varios programas flamencos de TVE, y culmina una obra investigadora con la grabación de las antologías de la malagueña, de las soleares, siguiriyas, cantes mineros y fandangos de Huelva. Finalizó expresando que En el arte de Diego tienen cabida todos los perfumes del cante.


Raúl Montesinos
(foto: IDEAL) 
El complemento artístico lo efectuó el joven y también morisco Raúl Montesinos, el cual estuvo acompañado por la maestría del guitarrista mairenero Antonio Carrión, exponiendo ambos su profesionalidad en un comienzo por malagueña-granaína de Manuel Torre con excesivo alargamiento melódico, para derivar a la rondeña de Rafael Romero, enlazar con fandango de Lucena, y rematar con zángano de Puente Genil y resonancias fosforeras.

En lo siguientes tientos-tangos se centró en la evocación que Diego efectúa de Juanito Mojama, también por el localismo gaditano, recuerdos de El Lebrijano, evocaciones de Pastora y un final a través de los ecos del Titi de Triana y más de la Niña de los Peines.

Pero su conocimiento e impronta artística la expuso por soleares y siguiriyas. En las iniciales del tres por cuatro se ubicó primeramente en Alcalá y resonancias de Juan Talega, continuó con matices de El Mellizo y derivar a las utreranas de Juaniquín de Lebrija. En las segundas, Raúl estableció fuerza tonal por Tomás "El Nitri", pellizco en la recreación que de Juan Junquera hizo Manuel Torre, para enlazar con la de cambio de Manuel Molina y finalizar con la cabal de El Tuerto de la Peña.

Cantó también por cartagenera de Chacón y por la taranta que popularizara Pastora Pavón conocida como de La Gabriela.

Finalizó con fandangos de Cepero, Vallejo, El Niño Gloria y los onubenses de Paco Isidro y el valiente de Alonso.


No hay comentarios: