lunes, 4 de diciembre de 2017

Memoria flamenca. DIEGO ANDRADE MARTAGÓN “DIEGO CLAVEL” (y III).

 “SI EL CANTE ESTÁ BASAO EN LAS RAÍCES, NO SE PERDERÁ.”
Después de dialogar sobre su proyección por la reivindicativa puesta en escena del cambio por siguiriyas del jerezano Manuel Molina, así como de la asunción de las letras políticas que en su día le compuso Juan Manuel Caballero Bonald, de su estancia en Madrid, de establecer sus criterios sobre las casas grabadoras, y en aquellos tiempos –antes de 1981, fecha de la entrevista- ser ya considerado primera figura en numerosos festivales flamencos de Andalucía, nuestro diálogo continuó por esos aspectos (muy importantes por aquellas fechas) al tener los festivales flamencos consideración de espectáculos de primer orden.

Pregunta: ¿Se respeta al cante y al cantaor en los festivales?

Respuesta: “Hay festivales y gente que sí. Otros van a pasar el rato. En fin… que hay de todo. Yo siempre he estao mu a gusto en los festivales de Mairena, ‘La Cata de Montilla’, Pegalajar… ¡Mira! Cuando hago festivales me acuerdo mucho de las actuaciones en las Peñas, porque, amigo, en las Peñas sí se canta y saben escucharte sabiendo y, entonces cantas más a gusto. Además, hay menos jaleo, que repercute mucho en el ánimo del cantaor.

Algunas veces sales de los festivales que no calibras donde estás. Me acuerdo que un día en un pueblo de Huelva, creo que fue en Valverde, cuando terminó el festival fuimos a coger el coche para volver a La Puebla ¿Te quieres creer que nos tiramos más de dos horas para dar con él? ¡Y el pueblo no es tan grande! Estaba la gente en las puertas de las casas, en las de los bares y, como ya habíamos pasado cuatro o cinco veces por el mismo sitio, nos decían ¿Cómo va eso, lo encuentran o no? ¿Te pues creer que medio pueblo se puso a buscar el coche… ¡No veas la gente! Y luego estaba en la puerta de una cochera por la que habíamos pasado ochenta voces ¿Chiquillo…? Es qué algunas veces sales loco de los festivales.

Pero yo también guardo buen recuerdo de algunos festivales. En ‘La Cata de Montilla’ dan un catavino de oro al mejor cantaor de la noche. Cuando me lo llevé yo me entró tal emoción que casi rompo a llorar como un chiquillo. En aquella ocasión actuamos ‘Lebrijano’, Meneses, ‘Curro Malena’, Camarón, ‘Fosforito’ y la bailaora Manuela Carrasco. ¡Qué emoción! Pero aquello ha tenío muy poca trascendencia, pues casi nadie se ha enterao. La radio no dijo ná, ni los periódicos tampoco. ¡Vaya… nadie! Las cosas de la vida.

Pregunta: ¡Pero tú eres un cantaor bastante querido!

Respuesta: Es cierto que los aficionados me aprecian bastante, pero, a veces me pregunto si me quieren más como persona que como cantaor. Lo cierto es que yo me entrego de corazón. ¡Ojo! Que también hay que cantar con la cabeza; porque si cantas con el corazón solamente te dicen que no sabes por dónde vas, y si cantas con la cabeza que eres frio. Así que hay que cantar con las dos cosas: ¡con corazón y cabeza!

Pregunta: Perdona la simpleza de la observación. El caso es que, viendo tu estructura física, cuando te metes en cantes de poder, en más de una ocasión me he preguntado ¿de donde te viene ese poder?

Diego Clavel (foto: Pepe Pamos)
Respuesta: Tiene gracia y me lo han dicho muchas veces: ¿pero este tío…? Lo que pasa es que como los aficionaos ven mi cuerpo chiquitito y luego puedo subir… Pero, quizás, si nos metiéramos bajo agua tú aguantas más que yo. Lo que pasa es que el poder hay que saber dosificarlo. Por eso te he dicho antes lo de la cabeza, pues dosificar es muy importante en un cantaor. Yo no es que tenga más poder que nadie, ni tampoco tengo un globo en el estómago. ¡Claro…! Que sí fuera un poco más gordillo la gente no se extrañaría tanto.”

Pregunta: ¿Por qué los cantaores de La Puebla, prácticamente, no hacéis los cantes festeros?

Respuesta: “Que no solemos realizar los cantes por bulerías… se puede decir que eso es verdad. Pero… ¡Ojo! Los demás estilos si lo hacemos como las bulerías por soleá, tangos, alegrías, etc. Las bulerías son para mí muy respetadas porque es un cante que, además de tener mucho compás –compás como nosotros lo entendemos- necesita muchísima gracia. Yo no digo que haya que ser gitano para cantarlo, pero sí digo que hay que estar criao en un ambiente gitano como puede ser el de Jerez. ¡Qué hay que estar muy criao en ese ambiente!”

¿Qué opinión te merecen los cantaores de tu pueblo? “Yo tengo que agradecerle bastante a Pepe Meneses. Cuando estuve en Madrid me recibió como si hubiera sío hermano suyo. También he hecho bastantes galas con él. Estando yo en su casa, veía que Pepe estaba con Francisco Moreno Galván y entonces veía claro que tenía que marcar una línea mía, una línea propia, porque eso estaba claro. Las letras se las hacía Francisco a Meneses y yo tuve que seguir mi camino por otro sitio. Pero Pepe se ha portao conmigo mu bien.

También me llevo mu bien con Miguel Vargas. Miguel es un tío sano, cariñoso y canta bien. Es un cantaor que anda fácilmente por bastantes palos. Pero Miguel y yo no hemos tenío un contacto mu grande porque él estuvo bastante tiempo en Madrid, en el Tablao ‘Zambra’, y yo estaba más por mi tierra.”

Pregunta: ¿Crees que el flamenco de hoy mira a sus raíces o se está deteriorando?

Respuesta: “Creo que los que hacemos los cantes de raíces viejas, los que nos basamos en los viejos maestros, siempre seguiremos adelante y nunca pasará nuestro cante. No somos de los que se comen el mundo en dos días y luego nadie se acuerda de ellos. Yo desde que salí –ahora llevo diez años- siempre he seguío la misma línea, y generalmente siempre hago las mismas actuaciones, elevándose estas un poquito conforme van pasando los años. Está claro que los que estamos apegaos a las raíces no pegamos el bombazo para luego caer. Si el cante está basao en las raíces no se perderá.”


Rafael Valera Espinosa

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