El pasado lunes, 22 del presente mes, se iniciaba la XXXII Semana de Estudios Flamencos que ha organizado la Peña Flamenca de Jaén, la cual cuenta con la colaboración del Patronato de Cultura y Festejos del Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, así como con la Obra Social de UNICAJA, y que homenajea a José Giorgio Soto ‘José el de la Tomasa’. Los actos programados que se llevaron a cabo fueron la Misa Flamenca en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, y el acto público de presentación de la referida Semana en la peña capitalina, el cual estuvo complementado por el recital del cantaor ubetense Paco Sánchez, que fue acompañado por la guitarra del jiennense José Rojo.
Cinco fueron los estilos que Eduardo Martínez Redondo “Niño Jorge” realizó en San Bartolomé para recordar a tres ilustres socios fallecidos como han sido Rosario López Carrascosa "Rosario López”, Martín García Ruíz y Fernando Pérez Mesa “Fernando Canalejas”. Cinco cantes que expresaron la adaptabilidad de nuestro arte para incardinarse en el rito religioso primordial de la Iglesia Católica, recordando a viejos maestros de la talla de Rafael Romero, Pericón de Cádiz, Antonio Núñez ‘Chocolate’, Pepe ‘El Culata’ y ‘Los Serranos’, cuando, con las guitarras de Víctor Monje “Serranito” y Ramón de Algeciras, y bajo la dirección de José Torregrosa, grabaron la primera Misa Flamenca en Madrid el año 1967.
Así, en el Introito, la toná – resuelta con poderío tonal- le sirvió a Eduardo para iniciar el rito cristiano. La caña con matices de Rafael Romero atronó de ecos religiosos-flamencos el sagrado recinto en el Kirie. Los aires abandolaos de Málaga, plenos de melismas musicales y tonalidades adecuadas, emocionaron a los presentes ante lo adecuado del estilo para resaltar el Gloria. Las melódicas y enjundiosas media granaína y granaína establecieron la preponderancia del Sanctus. Y la reconfortación y alegría del Agnus Dei quedaron festivamente definidas por las cantiñas de Cádiz.
Por su parte Paco Sánchez, el cual estuvo igualmente acompañado por la guitarra de José Rojo, comenzó su recital en la sede de la Peña Flamenca de Jaén por malagueñas con sensibilidad melódica y evocaciones de la creatividad de don Antonio Chacón con ciertas sonoridades de Juan Varea. En las soleares estableció un acertado recorrido por los matices que Manolo Caracol estableciera en las de Alcalá y regustos sonoros de Manuel Torre y Joaquín el de la Paula, para derivar a la Utrera de Fernanda y Juaniquín de Lebrija, retomar el tratamiento ‘caracolero’ y nuevamente el del lebrijano de Jerez, Juan Moreno Jiménez “Juaniquín”. Las cantiñas las comenzó evocando la personalidad de ‘Chano Lobato’, heredada de las enseñanzas que tuvo de Aurelio Sellé, Manolo Vargas y Pericón de Cádiz.
En las siguiriyas mostró la valentía de iniciarlas por la recreación que Tomás Pavón efectuó del trianero y legendario Tío Manuel ‘Cagancho’, para seguidamente y con pellizco flamenco evocar la singularidad del porteño Tomás ‘El Nitri’, proseguir con matices del jerezano Tío José de Paula por las resonancias de Tía Anica ‘La Piriñaca’ y letra de la trianera ‘La Josefa’, para rematar con fuerza tonal por Diego ‘El Lebrijano’. Por los tientos-tangos se acercó a los modos de Juanito ‘Mojama’ con reminiscencias cantaoras de Rafael Romero y ciertos aires de ‘El Tomasa’; también con influencias de Manolo Vargas, para derivar a los tangos por la brillante escuela de ‘La Niña de los Peines’. Finalizó por fandangos.
Rafael Valera Espinosa
Fotos: José Pamos
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