jueves, 5 de julio de 2018

Crónica flamenca en Mancha Real. ‘RUBITO HIJO’ ACRISOLA VIEJOS ECOS FLAMENCOS.

El pasado sábado, 30 de junio, la Peña Flamenca ‘El Trillo’, de Mancha Real, hizo honor a su paisano Pedro Ramírez ‘Perico Sevilla’, con la presentación del cartel de su ‘XLVII Pipirrana Flamenca’, la cual se celebrará el próximo día 21 del mes de julio, con un recital flamenco del joven cantaor de La Puebla de Cazalla, Manuel Rodríguez Cabrera ‘Rubito hijo’, en cual participará en el añejo espectáculo flamenco mancharealeño.

Rubito hijo acompañado por Marcos Serrano
Con la guitarra del nazareno Marcos Serrato, que abrió el acontecimiento flamenco con unos tangos, en los que estableció buenos acordes y adecuado compás, así como cierta brillantez en sus trémolos con limpieza tonal en el traste, ‘Rubito hijo se aposentó en el escenario con seriedad para iniciar un recital por soleares con potente voz y abordar el localismo alcaeño con recuerdos de Juan Talega, derivando al matiz que Luis Torres ‘Joselero de Morón’ imprimiera a las soleares de “Anilla la de Ronda”, para derivar a los ecos del jerezano Juaniquín de Lebrija, con estructuras musicales de Fernanda de Utrera, centrándose seguidamente en Triana por Ramón ‘El Ollero’, con las resonancias que José Menese adquiriera de ‘Antonio Mairena’, y finalizar por la de remate del citado ‘Juaniquín de Lebrija’.

En los tientos-tangos volvió a evocar a su paisano José Menese trasladándonos hacia el recuerdo de Pastora Pavón, enlazando con la creatividad de ‘Juanito Mojama’, ubicándose después en los localismos gaditanos, recordar igualmente a ‘El Piyayo’ por Málaga, y finalizar con inclinaciones hacia Enrique Morente y Antonio Cortés ‘Chiquetete’. En las granaínas estableció las sonoridades de ‘Manuel Vallejo’, aires de Menese con letra de Moreno Galván, para finalizar con la conocida media granaína y falta de ligazón y largo melisma rematador. Prestantes recuerdos tocaores de ‘Perico el del Lunar’ efectuó Marcos Serrato en su introducción por peteneras, las cuales comenzó ‘Rubito’ con acrisolación de los ecos de Rafael Romero en tesitura tonal alta, para continuar a través de la personalidad de Pastora Pavón y el tratamiento que de la misma efectuara Juanito Varea.

Como casi todos sus paisanos cantaores de La Puebla de Cazalla, Manuel se acomodó en las seguiriyas por los ecos de ‘Antonio Mairena’ y la creatividad del porteño Tomás ‘El Nitri’, para continuar por la línea de ‘Paco La Luz’ en versión recreativa de Menese, con nueva letra de Moreno Galván, y un prestante remate por la enjundia de Antonio Mairena. Continuó por cantiñas-alegrías con resonancias de ‘Chano Lobato’, unas letras por rosas, y nuevamente acercamiento a Juan Manuel Rodríguez Sarabia en su remate. Los cantes mineros los estructuró por taranta-minera con aires de ‘Piñana’, para concluir con la taranta ‘La Gabriela’ que popularizara Pastora Pavón.

Rubito hijo’ es de los pocos cantaores de La Puebla que domina las bulerías, eso sí, abordándolas con las conocidas como ‘al golpe’ (de compás algo más lento), para derivar a los ecos de ‘Terremoto de Jerez’ y enlazar con la personalidad de ‘Fernanda de Utrera; después se centró en el compás gaditano con resonancias del alcalaeño ‘Manolito el de María’, estableciendo un final del estilo por los aires jerezanos de ‘Los Sordera’ con matices acupletaos. Finalizó con fandangos José Cepero, también por los valientes de Alosno y estructura musical de ‘Paco Toronjo’, nuevamente por Cepero y más Alosno.


Rafael Valera Espinosa
(crítico flamenco y vicepresidente de la

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