jueves, 18 de diciembre de 2014

XVI Concurso Nacional de Guitarra Flamenca de Jaén para Jóvenes Intérpretes.


Se iniciaron el pasado día 21 de noviembre, en la Peña Flamenca de Jaén, las participaciones del XVI Concurso Nacional de Guitarra Flamenca para Jóvenes Intérpretes, las cuales correspondieron a los cinco primeros concursantes de los diez que se han inscrito en esta edición. Como se ha reiterado en múltiples ocasiones, el Certamen es una apuesta firme de la Diputación Provincial de Jaén para revalorizar el arte flamenco, y contribuir a la vez en el descubrimientos de incipientes figuras del instrumento flamenco, como hasta la fecha ha venido sucediendo en anteriores ediciones.

Abrió la fase de clasificación el gaditano, de Paterna de la Rivera, Didier Macho Chacón, de 16 años de edad, con una solea con un rasgueo de sonoridad grave para, con ritmo pausado recordar el toque clásico de estilo. En la siguiente taranta se acomodó en la misma tesitura de sonoridad grave, con mejor manejo del diapasón y un acertado apoyo en el trémolo. Luis Miguel Cruz Expósito, de Andújar y 15 años cumplidos, comenzó con malagueña en su fase más primigenia –es decir el verdial- especificando la diferencia con la malagueña que conocemos en la actualidad. En la siguiente farruca se apoyo en las sonoridades de Agustín Castellón “Sabicas”.

Por su parte, José Marcos Serrato Gómez, de Dos Hermanas (Sevilla) y 23 años, comenzó definiendo el eco flamenco de la taranta con base en el manejo de la prima. Las bulerías tuvieron las improntas autodidactas de Diego el del Gastor, aires de Cepero, y resonancias de Pedro Bacán. Angel Flores Trujillo, natural de Torrejón de Ardoz, con 16 años, también hizo su presentación con taranta definida prontamente y con connotaciones clásicas. En las soleares reiteró las constantes del toque anterior e influencias de Paco de Licía. Juan María Amador Fernández, de Adra (Almería) y con 18 años, tanto en su taranta inicial como en sus bulerías, se empecinó en marcar distancias con acordes modernistas con fina sensibilidad, pero sin matizaciones flamencas.

La jornada del 28 de noviembre se presentaba con similares perspectivas a la anterior. Así, Miguel Santiago García, de Villacarrillo y 13 años de edad, ofertó en primer lugar solea con fuerza en la pulsación, alguna que otra imprecisión por su corta edad, y mucha admiración hacia Paco de Lucía. La rondeña fue ejecutada con limpieza y adecuado apoyo en el trémolo y más ecos de Paco. Alejandro Hurtado García, de San Vicente de Respeig (Alicante), cumplidos los 20, constató su sobrio y enjundioso sonido flamenco, sus inclinaciones hacia Manolo Sanlucar, y un solvente manejo del diapasón. En las alegrías constató sus resonancias de guitarrista de vieja escuela y ecos de Niño Ricardo.

Alba Espert Ruiz, de Jerez y 17 años, participo con taranta y neto sonido minero con trabajo acusado en la prima. En la soleá demostró las mismas cualidades citadas, mas con algunas carencias en el manejo del traste. Israel Gómez Román de 16 años y natural de Armilla (Granada), concursó con granaína efectuada con prestancia, limpieza en la ejecución y dominio del mástil, así como admiradas referencias a Manolo Franco. En cuanto al jiennense Ángel Cantero Romero, de 23 años, destacar su avances y lograda progresión en su granaina, establecida con dominio y sentido eco flamenco. Las alegrías denotaron los matices musicales de la jota que le imprimiera “Sabicas”, con buen trabajo en el trémolo y adecuada pulsación de la prima.

La final del pasado día 12 del presente mes la comenzó el granadino Israel Gómez Román, con una inicial granaína que recordó su participación anterior, volviendo a constatar su buen hacer con apoyo en el trémolo y variaciones de creación personal. La igualmente reiterada farruca fue evocadora de “Sabicas”, volviendo a marcar sutileza en los tonos, los tiempos y la melodía. Por ello, el jurado le otorgó  el segundo premio, de 1.000 mil euros de cuantía. El siguiente finalista, Didier Macho Chacón reiteró el toque por taranta para mostrar sonido netamente flamenco y resonancias de Paco de Lucía, con determinadas singularidades al final. En la farruca constató las mismas premisas y acercamiento a Niño Miguel.

José María Amador Fernández, de Adra, a través de ¿tarantas y bulerías? continuó incidiendo en los sonidos jazzísticos de la guitarra española –no por tanto flamenca- con influencias modernas de señoreadas figuras actuales que buscan nuevos caminos por los derroteros de viejos senderos del jazz como los del gitano Django Reinhardt. Angel Flores Trujillo, el cual se hizo acreedor del tercer premio, ofertó rondeña con simple y flamenco trasteo en el diapasón buscando personales tonos que trasladó al trémolo, para redondear con ecos clásicos y notas de “Sabicas”. En sus bulerías especificó su limpio sonido y el dominio del instrumento.

El primer premio del certamen, el alicantino Alejandro Hurtado García, en la taranta-minera inicial comenzó evocando al madrileño “El Viejín” con sonido netamente flamenco, buen punteo y adecuado trabajo en el diapasón, efectivo “picao” y complemento melódico adobado de melancolía minera. En las bulerías matizó introducciones clásicas jerezanas con resonancias de “Los Moraos”, volviendo a estructurar el estilo con limpieza y dosis compositivas propias. Angel Cantero Romero desarrolló nuevamente la taranta de Paco de Lucía “Fuente y caudal” en las mismas tesituras de su anterior participación. En su personal zapateado demostró conocer el ritmo adecuado del estilo en cuestión, marcando una base compositiva en la que sostuvo toda la pieza, y con acercamiento a las bulerías en el final.

Tras la entrega de premios que presidió la Diputada de Cultura de la Diputación Provincial, Antonio Olivares, el cordobés Luis Calderito deleitó a los asistentes con un recital por rondeñas, alegrías y bulerías.

Rafael Valera Espinosa
(Presidente de la Peña Flamenca de Jaén y flamencólogo.) 

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